Este Blog posee contenido yaoi. Sí no te gusta, no lo leas.

domingo, 15 de diciembre de 2013

HOJAS DE OTOÑO: CAPITULO 5



¿Qué? ¿Qué estaba diciendo? ¿Qué Yunho qué? ¿Ebrio? No, eso no podía ser, si tan solo hace unos segundos estábamos… espera, ¿cómo es que él sabe tantas cosas? No tienen tanto tiempo de conocerse ¿No será todo esto una mala broma de Junsu? Además ¿cómo sabe él que Yunho no aguanta la bebida? Ha estado conmigo en otra ocasión y…

―Lo sé porque ha salido en varias ocasiones conmigo ―sentenció Junsu como adivinando mis pensamientos. Creo que más de las que quisiera saber. ―Incluso debo decir que me sorprendió que tomara y no se embriagara tan rápido. ¡Creo que mis esfuerzos están dando resultados!

Yo ya no atendía a Junsu, que siguió hablando de las veces que habían salido. Estaba pasmado por todo lo que me estaba enterando. Siempre di por hechas muchas cosas, como el que Yunho es un gran bebedor y que él y Su no tenían ninguna conexión. Erré.

Entre mareos intenté hacer memoria de la última vez que Yunho y yo bebimos… un callejón oscuro… antes de eso… besos y caricias… mucho antes… sentado junto a él, muy cerca… la nuez de su cuello… concéntrate Jae, trata de recordar… muros de un color rosa chillón… cocteles… “No tengo muy buen aguante con el alcohol”… Yunho lo había dicho antes, lo había olvidado…

―Cuando el bebe se tiende a ser muy cariñoso ―Junsu continuaba con su monólogo ―me abraza e incluso ¡me ha besado!

―¡Basta! ―Yunho se había levantado. Se dirigía hacia el lavabo. ¿Le ha qué? Creo que mi cerebro bloqueo esa parte, como cuando tienes un accidente, bloqueas exactamente esos 5 minutos donde las cosas ocurren. Eso me estaba pasando, solo los miraba.

―¿Por qué? Solo le estoy contando algunas de nuestras anécdotas ―dijo Junsu cerrándole el paso, pero un segundo después lo dejo pasar. Desde mi posición solo alcanzaba a ver la espalda de Yunho, quien enjuagaba su boca. Lentamente trate de incorporarme sin éxito alguno, no sentía más mi estomago. ―No tiene nada de malo que sepa algunas cosas ―dijo al tiempo que sus brazos rodeaban su cuello. Justo como los míos lo hacían tan solo hace unos momentos. ¿Qué era todo esto? ¿Cuál era la relación entre ellos?

Junsu se acercaba peligrosamente a Yunho, quien no lo aceptaba abiertamente, pero tampoco lo rechazaba. Más cerca, muy cerca. Sentía ganas de gritar o de correr, cualquier cosa con tal de no ver lo que Junsu planeaba. Afortunadamente la puerta volvió a abrirse, entrando por ella un par de amigos que apenas podían mantenerse en pie. Eso fue suficiente para romper el contacto entre ellos.

―¡Hey! ―dijo uno de ellos, tambaleándose de un lado al otro. Primero mirando a Yunho y Junsu, y después a mí, que seguía sentado a un lado del inodoro mirando fijamente a la pareja que tenía enfrente. ―Si ellos dos están juntos, tú vienes solo ―concluyó al tiempo que nos señalaba ―¿No quieres venir a jugar conmigo? ―me decía.

― … ―No obtuvo respuesta de mi parte. Todos en ese lugar estábamos demasiado ebrios como para decir cosas coherentes.

―¡Oh! ¡Vamos! Será divertido ―dijo tendiéndome una mano. Mire primero a Yunho, que a pesar de haberse separado de Junsu, aún seguían muy pegados, con Junsu tomándole del brazo. Por un momento sentí la oleada de todas las emociones que por las que estaba pasando me golpeaba. En un impulso, alargué mi mano hacia la mano que me brindaban. Yo también quería divertirme, olvidar… perderme en cuestiones insulsas que no requieren de sentimientos.

―¡El viene conmigo! ―la voz grave de Yunho resonó. No había tocado ni siquiera los dedos de esa mano que me ofrecía diversión, el cuerpo de Yunho se atravesó, interponiéndose entre aquellos personajes y yo. ―Vamos ―tomo  mi mano y me levanto.

