—¡Go-Go ya llegué! —JaeJoong
gritaba no muy alto desde la puerta del apartamento. Se retiraba tranquilamente
el bolso y el suéter que traía. Sabía que a estas horas su Bichito ya estaría
más que dormido, uno porque era su hora de dormir y dos porque si no fuera así
ya hubiera escuchado sus alegres chillidos.
Podía oler el aroma del té
de Go-Go, siempre le recibía con una taza de té o café, dependiendo del ánimo
de la señora para la tarde. Le decía que una taza humeante le ayudaba a calmar
su cuerpo y su alma. Se internó en la casa sin siquiera imaginar que alguien
estaría de visita. ¡Y menos esa visita!
Sus ojos se abrieron de
golpe, su corazón brincó hasta casi salirse de su pecho y sus pulmones se
negaron a recibir aire.
Había soñado una y otra
vez con la imagen que tenía frente a él. YunHo sosteniendo al pequeño Hee Jin
en sus brazos, acunándolo, cantándole nanas con esa voz grave que invitaba a la
comodidad, como solía hacerlo con JaeJoong cuando eran estudiantes.
Sintió su mente nublarse,
pero se obligó a mantener la consciencia, a inhalar y exhalar profundamente,
porque debía estar soñando. Sí, eso era, un sueño, uno muy bonito. Seguramente
se habría quedado dormido en la trastienda del local, aburrido, sin ningún
cliente y una cosa había llevado a otra, porque no podía ser cierto que YunHo,
su YunHo estuviera ahí, sentado en su sillón rosa con Bichito en sus brazos.
Trastabilló pero logró
sostenerse de la pared. Con la cabeza inclinada, mirando al suelo, inhaló una
vez más tratando de calmarse. Sacudió su cabeza tratando de despertar de ese
hermoso sueño, porque, por muy hermoso que fuera, sólo era eso, un sueño, uno
que le haría daño cuando volviera a abrir los ojos y volver a la realidad, una
en la que YunHo no está más en este mundo. Levantó la mirada y él seguía ahí, en la misma posición.
Frunció el ceño y pellizcó
su fuertemente el dorso de su mano. ¡Auch!
Dolió. Sus nervios reaccionaron al dolor físico, lo que significaba que estaba
despierto, lo que era igual a que YunHo estaba ahí, ahí con su bebé en sus
brazos.
—¿Te encuentras bien? —la
voz grave de YunHo resonó en su cabeza como las campanas de las iglesias.
Eso no podía estar
pasando. Él no era su YunHo. Y aún así su voz sonaba tan igual, sus ojos
miraban igual de profundo y sus labios se veían igual de apetitosos.
Estaba al borde del
colapso, y lo sabía. Sus piernas habían comenzado a temblar tanto que no le
sostuvieron mas llevándolo directamente al suelo.
—¡Oh, Dios mío! ¿JaeJoong,
estás bien? — La señora Go había llegado desde la cocina con una nueva taza de
té para su invitado, taza que dejó caer al ver a JaeJoong deslizarse por la
pared.
—Yo... yo... —su voz se
quebraba mientras lanzaba miradas desesperadas y ansiosas por detrás de la Sra.
Go, quien se había acercado hasta él.
—Querido —le dijo con voz
maternal. —Ven levántate.
YunHo había dejado
cuidadosamente a Hee Jin en un sofá, durmiendo ajeno a la situación. Se acercó
para ayudar. JaeJoong lo miraba con los ojos como platos, demasiado abiertos,
demasiado asustados, demasiado heridos, y a la vez con un extraño brillo como
cariño.
—L-lo s-siento —tartamudeó
JaeJoong. Se encontraba sentado frente al YunHo pero a lado de su Bichito.
Tenía en las manos una taza de té que le había dado la Sra. Go para calmarlo.
Su corazón palpitaba muy rápido, demasiado para su gusto, sentía que estaba en
una loca carrera, donde al final su corazón explotaría por el sobre esfuerzo.
Suspiró y se forzó a mantener la calma. —Lo siento. He tenido mucho trabajo
últimamente —se excuso. Porque no podría decirle que entraba en ese estado cada
vez que lo veía porque se parecía demasiado a la persona que aún amaba.
