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sábado, 29 de marzo de 2014

HOJAS DE OTOÑO: CAPITULO 10



Hoy en día me pregunto ¿Qué diablos he hecho yo para merecer esto? ¿A qué deidad insulte tanto para sufrir tal agonía? ¡Rayos! ¡Maldición! ¡Demonios! Y así podría seguir lanzando mil y un blasfemias y aún así,  mi mala suerte me perseguirá hasta el fin de los tiempos. Ok. Eso fue exageración, pero realmente he llegado a pensar que necesito una limpia, ya saben, echar mano de esas zarandeadas con hierbas apestosas dentro de una habitación con bastante humo de incienso salido de un turíbulo que hace imposible el respirar, agregando al huevo que te pasan por todo el cuerpo, las patitas de conejo, el ojo de venado y alguno que otro hechizo para alejar “el mal de ojo”, “las malas vibras”, y hasta alguno que otro exnovio acosador.

Sí, lo he meditado seriamente, cambiare mi hermoso llavero de coronas y estrellitas doradas por una patita de conejo. Definitivamente los hados están en mi contra, gustan del sufrimiento de este pobre ser. Sé que estoy dramatizando las cosas, pero no es para menos. No conforme con que el “Delfin” sea la víbora de dos patas más venenosa que hasta ahora conozco, que me haya quitado a Yunho, bueno a él nunca lo tuve pero creía tenerlo, con que haya engatusado a mi mejor amigo, no le basta eso, en verdad quiere arruinar mi vida escolar.

Siempre me he caracterizado por tener un carácter agradable y una sonrisa que invita a todos a acercarse, jamás tuve problemas con nadie, y si los tuve, ya los olvide, pues no eran la gran cosa. Pero ahora es otra historia.

Lo he notado desde que inicio el semestre, pero la verdad he ignorado todo eso, mis propios problemas han mantenida ocupada mi mente, en lugar de fijarme seriamente en los demás. Como siempre Junsu es el que parece el bueno de la historia, habla dulce pero escupe mierda, nadie lo nota más que yo. Y ahora esto…

 ¿Por qué será que todos creen eso de mí?

Sí, sabía que las personas decían que Junsu era demasiado buena persona para tener de amigo a un sujeto tan déspota como yo, pero ¿por qué nadie se acerca a mí y pregunta si es verdad? Digo, sí tanto les gusta saber. ¡Yo ni siquiera quería esto! Las cosas no son como él las dice, no son como él las pinta, ni siquiera he tenido mi debut oficial en esto del sexo. Pero claro, cómo defenderme si él tiene todas las armas, y yo solo a mí, que aunque abra la boca, nadie me creería.

Cuando ajuste mi horario de clases con el de Yunho jamás pensé que esto pudiera ocurrir, solo pensaba en poder pasar más tiempo con él, que nos sentáramos juntos en clases, sonriéndonos de vez en cuando, platicar en susurros si esta era muy aburrida, hacer las tareas juntos, y que me explicara algunas cosas que no entendiera, cosas así. Yo solo quería estar a su lado, quería mirar sus ojos todo el tiempo y que me dedicara alguno que otro mimo, nada más, pero las cosas no siempre salen como las quieres, y todo eso que yo deseaba, es lo que tiene Junsu. Y yo, yo solo obtengo las malas miradas y los cuchicheos cuando paso.

¿Cómo fue que pasó? ¡Ah sí! Ya recuerdo donde comencé a notar lo que era obvio. Sabía que se corrían rumores acerca de nosotros, que yo era el malo de la historia, el mal amigo, el que se portaba como mosca muerta frente a Yunho, mientras que Junsu se preocupaba por nuestra amistad. Sí, de eso estaba consciente. Solo que, las cosas se fueron un poco más al extremo.

Ayer, mientras esperaba que la Ley de Newton se cumpliera, miraba distraídamente por la ventana, no tenía muchas ganas de atender a la clase, el profesor de arte moderna sabe de verdad como dormir a la gente.