―Oye amigo, no seas acaparador. Déjanos a esta preciosura ―dijo el segundo, jalándome hacia él mientras su mano rodaba mi cintura.

―¡Suéltalo! ―la voz de Yunho sonaba aún más fuerte. Yo miraba esos ojos castaños que me tienen hipnotizado, sin saber que decir o hacer.

―¿Por qué? Él parecía querer venir ―comentó muy cerca de mi oído, mientras sentía como me apretaba con más fuerza. «No, no quiero ir». Trate de soltarme, pero me sostenía cada vez más fuerte. «No me gusta esto. Me siento incómodo…»

Eso fue suficiente. Yunho se abalanzó sobre el tipo que me retenía. Le propinó dos puñetazos en la cara, tumbándolo. Cuando cayó estuvo a punto de patearle, pero el otro sujeto se fue sobre Yunho, logrando golpearle en el estómago. Yunho se recobró rápidamente estrellando su puño en la mandíbula del otro. Esto hubiera sido un juego de dos contra uno, pues el primer tipo en caer se había incorporado, de no ser porque la puerta nuevamente se abrió dejando pasar a mi mejor amigo, que al ver la escena corrió en auxilio de Yunho.

―¡Deténganse! ― Yoochun separaba a Yunho de los otros. ―¿Quiénes son y que quieren?  ―dijo de forma agresiva a los otros dos, mientras sujetaba a Yunho quien trataba de lanzarse hacia ellos nuevamente.

―Neee, nosotros solo queríamos jugar con la nena de allá ―dijo señalándome.

―Resulta que la nena de allá es mi mejor amigo, más vale que se vayan retirando si no quieren sufrir las consecuencias ―advirtió.

Lo que paso después de aquello no lo recuerdo en su totalidad. Cuando reaccioné ya me encontraba fuera del recinto, el aire frío golpeando salvajemente mis mejillas. Boa con una cara muy pálida, llena de miedo y ansiedad, tomada fuertemente de la mano de Changmin, quien por momentos se lanzaba hacia adelante pero era sostenido por la pequeña mano de su novia. Cerca de ellos Yoochun deteniendo a Yunho con los brazos, mientras que Junsu jalaba desesperadamente a Yunho, arrastrándolo entre él y Yoochun fuera del lugar. Con la poca luz de las lámparas de la calle pude ver que el rostro de Yunho tenía varias mallugaduras, sangraba ligeramente del labio inferior. Yoochun también tenía la camisa desgarrada, pero se afanaba en tratar de llevárselo lejos.

―¡Todo esto es tu maldita culpa! ―me increpaba Su. ―Si no fueras tan imbécil como para “querer ir a divertirte” ―decía con sarcasmo. ―Si querías ir de piruja te hubieras ido, no tenías porque meternos en tus cosas ―su dedo índice casi se enterraba en la piel de mi pecho, haciéndome daño. Sus palabras también me hacían daño. Consiente estaba de que la situación en la que nos encontrábamos era mi culpa, pero escuchárselo a Junsu me dolía, me hacía ver lo estúpido de mis impulsos. Baje la mirada, ¿Qué podía decir en ese caso cuando todo era mi culpa? Me mordí los labios intentado aguantar las fuertes recriminaciones que el Delfín seguía dándome. Un nudo en mi garganta se iba formando ¿de verdad era yo “una piruja” como Junsu me estaba llamando? “Fácil” sí, eso era. Soy un fácil, Yunho también debe tener esa impresión de mí, justo después de lo que paso, pero… me maldigo a mi mismo por ser tan impulsivo, sí Junsu no se hubiera acercado, sí Junsu no hubiera dicho esas cosas, sí… el hubiera no existe…

El peso de mis acciones me sobrepasaba, los ojos se me acuaron, gire sobre mis talones y emprendí la huída. Al principio solo caminaba despacio. Lagrimas escapándose de mis ojos, recorriendo mis mejillas golpeadas por el aire frío. Comencé a apresurar el paso, queriendo alejarme de todos aquellos ojos acusadores. Sé bien que es mi culpa, pero… pero no quiero enfrentarlo. A lo lejos escuche mi nombre. Me llamaban. Un brazo fuerte me tomo el hombro.