—No deberías forzar así a
tu cuerpo. ¿Qué pasaría si tu pequeño llega a verte de nuevo en ese estado? —YunHo
no había estado presente en todo el rato que JaeJoong se desmayo, pero sí en el
primer momento, y a pesar de que fue muy consciente del delicado cuerpo del
pelinegro, también fue testigo del dolor y la preocupación que el pequeño Hee
Jin sintió al ver a su omma colapsar. Aún podía escuchar los llantos
desesperados del niño rogando a su madre para que abriera los ojos mientras él
salía por la puerta del local.
JaeJoong pasó una de sus
manos por la frente y el cabello de su pequeño, mirándolo amorosamente. Se
había prometido que aquello no pasaría de nuevo, y sin embargo paso. Pero es
que simplemente había sido mucha la impresión al verlos, había soñado con ello durante
mucho tiempo y despertando sabiendo que jamás ese sueño se cumpliría, por lo
que verlos de ese modo lo había sorprendido tanto.
—Sí. No volverá a ocurrir.
—Suspiró pesadamente mientras recostaba su cuerpo en el cómodo sillón,
relajándolo ante toda la tensión que había estado sometido. No, no volvería a
ocurrir, esta vez de verdad no ocurriría. Se cuidaría, por el bien de Bichito y
por el suyo propio.
YunHo aunque preocupado,
no podía dejar de admirar a JaeJoong. Él estaba cautivando todos sus sentidos,
desde sus hermosos ojos negros hasta su piel pálida, pasando por sus labios
rojos, la suavidad de su voz y la candidez de su alma. Lo vio recostarse en el
mullido sillón, llevando la cabeza hacia atrás y cerrando los ojos. Su cuello
se mostraba delgado y apetecible para ser besado, la expresión de su tranquilo
rostro hacían que YunHo tragara duro.
—Creo que no te he dado
las gracias apropiadamente —dijo de pronto JaeJoong sin abrir del todo los
ojos.
—¿Ah?
—Mi nombre es JaeJoong y
el pequeño que tienes es mi hijo Hee Jin, pero eso creo que tú ya lo sabías —pronunció
abriendo los ojos, mirando con todo su amor a su bebé. —Lo que no sé es tu
nombre, seguramente se lo dijiste a Bichito, pero el solamente te llama Ososozo,
perdónale, no quiere faltarte al respeto.
—¿Ah? ¡No! No te apures,
no me molesta. —Quería que lo mirara a los ojos para que viera que en verdad a
él no le importaba, que hasta de alguna manera le gustaba ser alguien especial
para el pequeño, pero, JaeJoong seguía viendo a su hijo, con todo el amor en su
mirada, que a YunHo no le quedaba duda que JaeJoong era un gran padre o madre
en todo caso. —Soy YunHo —se presentó, tendiéndole la mano.
JaeJoong lo miró de golpe,
sus ojos normalmente grandes se expandieron mucho más, con una expresión entre
asombrada y asustada, YunHo aún no decidía cual de las dos le ajustaba mejor,
pero se preocupo por el chico ya que el color que le había vuelto a sus
mejillas se fue de inmediato y comenzó a respirar más rápido.
—YunHo —soltó en un
murmullo ininteligible.
Mientras el mencionado lo miraba
expectante, JaeJoong solo pensaba en lo irónica que era la vida. No sabía si se
trataba de una jugarreta del destino, pero sin duda, esto también lo había
dejado sin habla.
Recorrió con la mirada
cada detalle de éste YunHo, desde su pelo castaño ligeramente despeinado, su piel bronceada, sus cejas oscuras y
espesas, sus ojos chocolate, sus labios delgados, su coqueto lunar, sus manos
grandes, todo en sí, incluso su voz era en demasía igual a la de su YunHo, pero
lo que diferenciaba a éste del suyo era sin duda un corazón latiéndole.
—Sí. Jung YunHo —le dijo
aún tendiéndole la mano, ahora no como símbolo de presentación sino más bien de
confort, que el chico parecía necesitar en este momento. —¿Te encuentras bien?
«Jung YunHo... eres igual, pero no eres tu... tú no eres mi YunHo».
