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lunes, 27 de abril de 2015

CORAZÓN DE DRAGÓN: PARTE 4



—Señor, es preciso que atienda a los heraldos de Shim —decía su consejero, al verlo tratar de escabullirse de una reunión.

YunHo frunció el ceño, realmente estaba aburrido y no deseaba ver a ningún otro mensajero, sea del reino que fuere, lo único que él deseaba era volver a ver a ese por quien su corazón palpitaba.

Dos largos meses habían pasado. Sesenta días si ver, ni oír, mucho menos oler a su dulce JaeJoong. Con un suspiro resignado, YunHo indicó, a gesto de mano, hacer pasar a los heraldos.

—Que la Tierra que pisa y el Cielo que le cubre, le bendigan —saludaron los mensajeros.

—Que el aire que respiran y el agua que beben, se les dé en abundancias —regresó YunHo.

—Díganos, honorables enviados. ¿Qué asuntos atañen el reino Shim con nuestro señor Jung? —preguntó el consejero.

El hombre mayor que representaba a los heraldos frunció el ceño. —No hay forma de decir esto sin parecer muy rudo —habló, dejando de lado la fina lengua que frente a los reyes se acostumbraba. —Retire a su flota Rey Jung. Dak-Ho no será sitiado.

YunHo miró al hombre confundido. —¿Qué flota?

—Rey Jung, no se trate de hacer el desentendido. Ambos sabemos que la flota de barcos que rodea el puerto marítimo de Shim le pertenece.

—El Rey Jung no posee barcos —aclaró el consejero.

—Entonces, amable consejero ¿puede explicarme porqué esos barcos despliegan el estandarte Jung?

—Eso es imposible —dijo YunHo. —Jamás mi reino, ni yo, hemos tenido la intención de invadir su territorio o tomar su puerto. Necesitamos de ese puerto, sí, pero sería una aberración ocuparlo. No deseamos la guerra.

—¿Me dice que no es suya esa flota?

—No, no pertenece a mi reino. Tampoco a mis aliados.

—Posiblemente debería averiguar por qué tienen su estandarte. Rey Jung, le concederemos el beneficio de la duda, ya que hasta ahora no han hecho nada más que permanecer allí. Pero, si llega a hacer tan solo un movimiento en contra, entonces Shim responderá. Le sugerimos que envíe a sus agentes pronto —dijo con voz de mando, dando media vuelta y salir de allí, sin siquiera presentar una reverencia al rey.

El consejero se sintió muy ofendido por sus modos, pero YunHo, en cambio, no se ofendió en lo más mínimo. Su mente estaba en los acontecimientos y en los rumores que había escuchado durante los festejos de coronación de ChangMin.

Alguien les estaba tendiendo una trampa, eso era seguro. La pregunta era ¿quién? Por su mente pasaron los reinos con los que tuvo rencillas o lo que sus antepasados habrían tenido rencillas, pero la mayoría eran reinos sin costas.

Con un gesto de su mano despidió al consejero, que, con una reverencia salió de la habitación.

—¿Tienes alguna idea de quién pueda ser? —preguntó YunHo a la habitación vacía.

—Muchas, todas igual de improbables —respondió MinHo, saliendo detrás de un muro. —Lo que sí sé es que es preciso que envíes a alguien a Dak-Ho.

—Entonces ve —ordenó YunHo.

MinHo hizo una reverencia y se oculto detrás del muro donde había salido, desapareciendo de la estancia.

YunHo tomó su barbilla pensativo. No había tomado en serio el rumor y ahora ya era una realidad. Necesitaba ir de nuevo a Shim para hacer sus propias averiguaciones, sin embargo, esperaría por MinHo, quizá él pueda investigar a fondo sin que YunHo tuviera que trasladarse hasta el lugar.

—Llamen a los miembros del noble consejo —ordenó YunHo a uno de los guardias apostados en la puerta. Uno de los guardias se llevó la mano al pecho y salió para cumplir su orden.

***

Dos días les había tomado al consejo reunirse. El consejo, formado por los nobles del reino, los cuales algunos residían en las provincias, habían viajado a la orden del rey.

El bullicio que los hombres allí reunidos hacían, se le antojaba a YunHo más como un mercado que una honorable reunión de estado. Y es que era sencillo saber el porqué los hombres estaban tan exaltados. A diferencia del reino Shim, el rey Jung no se respondía ante ningún consejo, sus órdenes eran absolutas, y raramente el consejo era convocado, la mayor parte de las veces para organizar las festividades.