―Yoochun ―dije entre sollozos sin voltear. Conocía esa mano perfectamente. Su enérgico agarre siempre apoyándome. ―Yoochun ―esta vez le mire a los ojos, girando casi por completo mi cuerpo. Vi muy por detrás de nosotros a Yunho, con Junsu abrazándole por la cintura y restregando su cara en su pecho, a su lado Boa y Changmin. Los marrones ojos de Yunho no apartaban su vista de mí. Parecen mirarme con reproche, decepción quizá, no lo sé, no lo distingo desde aquí. Un apretón en mi hombro me hace volver mi atención. ―Yoochun, lo siento… ―con sus pulgares limpió las lágrimas de mis mejillas.

―Vamos ―me dijo sonriéndome, al tiempo que me jalaba en la dirección en que habíamos avanzado. ―Te llevaré a casa. Mañana te disculparas con ellos o lo que decidas hacer. Vamos.

Yoochun también había volteado la mirada, topándose con aquella escena: Junsu abrazado fuertemente a Yunho. Desvió la mirada rápidamente. Pude apreciar un gesto de dolor en su cara. Ya fue suficiente para él por el día de hoy. Le tome de la mano, entrelace mis dedos con los suyos, como solemos hacerlo cuando necesitamos apoyo mutuo. Me mira y le sonrío.

―¿Quién llevará a casa a quien? ―dije socarronamente para aliviar los fríos sentimientos que se estaban paseando por nuestros corazones, al tiempo que emprendíamos el camino. Logré mi objetivo Yoochun me sonrió maliciosamente y con la otra mano me despeino el cabellos, más de lo que seguro ya estaba. La noche estaba ya muy avanzada y ninguno de los dos volvió la cabeza, tampoco ninguno dijo nada acerca del incidente. Llegamos a casa bien, al final mi amigo me acompaño hasta mi hogar, pero a sabiendas que no llegaría al suyo le obligue a dormir en mi casa. Aunque no lo llamaría obligar, prácticamente cayó sobre mi cama.  ―Yoochun ―quería hablar; los sucesos, las palabras, muchas cosas rondaban mi mente, y ahora con el silencio de la noche se hacían más evidentes, ahuyentando mi sueño.

―No quiero hablar de ello hoy. Así que dejémosle para mañana. Consúltalo con la almohada ―dijo. Lo mire, su rostro escondido entre las sabanas. Él también tiene muchas cosas en la cabeza. Tiene razón cuando despierte pensare con mayor claridad.

—*—*—*—*—

BEE-BEE el molesto sonido del celular me despertó mucho antes de lo que hubiese querido. Tanteando mi lado de la cama busco la fuente del sonido sin hallarlo. A mi lado Yoochun comienza a removerse quejándose por el ruido. Al final mi mano da con él, contesto sin siquiera ver de quien se trata.

―Humbueenoo ―. “Si bueno” creo que eso fue lo que dije, pero de mi boca salieron solo guturales sonidos.

―¿Jae? ―la voz ronca y sexy al otro lado del teléfono me saca de mi somnolencia.

―¿Yunho? ―miro la hora, son cerca de las 7:30 am, muy temprano para mí. ―¿Estás bien?

―Si… mmm yo… yo solo quería saber si llegaste bien a casa.

―Si. Yoochun me acompaño a casa ―dije sinceramente, volteando a ver a mi amigo perdido en los brazos de Morfeo. Creí escuchar un leve gruñido al otro lado de la línea.

―Estaba preocupado. ―Aquello me causo ternura. ―Te fuiste sin despedirte.

―Lo siento. ―A mi mente vinieron los sentimientos de culpa. ―Lo siento, lo siento, lo siento mucho ―me disculpaba. Después de todo se inmiscuyó en un pelea por mí.

―Te perdonaré si me ves hoy.

―¿Ahora? ―inquirí entre feliz y extrañado. Feliz porque Yunho quiere verme y extrañado por la hora.

―No, ahora no. No me encuentro en casa y necesito un cambio de ropa…

―¿Dónde estás? ―pregunté no queriendo saber.

―Con Junsu…

Ahí se esfumo mi felicidad. No me agradaba la idea de ver a Yunho muy cerca de Junsu, y muchísimo menos verlos compartir una habitación, pero yo no tenía nada que objetar, pues ni siquiera sé qué imagen tengo frente a Yunho ahora…

―Necesito hablar contigo ―mi repentino silencio hizo lo hizo dudar. ―¿Jae?

