ChangMin había encontrado las
escaleras al sótano. Tenía a un bofo guardia como vigilante de la entrada, al
igual que los pocos guardias con los que se toparon anteriormente, este no
presentó ningún problema.
Con una mirada a los demás,
iniciaron el descenso por las resbaladizas escaleras. Apenas iban a la mitad
del camino cuando notaron que la temperatura había bajado por lo menos cinco
grados. El amiente se comenzaba a ponerse turbio. Sus pensamientos más tristes
comenzaban a deambular en su mente, enfriando su alma. Uno de los centinelas
que iba con ellos se negó a avanzar más, argumentando cosas sin sentido.
—Esta sensación no es normal
—comentó YooChun. Sus ojos escrudiñaban a la nada. —Es un embrujo. No deben
ceder ante él o perderán la cordura —dijo con severidad. Extrañamente YooChun no
sentía nada, quizá se debía a su condición como chamán, ya que el sentimiento
de desesperanza era menor tanto en JunSu como JaeJoong. Varios de sus guerreros
dieron media vuelta para proteger la entrada, pero también para proteger su
mente.
El hedor a heces, sangre y
putrefacción golpeó fuertemente las narices de los shifter. Un par de ellos
retrocedieron con horror. El largo pasillo iluminado con antorchas, que sin
duda simulaba al de arriba, se abría ante ellos. Había celdas colocadas en
ambos flancos. Los lobos temían dar un paso más.
Caminando en un conjunto muy
apretado, avanzaron por el lugar. Las primeras celdas estaban vacías, pero las
manchas en las paredes les indicaban acerca de los inquilinos que estuvieron
ahí alguna vez. Los prisioneros se encontraban en condiciones deplorables,
algunos deambulaban de un lado al otro de su celda, susurrando rápidamente
cosas ininteligibles. Otro más se encontraban acurrucados en una esquina, sus
ojos eran pozos de dolor, murmurando o arrancándose los cabellos. La visión
allí no era nada agradable.
Sin embargo, para sorpresa de
todos, había unos cuantos que mantenían la cordura, unos pocos que pedían ser
sacados de ese lugar. Ellos, que siempre mantuvieron la confianza y una mente
fuerte, no sucumbieron ante el hechizo de desesperanza, pero aún así estaban en
muy mal estado. Uno de ellos les indicó que en la última celda, había una
mujer, que desde que ella había llegado el lugar se sentía menos frío. También
les comentaron como la loba de ojos bonitos solía molestarla.
JaeJoong no necesitó más, corrió
hacia el final del pasillo, tratando de no resbalar. Efectivamente, ahí sentada
en una hosca silla, su madre miraba hacia el único punto de luz. Una minúscula
grieta por donde la luz del sol se colaba.
—¡Madre! —gritó JaeJoong.
Kim MinAh giró su demacrado rostro
a lo que ella llamaba una nueva ilusión, solo que esta era más real. La visión
de su hijo, JaeJoong le hablaba a través de las rejas, decía cosas que ella no
escuchaba. Pronto, pronto su destino estaría llegando a su fin. Habría deseado ver a su hijo una vez más, ver
el rostro de su nieto aunque sea solo una vez. Quizá esta era la forma que los
dioses le permitían volver a ver el rostro de su pequeño JaeJoong. Sonrió.
Un hombre, extrañamente parecido al
segundo hijo del Alfa, también apareció en su visión. Con fuerza bruta, tiró de
la reja, hasta que esta cedió. Dos jóvenes más se acercaron a ella. Los chicos
parecían emitir una luz parecida a la de su hijo. Entonces, cuando la tocaron y
el calor volvió a ella, con desazón descubrió que era real, que su JaeJoong
estaba ahí para salvarla.
—Madre —llamó de nuevo JaeJoong,
envolviéndola en un cálido abrazo.
Kim MinAh no pudo hacer otra cosa
más que llorar. —¿Por qué estás aquí, JaeJoong?
—Rescatándote, por supuesto
—respondió, pero por su voz, ella sabía que su hijo ocultaba algo.
—No puedes estar aquí. Él te desea
más que a nada.
—Él robó a mi cachorro —dijo
JaeJoong. No tuvieron mucho tiempo para los abrazos y reencuentros. Tenían que
ponerse en marcha. Así se los recordó ChangMin, un poco brusco, pero honesto y
efectivo.
Salieron de ese lugar, llevándose
consigo a la mayoría de los prisioneros. Aquellos que estaban cuerdos, casi
corrieron escaleras arriba, pero aquellos que estaban perdidos en sus
pensamientos, ni siquiera notaron que las puertas estaban abiertas y, tampoco
desearon seguirlos.
Al llegar a la primera planta se
dividieron, algunos centinelas acompañaron a los recién liberados prisioneros
para llevarlos a un lugar seguro. ChangMin, JunSu, YooChun y dos guerreros más
acompañaban a JaeJoong y su madre en busca de su cachorro.
Una parte de JaeJoong deseaba que
la esfera pulsante de luz los guiara de nuevo, pero eso significaría dos cosas,
revelar lo que UnHyea era y conducirlos a ellos a una trampa mortal.
Al final, quedó claro, que UnHyea
se encontraba en la sala principal. Habían revisado todas las habitaciones,
deshaciéndose de los pocos guardias que se topaban en el camino, pero el
pequeño no había aparecido en ningún lugar. Solo faltaba un lugar por revisar y
ese era el lugar a donde el pasillo principal llevaba.
La puerta finamente labrada en
ébano, parecía enorme y pesada. ChangMin trató de olisquear para identificar lo
que había más allá de ella. Desgraciadamente, ningún aroma se filtraba de ese
lugar.
JunSu comenzaba a entrar en pánico.
Dentro de esa sala hallarían la visión más espeluznante. Rezaba para que la
inocencia de UnHyea se mantuviera intacta.
—¡Omma! —un pequeño gritó desde el
otro lado de la puerta. —¡Omma! Tengo miedo —sollozó. —No puedo ver nada.