—Bien chicos, con lo que llevamos del curso tienen las bases para comenzar un proyecto en equipo. Este proyecto será la mitad de su calificación, el cual será entregado a final de semestre. Se los estoy diciendo desde ahora pues así tendrán tiempo para ir armando las piezas que sean necesarias y que muchas obtendrán durante el curso. Será en parejas, así que…  —En cuanto dijo parejas yo tome la mano de Yoochun. —No señores —el profesor sonrió al ver como varios de los alumnos al igual que yo habían escogido a su pareja. —Recuerden que todos estos proyectos en grupo son para desarrollar su sentido de trabajo en equipo, pues por muy creativos que sean, siempre existirá gente con la que deban colaborar. Así que en base a la lista de asistencia  iré escogiendo uno del principio y uno del final ¿de acuerdo? — «Para qué nos pregunta si va a hacer lo que se le da la gana» pensé un poco exasperado.

Yo solo esperaba que no me tocara un flojo, bueno para nada como compañero, sería muy difícil trabajar en esa situación y no quería verme en la penosa necesidad de decirle al profesor que mí colega no ayudaba, ganándome así una perorata acerca de la ayuda a los demás y cosas así. Estaba atento para cuando mi nombre saliera.

—Kim Jaejoong —me miro y tragué nervioso. Acababa de caer en la cuenta que un compañero flojo no sería mi peor opción —con Jung —dejé de respirar por la impresión —Jung Yunho.

El color de mi rostro se perdió. ¿Por qué? Me pregunto aún ahora. Yo, de verdad quiero alejarme, quiero dejar de sentir esto que siento por él, quiero ser su amigo sin ningún sentimiento no correspondido de por medio, pero para todo eso, necesito un poco de espacio, me duele tenerlo cerca y saberlo de otro.

—¿Kim? —la voz del profesor me llamaba. —¿Se siente usted bien? —preguntó amablemente. «No, profesor, no me encuentro bien. ¿Existe la posibilidad de cambiar a mi compañero?»

—Sí, estoy bien —dije recuperándome. Miré a Yoochun, quien solo poso su mano sobre la mía en señal de apoyo.

—Bien —dijo para luego seguir con su repartición de compañeros. —Les quedan aproximadamente 15 minutos para ponerse de acuerdo con su compañero. El tema recuerden, es libre, solo debe encontrarse dentro del marco del temario para esta asignatura.

Con resignación me levanté de mi lugar y con pasos arrastrados llegué hasta donde él. No lo miraba a los ojos, temía que si lo hacía podía perderme en ellos.

—Jae —habló, su voz me atrajo como las abejas a la miel, haciendo que instintivamente mis ojos fueran a los suyos. Me miraba con ternura, con un ligero toque de preocupación, pero felices, su sonrisa también parecía recibirme con los brazos abiertos. Me quede ahí, admirándolo, ese tipo de gestos me enamoraban más de él. Lo siguiente que sucedió me tomó por sorpresa, a mí y a todo el salón.

Yunho me atrajo a su cuerpo con uno de sus fuertes brazos, rodeando mis hombros, me tensé al instante. Su otro brazo descasaba sobre mi cintura, apretujándome contra él. Mi cuerpo comenzó a vibrar por el toque, mis fosas nasales se inundaron de su varonil aroma, mientras su calmada respiración se escuchaba en mi oído, pues había recargado su barbilla en mi hombro.

—Jaejoong —me susurró. Mi corazón brincaba tan fuerte que podría jurar que Yunho lo sentía latir sobre mi pecho. Extrañaba sus brazos, añoraba estar cerca de él, mis manos se movieron sin mi permiso, y, correspondieron a su abrazo.

Con eso bastó.

Esa fue la escena de la que muchos son testigos, pero no sé en qué momento se tergiversaron las cosas hasta convertirse en un lío.

Respiro profundamente. Cierro los ojos, mientras me concentro en mi respiración. Cuando abro los ojos, varios pares me están observando, muchos de ellos con curiosidad, pero la mayoría con reproche.