El sonido de las pesadas puertas abrirse de par en par silenciaron a todos en el salón. YunHo avanzó tranquilamente hasta sentarse en su sitio, y entonces, el barullo comenzó de nuevo.

—Mi Señor, aquí tiene usted el listado de los eventos que se realizaran para las onomásticas de La Luz —habló uno de ellos. Entregando a YunHo un extenso papiro.

YunHo había olvidado que las festividades de La Luz estaban a la vuelta de la esquina. “Festividades de La Luz” así era como habían nombrado el final de la gran guerra, el día en el que los dragones del aire sellaron el pacto de centinelas y sanaron a las tierras. El corazón del rey dio un brinco. Había dicho a JaeJoong que lo vería en este reino en estos días. Faltaba poco más de un mes, que a YunHo se le harían eternos, pero que sin duda aguardaría con ansias.

Vagamente YunHo leyó la lista. Mientras en la sala, las voces se hacían más fuertes y felices. Las festividades siempre eran motivo de felicidad en su reino.

—De momento, señores, tengo un asunto que tratar con ustedes —comentó YunHo. El tono serio de su voz impuso silencio absoluto. Muchos de ellos se miraron entre ellos, sin saber cuál era el motivo que los obligaba a desviarse de los festejos. —Hace unas horas, los heraldos de Shim arribaron al palacio, trayendo noticias sumamente desconcertantes. —Muchos hombres fruncieron el ceño, comenzando a caer en la cuenta que era un asunto muy, muy serio. —Una flota está sentada frente a Dak-Ho.

—¿Le están declarando la guerra a Shim? —preguntó uno.

—¿Mandaremos apoyó? —cuestionó otro.

—Tardaríamos días en llegar, posiblemente la ciudad sea sitiada antes de que cualquier ayuda arribe —replicaron al segundo.

—Los heraldos mencionan que la flota despliega un estandarte nuestro —soltó YunHo. Varios fruncieron el ceño, otros lo miraron con cara de sorpresa.

—¿Vamos a tomar el puerto marítimo de Shim? —preguntó uno con incredulidad palpada en su rostro.

No era que, en caso de invadir Shim, ellos se opusieran, ya que seguían fielmente cada orden de su rey, sin importar cuán loca fuera ésta. Pero eso contradecía su política de no agresión.

—Ordenaremos a nuestros soldados comenzar a reunirse —habló uno un poco tenso, después de haber digerido la idea.

—Podemos, mi señor, preguntar ¿el motivo? —inquirió  otro.

YunHo sonrió. La realidad era que no tenía intención de atacar, pero le complacía enormemente que su consejo, formado por los nobles del reino, acatara sin más sus órdenes, lo que le demostraba lo ciegamente en que creían en él.

—No pienso atacar Shim —respondió. —Tampoco tenemos una flota a nuestro servicio sitiando el puerto.

Otro de los motivos por los que había reunido a sus nobles, era ver la expresión en sus rostros. YunHo realmente no pensaba que alguno de ellos fuera el culpable, pero sí existía la posibilidad y creía que un gesto podía delatar al culpable, y, siendo como las cosas eran, el traidor debía tener mucho dinero e influencias, por lo que consideraba a los nobles los más cercanos a esto.

—Pero, eso ¿qué significa?

—Significa que alguien trata de hacernos entrar en guerra con el reino Shim —respondió YunHo. El asunto no era para tomarse a la ligera, realmente era bastante serio, una guerra entre ambos reinos sería catastrófica, considerando que uno y otro eran los más grandes y fuertes de los dragones de la tierra.

—Envíen a sus mejores espías a cada reino con el que hayamos tenido rencillas, también preparen un escuadrón con sus mejores hombres para ver quién es el que comanda la flota —ordenó YunHo. —Todo tiene que ser a discreción. Sin embargo, veo preciso que comiencen a reunir a sus tropas, por el momento el reino Shim esperará a que se retire la flota, nos está concediendo un tiempo valioso para evitar la guerra, pero, si alguno da un paso en falso, Shim no dudará en atacar. Creo que comprenden la seriedad del asunto.

