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domingo, 5 de abril de 2015

CORAZÓN DE DRAGÓN: PARTE 1





«Hace mucho tiempo, mucho antes de que la raza humana viera la luz del sol, existían los dragones. Seres míticos que poseían grandes alas unidas a su enorme cuerpo de reptil, famosos por gigantesco tamaño, así como por su habilidad mágica.

Dominaron el mundo por eones, hasta que un día, simplemente dejaron de existir. O eso dicen las leyendas…

Ciertamente es que la población de dragones fue diezmada por la cacería que la raza humana emprendió en su contra.

El ser humano, demasiado débil con sus frágiles cuerpos, construyendo enormes murallas y armas; demasiado ambicioso para acabar con todo, sea humano o no, amigo o enemigo; demasiado ignorante para temer a lo que no conoce.

En un principio, los dragones miraban a las frágiles criaturas con la curiosidad nata de la naturaleza. Después, cuando pudieron ver que estos seres poseían inteligencia, comenzaron a interactuar con ellos. Les enseñaron del campo, de la tierra, de los metales, de las estrellas, de la magia y su poder…

El poder corrompe.

Así, un día se vieron traicionados por aquellos frágiles seres a los que se habían dedicado a cuidar. Fueron cazados con las armas que los humanos construyeron con el mismo metal que los dragones les enseñaron a forjar.

La lucha no fue sencilla. Los dragones orgullosos por naturaleza, solitarios en su mayoría, ya que necesitan de grandes extensiones de tierra para poder cazar, abastecerse o simplemente volar. En su ceguera de orgullo, no les permitía pedir ayuda o unirse en una manada, no podían creer que seres tan insignificantes como los humanos estuvieran exterminándolos, cercando a cada uno de ellos para poder matarlos con la magia que de los dragones aprendieron. En cambio, los humanos, que se reproducían como hormigas y aprendían rápido la forma de eliminarlos, se vieron reflejados cuando la mayoría de los dragones se extinguió.

Los pocos que fueron capaces de huir, formaron manadas, pero su misma forma de ser les llevaba a peleas a muerte entre ellos. Mayormente por problemas como los territorios de caza o por aterrorizar comunidades humanas, delatando así la ubicación del grupo. Hasta que, uno de ellos, con su extensa sabiduría adquirida por los años, reflejada en cada una de sus doradas escamas, decidió que era mejor vivir junto a los humanos, literalmente.

Fue como transformaron sus cuerpos en minúsculas bolas de carne, sus impenetrables y brillantes escamas en blanda y sin ningún chiste piel humana, aunque seguía conservando su hermética fuerza. Sus alas desaparecieron y fueron obligados a caminar sobre dos pies. A pesar de detestarlo, sabían que era su única forma de supervivencia. Y entonces, se mezclaron con los humanos.

Años transcurrieron desde aquello. Los sobrevivientes se desperdigaron por el mundo. Los dragones, teniendo una vida mucho más larga que la de los humanos, vivieron en soledad. Finalmente, unos pocos se aparearon en su forma humana. Los pequeños nacidos eran una nueva raza, ni dragones ni humanos, tenían de ambos cualidades.

Cuando una nueva era inició, los hijos procreados con los humanos comenzaron a dominar el mundo. Para algunos dragones, que no olvidaban la ofensa cometida por sus antecesores, estaban a favor de la eliminación de la raza humana. Otros, simplemente habían aceptado que su tiempo en la tierra ya había pasado.

De esta forma, nacieron dos grandes grupos, los Dragones de la Tierra y los Dragones del Aire.
Los Dragones de la Tierra, gustaban de ser superiores a los humanos, pero también, no siendo totalmente dragones, sentían un cierto recelo para los seres alados. Por eso, mantenían a los humanos como aliados y esclavos. El ser humano es capaz de hacer eso con su misma especie. Y jamás revelaron su verdadera naturaleza.

Los Dragones del Aire, abandonaron completamente la tierra, erigieron moradas en las altas montañas y nubles de hielo, solo bajando para alimentarse y por curiosidad. No interactuaban con los humanos ni los dragones de la tierra.