—No puedo creerlo —escucho murmurar.

—Sí, no sé cómo Junsu lo soporta —respondió otro.

—¿Será que me abra las piernas a mi?

—¡Iuughh! ¿Cómo puedes decir eso? Es una zorra.

—Tiene una linda cara, por no decir que una figura de envidia. Ya me imagino cómo será estrechar esa cinturita.

—¡Por favor! —decía voz con ironía.

—¡¿Qué?! Su cintura es más pequeña que la tuya.

—Pues quédate con la zorrita.

No quise seguir escuchando esa conversación, que comenzó con un murmullo y llego a una escena de pelea entre parejas.

«No soy una zorra» quise gritarles. Esas tipas ni siquiera me conocen. ¿Acaso han hablado si quiera una vez conmigo? ¡No! Entonces ¿por qué se expresan así de mí? Es más ¡Todavía soy virgen!

Se corrió el rumor que yo había rogado al profesor para que Yunho fuese mi compañero de trabajo, así pasaría mucho tiempo a su lado pues es un proyecto semestral, que aprovecharía cada instante para soltar mis artimañas y enredarme como una planta trepadora.

En el momento en que correspondí al abrazo de Yunho, de verdad lo quería, mi mente no estaba pensando solo era mi corazón el que actuaba, el que se sentía brincar de felicidad al estar aunque sea una vez más entre sus brazos, pero, las personas no lo vieron así.

—¡Arrozzz! —me grita alguien al pasar. Solía no saber qué significaba esa palabra dicha con ese modo. “Zorra”.

Yo solo quiero llegar rápido al aula, encontrar mi sitio al final del salón y olvidarme de todo esto. Debí ponerme los audífonos, pero no tendría caso, sus miradas son demasiado explícitas.

—Jae —una voz femenina se acercó a mí. No le respondo, sin embargo la miro. —Yo… yo siento mucho lo que dicen de ti —dijo. Aquello fue lo mejor del día.

—Creo que eras la única que piensa eso Yoona.

—Sí, tal vez, pero yo estuve ahí. Sé que fue elección del maestro, y que él se te abalanzó primero. De hecho desde que inició el semestre tengo la impresión de que lo evades, pero ya ves aún así se hace el chismerío.

—De casualidad ¿sabes cómo inició todo?

—No. Solo sé que Junsu está enterado del asunto, y dice que él no cree en tal cosa, que tú jamás lo traicionarías de ese modo.

—¿Eso crees? —Yoona me miro dudosa. —Yo solo espero que Yunho sea de verdad feliz, solo eso.

—¿Es cierto que te gusta? —preguntó. ¿Debería decirle?

—Sí —respondí al final con un suspiro, bajando la cabeza. —Me gusta desde la primera vez que lo vi. Desde que vi sus ojos marrones, su sonrisa, su voz, su lunar, yo… —callé, estaba hablando de más.

—A ti no te gusta Jaejoong, tú lo amas —aclaro Yoona. No me atrevía a confirmárselo con mis propias palabras.

—Yo solo deseo que él sea feliz, incluso sí no es conmigo, sí él es feliz, yo también lo seré —dije —por eso no intento alejarlo de Junsu. No soy esa clase de persona, si Yunho lo eligió, debe ser por alguna buena razón.

Después de todo, algo bueno debe de tener Junsu para haber cautivado a los dos hombres más importantes en este momento de mi vida, Yoochun y Yunho.

* * *

Las clases continúan normalmente, a excepción de los tiernos piropos que me lanzan cuando voy caminando. Ironía. Esta semana se me ha hecho eterna, y ni siquiera es viernes. Todos cuchichean a mis espaldas, sobre el gran espectáculo que daré el mañana en la fiesta, que si me emborracharé hasta perder el conocimiento, que si tomaré lo suficiente para armar una escena de celos, que sí me arrastraré sobre el caliente cuerpo de Yunho, que sí esto, que si lo otro. ¡Vaya! Me sorprenden, porque yo, de hecho, no pienso asistir.