―Mm lo siento

―¿Te veo hoy?

―Sí, claro ―contesté. No imaginaba de lo que quería hablar.

Al terminar la llamada, volvía recostarme, pegue mi cuerpo frío al de Yoochun, quien solo se quejo un poco pero siguió roncando felizmente, ya que al reconocer la voz de  Yunho, casi salte de la cama, descobijándome. Mientras mi cuerpo volvía a entrar en calor, cerré los ojos, con  mi mente repasando los sucesos acontecidos, más bien los que recordaba. Estaba claro que entre Yunho y yo había algo, pero entre Yunho y Junsu ¿qué hay?

«¿Qué soy para ti Yunho?» Esa pregunta rondaba en mi cabeza ¿un amigo? ¿amante? ¿conocido? ¿qué soy?  Las escenas volvían a mi cabeza… “me gustas” una confesión bastante obvia… besos, bastante esperados… caricias, la forma más sutil del cuerpo de expresar cariño… pasión o debería llamarlo lujuria, ese era el sentimiento que nos adentro a ese pequeño cubículo… alcohol, amigo de todas las desinhibiciones… Yunho, el dueño de mis insomnios… Junsu…

Lentamente abrí los ojos al recordar a Junsu. Miré atentamente a mi amigo, preguntándome si estaría bien. Junsu es su primer amor. Y, lo de ayer no fue una buena señal de que Junsu tenga intenciones de corresponderle. Yoochun es muy fuerte, pero eso no evita que duela. En el bar simplemente se dedico al igual que yo a beber, su ánimo se vino abajo, pero solo apretó los labios y no dijo ni hizo nada, solo mirar… Su rostro, ahora tranquilo, tenía unos cuantos arañazos y moretones, producto de la pelea, por sus ojos, aún cerrados, creí vislumbrar pequeñas lagrimas… «Yoochun ¿Qué puedo hacer para que tu sufrimiento sea más llevadero?»

Desperté tres horas más tarde. El almuerzo estaba preparado sobre la mesa de la cocina. Bajamos y mientras comíamos lo que mi madre había preparado en silencio y sin premura.

―Te escucho ―dijo Yoochun entre un sorbo de jugo. Lo mire extrañado un momento, antes de comenzar.

―¿Crees que soy una persona de… mmm… de baja moral? ―pregunte sinceramente apenado. Con todo lo que había pasado, las palabras de Junsu hacían más eco en mi cabeza que nunca.

―¿Por qué crees eso?

―Simplemente digo que… que si me hubiera comportado de otra forma mmm… mmm…

―Lo hecho, hecho está. No estoy diciendo que este bien, pero tampoco te estoy juzgando Jae. Imagino que algo paso y por eso actuaste así ―concluyó al tiempo que me dedicaba una escrutadora mirada, de esas que te atraviesan hasta el alma. No podía seguir ocultando lo que paso con Yunho, pero tampoco quería decir la razón de mi imprudencia. No quería ser yo el que rematara su ya lastimado corazón.

―¿Cómo fue que te enamoraste de Junsu? ―quise saber.

―Mmm no lo sé… ¿tú por qué te enamoraste de Yunho? ―Lo miré acusadoramente, no estaba contestando mi pregunta. ―Creo… mmm… creo que al principio me llamó la atención su forma de bailar. La manera en la que se desenvuelve mientras hay música de por medio es totalmente diferente, como si de otra persona se tratara. Deja que sus emociones fluyan a través de cada movimiento… eso me atrajo. ―Su mirada se desvió a un punto en la nada, como si mirara al Delfín, y sus ojos se volvieron ensoñadores mientras hablaba . ―Entre más lo conocía, más cosas descubría, como la dulce mirada que tiene cuando mira hacia el cielo como queriendo volar, los tiernos gestos involuntarios que hace cuando le das o le robas un dulce, la manera en que se esfuerza para que las cosas resulten bien… su frágil y solitaria alma… ―¿solitaria? Mi mente comenzó a hacer un recuentro de todas las veces que había visto a Junsu, solo le conocía a una amiga Boa, pero no siempre estaba con él. Junsu por lo regular caminaba solo. ―Él no es como tú.

―¿Qué quieres decir?

―Tú eres cálido, tu sonrisa y tu abierta sinceridad te abren las puertas del corazón de muchas personas, como el mío por ejemplo ―me sonrió. ―Todavía me pregunto ¿cómo es que somos amigos, si somos tan diferentes?