Los nobles del consejo, se miraron unos a otros, un tanto pálidos y asustados; Jung no había entrado en guerra desde hacía mucho tiempo. Una guerra como la que se avecinaba contra Shim desencadenaría el infierno en la tierra, y, si como las leyendas dicen, el regreso de los dragones del aire.

—Quiero que una parte de ustedes siga con los preparativos de los Festejos de la Luz. El pueblo no debe saber nada hasta que esté confirmado.

***

JaeJoong miraba hacia un punto perdido entre las nubes. Los blancos muros de su ciudad erigiéndose a su espalda. Algo irremediablemente había cambiado desde que conoció a YunHo, más específicamente desde que se entregó a él. Sentía como su alma lo anhelaba, tanto como anhelaba extender sus alas al viento.

Había volado una y otra vez, zurcando el cielo desde el amanecer hasta el anochecer, y más tarde aún, pero no podía olvidar a YunHo, su sabor, sus besos, sus caricias, su olor, todo él lo llamaba. Rogaba porque llegara el día en que se volvieran a encontrar.

Con un suspiro resignado dio vuelta, adentrándose en la cuidad. Era hora de cumplir con sus obligaciones.

Mientras caminaba vio a varios de sus compañeros dirigirse en grupo hacia él, no, más específicamente hacía la puerta por donde él había entrado. Se le hizo un poco extraño que un grupo tan grande saliera, a menos de que fueran a divertirse como algunos acostumbraban, pero JaeJoong notó que la mayoría no eran dragones jóvenes, sino adultos, con una expresión de seriedad plantada en su rostro.

—¿Qué ocurre? —preguntó JaeJoong a uno de los pocos dragones jóvenes que iban entre el grupo.

—Ao Shun nos envía a vigilar las fronteras. Los últimos centinelas regresaron con malas noticias, al parecer está a punto de estallar una guerra entre los reinos.

—¿Crees que sea necesario nuestra intervención?

—Roguemos porque no. De momento solo vamos como espectadores, nos repartiremos en pares para ver cómo se desarrolla toda esta tensión. Y, de ser necesario, cumpliéremos con nuestro deber.

JaeJoong asintió con la cabeza, viéndolos marchar.

—¡Jae! ¡Jae! —gritaron a su espalda. JunSu corría hacia él. —Ao Shun nos ha mandado a llamar.

—¿Nueva misión?

—No lo sé.

—He visto salir a un grupo grande. Dicen que van a monitorear las fronteras.

JunSu puso la misma cara de asustado que el dragón que le comunicó las noticias. A nadie le agradaba una nueva guerra. Su trabajo como vigilantes les llevaba a entrenar en diversas artes, especialmente en el dominio de sus habilidades como dragón, pero eso no significaba que les gustaría estar envueltos en una nueva guerra.

—Ao Shun nos está esperando —dijo YooChun, quien aguardaba por ellos a las puertas del salón donde su maestro los esperaba.

—¡Oh! Mis dulces niños —les saludó con cariño el viejo dragón. Después de ellos, Ao Shun solo había tenido dos camadas más de pequeños dragones a los qué enseñarle. Realmente los dragones del Aire eran muy pocos. Ahora había enviado un grupo de diez a vigilar, quedándose con lo mínimo y los retoños.

—Maestro —saludaron respetuosamente al hombre.

—Les he mandado a llamar por un asunto importante…

—¿Es por lo de las tensiones en las fronteras? —interrumpió JunSu.

Ao Shun, acostumbrado a este tipo de acciones por parte del joven dragón, sonrió con benevolencia. —Si, JunSu. Así es. —Los dragones se miraron rápidamente antes de componer su expresión por una más seria, hasta se podría decir madura, lo que al viejo dragón le causaba gracia. Sus muchachos no estaban listos para ir a la guerra, de hecho, ninguno de sus dragones, no quería perder a nadie en una guerra que no le pertenecía. —En su primera misión a la tierra, se les fue encomendada la tarea de vigilar y conocer al nuevo rey de Shim. Como bien me informaron, el chico es joven, pero fiel a su pueblo, y éste le corresponde. Es mi deber informarles que en su puerto marítimo está aparcada una serie de navíos con hostigamiento hacia el puerto. Lo que ha dicho nuestro vigía es que estas pertenecen al reino Jung.

