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martes, 3 de diciembre de 2013

HOJAS DE OTOÑO: CAPITULO 4


Si las miradas mataran… la de Junsu seguramente me habría enterrado mil veces, y sé decir el porqué, a Su definitivamente le gusta Yunho.

En ese momento me sentía el chico más feliz del mundo, los mimos de Yunho me elevaban muy, muy alto. No me importaba la agria mirada que el Delfín nos dedicaba, ni las miradas burlonas de Yoochun, quien se estaba acostumbrando a que Yunho me tratara de ese modo. Nada, en mi mundo solo existían esos ojos chocolate…

Desde aquel día de otoño, en aquel callejón ha pasado un tiempo, ahora es Diciembre, las festividades están a la vuelta de la esquina, la gente loca por las compras corre de un lado a otro. La decoración de los estantes ha cambiado sus colores pardos por unos azules y blancos, los más tradicionales rojos, verdes y dorados. Me agrada verlos, es increíble como todos de un momento a otro olvidan resentimientos y envidias pasadas solo para pasar estas fechas. Yo por mi lado estoy a punto de llegar a un colapso, la llegada de las fiestas decembrinas anuncia el final del semestre, lo que se traduce una montaña de tareas, trabajos y todo lo que a los profesores se les ocurra. Lo único que me alegra es aquella competencia de baile, Yoochun, el Delfín y yo hemos preparado un gran espectáculo. Y espero que Yunho vaya a verme…

Yunho, Yunho… es extraño. La mayor parte del tiempo solo muestra su lado engreído, pero cuando está conmigo, su lado tierno, infantil y caballeroso sale a la luz. Sé que soy especial en su vida, pero quiero ser algo más.

Su… el Delfín no ha cambiado su comportamiento desde aquella ridícula ocasión en que yo  intente competir con él en baile por Yunho; sigue siendo el mismo chico con el que se me facilita reír y hablar. Aunque no ha vuelto a preguntar más por Yunho, se que gusta de él, algo en mi interior me lo dice, a pesar de que Yunho no ha vuelto a los ensayos. Espero que solo haya sido momentáneo.

Por otro lado, aún no se bien quien es la persona especial de Yoochun, él solo se dedica a sonreírme y despeinarme cuando le pregunto. Si bien, tengo mis suposiciones, no diré nada hasta que él me lo confiese.

—Jae. —Yoochun me llama nerviosamente mientras mueve su mano para que me acerque. —Necesito un favor. —¡Por fin! Cuanto tiempo espere a que dijera eso, pero ¿tiene que ser justo ahora? —Sí, sé que no es el mejor momento, pero realmente necesito que me ayudes con algo. —Con un gesto le indico que hare lo posible, aunque la situación es realmente complicada. —¡Gracias! ¡Por eso te amo!

—Si, yo también te amo —dije sin emoción alguna, ya que esto me complicaría un poco. Usualmente me hubiera negado, pero como es de Yoochun quien hablamos, las cosas cambian. —A ver dime ¿Qué es?

—Jae, me gusta Junsu —confesó sin más, parecía que ya llevaba guardándolo mucho tiempo. Yo, bueno, evidentemente ya lo intuía, se comporta diferente con él y las varias pequeñas señales que daba me hicieron notarlo. —¿No dirás nada?

—No, ya lo esperaba.

—¿Tan obvio soy? —preguntó con los ojos muy abiertos al tiempo que su cara se tornaba de un color escarlata.

—No, pero como que eres diferente con él, no sabría explicártelo. Será que te conozco desde hace mucho tiempo que lo note. Pero ¿Qué tengo que hacer?

—¡Oh! Verás yo sé que es un poco difícil, pero… ¿recuerdas que quedamos de ir a celebrar al final de la presentación?

—Si…  —respondí extrañado, arqueando una ceja.

—No vayas.

—Ok. No necesitas correrme si piensas declararte. Te aviso que ese no es un buen lugar.

—Lo sé, lo sé  —respondía apresurado. —Por eso pienso llevarlo a otro lugar… mmm… algo más íntimo.
Sí que lo tiene todo planeado.

—Ok. No me molesta. Después de todo no quería festejar el final de semestre ni nuestra excelente presentación —dije con fingido resentimiento.

—Gracias —suspiró. —Realmente te lo agradezco.

—¿Por qué? Realmente no estoy haciendo nada. Solo desapareciendo de la escena del crimen.