―Es porque somos complemento, tu eres mi conciencia ―dije mientras comenzábamos a reír.

―Si. ―Cambio su semblante risueño por uno más serio para continuar. ―Eso es lo que te hace diferente de Junsu y de mí. Él es como yo. Le cuesta trabajo sincerarse con las personas…

―¡Eso no es verdad! ―La voz de Junsu vino a mi mente “…luce totalmente como una mosca muerta…”, “Si querías ir de piruja te hubieras ido…”. ―No, no es lo mismo Yoochun. Tú eres diferente, siempre eres honesto y sí eres cálido ―dije tomando su mano.

―Junsu es un ser solitario. Yo no llegue a ser así porque tú estabas a mi lado, pero él… él no tuvo la suerte de encontrarse a alguien como tú en el camino y ha tenido que rascarse con sus propias uñas todo este tiempo.

Lo miré extrañado, no estando seguro de haber entendido a Yoochun. Sí el Delfín es un ser solitario, no se nota nada. Además esta Boa ¿no se supone que es su amiga? Y aunque no nos hubiésemos topado en el camino, seguro estoy que Yoochun jamás se expresaría de alguien así.

―Y no eres un ser de baja moral, solo un alma libre ―dijo riéndose al tiempo que tomaba su chamarra para después salir por la puerta principal.

—*—*—*—*—

Pasaban de las tres de la tarde. Me encontraba sentado en una banca cercana a un parque, de espaldas a la avenida, dejando que el sol calentara mi cuerpo, que a pesar de estar en plena tarde se enfriaba por el gélido aire que soplaba de vez en vez. Esperaba. Esperaba por Yunho.

Estaba muy nervioso por saber que era esa cosa tan importante de la que quería hablar. Además yo quería dar una explicación a… mmm… a mi libre comportamiento, decirle que realmente yo no soy así, que de hecho siempre he sido reservado y que…

Mis pensamientos fueron interrumpidos por la imagen de un chico de piernas largas, parado justo frente a mí. Su pantalón ligeramente holgado no dejaba ver lo buenas piernas que tenía, ni la sudadera que llevaba dejaba al descubierto sus firmes brazos ni su pecho bien formado. Nada, nada dejaba ver, pero aún así a través de aquella ropa podías imaginar cómo sería su cuerpo y yo, yo tenía la certeza de cómo era, o parte.

Levante mi mirada y le dediqué una sonrisa, de esas con las que quieres expresar mil emociones, felicidad, amor, anhelo, ilusión… Él me tomo del mentón, su cálido toque hizo que toda mi cara se llenara de calor, calor que aumentaba con su profunda mirada fija en mí. Su rostro acercándose… esos hipnotizantes ojos marrón acortando distancia… cerca, cada vez más cerca…

Con un suave roce sus labios depositaron un beso en mi mejilla. Una linda forma de saludarme considero, aunque hubiese preferido sus labios sobre los míos. Pero ahora que lo miro sin que sus ojos me hipnoticen, puedo notar la cortada en su labio, el moretón sobre su pómulo izquierdo, así como múltiples y pequeños arañazos, todos producto de la pelea de ayer.

“Todo es tu maldita culpa…”

La voz de Junsu surgió, resonando en mi mente al ver rostro dueño de mis insomnios dañado por mi causa. Mi cara debió reflejar todo mi remordimiento pues tomo mi rostro acunándolo entre sus manos al tiempo que me susurraba.

―Está bien, todo está bien. ―¡No! Nada está bien. ―No hay nada que no pueda reponerse. ―Baje la mirada, no podía verlo a los ojos, la culpa atormentándome con voz de Junsu rondaba en mi mente. ―Está bien, no te preocupes ―dijo mientras me abrazaba. Y, ahí en sus brazos quise confiar que al menos él, al igual que Yoochun, no me juzgaban.

―Lo siento. ―Lo siento, lo siento tanto quise decir una y otra vez mientras él me apretaba más fuerte, y yo me perdía en su embriagadora esencia.