UnHyea sollozaba temeroso. JaeJoong
perdió toda clase de prudencia. Su cachorro estaba asustado al otro lado de esa
puerta. Empujó con desesperación la puerta. Su pequeño, su hijo…
***
Una amplia, fría y gris sala se
cernía frente a ellos. Adornada por antorchas esparcidas que le daban al lugar
un tétrico aspecto. Si hubieran estado menos nerviosos, los chicos se habrían
burlado de la rocambolesca parodia de la edad media. Al otro extremo de la sala
una gran silla se encontraba. Sobre él un hombre cómodamente sentado, con el
tobillo descansando sobre su rodilla y una expresión divertida en sus ojos.
El rostro familiar causaba pánico
en JaeJoong. ¿Cómo alguien conocido, por muy idiota que lo considerara, era
capaz de tanta maldad?
—Hermoso, JaeJoong. He estado
esperando tanto por ti —dijo KyuBok.
Flanqueándolo por un lado estaba
una serpiente, aunque no tan grande como la que encontraron camino aquí. Del
otro lado sentada sobre uno de los reposa brazos, Go AhRa los miraba con una
mueca de disgusto. Con un férreo agarre, sus uñas casi clavándose sobre el
pequeño hombro de UnHyea, quien tenía una venda en los ojos.
—¿Omma? —preguntó un temeroso
UnHyea. JaeJoong sentía su ira brotar, le arrancaría las manos a esa tonta loba
por maltratar a su cachorro.
—Aquí estoy, corazón. Mamá pronto
te sacará de esto —aseguró, tratando de que su voz no sonara trémula.
—Awww ¿No es tan hermoso el amor de
familia? —dijo en un modo sarcástico KyuBok. Le dedicó una sonrisa a JaeJoong.
—Mucho me temo que no irán a ningún lado.
Pronto se vieron rodeados por
mercenarios. Hombres que nada tenían que ver con los bofos guardias con los que
se toparon en todo su camino hasta aquí. Sus expresiones severas indicaban que
no aceptarían ninguna mierda, los matarían a la primera oportunidad que
tuvieran.
—Mira —dijo de nuevo KyuBok. —Me
has traído a mi sacrificio para esta noche. —Sus ojos clavados en Kim MinAh,
quien involuntariamente se estremecía. —¡Átenlos! Y preparen todo para el
ritual —ordenó.
ChangMin intentó pelear, al igual
que sus guardias, quienes fueron abatidos rápidamente. El segundo Alfa logró
eliminar a varios de los mercenarios, pero eran demasiados para un solo lobo.
YooChun protegía a JunSu, MinAh y JaeJoong como podía. Fue evidente que no
ganarían esta pelea.
«YunHo» llamó JaeJoong a su compañero. Desde hacía un rato había
dejado de sentirlo, pero con los sucesos como estaban su mente no registraba
todo.
Con un fuerte golpe, ChangMin cayó.
YooChun y JunSu se abalanzaron sobre los lobos enemigos pero fue en vano, con
dos golpes igual de fuertes fueron enviados al suelo. Era una batalla perdida.
Todo se tornó oscuro cuando un
tremendo dolor se instalo en la parte de su nuca.
«YunHo» fue su último pensamiento antes de unirse a los demás en el
velo de la inconsciencia.
***
Despertó un par de horas más tarde.
«UnHyea»
JaeJoong abrió los ojos de golpe,
incorporándose inmediatamente. Cosa que lamentó, ya que su cabeza martilleaba
enormemente. Como pudo, registró de nuevo el lugar. Estaba atado con las manos
detrás de su espalda. UnHyea no estaba a su lado, JaeJoong comenzó a
hiperventilar. Trató de calmarse un poco y pensar.
Ahora que miraba detenidamente,
comprendió, y una parte de él, se alegró de que su cachorro no estuviera en esa
habitación. No quería que su bebé mirara lo que frente a ellos se estaba
desarrollando.
ChangMin seguía inconsciente,
sangre seca recubría su rostro. YooChun y JunSu a su lado no se veían mejor,
pero estaban despiertos. Su madre estaba cerca de JaeJoong, inclinada sobre
otra figura que él no había visto. Una mujer.
Cuando su madre lo notó, se separó
un poco, dejando al descubierto el rostro de la mujer. Era la madre de YunHo.
No parecía herida y sin embargo, parecía destrozada. Kim MinAh negó con la
cabeza.
Los ojos asustados de su madre se
enfocaron de nuevo al jaleo que frente a ellos se daba. A juzgar por la
cantidad de luces que ahora había, y porque habían destapado algunas de las
ventanas, JaeJoong pudo ver que la noche recién caía. ¿Cuánto tiempo habría
dormido? Entonces su mente trajo de regreso a su pareja. YunHo había
permanecido mudo durante mucho tiempo. JaeJoong podía decir que YunHo no había
muerto, pero quizá estuviera gravemente herido.
«YunHo» llamó con desesperación. No sabía que tan lejos estaba su
pareja, ni si el enlace mental funcionaba a distancia, pero rogaba porque su compañero
estuviera a su lado.
JaeJoong le mandó a su madre una
mirada cargada de ansiedad, mientras veía como varios mercenarios trasportaban
urnas de cristal. JaeJoong casi grita al notar que dentro de esas cajas habían
corazones, que por extraña razón se mantenían frescos.
Sobre el piso del lugar, habían
hecho varios círculos de color rojo, JaeJoong ni siquiera tuvo que imaginar qué
clase de tinta estaban usando. KyuBok se movía dentro de estos círculos
dibujando runas que JaeJoong no comprendía.
—Son para el ritual, querido —la
melosa voz de Go AhRa le hizo estremecer, incluso cuando ella estaba a varios pasos de distancia. —Le he
estado hablando mucho a tu madre acerca de esto —comentó dando un paso hacia
él.
—Él le pertenece al Maestro —una
voz fría salió desde las sombras. Recargado sobre la pared, la serpiente miraba
todo con aburrimiento. —¿No se suponía que debías vigilar al cachorro? —AhRa
soltó un bufido molesto. —Sabes bien que el Maestro te descuartizara si algo le
pasa al chiquillo —la serpiente usó un tono suave, pero demasiado insensible.
AhRa palideció, antes de darse vuelta e ir en dirección contraria.
Con esas palabras, el corazón de
JaeJoong se tranquilizó. Su cachorro estaba a salvo, de momento. Por alguna
razón KyuBok lo deseaba así, JaeJoong no confiaba en eso, pero por ahora era
suficiente. Los ojos de KyuBok brillaban con malicia mientras cantaba cosas en
un lenguaje antiguo.