—Porque se lo mucho que querías festejar, y terminé cortándote las alas. Pero es que si no, si no… si no lo hago ahora no lo haré jamás. Las vacaciones de invierno comienzan y no quiero separarme de él.

Lo que Yoochun siente es amor, sé lo que se siente necesitar estar con alguien… mi mente vuela rápidamente y se coloca justo en un recuerdo con Yunho, quiero estar con él. ¿Debería al igual que Yoochun declararme?

—¡Gatito! ¡Yoochun! —La voz de Junsu me saca de mis divagaciones. —¡Siento llegar tarde! —dijo casi perdiendo el aire por lo apresurado que venía.

—No te preocupes, aún no comienza el evento, y nuestro turno es de los finales —dijo Yoochun dándole unas palmaditas en las espalda.

—Si, además si te preocupas desde ahora no podremos lucirnos. Y mira que bien nos sientan estos trajes —dije al tiempo que me daba una vuelta.

Llevábamos  a juego un conjunto blanco, playera de tirantes ajustada al cuerpo que no dejaba a la imaginación nuestro físico: el de Yoochun musculoso y bien definido, el de Junsu no tan marcado como el de Yoochun, pero sensual resaltando su mayor atributo: su trasero, y el mío, delgado. Los pantalones eran semi-ajustados con cinturón negro de una hebilla llamativa, entonando así mi delgada cintura. No quiero decirlo, pero podría competir con cualquiera de las chicas de por aquí. ¡Ja! Mentira, en realidad soy el único de los tres que se ve completamente normal, Yoochun se ve sexy, sí esa es la palabra, sexy, su cuerpo torneado merece lucirse con este tipo de playeras; el Delfin se ve genial, el look le da un aire de erotismo que seguro fue la razón por la que Yoochun cayó a sus pies.

Conforme avanza el espectáculo, los tres nos ponemos más y más nerviosos, siento que voy a vomitar en cualquier momento. He estado  mirando a todos los demás grupos y para ser una exhibición sin ningún beneficio en particular, la rivalidad entre todos es evidente. Ahora entiendo él porque esta es la mejor escuela de artes de la ciudad, el nivel de competencia es impresionante desde el principio.

—Tranquilo, respira: inhala, exhala —me digo a mí mismo. A un costado de mí escucho como alguien inhala fuertemente y exhala. El Delfín muy nervioso hace lo que digo, juntos respiramos una y otra vez hasta controlar los nervios.

—¡Listos! ¡Es nuestro turno! —Ambos miramos a Yoochun y con un asentimiento de cabeza le indicamos que haremos lo mejor. —¡Fighting!

El telón se levanta, dejándonos ver a la multitud. En un momento de pánico mi cuerpo se tensa. Con mis ojos recorro las primeras filas, ningún rostro conocido. Desde el escenario las luces nos iluminan, no puedo controlar mis nervios… lo veo, no, lo siento él está aquí… Me encuentro con unos conocidos ojos marrones… es todo lo que necesitaba… la música comienza a sonar, mi cuerpo responde al sonido… 

¡Mírame Yunho! ¡Mírame brillar!

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Todo termino tan rápido como empezó. Las paredes blancas me deslumbran demasiado, cierro los ojos y recargo mi peso en la pared. ¿Cómo he llegado hasta aquí de nuevo? ¡Ah! Sí, eso fue. Esos ojos chocolate que me tienen hipnotizado, esa grave voz que hace resonar todo mi ser, ese penetrante aroma que pone mi mundo de cabeza. Y claro, el alcohol. El alcohol no es mi mejor compañero.

Al terminar la presentación Yunho nos esperaba junto con su amigo Changmin y para mi sorpresa Boa. Se encontraban fuera del recinto aguardando por nosotros. Yo pensaba darme a la fuga, pues Yoochun así me lo había pedido. Había encontrado la excusa perfecta para hacerlo: me iría con Yunho. Con lo que mi amigo no contaba era con la amiga de Su, Boa.

Nos acercamos rápidamente a ellos, hacía frío, con las prisas por salir a ver a Yunho no cambie mi vestuario, solo tomé mi chamarra y salí. Quería correr hacia Yunho, quería escuchar sus halagos, quería sentirme acogido en sus brazos o que simplemente despeinara mi cabello. Quería tantas cosas… Pero, nada de eso paso, ya que yo no fui quien corrió a su encuentro…

Cuando nos dirigíamos hacia ellos, Junsu dio un paso adelante y caminó, por no decir corrió, hacia Yunho, quien lo recibió con una gran sonrisa y despeinó su cabello. Me congele. Me congelé como el frío viento congelaba mis mejillas. ¿Desde cuándo ellos se llevaban tan bien?