―Te dije que todo está bien, no tienes que disculparte. ¿Tú te encuentras bien? ¿No saliste dañado? ―preguntó con preocupación. Le miré a los ojos y asentí. Yo estaba perfectamente bien, solo mis pensamientos me atormentaban. Lentamente dirigí mi mano a sus labios heridos, acariciándolos con mi pulgar, deseándolos con mis ojos.  Mi mano era ahora la que acunaba su rostro. Él al sentir mi caricia cerró los ojos como disfrutando de ella. Mis fríos dedos tocaron suavemente su dañado pómulo y, mis labios besaron la lesión cercana a sus labios. ―Mi madre solía darme un beso en cada pequeña herida que me hacia cuando pequeño ―dije al ver como sus ojos me miraban sorprendidos. Nunca habíamos llegado a un contacto tan cercano sin alcohol de por medio. Le sonreí, y tratando de separarme de ese cálido y seguro espacio entre sus brazos. Para no soltarme el me aferro fuerte de la cintura y ―¡Auch! ―sentí un ligero dolor ahí donde colocó sus manos. Nos miramos un segundo para después levantar las capas de ropa que traía puesta. Ahí donde Yunho me había tocado se encontraba una marca de ligero color morado.

Oye amigo, no seas acaparador. Déjanos a esta preciosura dijo el segundo sujeto, jalándome hacia él mientras su mano rodaba mi cintura.”

Recordé, ese tipo me había aferrado demasiado fuerte que en su momento no sentí por el estado en el que me encontraba, pero que ahora veía las consecuencias. Por un segundo vi un destello de ira reflejada en los ojos de Yunho, el cual solo resopló sin decir más y se separo de mí. Esa simple acción me hizo sentir culpable y frágil. Cubrí de nueva cuenta mi cuerpo  y baje la mirada sin decir nada. Mordiendo ligeramente mi labio inferior, tratando fuertemente de que la culpa no me sobrepasara de nuevo.

―Si alguna vez vuelvo a ver a esos desgraciados, me encargaré de que paguen por eso ―dijo al tiempo que tocaba suavemente el lugar donde se encontraba el moretón. Mire los ojos de Yunho, pero rápidamente desvié mi mirada hacia su mano, porque yo, yo no soy merecedor de tan lindas palabras, después de todo la pelea fue ocasionada por mi causa. ―Jae, no me niegues esa encantadora mirada tuya.

No se la negué, lo miraba fijamente, podía ver claramente mi reflejo en los suyos. Lentamente nos fuimos acercando, sentía el halo de su respiración en mi cara, mi pulso se aceleraba. Cerré los ojos esperando el roce se sus labios…

Roce que no se dio. Su rostro se alejo del mío, como si al cerrar mis ojos hubiera cortado el momento. Con el corazón estrujado, totalmente decepcionado de ser rechazado oficialmente, abrí los ojos evitando mirarlo, tratando de contener las emociones que querían salir a través de mis ojos.

―Jae… ―me tomo nuevamente el mentón, tratando de obligarme a mirarlo, pero mis ojos simplemente se negaban a hacerlo. Le evadían mirando hacia los costados, viendo a todos lados menos a la persona que tenían frente a ellos. ―Por favor Jae mírame…

Ante la súplica mis ojos se encontraron con los suyos. ¿Que podía decir de aquellos ojos negros? Reflejaban un extraño sentimiento entre añoranza, comprensión y miedo. No sabría cuál de esas emociones era la dominante, pero una parte de mi sabía que el miedo era la autoritaria.

―¡Yunho! ― el grito de alguien llamándolo por su nombre interrumpió lo que el propio Yunho estaba a punto de decir. ―¡U-know! ―Sorpresa fue lo que descubrí en su mirada, que hasta ese momento seguíamos sosteniéndonos. Eso fue lo que hizo que yo rompiera el contacto visual con él y la dirigiera hacia la persona que lo llamaba. ―¡U-know! ―Sorpresa y dolor era lo que quizá mi mirada reflejara ahora. Junsu se encontraba viniendo hacia nosotros.

“U-know” ni siquiera sabía que tenía un sobrenombre. Aspiré fuertemente y sonreí.  No quería estar ahí, dolía. Dolía el hecho de ser rechazado, dolía el hecho de saber que existe una mayor complicidad entre Yunho y Junsu, mayor de la que imaginaba, dolía no ser yo quien siempre corriera a sus brazos como ahora Junsu lo hacía. Todo eso dolía. No le voy a dar el gusto a nadie de verme sufrir, así que mordí mis labios y me tragué mis sentimientos. Di media vuelta, dispuesto a emprender mi camino cuando unos brazos me rodearon por la espalda. El cálido abrazo de Yunho me retuvo solo unos segundos.