—¿Madre? —JaeJoong quería preguntar
por todo esto. A pesar de haber pasado dos años con Mok, él jamás les hablo de
estas cosas. Sus conversaciones acerca de sus dones iban encaminados al bien.
—Piensa absorber el poder de un
chamán —contestó su madre aún mirando al perturbado lobo. La mente de JaeJoong
divagó con el horrible sueño que tenía desde que habían dejado la seguridad de
la casa de Mok. Un lugar desahuciado, cruel y sin misericordia. —Aquí es donde
debemos enfrentar nuestro destino —dijo su madre. —Si él obtiene el poder de un
chamán será muchísimo más fuerte de lo que ya es. Pero, si obtiene tú poder,
entonces todos estaremos perdidos.
***
Go AhRa regresó al cabo de una
hora. La luz de la Luna Llena se colaba por las ventanas, tímida y vacilante,
como si realmente no deseara estar ahí. En circunstancias normales, la noche de
hoy sería una gran fiesta, empezando por la carrera mensual y terminando en
brazos de algún buen amante. Pero, eso no sería así hoy. De hecho, ni siquiera
sentían las feromonas del celo en el aire. El aire en ese lugar se sentía
pesado, tanto que costaba respirar.
—Antes de que me digas algo, el
cachorro se quedó dormido después de tanto lloriquear para ver a su madre. Y,
lo dejé a cargo de un guardia —dijo AhRa hacia la sombra que proyectaba un pilar,
justo donde la serpiente se encontraba. —Ya todo está listo. No quería perderme
por nada esto.
JaeJoong se sintió estremecer. Un
chamán sería dado hoy en sacrificio. JaeJoong temió por todos, por su dulce
madre, por YooChun y JunSu, quienes lo habían seguido dejando la seguridad de
su hogar.
Miró a sus amigos, estaban
extrañamente muy acurrucados alrededor de ChangMin, quien por fin había
despertado. JaeJoong supuso que estar juntos les brindaba seguridad y confort.
¿A quién le iba a mentir? JaeJoong deseaba que YunHo estuviera a su lado en
estos momentos. Su compañero aún seguía sin hablar, lo que hacía que la
preocupación de JaeJoong fuera doble.
—Bien, vamos a comenzar —habló
KyuBok. —Debemos empezar ahora para que todo finalice antes de que la Luna llegue
a su cenit. ¡Tráiganla!
Varios rudos lobos levantaron a Kim
MinAh de forma brusca. Ella se quejó por el dolor, mientras que JaeJoong
peleaba como podía para evitar que se llevaran a su madre. Una fuerte bofetada
lo alejó de ella finalmente. Entonces, hubo una conmoción. El lobo que había
golpeado a JaeJoong se retorcía de dolor a unos pasos de él.
—Nadie tiene permitido tocarlo.
¿Qué parte de eso no entendieron? —cuestionó KyuBok como si fuera un maestro
hablando a su clase. JaeJoong comprendió que KyuBok siempre había sabido de sus
movimientos, por eso fue que solo encontraron guardias bofos en su camino. No
habían tenido ninguna oportunidad desde el principio. JaeJoong miró como varios
de los lobos temblaron ante sus palabras, las cuales fueron pronunciadas de
forma suave. JaeJoong no quiso imaginar lo que pasaba si desobedecían. —Y tú
bonita —se giró para hablarle a JaeJoong. —Trata de mantener tus garras para ti
mismo. No queremos que te hagas daño.
JaeJoong gruñó. Un fiero sonido
salió de su garganta. En ninguna ocasión había soltado gruñido tal, casi
pareciera que no le pertenecía a él, de alguna forma se parecía a los de YunHo.
Los ojos fríos de KyuBok congelaron
el alma de JaeJoong. —Cuidado, bonita. No retes a quien no puedes vencer.
Recuerda que aún tengo en mi poder algo que te pertenece, y que puedo aplastar
en cuestión de segundos. Todo frente a tus ojos.
JaeJoong sintió vértigo. KyuBok
estaba usando a su cachorro para mantener su temperamento bajo. Malditamente
JaeJoong haría todo lo que KyuBok quisiera con tal de que no dañara a su
cachorro. Apretó los puños amarrados, mientras temblaba de furia y miedo, ambos
por igual.
KyuBok sonrió. —Eso es. Así me
gusta. Tu mirada desafiante pero sin poder hacer nada. —Otro bajo gruñido se
escuchó. Este no pertenecía a JaeJoong. KyuBok giró su atención hacia él, como
si hubiera olvidado que había más rehenes con él. —¡Oh! No me he olvidado de
ustedes, pero por ahora calladitos se ven más bonitos. Humm bueno quizá tú no
—señaló a ChangMin. —No me gusta mucho la sangre Alfa. —Apenas había terminado
de pronunciar esas palabras cuando ChangMin cayó y comenzó a retorcerse en el
suelo. Gritaba hasta que su garganta se sofocaba con su propia voz. Su cara se
contraía de dolor. JunSu y YooChun gritaban, rogaban porque la tortura acabara.
Todo terminó tan pronto como empezó. ChangMin jadeaba de dolor. JunSu con
lágrimas en los ojos trataba de consolar su torturada alma. YooChun se había
puesto entre ellos y KyuBok, mirándolo, como diciéndole que pagaría por esto. KyuBok
soltó una carcajada.
«YunHo» volvió a llamar JaeJoong. Su madre, ahora recostada en el
centro de todos los círculos, con las runas a su alrededor. «YunHo» gritaba mentalmente JaeJoong
cuando Go AhRa se acercó a KyuBok con una brillante daga plateada.
«¡YunHo!»
***
YunHo había despertado en medio del
silencio. La voz de JaeJoong lo llamaba. La maldita sangre de la serpiente
contenía veneno, no el suficiente para matarlo, pero si el suficiente para
noquearlo por un par de horas. El color rosa-morado de las nubes indicaba que
había dormido bastante. Su pareja y cachorro lo necesitaban.
«JaeJoong» llamó, pero al otro lado, solo el silencio le contestó. «JaeJoong» llamó de nuevo, pero la misma
respuesta obtuvo. No se encontraba lo bastante cerca para divisar a la manada
del Norte, pero desde antes de caer a causa de la sangre de serpiente, ya había traspasado el límite de su
territorio. YunHo se desplazaba rápido y sigilosamente. No quería hacer notoria
su presencia.