Al final terminamos todos juntos en un pub, acomodados en grandes sillones acojinados de colores sobrios, contrastantes con los muros coloridos del lugar. Yoochun y yo sentados juntos, frente a Junsu y Yunho, quienes platicaban amenamente, y Changmin y Boa frente a los cuatro.

—Min y Boa son pareja —comento Yunho. Así que ese era él porque de que él y Junsu se llevaran bien. No lo sabía. Hay muchas cosas que aún no se de Yunho, y aún así yo me decía que era especial para él.

Una cerveza… dos cervezas… tres cervezas… alguna vez escuche que el nivel de resistencia al alcohol depende proporcionalmente a tus sentimientos. Yo me sentía mareado. No solo por el alcohol, el ambiente me asfixiaba. Quería hablar con alguien, pero mi mejor amigo se había sumido en un silencio sepulcral, solo bebía y bebía.

Una cerveza más… otra… había perdido la cuenta de cuantas llevaba, pero mi vejiga me hizo levantarme a desaguar mi mal. Entre escenas parpadeantes llegue al baño. Mareado como me encontraba, me recargue en una pared y cerré los ojos esperando que el mundo dejara de dar tantas vueltas. No supe cuanto tiempo estuve así hasta que  alguien me tomo por los hombros fuertemente.

—Deja de beber —no fue una petición, fue una orden. La grave voz de Yunho me hizo abrir los ojos para toparme muy cerca de los suyos. Su cuerpo me arrinconaba contra la pared evitando que me resbalara por lo ebrio que me encontraba. Su aroma me embriagaba más que todas las cervezas que me había tomado. ¿Quién era él para decirme cuánto debía beber? ¿Acaso no se había dado cuenta de que bebía por su culpa?

—¿Quiieen te creeshh pa-aa-raa darrrme orrdenesh?  —Sí, ¿con que derecho vienes a exigirme eso? Después de todo es culpa tuya por intimar tanto con el Delfín. ¿Qué no ves me haces daño? No, que nos hacen daño…

Mi cuerpo me traiciona con el alcohol, por mis ojos comenzaron a rodar lágrimas, expresiones de dolor que no tenían fundamento, porque, después de todo, tu y yo solo somos amigos… solo amigos…

—Tu-u me gush-taass… —dije como pude entre sollozos y embriaguez. Yunho me miraba a los ojos sin saber que decir. Era más que obvio que conocía mis sentimientos hacia él, pero  ahora lo declaraba abiertamente.

Sin esperar respuesta acorté la distancia entre sus labios y los míos…

No fue un beso dulce, no, fue uno apasionado con sabor a alcohol. Deseo, eso era lo que sentíamos. Yunho correspondía a mi beso con tanto ahínco, inundándome con su aliento, haciéndome perder más los sentidos…

Con un movimiento Yunho me levantó, y yo solo enrede mis piernas a sus caderas para evitar caer. Torpemente me condujo a uno de los cubículos, cerrando la puerta detrás de él. Sus labios, mis labios, se devoraban como si no hubiese mañana, solo nos separábamos el tiempo suficiente para tomar aire de nuevo antes de volver a unirlos.

Me encontraba recargado en una de las paredes de aquel diminuto cubículo, en ese lugar solo entrabamos él y yo, obligando a nuestros cuerpos a estar juntos. Con una mano sujetaba mi pierna al tiempo que la acariciaba, y la otra estaba fuertemente afianzada a mi cadera. Sus ojos me miraban con lujuria contenida. Movía su pelvis hacia adelante y hacia atrás, rozando nuestras entrepiernas, obligándome de manera instintiva a mover mis caderas hacia él. La fricción del roce de nuestra propia ropa se sentía increíble… Ahhh…. Jadeos comenzaban a salir de mi boca cada vez que nuestras partes íntimas se encontraban…

Su boca abandonó la mía, dirigiéndose hacia mi cuello… por debajo de oreja, susurrando... besando… mordiendo... dejando ligeras marcas sobre mi blanca piel, marcándome como suyo… Yunho soy tuyo…

Nhh… su mano se coló por debajo de mi ropa, acariciando mi pecho, pellizcando mis suaves pezones. Todo mi ser estaba despierto, disfrutando de cada sensación que Yunho me proporcionaba. Pero, no solo yo estaba despierto, a través de la mezclilla podía sentir algo creciendo en Yunho…

—Eres hermoso —dijo. —Tan lindo, así todo excitado bajo mi toque.