Y así fue por otra era, pero de nuevo el caos se desató.

Los Dragones de la Tierra comenzaron a pelear por los territorios, y después, simplemente su lado humano los empujaba a pelear por el poder. Grandes guerras se desataron. Cubrieron las tierras de rojo sangre, apestaron el aire con olor a cadáver y, de nuevo los dragones, se vieron casi extintos, junto con los humanos que les acompañaban.

Allí, donde la sangre había manchado la tierra, dejó de ser fértil. Incapaz de producir nada más que polvo. Los habitantes se enfrentaban ahora a un nuevo problema o una nueva voluntad para pelear con más fiereza. Tanto humanos como dragones peleaban por un territorio fértil, agua y abundante caza.

La guerra recrudeció, afectando finalmente a los Dragones del Aire.

Los Dragones del Aire, al ver el estado en el que la tierra había quedado, decidieron intervenir. Su magia, mucho más poderosa que la de los Dragones de la Tierra, debido a que la mezcla de sangre humana se mantenía al mínimo; fue usada para curar los campos.

Esa, fue también una guerra cruel y silenciosa para los Dragones del Aire. Si bien eran más fuertes mágicamente, también eran menos que los Dragones de la Tierra. Y el precio a pagar fue muy alto: vida por vida. Para sanar la tierra necesitaba demasiada magia y una vez comenzado el conjuro no terminaba hasta que agotaba a su portador, donde muchos Dragones del Aire dieron hasta el último de sus suspiros en magia de sanación.

Cuando los campos fueron sanados, en medio de un caos, los Dragones del Aire se retiraron, con la promesa de siempre vigilar a los Dragones de la Tierra, para que ninguna guerra similar se desate de nuevo por la ambición.»

—¿Sí, JunSu? —habló la voz calmada del hombre anciano.

—¿Cuándo podremos bajar a la tierra? —preguntó el chiquillo con pinta de ser un niño hiperactivo.

—Cuando estén listos —respondió el hombre.

—¿Y eso cuando será? Yo ya estoy listo —dijo JunSu muy animado, mirando con ojos brillantes a sus compañeros. A su lado derecho, YooChun dormitaba, a su lado izquierdo, JaeJoong veía hacia un punto perdido en la nada.

El hombre mayor examinó a su nueva camada de estudiantes, pasó una mano por su frente como si así el dolor de cabeza que los chiquillos le causaban se fuera a ir.

—No, JunSu. Por enésima vez en esta clase, no estás listo. No estabas listo ayer y no estarás listo mañana —habló con voz contenida, haciendo un último acopio de su paciencia. —Es tu segunda clase, nadie está listo en su segunda clase —acalló cuando vio al chico querer abrir la boca de nuevo.

Ao Shun había sido maestro en las fortalezas aéreas desde hace tanto que ya ni lo recuerda. Siendo el menor de cuatro poderosos hermanos, ahora era el único con vida. Esa última guerra se había llevado consigo a sus hermanos. Ahora, él se encargaba de enseñar a las nuevas generaciones de Dragones del Aire, sus orígenes y sus deberes.

Ao Shun no solo era el anciano maestro, era el más antiguo de los Dragones del Aire, pues, cuando la última guerra entre Dragones de la Tierra desoló al mundo, el era solo un chiquillo, obligado a madurar en un ambiente hostil y decadente, perdiendo a toda su familia en la labor de sanación. Aprendió muchísimo, aunque no de la mejor forma.

En su calidad de dragón, también era único, ya que era el último dragón dorado en el mundo. Por eso, estaba especialmente intrigado con esta nueva camada de jóvenes dragones. JunSu, un dragón ocre, una especie bastante común, era un niño muy feliz y amigable con todo lo que le rodeaba, demasiado inocente también sería una particularidad en él. YooChun, un dragón broncíneo, era el típico dragón del aire, capaz de controlar las nubes a voluntad, sería también un niño muy bromista y risueño si no se la pasara dormitando la mayor parte del tiempo.