«JaeJoong» llamó una vez más. YunHo quería imaginar que aún no
estaban lo suficientemente cerca para que el enlace mental funcionara. Si,
debía ser eso. No podría soportar que algo le pasara a su familia.
Iba a aumentar su velocidad cuando
el ruido de otras pisadas provenientes de otro extremo lo alertaron. Varios
lobos se acercaban a él en dirección a la manada del Norte. YunHo se agazapó,
listo para atacar, cuando el familiar aroma lo golpeó.
Era su propia manada la que se
dirigía hacia la manada del Norte. Guiados por el Alfa Jung SangMin, su padre.
YunHo se hizo notar, no quería que lo confundieran con el enemigo. Además,
deseaba saber porqué de repente su padre atacaba a la manada, cuando su postura
fue siempre la vía pacífica.
—Se metió con mi familia, con mis
hijos, sus parejas y su cachorro. KyuBok tiene que pagar —fue su respuesta. Al
parecer le había tomado un tiempo organizar la línea de defensa, ya que no
quería dejar a la aldea desprotegida, antes de partir hacia la guerra.
Con el apoyo de su padre y de sus
guerreros, YunHo sabía que no habría ejército o shifter capaz de detenerlos.
Con eso en mente, avanzaron hacia donde su familia estaba retenida.
La noche había caído cuando se
adentraron en la aldea, más prisión que aldea, de la manada del Norte. Los
mercenarios colocados como guardias no pudieron hacer nada en contra de ellos,
fueron abatidos rápidamente.
Su padre, un Alfa justo, destinó un
grupo para rescatar al resto de la manada que no tenía nada que ver en esto.
Todos ellos vivían con miedo de ser el siguiente en la cena de las serpientes,
o peor aún, vivir la tortura de los ojos rojos de KyuBok. Pronto, la manada
entera comenzó a abandonar la aldea, el alivio en sus rostros era evidente.
Algunos prisioneros, contaron
acerca del grupo dentro del edificio principal. Habían sido rescatados por
ellos, pero no habían ido demasiado lejos por temor a ser descubiertos.
YunHo estuvo orgulloso de la forma
en la que su hermano condujo y protegió a sus compañeros y a JaeJoong. También
se sintió orgulloso por la valentía que su pequeña pareja mostraba. En
definitiva era todo y más, de lo que en una pareja Alfa se espera. Aún así, no dejaba de estar
tremendamente preocupado, JaeJoong seguía sin responder a sus llamados. YunHo
deseaba romper las puertas y entrar por su pareja e hijo, sin embargo, su
padre, sabiamente prefirió eliminar a la oposición fuera del recinto para
interceptar cualquier vía de escape. Iban a acorralar al maldito Lobo Negro
para darle fin.
Después de lo que pareció una
eternidad, por fin se centraron en el edificio principal. Al entrar en el
lugar, el ambiente estaba cargado con decadencia. Humedad y sangre era lo que
se colaba por las fosas nasales de los lobos. YunHo, quien poseía un sentido
más agudo, estuvo a punto de vomitar el desayuno que no había comido. Logró
controlar ese impulso, cuando, debajo de todo ese asqueroso olor, la dulce fragancia
de JaeJoong se distinguía.
Como un camión de carga, la
angustia de JaeJoong se disparó. No escuchaba a JaeJoong por su enlace mental,
pero podía sentir sus emociones ahora que estaban cerca. YunHo quería correr hacia su pareja, pero
antes de hacer eso, debía verificar una cosa. La habitación frente a él tenía
un guardia. Se encontraba lejos de la sala principal, que era de donde sentía a
JaeJoong, pero algo en este lugar lo llamaba.
El guardia solo se vio privado de
su vía respiratoria antes de que un crujido resonara desde su garganta. YunHo
había sido rápido. Su padre le seguía de cerca. Cuando entraron en la
habitación, el corazón de YunHo se apretó por la congoja.
Allí, en una oscura esquina de la
habitación, se encontraba su pequeño acurrucado, queriendo pasar desapercibido
de todo el mundo. YunHo supo que no solo le arrancaría el pellejo a Go AhRa,
sino a todo aquel que estuvo involucrado en esto.
—UnHyea —llamó suavemente. Había
invocado su cambio en cuanto vio que su pequeño necesitaba de sus brazos para
sentirse seguro.
UnHyea levantó su carita, sus ojos
llorosos y sus mejillas sucias de tanto llorar. Miró a YunHo y corrió donde él.
—¡Papá! —gritó, mientras se aferraba con sus manitas al cuello de YunHo. YunHo
sintió su pecho vibrar de alegría. Su cachorro lo había llamado “papá”. Ese
hubiese sido uno de los mejores momentos de su vida, desgraciadamente se veía
opacado por la situación. —¡Papá! Tenía tanto miedo —sollozaba. YunHo lo acunó
en un sus fuertes brazos mientras el niño lloraba, tratando de tranquilizarlo
con dulces palabras, y con promesas, promesas que estaba dispuesto a cumplir.
—Papá, ellos aún tienen a mamá —dijo UnHyea cuando estuvo un poco más calmado.
—No te preocupes por nada hijo mío,
papá está aquí y salvará a mamá —prometió. El corazón de YunHo se detuvo un
momento cuando pronunció la palabra “hijo”. Su hijo.
—Las luces parpadeantes dicen que
te apresures o algo malo va a pasar.
YunHo alejó un poco a su hijo para
poder mirarlo a la cara. Las luces parpadeantes. Tenía mucha curiosidad acerca
de estas. Habían sido de gran ayuda, y parecían permanecer constantemente a
lado de su hijo. Ahora le advertían. Debía darse prisa.
—Padre —YunHo llamó al Alfa.
—Quédate con él. —Dio un beso en la frente de UnHyea, sus ojitos lo miraban
queriéndole decir que no quería separarse de él, pero YunHo no lo llevaría a la
batalla final. No expondría su inocencia a la masacre que estaba a punto de
desatar. Lo volvió a besar en la frente. —Ve con el abuelo. Te cuidará. Yo iré
a rescatar a mamá.