—Pero, Jung no tiene flota. De hecho ni siquiera tiene salida al mar —replicó YooChun, recordando las palabras del MinHo.

—Si, también sabemos eso. Pero la realidad es que así es, los barcos despliegan estandartes del reino Jung.

—YunHo dijo que su rey sería incapaz de invadir ese territorio —afirmó JaeJoong.

Ao Shun lo miró con munificencia, había notado la adoración que su bello JaeJoong le profesaba a aquel dragón de la tierra, a pesar de solo haberlo conocido por una semana. Ao Shun, comenzaba a preguntarse si el destino de JaeJoong ya estaba en marcha, el gran cambio que el color de sus escamas significaba, sin duda tendría que ver con ese dragón y con esta nueva guerra que se avecinaba.

—Tal parece que no es así —dijo con calma. —Irán de nuevo a la tierra —habló. —Esta ocasión visitaran al reino Jung. Tendrán que usar ese hechizo que JaeJoong aprendió para camuflajear su aroma y el color de sus escamas. Averigüen lo más posible sobre ese rey y sus intenciones.

—Sí, maestro —respondieron los tres.

—Ah, y una cosas más, cuídense —añadió con voz paternal.

***

—Esto no está saliendo como lo habíamos planeado —habló una voz empalagosamente femenina.

—No contaba con la prudencia del rey Shim —respondió un hombre de edad madura.

—Humm si esto sigue así, no iremos a ningún lado.

—No hay de qué preocuparse. La tensión en el ambiente es tal que se puede cortar la más fina seda con ella.

—¿Y si no?

—Si no, adelantaremos un poco el plan —sonrió malévolamente el hombre.

—Solo espero que cumplas con lo prometido.

—Así será mi Lady.

***

ChangMin caminaba de un lado al otro por la extensa estancia, miraba de vez en cuando por los amplios ventanales el vasto y profundo mar. Se había trasladado hasta Dak-ho, quería comprobar, con sus propios ojos lo que se le había informado. Efectivamente, frente al puerto, flanqueándolo, una flota del al menos cincuenta barcos se asentaba intimidante sobre su pueblo. No quería creerlo, no podía, no, hasta que lo vio. Los estandartes desplegados pertenecían a Jung. No podía ser que YunHo, el buen YunHo, aquel con el que había compartido parte de su infancia en la Academia de Herensuge, sea el mismo que ahora amenaza a su pueblo. Simplemente la idea era descabellada, pero si no fuese porque lo estaba viendo, jamás lo hubiera creído.

—Los heraldos han partido, señor —anunciaron. ChangMin ni siquiera se giró para ver a su interlocutor.

Con un suspiro resignado, ChangMin dio su siguiente orden. —Prepara a los guerreros, que se aposten en cada muro de la ciudad.

—¿No esperaremos a que los comisionados que fueron a Jung regresen?

ChangMin sonrió, aunque el otro hombre no lo podía ver. —Es mejor estar prevenidos.

Si, era mejor ser precavidos, algo le decía que la flota frente a la cuidad no se estaría quieta por mucho tiempo. Por esa razón había enviado mensajeros a los rincones del reino, estaba convocando a sus guerreros.

—Debo regresar a la cuidad central. Te dejaré a cargo de la defensa del puerto. Pase lo que pase, no puedes perderlo, es el centro económico más importante que tenemos —dijo ChangMin. —Confío en ti, no me falles.

Y realmente así era. Para ChangMin era muchísimo más sencillo confiar en sus soldados que en el consejo o los nobles del reino. No, todos ellos solo se regían por el poder y la riqueza, por eso había enviado a los heraldos con Jung, porque cualquiera de sus nobles haría algo tan imprudente como esto.

***

JaeJoong miró las imponentes murallas que se alzaban, flanqueando la cuidad. No eran nada parecidas a las blancas que ellos tenían, eran de un color gris oscuro, de sólida roca. Tragando fuertemente se adentró en ellas.

El ambiente no era nada parecido al colorido de Shim, quizá porque no se encontraban de fiesta, y todo ese color gris y pardo a él le producía desolación. Acostumbrado como estaba a los blancos muros, el azul del cielo, las esponjosas nubes y los colores que el sol ponía sobre ellas al amanecer o atardecer. Allí, todo era depresivo.