Sin embargo, lo que a Ao Shun le intrigaba más, era el pequeño cachorro de dragón frente a él, JaeJoong. Era tan inusualmente anormal que un dragón plateado naciera de una camada de dragones broncíneos, pero ese chico de allí lo era. No solo que naciera de dragones broncíneos, sino que un dragón plateado en sí ya era lo suficientemente extraño. Ao Shun en su vida había visto a uno, hasta el pequeño JaeJoong, pero sus padres alguna vez le relataron de algunos que habían construido la fortaleza en el cielo, nada más.

Lo inquietante no solo era el color de sus escamas, ni la desbordante belleza que le acompañaba, no. Lo realmente turbador, era lo que significaba. Un dragón plateado era señal de un gran cambio en el mundo. Ao Shun solo esperaba que para bien. No estaba en sus manos el destino de la Tierra, pero en él estaba inculcar a ese chico con los mejores valores para crear un mundo de bien. Y así lo haría.

***

«Los Dragones del Aire, al ver el estado en el que la tierra había quedado, decidieron intervenir. Su poderosa magia, resultado de reproducirse solo entre ellos, evitando a los humanos; fue usada para curar los campos.

Cuando los campos fueron sanados, en medio de un caos, los Dragones del Aire se retiraron, con la promesa de siempre vigilar a los Dragones de la Tierra, para que ninguna gue…»

—Bla, bla, bla. Eso ya lo sabía —irrumpió groseramente un morocho chiquillo.

Herensuge se limitó a arquear una ceja, como única señal de su molestia. Cada vez tenía menos paciencia con las nuevas camadas. Incluso no sabía por qué había aceptado ser tutor de ese par de chiquillos. Él, un dragón rojo que no se somete ante nadie, está teniendo graves problemas al enfrentar la mente astuta del pequeño bastardo frente a él. Si no fuera porque es hijo de una de las familias de dragones con más renombre, ni siquiera hubiera dudado en sacarle la lengua.

—Me alegra que tu curiosidad sea tanta como para conocer nuestra historia —habló Herensuge con fingida calma. —Pero es así como todas las lecciones comienzan, es siempre bueno saber de nuestros orígenes y las restricciones que tenemos. Además, no te has puesto a considerar que tal vez, tu compañero no esté tan informado como tú.

—¿Él? —señaló al otro niño, un poco mayor que él. —Nah. Es igual, total, YunHo no se enterará de nada de todas maneras —dijo desdeñosamente el menor. —Además —añadió en un susurro— creo que es un poco lerdo, no hace más que mirar por la ventana.

Con un suspiro, Herensuge pensó que quizá el chiquillo tuviera razón. YunHo no había dado señal de escucharlo, ni siquiera de haber notado que estaban hablando de él.

Jung YunHo, tenía doce años, edad en la que se considera necesario comenzar a aprender el arte de dominar sus habilidades de dragón, así como sus emociones humanas, en especial esas perversas emociones que ocasionaron la guerra. YunHo, hijo de otra familia de renombre, no parecía interesado en aprender nada, en general, no parecía interesado en nada, y Heresunge odiaba a esta clase de adolescentes, porque eran impredecibles. Además era un dragón negro, dragones de por sí impredecibles.

ChangMin, de nueve años, perteneciente a la familia Shim. Fue enviado a él para instruirse a pesar de su juventud, siendo esta opacada por su astucia e inteligencia. Sin embargo, el pequeño dragón azul era una verdadera patada en el trasero. Demasiado molesto, metiendo las narices en todo y bastante grosero. Lo aguantaba en su academia, no solo por el dinero, sino también por no incomodar a su familia, quienes eran mucho más que él y sus guardias en número.

Bien, al final solo los tendría unos años antes de que regresaran a sus hogares. Podría aguantar.

—Si, como sea. Continuemos —decidió omitir las observaciones del pequeño ChangMin. —Como les decía, después de la última guerra, la desolación consumió la tierra y fue necesaria la magia de los Dragones del Aire para restablecer de nuevo el orden en la naturaleza. A su vez que impusieron el mandato de vigilancia constante hacia nosotros.