UnHyea pareció pensárselo un
momento antes de asentir. YunHo pasó a su hijo a los brazos de su padre. Sabía
que con él estaría seguro, pero eso no le evitó decir: —Protégelo, padre.
—Con mi vida —fue la respuesta
sincera del Alfa.
Entonces, YunHo, sabiendo a su
cachorro seguro, fue por su pareja, y a hacer pagar a todos aquellos que osaron
ponerle un dedo a su familia.
***
La daga plateada brillaba de manera
deslumbrante cuando KyuBok la trasportaba hacia el centro del círculo. Dijo
algunas palabras más en el mismo lenguaje antiguo y empuñó la daga en alto.
—¡No! ¡Detente! —gritó JaeJoong. Su
madre, firmemente atada en el centro del círculo, a los pies de KyuBok,
recibiría totalmente el impacto. Contrario a lo que parecía en un principio,
KyuBok se arrodilló. Mientras rezaba, cortó una de las muñecas de su madre. La
roja sangre brotó, y, mágicamente, comenzó a hacer un recorrido por cada uno de
los círculos, mientras estos emitían una tenue luz rojiza.
JaeJoong deseaba gritar por ayuda,
pero nadie ahí se las brindaría. Desesperado, llamó una vez más a su pareja.
—¡YunHo! —gritó, tanto con su mente
como con su voz.
Entonces varias cosas sucedieron a
la vez.
La puerta se abrió con gran estrépito,
volcando a los guardias más cercanos. De ella emergió el lobo más grande visto,
junto con varios lobos, que a su lado se veían diminutos. Con un potente
gruñido el enorme lobo comenzó a abrirse camino entre todos los lobos
mercenarios que trataban de cerrarle el paso.
ChangMin había soltado sus amarres
después de un largo rato intentándolo. Rápidamente desató a sus parejas y a
JaeJoong, para después, unirse a la lucha. La serpiente fue quien salió al
paso. YooChun se colocó a su lado y detrás de ellos JunSu para cuidarles las
espaldas.
JaeJoong, entre el revuelo, corrió
hasta donde su madre. No se había fijado en nada más. Colocó sus manos en sus
heridas y dejó que la luz azulada inundara su cuerpo y cerrara los cortes de su
madre. Le sonrió cuando su madre se incorporó, sin heridas, quizá solo un poco
pálida.
Un siseo fuerte se escuchó. Entre
ChangMin y YooChun estaban haciendo retroceder a la serpiente, que goteaba
veneno de cada uno de sus colmillos.
La gran sala se había convertido en
un campo de batalla. Gruñidos y aullidos se escuchaban por doquier. Desde su
perspectiva, JaeJoong podía decir que ellos iban ganando la batalla. Miró a su
asombrosa pareja deshacerse de los lobos malos en un santiamén. Nadie era rival
para su compañero. YunHo.
Sin embargo, JaeJoong había pasado
por alto al personaje más terrible. Cuando se acercó a su madre, no notó que
KyuBok no estaba con ella, de hecho aunque lo hubiera buscado entre la reyerta,
no lo hubiera encontrado. Acostumbrado como estaba a manejar todo detrás del
telón, KyuBok desapareció en cuanto YunHo y sus lobos entraron. ¡Infiernos!
Jamás hubiera esperado que YunHo se convirtiera en un lobo tan malditamente
grande. Incluso a él, con todos sus años de vida y sus inexplicables
habilidades, le había conmocionado la idea de enfrentarlo.
A KyuBok le tomó un momento rehacer
un nuevo plan. La sangre de Kim MinAh se le había sido negada esta noche. Los
corazones que almacenarían parte de su sangre se hallaban inservibles ahora.
Los círculos y las runas para el ritual habían sido profanados, en pocas
palabras, los elementos para el rito se habían perdido. Bien, siempre podría
hacerlo la siguiente luna llena, y quizá con mejor sangre mágica. Miraba a
JunSu hacer uso de su habilidad para conectar firmes golpes a su enemigo.
—El cachorro ya no está —anunció
AhRa con voz baja, cargada de miedo. En realidad KyuBok no esperaba que el
cachorro permaneciera aún encerrado. En el momento en que YunHo y sus hombres
irrumpieron en el recinto, se hizo evidente que habían rescatado primero al
pequeño. Lástima, hubiera sido más fácil manipularlos de esa manera.
Una idea llegó a su mente. AhRa
había dicho que una de las serpientes se había quedado a interceptar a YunHo y
compañía. Nadie tenía que decirlo para saber que la serpiente había caído si
YunHo estaba aquí. También era imposible que YunHo no hubiera probado el veneno
de la serpiente, ya sea por sus colmillos o por su sangre. Lo que le brindaba a
KyuBok un nuevo plan.
Con sus ojos rubí ardiente miró a
YunHo. Por muy grande que fuera el lobo no podría resistir. YunHo aulló tan
fuerte que las ventanas vibraron hasta algunas romperse. KyuBok presionó más, haciendo que el inmenso
lobo se contrajera en dolor.
—¡Basta! —cortó la voz de JaeJoong.
Su cuerpo entero emitía una luz azulada, que a KyuBok se le hizo extrañamente
familiar, como a la de su antigua pareja. YunHo quedó agazapado en el suelo,
jadeando por su sufrimiento. JaeJoong se arrodilló a su lado. Ese era el
momento que el Lobo Negro había esperado. YunHo se encontraba débil. Se adentró
en la mente de YunHo. Varios recuerdos del chico lo asaltaron, pero él estaba
acostumbrado a eso, no obstante, la mente de YunHo oponía gran resistencia a
ser dominada.
«Hazlo» le susurró con fuerza en su mente. «Mátalos a todos» ordenó. «Entrégame
a los chamanes».
***
JaeJoong veía con desesperación
cómo YunHo se sacudía de dolor. Sus ojos iban de su acostumbrado marrón
vibrante a un color insípido. YunHo se tomaba la lobuna cabeza entre las patas
con desesperación, después se golpeaba así mismo en el suelo, como si tratara
de sacarse algo.
La serpiente se había replegado
hasta estar con KyuBok. Sus espeluznantes y francamente aterradores ojos
negros, miraban con interés, no, con deseo de arrancarle la cabeza a YunHo.
Fue entonces que lo comprendió.