Cerró los ojos una vez más
y respiro, más tranquilo decidió hacer frente a este nuevo YunHo.
—Si. Gracias. —Lo miró y
le sonrió.
"Tum-tum"
YunHo supo en ese momento
que jamás había visto más hermosa sonrisa que aquella, una mezcla entre la
ternura y dulzura con un poco de picardía. Los ojos de JaeJoong se achicaban
hasta casi cerrarse para mostrar esa sonrisa que surcaba su rostro.
—Gracias por haber cuidado
de mi pequeño cuando estaba perdido. Gracias por evitar que me estrellara
contra el suelo el otro día y gracias por ayudarme ahora.
Su mirada se dirigió a sus
manos, las cuales estaban entre sus piernas cerradas. Había relajado un tanto
su postura, pero esta parecía ser su porte normal. Y YunHo no podía evitar que
su corazón comenzara a tamborilear por este joven de cabellos negros.
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—¿Qué tienes que no puedes
salir de mi cabeza?
YunHo se daba de vueltas
en la silla detrás de su escritorio. Habían pasado ya varios días desde que
estuvo en la casa de JaeJoong. Por alguna razón quería ir ahí una vez más. No
es que haya sido tratado mal, pero tampoco tenía una excusa para regresar ahí,
por más ganas que tuviera de ver al chiquillo y a su madre.
—¿Quién no puede salir de
tu cabeza? —ChangMin acababa de ingresar a la oficina en busca de unos
documentos que YunHo tenía que revisar. Se acercó no muy lentamente al ver que
esos mismos papeles se encontraban en la misma posición donde él los había
dejado. Frunció el ceño, pero no dijo nada, al contrario, sintió curiosidad por
saber qué pasaba por la cabeza de su primo y mejor amigo.
—¿Qué? ¡Ah! ChangMin, lo
siento no te note, estaba muy... —comenzó YunHo sin saber muy bien qué decir.
—Sí, lo noté. Ahora dime
¿quién no sale de tu cabeza? —Ambos se miraron en busca de respuestas. YunHo se
planteaba el mentir o no, mientras ChangMin solo quería saber. —Sé que no es BoA
porque llamó a mi celular quejándose de que tú no respondes el tuyo —presionó,
dándole una concienzuda mirada.
—¿Qué? ¡Ahhh! —exclamó al
mirar la pantalla de su teléfono con muchas llamadas perdidas, todas de su
prometida. Se regañó mentalmente, estaba tan distraído recordando la bella
sonrisa de JaeJoong que ni siquiera lo escuchó sonar. —Le llamaré en un
momento.
—También necesito que
revises los documentos que te traje por la mañana. Necesitan tu aprobación y firma
—le recordó ChangMin.
—Claro. Lo haré en este
momento —y comenzó a leer las hojas que tenía frente. Sin embargo ChangMin
seguía de pie frente a él. —¿Se te ofrece algo más?
—No en realidad, solo me
preguntaba ¿quién te tiene de esta manera? —comentó Min. —Seguro estoy que no
es BoA, por más felices que estuviéramos... todos —terminó la frase de manera
singular.
YunHo lo miró inquisitivamente
antes de contestar: —No sé si he perdido la cabeza o sí me la han robado, pero
ellos no salen de mi mente.
ChangMin solo frunció el
ceño. Aquello lo dejaba más curioso que al principio, pero aguardó hasta que el
otro continuara.
—Conocí a alguien —aclaró.
—Más bien a dos personas. Ellos son... son especiales. No sabría decirte porque
o cómo, pero se metieron por debajo de mi piel muy rápido. Aunque llamarlo amor
a este punto es muy pronto, me siento atraído hacia ellos como un imán.
—¿Ellos?
—Si, ellos. Un precioso
chiquillo de unos cinco años y su madre... —YunHo se abstuvo de comentar la
belleza y frescura que JaeJoong desprendía.
ChangMin no pregunto, pero
sabía que ahí había algo más. El brillo de la mirada de YunHo volvió cuando
habló de aquellas dos personas. ¿Quiénes serían? Él realmente tenía curiosidad
por saber quien le estaba devolviendo parte de su alma perdida a su primo.