—Pero nadie ha visto uno en años —sorprendentemente, esta vez, interrumpió YunHo.

Después de verse atrapado unos segundos por los hipnóticos ojos negros, Herensuge se recuperó. —Efectivamente, nadie ha confirmado un avistamiento de algún Dragón del Aire. —Miró a sus dos alumnos, con su confianza renovada al haber obtenido la atención de ambos. —Desde su imposición como nuestros centinelas, nadie, con certeza ha visto uno. Sin embargo, rumores entre los humanos aseguran haber visto a dragones volando cerca de las montañas más altas o sobre las nubes. Claro, solo son rumores, pero, si hay un rumor es porque seguramente algo lo generó.

—Pudo haber sido uno de los nuestros —afirmó ChangMin.

Herensuge le sonrió. —Niño listo. Si, pudo haber sido uno de nuestra clase, no obstante, lo interesante de estos rumores, son el color de las escamas que estos ejemplares tenían. Bronces, ocre y cobrizos. Esos son los colores del dragón que siempre afirman ver en ese tipo de rumores. —Hizo una pausa para dejar que sus alumnos sopesen la idea. —Nuestra clase se caracteriza por los colores rojo, azul, verde, blanco y negro. Siendo los dragones rojos, azules y negros, los más astutos y fuertes que el verde, y bueno, los blancos son los familiares incómodos.

Los chicos se rieron del chiste. Era bien sabido que los dragones blancos no eran muy inteligentes, pero sí demasiado agresivos.

—Entonces, ¿cómo es que “nos vigilan” si nunca están por aquí? —preguntó ChangMin.

—Que no se dejen ver no significa no ellos no nos vean. Recuerda que al igual que nosotros, provienen de una mezcla de sangre con la raza humana, así que, en su forma humana se mezclarían perfectamente en cualquiera de nuestras ciudades.

—Pero si fuera así, ¿no olerían distinto a un humano?

—Todos los dragones huelen distinto a un humano, pero si se mezclan en una ciudad donde habitan dragones o que está bajo la protección de los dragones, es imposible distinguirlos.

—¿Qué tan diferente son ellos de nosotros? —preguntó YunHo.

Herensuge, era un hombre de mediana edad. Desde pequeño se había interesado por los Dragones del Aire, así que era considerado un experto en el tema. Eso y su capacidad para controlar las emociones humanas, lo hacía el perfecto maestro para enseñar a sus hijos. —Físicamente, en nada, solo el color de sus escamas. Mágicamente, son más poderosos debido a su sangre. Aunque ustedes, son lo que consideramos pura sangre. Su historia familiar dice que su linaje se remonta desde la primera guerra, reproduciéndose solo son dragones, dejando de lado la mezcla con la raza humana. Así que, según mis teorías, ustedes deben ser tan fuertes mágicamente como un Dragón del Aire, además de que pueden desarrollar su fuerza física mucho más que ellos por las condiciones en las que crecen.

Los dos niños se miraron con los ojos brillantes ante la promesa del poder y fuerza que su linaje les traía. Ahora, ansiosos de conocimiento, serían alumnos dedicados y Herensuge dejaría de preocuparse por mocosos entrometidos o adolescentes introvertidos.

Lo que ninguno de ellos sabía, era que había alguien más escuchando su conversación. Alguien que hambriento de poder y ambición, haría lo que fuera para ver alcanzado su objetivo.

Los hilos del destino se estaban entretejiendo, uniendo una vez más el camino de los Dragones del Aire y los Dragones de la Tierra.

***

Quince años después.

—¡Señor! —vociferó un oficial. —Han atacado a uno de nuestros poblados colindantes.

—Con este es el segundo —dijo el consejero. —Esto es una declaración de guerra.

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N/A: Espero les haya gustado. Este es un mini fic, pensado para tres capítulos. Hubo ciertamente una imagen que me dio la idea del fic, hace ya mucho tiempo, solo que por X o Y razón no lo había hecho.