KyuBok trataba de manipular a su pareja. Trató de empujar a través del enlace
mental con YunHo, pero este estaba cerrado desde la última vez que hablaron.
«YunHo»
Haciendo uso de su fuerza, JaeJoong
llamó a la bruma. El contacto visual era importante para que KyuBok causara
dolor, o en este caso, se inmiscuyera a la mente de su pareja.
«YunHo, pelea» le dijo por su enlace, no estando seguro de si lo
escuchaba. YunHo jadeaba con los ojos desubicados, pero se aferraba a su
contacto.
—¿Crees que una simple niebla me
detendrá? —vociferó KyuBok. No, JaeJoong no lo creía, solo esperaba darle tiempo
a YunHo para recuperarse, para defenderse de un nuevo asalto.
YooChun saltó hacia donde se
suponía que estaba KyuBok. Ya que la niebla era tan espesa que no se veía casi
nada, con un chillido, YooChun fue lanzado hacia el otro lado. La serpiente lo
había repelido con un coletazo. ChangMin gruñó.
YunHo volvió a aullar de nuevo de
dolor. La densa niebla que JaeJoong había creado se desvanecía rápidamente. —Tú
no eres el único que tiene ases bajo la manga —dijo divertido KyuBok. —Vamos,
YunHo. ¡Entrégamelos! Mata a los demás y dame a los chamanes.
El cuerpo de YunHo parecía querer
responder a la orden, pero la mente se seguía negando. —YunHo, pelea. No, nos
abandones —pedía JaeJoong. Su bruma se volvió líquida, abalanzándose sobre
KyuBok, AhRa y la serpiente, rodeándolos un instante.
YunHo avanzó hacia JaeJoong con las
fauces descubiertas, al parecer estaba cediendo ante KyuBok.
«YunHo, vuelve a mí» rogó JaeJoong.
«Siempre» le llegó la trémula respuesta de su compañero.
KyuBok no pudo reaccionar a tiempo,
cuando YunHo se abalanzó sobre su garganta. Sus fuertes fauces se cerraron en
torno a ellas, negándose a soltarlo cuando la sangre comenzó a brotar. YunHo lo
sacudió de un lado al otro con fiereza, parecía querer arrancarle la cabeza.
Incluso cuando el cuerpo de KyuBok quedó inerte, YunHo no lo soltó. Nadie
tampoco hizo el amago por decirle que lo hiciera.
Fue cuando finalmente la cabeza se
separó del cuerpo que YunHo lo soltó. Giró hacia una inmóvil Go AhRa y con sus
garras la rasgó de arriba abajo. No lo suficiente para atravesarla, pero si lo
suficiente para dejar profundas heridas.
La chica gritó, pero nadie en esa
sala le ayudaría. Sorpresivamente Kim MinAh se acercó a ella, la tomó por el
hombro y dijo: —Que tu rostro refleje tu demencia interna.
Con ello selló las heridas de Go
AhRa, sin dejar que se curasen, por lo que ahora tenía unos feos bordes
arrugados en la cara. Tres enormes cicatrices surcaban su antaño bonito rostro.
La chica con un grito se levantó y huyó del lugar.
Sin que nadie lo notara, la herida
serpiente había escapado. En cuanto vio que su Maestro había perdido la pelea,
huyó. Enviaron a varios lobos a perseguirle.
***
Habían pasado varios días desde el
encuentro final con KyuBok. Los centinelas aún cazaban a los lobos rebeldes y a
la serpiente, la cual, a pesar de estar herida era muy escurridiza. En la
manada seguían llegando refugiados desde la manada del Norte. Oficialmente
YunHo, que asesinó a KyuBok, su anterior Alfa, era su nuevo Alfa.
Go AhRa había huido, pero los
reportes que se tenían de ella decían que ahora estaba muy lejos de la manda,
además de no contar con ningún aliado. Ahora que su belleza se había esfumado,
difícilmente encontraría a alguien dispuesto a darlo todo por ella. Sin embargo,
no descartaban el riesgo de que hiciera algo, ya que temían que con su rostro
desfigurado se volviera, si es posible, aún más demente.
La madre de JaeJoong había perdido
mucho peso, pero se encontraba sana, unos días con buen alimento, la
regresarían a su peso ideal. A pesar de todo, ella se negaba a descansar, por lo
que ayudaba a los heridos por KyuBok, específicamente aquellos que sufrieron de
una invasión en su mente. Pasaba la mayor parte de su día en la enfermería,
trataba de traerlos de regreso de su mundo de dolor, que no se perdieran en su
lado animal. Constantemente le hablaba a la madre de YunHo acerca de lo bonito
que era su nieto. La Loba Alfa, al final de tanta manipulación, no podía
distinguir de lo que era real de lo que le habían hecho creer. Una triste
realidad para ella, que alguna vez fue una gran mujer. Pero ni Kim MinAh ni
Jung SangMin perdían la esperanza.
Las personas en la aldea trataban
de hacerse una idea acerca del horrible reinado que KyuBok impuso sobre la
manada. Miraban los asustados ojos de los refugiados pasarse nerviosamente por
cada espacio que los rodeaba, tratando de relajarse cuando no encontraban nada
extraño, pero siempre con esa tensa pose que indicaba el estado de alerta
permanente en el que vivían. La manada se encargaría de brindarles un nuevo
futuro, su Alfa era de generoso corazón. Por ahora ayudaban a establecerse a
los nuevos shifter, trataban de brindarles seguridad, ya que un cambio tan
brusco tenía que asustarlos un poco más de lo que ya estaban. Sin embargo, a
pesar de todo, se estaban adaptando bien.
—Ahora que la manada ha crecido el
doble, creo que es momento de dejar a los más jóvenes hacerse cargo —anunció el
Alfa. YunHo y ChangMin se quedaron de piedra. Su padre era muy joven para dejar el cargo. —Aún
estaré a su lado, guiándolos, pero serán sus decisiones las que guiarán a la
manada.
Con esto, YunHo y ChangMin pasaron
a ser el Alfa y el segundo Alfa al mando de la manada.
Con el paso de los días, las cosas
en la aldea se habían vuelto tranquilas, la gente paseaba de un lado al otro
sin el temor de sufrir un ataque. Incluso habían retirado el cerco que rodeaba
al pueblo, puesto que con la llegada de nuevos habitantes, el lugar se estaba
extendiendo.