No sabía exactamente qué cara tenía, pero sentía mis mejillas arder, mi labios, seguramente rojos por los besos y ligeramente abiertos, respirando entrecortadamente por todos los estímulos recibidos. Mis manos que hasta ese momento se había dedicado a acariciar su espalda, comenzaron a imitar sus movimientos, se filtraron por debajo de su camisa, acariciando ese pecho amplio, fuerte. Pude sentir como se estremecía con el roce de mis fríos dedos, suspirando cuando sobaba sus pezones. Cerró los ojos, disfrutando de mis lerdas caricias…

Abrió los ojos de golpe, su mirada se había oscurecido, miraba lo que frente a él se le servía: yo…

De un tirón soltó mi cinturón y aflojo mis pantalones. Introdujo su mano dentro de mis boxes. La calidez de su toque me hizo sentir en el éxtasis total… presionando suavemente la punta primero… jugando… recorriéndolo lentamente con la yema de sus dedos, sacudiendo cada célula de mi ser… Ahhh… gemidos subiendo de nivel… Nhhhh… se siente tan bien… su mano envolvió mi miembro, comenzando un vaivén desde la punta al final,  de arriba abajo…

Pero no es justo que solo yo disfrute, puedo sentir entre mis muslos la necesitada y dura parte de Yunho, llamando a pequeños golpes por mi atención… Con una de mis manos en su pecho, siguiendo ese juego de caricias, baje sin prisa alguna la otra al bulto en su pantalón… al sentir mis dedos pasearse por encima de su ropa soltó un sexy gruñido de su garganta, lo que me animó  a continuar. 

No soy un experto en estas artes, no, de hecho soy bastante inexperto, pero mi cuerpo reacciona con el suyo, mis caderas se mueven a su compás y mis manos, mis manos juguetonamente reproducen sus movimientos, tal cual Yunho me hace, yo lo repito en él…

De una manera no tan hábil me deshice del botón de su pantalón, teniendo, ahora sí, el espacio suficiente para que mis dedos se colaran por primera vez a su miembro…

—No… Jae… dee ahh dete-en-te —le escuche gemir cuando mi mano se introdujo por debajo de sus boxes. Al tiempo que me impedía llegar más allá. Su mano sujetando la mía, impidiéndome el acceso a su parte más íntima.

El color de sus ojos no cambiaba, negro como el carbón, más sin embargo ya no me miraba con ese lujuria de hace un momento. Sus ojos me decían que había entrado en razón.

—Esto está mal Jae —dijo, provocando un vacío en mi corazón. ¿Por qué?

—¿Por qué esta mal? —No le di oportunidad de responder, no quería escuchar ninguna de sus excusas, solo quería disfrutar el momento. Y no solo yo. La poca cordura que tuvo Yunho se fue al caño. Volvió a besarme con desenfreno, tomando mi miembro nuevamente con una de sus manos y con la otra dándose placer él mismo. No me dejaría tocarlo…

—Es-too… e-es-ta-a… nhhh… mal —dijo nuevamente entre jadeos y besos entrecortados. ¿Por qué? —Por… favooor… deetee… detenmeee… —decía, pero no detenía sus movimientos.

—Nhhhh! —de mi boca solo gemidos salían. No quiero saber de nada más que el placer de sus caricias. No quiero detenerlo, quiero que siga… más… más… —Ahhh!!!