Sonrió y presionó de nuevo.
—¿Cómo son?
—Ah, pues ellos son...
YunHo explico dónde y cómo
los había conocido, deteniéndose en los detalles más mínimos que sus sentidos
hayan captado, desde el color de los ojos de JaeJoong, su estatura y piel
blanca, hasta la risa chillona de Bichito, pasando por algunas de las pequeñas
manías que había descubierto el menor, como tener problemas para pronunciar
algunas palabras, en especial aquellas que contenían la letra "r" y
sus alegres chillidos.
Entre más hablaba más se
convencía ChangMin que su alma había vuelto desde donde sea que hubiese estado
todos estos años. YunHo ni siquiera había notado lo feliz que se sentía al
hablar de ellos con alguien, de alguna manera se sentía especialmente orgulloso
del pequeño Bichito, por ser un niño tan educado y amigable. ¡Y eso que solo lo
había visto en unas pocas ocasiones!
—Pero... —se detuvo al
final de la historia. YunHo quería guardarse eso para sí mismo.
—¿Pero? —cuestionó Dae,
animándolo a continuar.
—No, nada.
RING-DING-DONG
Su celular sonó de forma
estrepitosa, cómo queriéndose asegurar que en esta ocasión le sería prestada la atención.
«BoA»
Leyó en la pantalla. Dudó
un poco en contestar, pero al final lo hizo. Sonriendo sin que realmente lo
sintiera, asintió a cada una de las peticiones de su prometida, pensando que su
voz a pesar de ser linda no era lo suficientemente suave como para compararse
con la de JaeJoong.
Una vez más aquel chico en
su mente, tenía que verlo. No, necesitaba desesperadamente volver a verlo, a él
y a su pequeño niño.
—ChangMin, saldré
temprano. Encárgate de todo, por favor —le informó.
Salió deprisa con el
corazón latiéndole porque sabía a dónde se dirigía. ¿A quien quería engañar?
Solo estaba esperando una excusa para presentarse de nuevo ante ambos, y
sonreírles, esperando ver sus brillantes sonrisas.
Se encamino en dirección a
la florería. Eran cerca de las tres de la tarde. BoA lo había citado a las
ocho. Ni siquiera él sabía bien qué esperar, pero su plan era muy sencillo: ir
hasta ellos y mirarlos desde lejos, si se podía cerca sería mejor aún, pero él
sabía que su comportamiento tendía a ser un poco acosador.
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—¡Yah! ¡Bichito, ven acá! —gritaba
alguien mientras un chiquillo de cinco años corría por todo el local con algo
que parecían ser unas tijeras de tamaño gigante. Al final el niño dejó caer las
tijeras por sentirlas demasiado pesadas, ya que las cargaba con sus dos
manitas, y comenzó a correr en círculos alrededor de los pocos clientes que
había. —Kim Hee Jin, ven aquí ahora —por el tono de voz utilizado, no dejaba
duda de que no era una petición, sino una orden.
Con la cabeza baja, el
niño cual cachorro regañado, caminaba hacia su madre, que le miraba apretando
los labios, los brazos cruzados, el peso recargado en una sola pierna y con la
otra daba ligeros golpeteos al piso.
—Omma —llamó, aún mirando
al piso, haciendo tiernos pucheritos que derretirían el corazón de cualquiera.
—Hee Jin ¿qué te he dicho
acerca de jugar con las cosas de trabajo de omma?
—Que no debo tocalas,
poque son fágiles y se dompen.
—¿Qué más? —a pesar de
verse molesto, el tono de JaeJoong aún era suave a la hora de reprender a su pequeño.
—No debo jugad con las cosas
fidosas poque pueden haceme daño.
—¿Sabes qué hiciste mal,
verdad?
Los ojos de Bichito se
llenaron de lagrimas y comenzó a hipear, raramente lo reñían porque él era un
niño muy bueno. Y a pesar de que JaeJoong no hablaba fuerte, aún así el niño
sentía mucho dolor.
—O-o-m-m-a-a —lloró.
JaeJoong se acuclilló,
para estar a la altura de su hijo, lo miró a los ojos antes de atraerlo a su
pecho entre sus brazos.