JaeJoong desde su lugar, sentado en
el porche de la casa, miraba al barullo que las personas hacían al sentir
felicidad. Había extrañado tanto ese lugar, pero esto era increíblemente mejor,
porque ahora podía compartirlo con su pareja y su hijo.
UnHyea se acercó en su forma de
lobo, a pesar de ser tan pequeño, su lobo era mucho más grande que el de
cualquier niño de esa edad. Su madre, MinAh, había confirmado que las luces
parpadeantes eran los espíritus guardianes, que tomarían forma una vez que
UnHyea creciera. De hecho, el que se presentaran a tan corta edad, simbolizaba
el gran poder que por el pequeño corría. Su deber como madre, sería guiarlo por
el buen camino.
—Jamás creí que esto se haría
realidad —YunHo se había acercado sin que JaeJoong lo notara, ya que estaba
sumido en sus pensamientos y concentrado en rascarle detrás de la oreja a
UnHyea.
—¿Qué?
—Estás cumpliendo mi más grande
sueño —dijo YunHo con amor en su voz. Acarició la mejilla de JaeJoong. —Desde
que era pequeño, soñaba con que mi pareja destinada me esperaría cada día al regresar a casa en el porche, sentado junto
a mis cachorros.
JaeJoong le dedicó una hermosa
sonrisa. «Siempre» susurró en su
mente. Su conexión mental se había visto afectada por el veneno de la
serpiente, pero el efecto se había desvanecido poco a poco.
Sus labios se acercaron, primero un
tímido roce, después profundizaron en ese sabor conocido e irresistible. El
enlace haciéndose más fuerte a cada día. YunHo enamorado más y más de la bella
pareja que el destino le brindó. YunHo mordía los labios abultados de JaeJoong,
queriéndose meter por debajo de su ropa. JaeJoong respondiéndole con el mismo
frenesí. Sus cuerpos reaccionando a cada toque…
—¡Eww! ¡Mamá! ¡Papá! ¡Estoy en
medio! —chilló UnHyea desde el lugar entre ambos cuerpos.
YunHo y JaeJoong rieron, primero
apenados, después en una gran carcajada a la que su pequeño se unió.
JaeJoong sonreía, la felicidad
llenaba su alma. No importaba lo que sucedería en el futuro. La serpiente había
jurado venganza cuando se enteró de la muerte de su compañero. Go AhRa no se
quedaría de brazos cruzados, y lo que KyuBok había iniciado, la caza de los
chamanes, que continuaba aún, pero pondrían sus esfuerzos para detenerla. Nada
de eso importaba. No en este momento. Tampoco tenía relevancia el pasado, porque
ahora tenía a su pareja junto a él, protegiéndolos, cuidándolos, sobre todo
dándoles todo el amor que el corazón de YunHo tenía, ahora que eran una
familia.
«Te amo» susurró YunHo, envolviéndolo en un cálido abrazo, con su
cachorro aún en el centro.
«Te amo» respondió JaeJoong.
Juntos enfrentarían lo que fuera,
juntos eran más fuertes, juntos mantendrían a raya el mal que quisiera
acercárseles, pues ahora eran una sola alma. El destino así lo había escrito,
porque ellos habían estado destinados desde el inicio.
*************************************************************
N/A: En verdad, mil gracias por acompañarme en esta aventura. Fated es el fanfic más largo que he escrito, y el primero en su tipo (shifters/cambiaformas). Espero haya sido de su agrado y me sigan acompañando con los fic que siguen :)
Subiré el shot prometido al primer comentario el fin de semana. El martes nos vemos con el Epílogo de esta historia!!!! Por cierto, para el shot no se vale apartar comentario XD
26 comentarios:
ja ja listo a leer
kyaaaaaaaa.......aun no me lo puedo creer que estee sea el final .me siento melancolica- se va a leer-
Lindo estuvo genial!!!!! Yunho me preocupó al principio pero llegó a rescatarlos!!!! Pobre chanming me dolió lo que le hizo ese maldito, al final hara recibió lo que merecía es maldita!!! Espero con ansias el epílogo gracias por esta gran historia la voy a extrañar. Gracias :)
fascinante me encanto muy bella historia y mas por que no murió ninguno de los personajes buenos de la historia y si no pudo terminar con ellos el lobo negro menos esa serpiente y Go AhRa menos podrán con ellos de echo nadie puede con yunho y jae y menos cuado todos se unen a salvar lo que quieren y alas personas que quieren
feliz por el final que resultaron a salvo todos y felices por permanecer juntos falto que tengan bebes las parejas de min para que termine de aumentar mas la familia
GRACIAS el capitulo y tienes razón no se vale apartar yo lo hice por fregar ya bes los comentarios no son esos si no cuando la historia ya fue leída ;) hay para la otra bye :) :) :) es que si otra gana lo elimina XD bueno ya no seré mala y esperare a terminar :) es que no lo pude evitar ja ja
Wow espectacular ne encanto el final
Todos y cada uno de ellos recibio lo que se merecia
Ya se sabia que su amor de nuestra parejita lo podria con todo aunque me asuste un poquitin cuando jae llamaba a yunho y este no respondia jejejejeeje
Y gohara pues quedo por fuera asi como era por dentro eishhhh tuvo su merecido
Y jae y yunho aprovechan cualquier momento y lugar para demostrarse su amor por que asi son ellos son unos amores awwww gracias por el capi estivo genial esperare con ansias el epilogo jijiji XD
Yo queria que despellejen a Ara e.e pero bueno quedó marcada y loca espero no regrese y la serpiente también >. <
Ahora son una familia feliz! ! Yay...~~
gracias por compartir el fic este definitivamente entra en mi lista de los mejores que me eh leído ;)
Espero actualices los otros fics también
muy muy bueno el final quedo genial con la cabeza desprendida del lobo negro y con Go Ara desfigurada aunque me hubiece gustado que Jae le dier una golpiza o que sufriera mas tambien de que la madre de Jae y Yunho no murieran me gusto bastante xq ambas tienen derecho de gozar de sus nietos.
gracias linda me gustan muchos los fic de cambiaformas y vampiros tambien te felicito continua los otros y espero sigas teniendo tan buenas ideas para tus fic gracias x compartir
qué bueno estuvo este final. me encantó todo de él.
por fin el lobo negro murió en manos de Yunho y goarha tuvo su merecido. me hubiera gustado un buen enfrentamiento de Jae con ella, que Jae le de sus buenas cachetadas y sus tiradas de cabello por perra envidiosa que fue en todo el fic.
muchas gracias por compartir esta historia que fue tan atrapante desde el comienzo.
lo haz hecho estupendamente y me encanta tu forma de escribir.
sigue actualizando los demás fics que tienes que los leo a todos y los sigo.
muchas gracias por tu esfuerzo y dedicación para con nosotras. besitos
Waaah! que más puedo decir que no te haya dicho, sabes que amo como escribes y que amé este fic!