—Debemos buscar un lugar donde alojarnos —dijo YooChun mirando desconfiadamente a todos. JunSu estaba demasiado tenso para contestar, en el reino de Jung había demasiados dragones paseando alrededor de ellos.

JaeJoong asintió, incapaz de pronunciar palabra.

Poco a poco, los tres jóvenes dragones fueron recolectando información acerca del reino, las personas parecían verdaderamente encantadas por el gobierno del rey Jung.

—Oh, sí. Hemos prosperado mucho bajo su mandato —decía una señora mayor. —Recuerdo los días en los que era muy difícil conseguir alimento, pero entonces los Jung llegaron a gobernar y todo eso se acabó. Nuestro joven monarca es un buen rey, se preocupa por todos sus súbditos. Una vez al mes nos recibe en su palacio solo para escuchar nuestras demandas. Dime ¿qué rey hace tal cosa?

—¿Tensiones con otros reinos, dices? No, eso no existe. Bueno sí, pero seguro fue con los reinos del norte, esos que todavía se jactan de esclavizar a las personas. El rey Jung encabezó personalmente el rescate de una de nuestras nobles damas y su doncellas que habían sido capturadas para ser esclavas. No, no, no, no señor, eso nuestro rey jamás lo hubiera permitido. Las chicas regresaron a casa, sanas y salvas, así como muchos otros dragones que quisieron acompañarle. ¿Sabes que el rey compró sus vidas y al llegar a tierras de Jung los liberó? Al parecer no quedaron en muy buenos términos con esos reinos barbaros.

—¿Shim? Bueno según tengo entendido el rey Jung y el rey Shim acudieron a la Academia de Herensuge al mismo tiempo. Los nobles solían decir que se llevaban bien, pero cuando el rey Jung fue solicitado para ocupar su puesto, abandonó la academia y no volvió a tener contacto con el joven Shim.

Esas y varias anécdotas más escucharon de los pobladores. Definitivamente adoraban a su rey, ya sean nobles o plebeyos, no había distinción, sentían devoción hacia su majestad.

De pronto, JaeJoong lo sintió. La presencia de YunHo le llamaba más fuerte que antes. Y, a pesar de que había rogado volver a verlo, no creía que eso fuera posible con las cosas como estaban. Nadie había hablado acerca de la invasión a Shim, de hecho creían poco posible que eso sucediera, pero YunHo, siendo un soldado de la guardia real seguro estaría mejor informado, incluso estaría fuera de la cuidad. Pero no, su corazón de dragón lo podía sentir.

—YunHo —llamó, esperando que su voz llegara a él.

***

YunHo caminaba cubierto por su capa. La capucha no le dejaba ver el rostro. No es que no pudiera caminar libremente por su pueblo, pero prefería hacerlo así para seguir en el anonimato. Quería saber si alguien en los bajos suburbios sabía sobre la flota asentada en Shim.

Mientras caminaba de un pub a otro, le pareció oler el dulce perfume de JaeJoong. Miró hacia un lado y otro. Nada, no había señal de su JaeJoong. Quizá lo deseaba tanto que lo estaba alucinando, pero su corazón vibraba con más ahínco que antes.

«YunHo» escuchó. El corazón le dio un vuelco. Esa era la voz de JaeJoong, no había duda.

Comenzó a buscar entre la gente, abandonando completamente las callejuelas en las que andaba para ir a la avenida principal. Se dejó guiar por su corazón, sentía que le llamaban y solo él sabía dónde ir.

Caminó un par de cuadras, cuando, sentado frente a una fuente, estaban tres chicos con  capas, al igual que él, solo uno tenía la capucha puesta. A los otros dos los reconoció en seguida, pero sus ojos solo tenían cabida para el uno.

—JaeJoong —dijo con voz firme.

Los tres chicos levantaron la mirada, pero él solo se conectó con una. Los ojos plata.

Y entonces, todo su ser vibró por el reconocimiento, su magia ancestral de dragón, reconocía a la otra, la de su JaeJoong.


Le tomó dos pasos llegar hasta él y rodearlo con sus brazos, hundiendo la cabeza en su cuello. Por fin, después de la larga espera, su JaeJoong estaba devuelta donde debía estar, en el espacio entre sus brazos.

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N/A: Sé que debí publicar esto ayer, pero por razones personales no estuve en casa, y no tuve oportunidad de terminarlo. Pero, he lo aquí.

14 comentarios:

Unknown dijo...