―No soy bueno para ti ―susurró en mi oído antes de soltarme. Eso ya lo había escuchado, pero no hay manera de que pueda detener los sentimientos que ya tengo.


―Le gustas ―dije sin mirarlo antes de irme, seguro de que me escucho.


9 comentarios:

Unknown dijo...

ㅠㅡ ㅠ noooooooooo Junsu es un desgraciado -_- mi Mikis no se merece a alguien que trata así a su mejor amigo u.u y Yunho tan idiota dandole alas al Junsu ewé
Pobre de mi Jae ;3;

YunJae Vincit Omnia dijo...

pero que rayos, si se gustan por que demonios no están juntos y ya, como que no es bueno, me estan matandooooooooooooooo, malo Junsu no me gusta buuuuu T.T. porfa conti que me mata la intriga que pasara,
gracias por el cap
bye

yunhokim dijo...

no lo puedo creer ese de nuevo ahhhhhhhhhhhhh lo siento pero no lo puedo evitar me esta calando en la punta de el hígado este junsu y no es dulce es terriblemente intrigoso y encimoso con yunho y muy despiadado con jae pues ve que tiene las de perder pues con jae el no puede competir y obvio yunho se iría con jae sin titubear por eso el acoso sobre yunho y no lo suelta ni a sol ni sombra pobre de yoochun en quien se fue ha fijar

Ángela dijo...

pero qué malo malísimo es mi dulce Junsu, qué boquita tiene, larga cualquier barbaridad a Jae,
no entiendo por qué Yunho si gusta de Jae como se ve , por qué no es bueno para él como Yunho dice.
me intriga.

gracias por la actualización

Anónimo dijo...

OMG, no puedo creer que se me había olvidado dejarte coment! Y con lo que me encanta esta historia.
Tengo mucha curiosidad por conocer el trasfondo de la relación entre Junsu y Yunho, como ambos tienen toda una historia en común, será más difícil para JaeJoong entrar en la vida de Yunho, pero no es imposible, no te rindas Jae, tienes que encontrar la forma de traspasar las barreras que Yunho quiere poner entre ellos! Atracción hay, creo que Jae no le es indiferente a Yunho así, que tiene todo puede suceder!
Bueno ya sabes que me encanta Junsu de antagónico así que me encantaría verlo haciendo de las suyas.
Gracias por compartir, te leo pronto.

Unknown dijo...

Que te den Yunho! Porque demonios no le pones neuronas a tu cabeza?! Me frustra que Yunho de a entender que siente amor por Jae, pero a la vez la sigue jodiendo diciendo que.no es bueno para el, entonces debe dejarlo en paz! Y Junsu?! Extraño a.mi niño inocente y puro pero este Junsu es una puta oportunista aggggggg -calma, lo siento- Creo que Yoochun ve algo en Jundu que al menos yo no veo......sera que habra una razon para que mi niño sea asi?...... En fin! Gracias. Escribes tan bien, que te besaria los pies, me tiened en ascuas, en serio felicitaciones y espero una actu pronto!!!!!!!!!!!!!

lizYJ dijo...

Ok olvida lo que dije en mi comentario del cap anterior u.u Junsu es una zorra desgraciada...mira que decirle todas esas ccosas a jae
no se q me estoy perdiendo pero ya no entiendo a Yunho o.o que clase de relación tiene con Junsu es un idiota! !! >. <*
me voy al siguiente cap aver si ahí se revrla mad del porque el estúpido comportamiento de Yunho

Laura Campos García dijo...

Junsu es un intrigoso, habla mal de Jae a Yunho cada que tiene oportunidad, aparte le dice cosas feas a Jae, se ve que le tiene celos pues bien sabe que a Yunho le gusta Jae, como se las arreglaría para estar con Yunho? A seguir leyendo, gracias.

moran dijo...

Tengo muchas dudas en la cabeza.. ...y Junsu no coopera.....es un metiche.. ..bueno no los deja terminar una conversación.. ...y que significa eso de Yunho. ...No soy bueno para ti.. ..la loca ya se fue.. ..asi que ahora que pasa.. . .sera que Junsu es familiar de ella.. ..o es una nueva loca.. ...Oh cielos. ....