Le dio un beso en la
coronilla. —No lo vuelvas a hacer. Lo que tomaste es muy filoso y peligroso,
también subirte a ese banco para poder tomarlo, pudiste haber caído y
lastimarte. Cuando te haces daño no solo te lastimas tú, a mí también me duele.
¿Entiendes corazón?
—No lo voveré a hacer omma,
yo so-olo quedía jugad —decía con voz nasal el niño, apretando más su pequeño
rostro hacia el pecho de su madre.
JaeJoong le levantó el
rostro para limpiarle las lágrimas. Le sonrió y lo volvió a besar, ahora en la frente.
Ajenos totalmente al
público que tenían, JaeJoong acurrucaba a Bichito entre sus brazos, había
terminado sobre sus rodillas con el pequeño sobre sus piernas. Le susurraba
cariñosas palabras mientras el niño se calmaba.
YunHo tenía la mirada
clavada en aquella escena. Jamás había sentido la necesidad de formar una
familia como lo sentía ahora. Sabía que eventualmente se casaría con BoA y que
las cosas se darían, que quizá tendría dos niños y sabía que su prometida sería
una madre dedicada. Pero, por un momento, por ese instante, deseó ser él parte
de esta pequeña familia, ser quien cuidara y protegiera de todo a estos dos
seres tan lindos y frágiles. Deseo poder estrecharlos entre sus brazos para que
ellos sintieran toda la calidez de su cuerpo y su protección.
—Vayamos a casa mi cielo —susurró,
con el niño asintiendo a su propuesta.
Antes de levantarse, JaeJoong
se aseguró que sacudir el polvo del mandil de cuadritos azules con blanco que
Bichito portaba como uniforme de su guardería. Le dio otro beso en la frente y
al levantarse, sus ojos se toparon con otros ojos chocolate.
Los profundos ojos
chocolate de YunHo atraparon a JaeJoong, haciendo a su corazón tamborilear
fuertemente en su pecho. Bichito se aferraba a la delgada pierna de JaeJoong,
tratando de ocultarse inútilmente detrás de él, mirándolo con sus enormes ojos
marrones a través de su flequillo color negro, por primera vez cohibido de
verlo ahí.
JaeJoong bajo la mirada en
cuanto pudo liberarse del hechizo puesto por esos ojos, sonrojándose
visiblemente y mordiéndose el labio por su nerviosismo. YunHo pensaba que no
había nada en el mundo más hermoso que aquellas dos personitas.
—Hola —dijo al fin JaeJoong.
Su voz suave y ligeramente nerviosa, mirándolo como el niño por debajo de sus
pestañas.
"¡Dios! Son tan iguales. No hay duda de que son madre e
hijo".
Sonrió, más alegre de lo
que había estado toda la semana. —¿Cómo han estado?
—Nosotros muy bien, muchas
gracias. —Un pequeño silencio se instalo entre ellos. —¿Que te gustaría llevar?
JaeJoong comprendía que la
razón por la que el alto hombre estaba ahí era porque, indudablemente, quería
flores para alguien.
YunHo había llegado hasta
ahí con el único objetivo de verlos. Sí, la excusa eran las flores para BoA,
pero a ella no la vería hasta dentro de muchas horas. Y ahora que lo pensaba,
no estaba tan seguro de querer verla. Sonreía tontamente al chico que tenía
frente a él.
—Ahh... hummm... yo...
Madre e hijo ladearon
ligeramente su cabeza al no entender al moreno, mientras este se exprimía el
cerebro para poder estar un poco más con ellos.
—Ososozo ¿me llevas pod un
hedado? —YunHo definitivamente adoraba a ese chiquillo. Le había dado la opción
perfecta para acompañarlos un poco más de tiempo.
—¡Yah! Bichito. No le
puedes pedir esas cosas —se apresuró a
decir JaeJoong. —Disculpanos...
—No es una molestia —interrumpió. Miró al niño
detrás de su madre. —¿De que sabor lo quieres? —preguntó.