Primeeeeraaaa!!!

yunhokim dijo...

por fin juntos
quien quiere culpar a el reino de Yunho espero y lo encuentren pronto antes de que lo metan en problemas
Gracias por compartir

Venus dijo...

Wow ahora comienza lo bueno
Me pregunto quienes seran los villanos
Mmmmmmm y de echo esta parejita tiene una coneccion muy especial jejejeje
Gracias por el capi

Sanke dijo...

Y esto aún no estalla. Cuando eso suceda esperó que ninguno muera. Me alegra que Changmin sea rey calculador (o tal vez precabido) y no un impulsivo salvaje. ¡Oh rayos! me quede sorprendida por muchas cosas y de verdad que espero con ansias la actualización. Por cierto ¿le pondrás una pareja a Changmin? Cierto, veo que Junsu tiene una aura inocente y jugetona, esperó y eso no cambie. Ten una bonita semana.

Yuko13 dijo...

Que bonito el reencuentro de los dragones, me puedo imaginar a Yunho corriendo para llegar a Jae, que lindo. Y por otro quienes son esos que quieren iniciar la guerra? Gracias por un cap mas....

Laura Campos García dijo...

Ojala pronto descubran quien o quienes quieren provocar la guerra y porque?...
Al fin se reencontraron Jae y Yunho despues de un corto tiempo...
Gracias!!!

Marielita dijo...

Waaaa al fin capo.como lo esperaba ahhh... Aun me pregunti como hizo el yunjae para hacer sus cositas sin q el yoosu se diese por enterado o al menos sospechase algo.. En fin me gusta como el corazon de ambos llama por su dueño.

Ohhh y quien sera el confabulador interesado en iniciar la guerra? Uhmm quizas el profe de jae y sus amigos? O quien mas uhmm... Y quien sera esa mujer q da ordenes uhmmm..
Derrepente una despechada pir yunho o changmin ..

Unknown dijo...

Waaaaaa es una trampa! ...y están utilizando al reino Jung para iniciar una guerra, ojala Changmin se de cuenta de que Yunho no tiene nada que ver y mucho tampoco el reino y puedan descubrir quienes están detrás de esto....u.u aunque esta visto que es un hombre y una mujer ..........
Y los dragones del aire, bajaron a la tierra, ojala también puedan ayudar..... y Yunho y Jae waaaa, la fuerza de su amor ............ buuuu, se quedo ahí, quiero saber mas...... Gracias Misuzu, ten una bonita semana..... :) ... Gracias de nuevo por las actualizaciones sin falta que nos das y que son hermosas y de mis preferidas :)

Marielita dijo...

Me olvidada preguntar..q consecuencias( si las hay, yo espero q si) traera aquella entega de amor y pasion por parte del YJ y claro si sera solo una o varias.... :-D

Ángela dijo...

qué inttriga, quiero saber quiénes son los que pusieron la trampa para que estalle una guerra
el yunjae se encontró ,qué emoción.
gracias por la actualización

Ela Kim dijo...

omg quienes sera esos malditos q les estan tendiendo una trampa !! e.e que bueno q minie no se deja llevar tan fácilmente al menos han puesto sobre aviso a yunho solo espero q logren salir ilesos de esta guerra :C asdada gracias x compartir !!

Tsuki Megumi dijo...

comence a leer esta historia pero no habia podido dejar un comentario antes U.U

El tema y el ambiente donde se dessrrolla la historia es fascinante *o*...No se porque me late -intuyo- que esa amenaza al reino Shim es un complot, ay no! tengo un mal presentimiento sobre eso :3... Yunho y JaeJoong se reconocieron mutuamente aaaaw el amor ♡ o ♡

rukii dijo...

Si mas recuerdo los que estan detrás de todo no son personas cercanas a changmin mmm ???? ...espero que los descubran y no se desate una guerra innecesaria
woo se volvieron a encontrar sus lados sob fuertes kyaa ...
Gracias

moran dijo...

Oh si ese es su hogar, los brazos de Yunho, es ahi donde pertenece. ... sus calidos brazos.. ..
Quienes serán.. .son varios alparecer .... y hay una mujer.. ..
Asi que no quedaron en malos Terminos Yunho y Min.. ..pero si la guerra ataca...ufff esperemos que eso no suceda
A leer más Yunjae *W*