Mis gemidos no hacían otra cosa más que provocarlo más. Aumentando la velocidad de su masturbación, besando mi cuello, lamiendo… haciendo que mordiera mis labios para no clamar del placer que me estaba brindando…

—¡Yunho! —escuchamos. La voz de Junsu buscándolo nos paralizó. Yunho cubrió mi boca con la mano con la que él se tocaba. Podía oler su esencia, saborearla estaba al alcance de mi lengua. Lamí la mano que me apresaba. Los ojos de Yunho antes abiertos por la sorpresiva llegada de Junsu, ahora se abrían más por lo que hacía. Miraba atentamente los movimientos de mi boca, dándome primero un dedo, empujándolo dentro de mi cavidad bucal, yo, recorriéndolo con mi lengua. Después otro dedo… Escuche la puerta principal abrirse, dejando colar el bullicio del local, señal de que Junsu se había marchado… para mí solo estaba Yunho…

Tomo mis nalgas con sus manos, apretándolas. Bajo un poco más mi ropa. Y, me levantó, apoyando de nueva cuenta mi espalda sobre el muro que separa los cubículos…

Su erguido miembro se coló naturalmente entre mis piernas, rozando mi propio miembro… comenzó a moverse de nuevo, iniciando un ritual de fricciones… sus manos aún sobre mis nalgas me sostenían fuertemente, mientras movía mi cuerpo al ritmo de sus caderas… sus labios atacando mis labios hasta que el aire se nos fuera, dejando delgados y finos hilos de saliva uniendo nuestras bocas… Nhhhhh!!!! Se siente exquisitamente bien el frotarnos el uno con el otro… Ahhhh… mi mente se nubla… mi cuerpo comienza a dar señales de que estoy a punto de llegar al climax con ese simple roce… cada folículo de mi piel se eriza… comienzo a vibrar, desde ahí, desde mi entrepierna… Yunho… Nhhhhh!!!!

Fluidos calientes escurrían sobre mis muslos y parte de mi ropa. Yunho nos había masturbado a ambos, logrando que soltáramos nuestras esencias sobre mí. Sosteniéndome aún, escondió su cabeza en mi cuello, donde podía escuchar su agitada respiración. Su aliento me cosquilleaba… tan cerca… su aroma varonil inundaba mi ser… mis manos sobre su cuello se aferraban a él, no solo para no caer, sino para no dejarle ir.
La puerta principal nuevamente se abrió, dejando escuchar el alborotado ambiente, ocultando así nuestras fuertes inhalaciones.

—¡Yunho! —Junsu no cesaba en su búsqueda —¡Yunho! ¡Sal! ¡Sé que estas ahí! —dijo, su voz sonaba cerca, muy cerca, como si estuviera al otro lado de la puerta del pequeño cubículo. Pronto unos golpes sacudieron la puerta TOC, TOC, TOC… desesperados golpes arreciaban conforme no había respuesta. Dentro Yunho y yo permanecíamos en la misma posición, el sosteniéndome y yo abrazado a él. —¡Sé que estas ahí! ¡No trates de fingir que no estás! ¡Puedo ver tus zapatillas! —Junsu nos había encontrado, no había forma de ocultarnos. —¿Qué tanto haces? Yoochun no encuentra a Jae. No sé donde rayos se metió, la última vez que lo vi venía al baño, a lo mejor ya consiguió pareja por ahí. No me extrañaría nada, luce totalmente como una mosca muerta. —Esto último lo dijo en voz tan baja que de no ser porque estaba ahí justo en la puerta no lo habría escuchado. Dolió, duele que el Delfín piense eso de mí…

—Voy en un momento. —Yunho respondía aun recargado en mi cuello. Mis piernas aún no tocaban el piso.

—¿Qué tanto haces ahí dentro? —Junsu no quitaba el dedo del renglón.

—Vomitando, te dije que no aguanto el alcohol. —dijo apretando los dientes. Comencé a sentir como empezaba a convulsionarse, pero aún así no me bajaba.

—Ok. Te espero fuera.

Una vez que estuve seguro de que Junsu había abandonado por completo el baño, me deshice del agarre de Yunho. Me limpié y acomode la ropa y también la suya. No había levantado su rostro, solo dejaba que abrochara los botones de su pantalón. Levante mi mirada. Yunho tenía los ojos cerrados, su rostro estaba pálido, su cuerpo tenía pequeños espasmos de vez en cuando y tenía los puños firmemente apretados, como si con toda esa postura tratara de retener algo.

Se volteó rápidamente hacia el inodoro y soltó todo aquello que no le estaba haciendo bien a su cuerpo. Como pude me escabullí de aquel cubículo. No soy tan fuerte, mi estomago no es capaz de resistir semejantes cosas, comienzo a sentirlo revuelto. Un sabor ácido me indico que debía correr hacia el otro cubículo. Pronto me encontré en la misma situación que Yunho.