Imagen robada del facebook de SeoHyeon Jeong  XD

16 comentarios:

Unknown dijo...

Primeeeeraaaaaaaaaaaaa!!
ajojroerjo nuevo fic *-*
A leer!!!!

YunJae Vincit Omnia dijo...

woooooooooo me gusto mucho, esto de los dragones es nuevo, me parece que sera muy interesante, esperare los siguientes capitulos,
gracias por la nueva historia
besos

yunhokim dijo...

me encanto se lee interesante y ya quiero los de mas capítulos para ver el poder de los chicos
Gracias por esta nueva historia

Jade dijo...

Interesante!! Toda la introduccion me encanto la idea de los dragones es refrescante ... gracias por el esfuerzo!! Estare esperando actualizacion

Sanke dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Sanke dijo...

Oh. Muchas gracias por publicar tan magnifica historia. Te confieso algo. Estoy en contradicción conmigo misma. Por una parte quiero que sean 3 caps por que significa que no tardarás tanto en terminar la historia pero por otro no quiero que sean solo 3 caps. Se ve tan interesante y la historia en si te da para más caps.

Aunque estoy muy consciente que esa decisión es tuya e incluso ya tienes planeado hacerlo en 3 caps...

Pero si queria pedirte algo. Me gusta como escribes, las historias que escribes pero igual me interesa saber como te nacen esas ideas, el proceso que llevas al escribir. Cosas de ese estilo. Me gustaría si pudieras y que no te moleste, principalmente, que compartas eso.

Saludos. Ten una linda semana.

Laura Campos García dijo...

que interesante esta esto de los dragones, dragones de tierra Yunho y Min, dragones de aire Jaejoong, Junsu y Yoochun, como se conocerán? ya lo quiero saber....
Gracias

Chayun ^_^ dijo...

ohhh esto se ve muy bueno me gusta cuando son seres antiguos, ahhh ese min tan serio todo le aburre y junsu tan positvo. gracias por compartir esta historia suena muy interesante, cuando se conoceran ya lo quiero leer, no la guerra noooo.
besos..

Yuko13 dijo...

Te quedo super, la historia pinta para algo muy bueno. La frase "el poder corrompe" me gusto mucho. Gracias por una historia más que disfrutar. Saludos

YJBoo dijo...

se escucha muyyyyy interesante...
ya quiero contimuacion!!!
no puedo esperarrr....

Gracias por esta nueva historia :)

Unknown dijo...

Awwwww un miniserial! <3 asi que los Dioses son dragoncitos.... Ese Changmin me mata, nada se le pasa jajajajaja y Junsu un dragoncito hiperactivo <3 .... Yoochun siempre dormitando, mi Joongie un dragoncito hermoso y especial. Ya han pasado años y ahora una guerra esta por comenzar..... Kyaaaaa, ame la foto, te juro que cae a pelo al fic. Gracias esta mut interesante <3

Unknown dijo...

Esta muy interesante la hintoria gracias por compaetir tu fic estare esperando

rukii dijo...

ooh esta muy interesante me encanta las historias míticas kyyaa y con dragones ....JS JJ YC son dragones de aire y YH CM son los de tierra como se conoceran me intriga mm...
Gracias por esta corta historia que compartes cikn nosotras

Ángela dijo...

interesante temática
lo leeré. gracias

Venus dijo...

😉😉😉😉☺ o yeah otra maravillosa historia
ME encantana esta tematica sobre todo como la abarcas sin dejar ningun cabo suelto jejejejeje
Gracias por escribir
Me encanta a leeer

moran dijo...

Genial! Muy interesante.. ..me encanta como narras, en serio! Me encantaría escribir asi.. .
La imagen.. .omo~ me los imagino asi y de dragones y Wow una explocion. ...
El inocente Su y el "sincero" Min....ohh creo que describes muy bien sus cualidades. .^~^
Es extraño un dragón como Jae.. ..mmm ya quiero ver como se conoce el Yunjae..
Gracias