En el momento en el que el niño sonrió complacido, YunHo
abrió los brazos y el pequeño salió dando sus ya muy conocidos chillidos de
felicidad hacia los brazos del mayor. Le encantaba que YunHo lo cargara, dado
que era más alto que su madre y que Su-Su-ah, apreciaba la vista, pero lo que
más le gustaba era que se sentía calientito y cómodo.
—Quiedo uno de dimón y vainilla y chocodate y fesa y mango y, y... —iba enumerando con sus deditos cada uno de los sabores que quería, o que
recordaba el nombre, porque ahora arrugaba el ceño en una muca de
concentración, intentando saber de cúal más quería.
—Hey, hey, hey. Para tu carro ahí —le dijo JaeJoong
a su pequeño. —No puedes andar pidiéndole helado a todos los que conoces.
Bichito arrugó la frente e hizo un pucherito. —Pero no le estoy pidiendo a todos, se lo estoy pidiendo al Ososozo.
Lo decía con una seguridad, como si aquello explicara la
razón de las cosas. Para Bichito, Ososozo no era cualquier persona, no, él era
como un appa, o como él quisiera que fuera su appa.
—Pero no le has preguntado si él quiere comprarte un helado —insistía JaeJoong, mientras que con la mirada le decía a YunHo que se
negara, pero este último no tenía ni la más mínima intención de hacerlo.
—¡Ayd omma! Pero si él lo ha dicho. Él tambien quiede un hedado, ¿verdad? —Miro al que lo cargaba sin esperar realmente respuesta. —Además sí no quisieda no me hubieda peguntado de que sabod quedía —lo dijo como si aquello resolviera todo el dilema.
JaeJoong solo se llevó una mano a la cara. Miró a YunHo y a
su pequeño en sus brazos, y por un momento su mente le hizo una mala jugada,
imaginando que él era su YunHo, ¡qué bonito sería aquello! Alejando esos
pensamientos de su cabeza, le dijo al alto: —Mira, no te molestes, yo llevaré a Bichito por su helado.
—No es ningún inconveniente —le aseveró. No iba a dejar
que JaeJoong tratara de apartarse de él, llevándose a su pequeño. No sabía
porque, pero él quería convivir más con ellos. —De verdad —insistió al ver la confusión en el
pelinegro. —De hecho yo también quiero un helado —sonrió al chico y le hizo cariñitos, nariz con nariz, al pequeño.
JaeJoong lo dudaba, pero al ver a su pequeño tan feliz en los
brazos del más alto, contándole quien sabe qué anecdotas, mientras el otro le
sonreía y escuchaba atentamente.
—De acuerdo —dijo, dejándose llevar por el
huracán apodado Bichito y los fuertes aires provocados por YunHo.
18 comentarios:
Aparto comentario!!
aaaahh! Es obvio que Yunho sentiría rápidamente el llamado de la sangre, sobre todo tratandose de un nene tan listo como bichito. Lo malo es que ahora JaeJoong piensa que no es su Yunho!
Y bueno, comenzará una convivencia entre esta familia, estoy segura que así volverán a surgir viejos sentimientos y poco a poco se sabrá que fue realmente lo que pasó con Yunho, estoy deseado que recupere sus recuerdos pronto y esté junto a su familia. ;-;
Todo se pone cada vez más y más interesante, por favor actualiza pronto!!
Tan lindos me muero de ternura, si que son una bella familia, me encanta gracias por el cap
o solo espero que yunho recobre la memoria pronto
para que entienda que jae y bichito son su familia
y no sea demasiado tarde y se case con su novia mejor que la deje y empiece a salir con jae y su bichito
si esta que muere por ellos
me encanta, me encanta y amo a ese bichito que se be tierno y muy listo
yo quiero que Jae le pregunte cosas al Yunho que el se piensa que no es su Yunho y ahí empiece a atar cabos y se de cuenta que es el mismo Yunho y que solo perdió la memoria por eso no los recuerda.
quiero que Jae se entere y luche por lo que es suyo. tiene todo a su favor porque este Yunho está tan enamorado como su otro Yunho de él.
me encanta Bichito ,es tan querible y cuando dice Ososozo me derrite.
gracias por la actualización.