—¡Oh! ¡Vaya! Con que aquí también estabas. —Junsu había vuelto a entrar a los baños. —¿Se encuentran bien?

—Yo estoy bien, pero Yunho —dije antes de dar otra arcada. Sí, lo mío solo era efecto secundario de lo de Yunho, pero él…


—¡Ah! Él solo está demasiado ebrio —comento como si nada. Espera ¿qué? ¿Ebrio? —Sí, esta ebrio —dijo mirándome, yo había volteado a verle incrédulo. —Le dije que no tomara. ¿Sabes? No es bueno con el alcohol. No lo soporta. Tiene una forma muy curiosa de estar ebrio. Se ve totalmente normal, pero sus emociones salen a flote más rápido y al final siempre termina ahí —señalaba el retrete. —Con su nuevo mejor amigo.


10 comentarios:

Anónimo dijo...

Mujer, esperaba esta actualización con ansias!
Me encantaría que la relación de Yunho y JaeJoong comenzara, ya! si se gustan, e incluso JaeJoong está enamorado lo mejor sería que iniciaran una relación, sin alcohol de por medio, ahora que la novia de Yunho pasó a la historia. Junsu está enamoradísimo de Yunho, de eso no hay duda, pobre Yoochun, tiene que hacer su lucha y conquistar a Junsu, mientras tanto no me importaría que Junsu le hiciera un par de travesuras al YJ, estoy segura que no se quedará únicamente viendo, sobre todo porque JaeJoong no le agrada nada!
¿Qué más te puedo decir?, como siempre un gran capítulo, gracias por compartir!

Ángela dijo...

uyyyy qué bueno, se meten mano por todos lados,
a Yunho no sé lo que le pasa, con el tema "ésto que hacemos está mal" ...por qué está mal????? qué le impide a Yunho estar con Jae como pareja?? no reconoce que es gay???? esa parte no la termino de entender. así lastima a Jae y no es justo. Ya me veo venir que Yunho saldrá con Junsu y lastimará tremendamente a Jae.
que se decida de una buena vez Yunho porque me desespera este tira y afloje
ahora vendrá con que estaba muy ebrio y no se acuerda de la sesión de amor que tuvieron en el baño.

gracias por esta actu, realmente hermosa la historia, muy interesante y sobre todo me tiene muy atrapada

hasta la próxima. besos

Unknown dijo...

Espera.... Junsu y Yunho son pareja???

*corre al siguiente capi*

Unknown dijo...

Awwwwww pensè que estaba leyendo el capi 3 -_-
Chales.... a esperar la siguiente actualización ;;0;;

Paradise YunJae fanfics dijo...

Omg y jaejoong penso q yunho estaba en su sano juicio...
Los dos ebrios
Ahora los dos se acordaran de lo q hciieron?
qien lo olvidara?
apuezto por yunho xD

YunJae Vincit Omnia dijo...

Junsu empieza a caerme mal como que mosca muerta, lo que pasa es que esta celoso de Jae, por fa por fa , conti, gracias

yunhokim dijo...

ha por fin yunho y jae tuvieron algo mas intimo y tenia que llegar junsu con su mala leche a querer arruinar el momento tan bien que me caía y ya me esta cayendo gordo por su actitud de zorra con yunho y mal amigo con jae

lizYJ dijo...

Otro encuentro mas .... joderr estos se desean y muchooo aunque esten ebrios >. <

ok odio a la zorra que hay dentro de Junsu e.e
gagshsjsnba okno *amo al delfin*

Laura Campos García dijo...

El encuentro entre Yunho y Jae era inevitable pues ambos se desean, pero Junsu que tiene que ver con Yunho, espero que no anden pues sería el colmo, después de lo que le hizo a Jae la primera vez, no puede hacer lo mismo otra vez.

Gracias

moran dijo...

No me gusta nada cono estan susitandose las cosas.. ..no quiero decir que no me gusto la escenita en el baño.. .por que ¡Por dios! Eso fue sorprendente.. .aun con Junsu ago seguían en lo suyo.. ..su pasión.. ...pero si Yunho esta ebrio.. .bueno eso lo hace diferente. ...
De verdad a Junsu le gusta Yunho? Y le dijo mosca molesta a Jae? Como se atreve.. ..donde quedo el gatito? Es un hipócrita? Tambien esta lastimando a Chunnie....creo que Junsu es un doble cara.. ..Ojalá no. ....