Me deprime que haya llegado a su final pues es una historia muy bella!
Al final todas las cosas cayeron en su lugar, la mamá de Jae fue rescatada, al igual que la de Yunho (que es mejor que este viva, pues en realidad ella no fue responsable de nada) Yunho y JaeJoong felices, tranquilos y disfrutando de su pequeño cachorro!
Me alegra que Yunho haya acabado con ese maldeeto Kyu y el final de Ara, creo que es adecuado, Yunho sería incapaz de matar a una dama(?)
Pues ahora a esperar el epilogo y tus demás historias y las que vengan!!
Nos estamos leyendo!!!
Wooo no puedo creer que se el final u.u a sido realmente una hermosa historia ... el final a estado muy bien todos an tenido casi sus respectivos castigos muy bien que Yunho haya acabado con el lo negro pero hubiera sido que Jae hubiera despellejado a go ara por haber lastimado a su cachorro pero su castigo de vivir desfigurada y sin nadie a su lado por mala ...... Realmente gracias por compartirlo esperaré con ansias el epílogo
Gracias :)
Y que no me creo que sea el final de esta historia, me viene a la mente los primeros capítulos y me entra la nostalgia, definitivamente un buen final, cada quién obtuvo lo que merecía, unos cosas hermosas como yunho, jae y su pequeño, al igual que changmin, junsu y yoochun, otros no tanto como Ahra aunque ella siendo sinceros se merecía algo peor, pero su castigo fue el adecuado, sentí que me infartaba en este capítulo, todo lo que paso,fue tan alucinante, temía por el desenlace pero que bueno que las cosas fueron bien, esta historia es genial, muchas gracias por haberla compartido con nosotras, ;; extrañare mucho las actualizaciones y todo lo relacionado a la historia, es que fue muy muy genial, en fin je, nuevamente muchas gracias! ;^; <3
Gracias por compartir esta historia, escribes hermosamente y con muchos sentimientos que se transmiten muy fácilmente por medio de las palabras. Esperamos el epilogo y el especial del YooMinSu, verdad que si lo harás.... Gracias y esperamos por tus demás historias....
Fascinante, fantástico, lleno de emociones por lo que nunca en ningún capitulo dejo de ser interesante.
Muchas gracias por publicar tan estupenda historia.
Me encanto la historia fue tan atrayente, muchas gracias por compartirla, me siento triste por que ya termino pero tambien feliz por que el final fue hermoso
bye besos
Lo amé, gracias infinitasy por supuesto, esperaré el epílogo :)
Muy bonita historia, me gusto mucho sobretodo el final todo romántico muchas gracias de verdad :)
QUEEEEEEE TERMINOOOO? NOOOOOOOOOOOO
Aunque sabia que quedaban pocos capítulos, me sorprendí al ver que era el final :<
El capitulo fue hermoso, perfecto, maravilloso <3
Gracias.
Me encanto este fic!!! *w* gracias por compartirlo con nosotr@s, realmente me gusta como escribes, y ya sabes estaré al pendiente de cualquier cosa que publiques, y espero en epilogo con ansias *w* Bueno hasta el proximo fanfic!
ahhh lo ame!!! misuzu gracias por compartir este hermoso fic me encanto de principio a fin me tuviste re enganchada con la historia asdada me alegra q la zorra esa quedara desfigurada se lo merece! al igual q el maldito ese tuvo su final merecido e.e y al fin jae y yunho podran estar juntos y en paz junto a su cachorro q es un amorrr gracias x compartirlo espero seguir leyendo tus hermosas historias ^^
Wooooo estuvo lleno d suspenso pero finalmente el bien triunfo y esa go ahra tuvo el castigo q se merece.me gusto taaaaanto *.*
que alivio que todo termino y que todos estén bien :3 me alegro de que Kyu este bien muerto aunque me hubiese gustado que mataran también a Ahra pero bueno la desfiguraron.... ~~ que yunho y Jaejoong tengan muchos lobitos mas *w*
Oww~ Yunho se emociono cuando.UnHyea le dijo "papá" :3 Que bonita familia hacen los tres, me alegro de que todo haya terminado bien con todos en la manada. Creo que debieron haber matado a AhRa, solo como precaución :a
Que Jae y Yunho tengan más cachorros hermosos como UnHyea :3 También el YooSuMin ¡y Mok con Sook! Aaaaah~~~~
Hermoso! Me encanta cuando termina con un "Te amo" por parte de los dos.... Y en medio su cachorrito que bello ε-(´∀`; ) Este fic me lo recomendaron y agradeceré por ello, lo ame de inicio a fin! *・゜゚・*:.。..。.:*・'(*゚▽゚*)'・*:.。. .。.:*・゜゚・*
Me alegra que Go Arha haya quedado deformada del rostro, lo único que tenía-belleza- lo a perdido por su avaricia y egoísmo, se lo merece, y ojalá aprenda la lección y no vuelva a dañar a nadie más......
Me encanto muchooo!! esta historia me llevo a un mundo mágico donde el YunJae se amará por siempre y juntos afrontaran todo problema q se presente,el amor de se tienen ellos podrá contra cualquier enemigo.......me alegra también q Junsu,Yoochun y Changmin terminen juntos, todos sanos y felices.......gracias por magnifica historia ;)
Me encanto genial no falto emocion,sentimientos e intriga...muchas gracias
Oh por dios!! Necesito una pelicula de esto! Hahah.. No, encerio! (-///-) lo necesito! Estuvo increiblr!la mejor historia de lobos que eh leido!! Amo el yunjaeee!!!!
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