Que lindo y tierno :C
Pobre Jae y Yunho que no saben la verdad
Gracias <3
ME ENCANTA ESTE FIC, ES TAN TIERNOO *O* , tu manera de describir a bichito es tan awww que lindoo me encantaaa, no veo la hora de que jae se de cuenta q es su yunho o q yunho lo recuerde ><
T__T como me encanta y sufro con esta hermosa historia, es que jae rracciona y date cuenta que ese yunho es tu yunho y este igual eapero pronto recupere la memoria, su corazon, la sangre lo llama y por eso jae y bichito no se pueden salir de su mente, no busques por una familia yunho ellos son tuyos, espero todo pronto se aclare, es que ellos merecen ser felices! Gracias por actualizar y compartir esta bella historia ♡
Esto es tan bonito, pero a la vez tan triste. A veces anhelamos que lo que mas deseamos se haga realidad. Solo espero que los tres no sufran en ese proceso... Gracias por actualizar. >-<
Ayyyyy~~ Jaejoong por favir!! Es tu Yunho!! El papá de tu hermoso bichito ;0; ajsgshshhsgahsha
Espero que con la convivencia se den cuenta de que se aman, que Yunho recupere sus recuerdos, y que Jae vea que es el Yunho que siempre ha amado ;3;
Gracias por actualizar!! :3
estoy desesperada no puede ser que Jae todavia no se haya dado cuenta de que es el verdadero y unico Yunho Changmin x ser mas inteligente tiene que descubrir las cosas y aclararlas pobre JAe a sufrido tanto ojala no le pegue el que se entere de que es su Yunho y sepa que ha pasado lo que a pasado por la perdida de memoria gracias linda x compartir esperare ansiosa el proximo cap
te amo misuzu de verdad por fa no me dejes con esta ansiedad muero por saber qué va a pasar que jaejae deje que el appa le de un helado a su bebé y que se de cuenta que no alusina si no que es el amor de su vida y que queden juntos y le dewn muchos hermanitos a heejin que nada malo les pase y que boa s epierda en una isla desierta ♥.♥ por fa continualo cuanto antes (?) ok, no cuando de pueda :'D te amo :3 mil gracias por hacer YJ tan hermosos
Precioso este capitulo, Jae deja que Yunho este más tiempo con ustedes, se su amigo para que platiquen de su vida y así sepas que paso en realidad con tu amor. Gracias
Dios bendiga el llamado de la sangre y el amor!!!! ^_^
Please Yunho enamorate nuevamente de Jae y deja a Boa. Si ella no es mala persona, pero tu ya tienes una familia a la cual proteger a penas tu madre sepa de Jae y Bichito!!
Despues de siglos vuelvi a leer.
Si, por un helado me encantan los tres juntos *-*
uuu que ternura el capitulo me gusta mucha y yunho solo fue a verlos por el inconcientente se siente que son su familia - muchas gracias por compartirlo
Asi que piensa que no es su Yunho.. ..bueno es comprensible.. .el auto esta enterrado, segun Jae, metros sobre tierra.. ..este es un Yunho diferente.. .parecido pero no el.. .ademas Su yunho le dijo que su apellido era Shim.. ..Dios. ...
Pero se enamoraran de nuevo.. .jajaja lo gracioso es que de lamisma persona.. ...
Como amo a Bichito. ...reuniendo a sus appas sin que el lo sepa....
Me preocupa Boa.. ..y la madre de Yunho. ...si llega ver a Jae.. .querés borrarlo del mapa.. .junto con su bichito.. ..
Esta tan bueno ....Oh Dios voy a llorar.. ..no esta terminado.. ...por que? Ojalá pudierad terminar este.. ..bueno yo quisiera que todos.. .pero me he encariñado mucho demasiado con este.. ..tal vez es por la crueldad. ...por que quiero que estén juntos como debió ser.. .por bichito.. .que tenga un appa..y por Jaejoong y Yubho. ..porque merecen estar juntos.. ..
Gracias. ...
Padre e hijo no pueden estar separados por tanto tiempo... ahh me encanta como va la historia, pero me preocupa que Jae se ilucione y Yunho dude. Bichito será su cúpido y si Min se entera de lo que esta pasando, se que los ayudará porque quiere ver feliz otra vez a Yun.
Gracias por compartir.
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