—¡Gatito! — «Oh no». Ahí viene mi tormento. —¡Gatito, espera! — «¡Qué diantres tengo que esperar si me he quedado en mi lugar! ¿Crees acaso que caeré en el mismo truco dos veces?»  —¡Qué bueno que te veo! — «¡Me ves todos los malditos días!». Sonrío hipócritamente al igual que él. ¡Dios que bueno me estoy volviendo en esto! Y me odio por ello. —¿Verdad que vendrás mañana? Me han dicho que no irás. Pero tienes que asistir y callarle la boca a todos esos que hablan mal de ti. — «Ya sé por quien debo empezar». —No es justo que digan todas esas horribles cosas de ti, porque eso es completamente mentira, tú jamás —hizo un énfasis de superioridad en estas palabras —jamás me harías algo tan bajo, como meterte en mi relación con Yunho. — «Mira quién habla» —No faltes. Te estaré esperando, como prueba de que no intervendrás en mi noviazgo. —«¿Qué?» frunzo el ceño. Por el rabillo de los ojos veo que nuestra conversación ha pasado de ser privada a tener público, todos mirándome con ojos expectantes. Incluso puedo ver como una sonrisa ladina cruza por el rostro de varios de los presentes. Me descuide, dejé que Junsu me detuviera justo en una intersección de mayor afluencia de alumnos.  —¿Verdad que no intervendrás? —volvió a preguntarme al ver que no respondía. Me presiona, lo sé, pero ultimadamente ¿por qué debe de importarme lo que los demás digan de mí? «Al diablo».

—No intervendré, pero no estoy seguro de asistir, Su —contesto  con una voz muy suave pero audible, haciendo que sonara ligeramente lastimera para evadir todo. —Depende de cómo este mi salud, sabes que no he estado muy bien, y no quisiera tener una recaída  —trato de voltear las cartas a mi favor. —De hecho en este momento me siento un poco mareado  —ayudaba a mi actuación el que estuviera recargado totalmente sobre el barandal de las escaleras y mi demacrado semblante.  —¿Serías tan amable de llevarme a la enfermería? —«¡Aghh! ¡Odio esto!» Junsu pensó que simplemente agacharía la cabeza y aceptaría sus condiciones, pues ¡no! No estoy dispuesto a seguirle el juego.

—¡Oh! ¡Jae! ¿Te sientes mal? Ven te llevo a la enfermería y a de ahí a casa  —una voz saltarina habló detrás de Junsu.  Seung Heon se encontraba entre la bola de curiosos que esperaban por una pelea.  —Vamos  —lo miro y asiento, es mejor para ambos, así no seré intimidado durante el trayecto. Por esta vez salvé la situación, pero estoy seguro que encontrará la forma de darle vuelta a mis palabras. No le ha agradado que no ceda como antes, sus ojos me miran con ira. Si asisto a esa fiesta será mi perdición.

* * *

Dicho y hecho. Ahora no soy solo una zorra que trata de separar a la bonita pareja que forman Yunho y Junsu, sino que soy cualquier gata resbalosa que tiene controlado a Seung Heon para servirme. O eso fue lo que me dijo Yoona por la mañana. De algún modo los estudiantes presionan de manera “discreta” con sus comentarios a que asista a la fiesta.

Me senté en mi mismo lugar de siempre, había llegado temprano, esperaba que Yoochun llegara, ayer no lo vi, pero hable con él por teléfono, está enterado de la situación, pero no cree que Junsu haya esparcido el rumor. A veces quiero decirle la clase de alimaña que es conmigo, pero siempre que trato de tocar ese punto lo evade diciendo que no lo conozco lo suficiente para hablar así de él, no quiero pelear con él por ese tipo.

Miraba hacia la ventana viendo a las personas pasar cuando algo frío cayó sobre mi cabeza, escurriéndome por toda la cara, espalda y brazos.

—¡Ups! Lo siento, no te vi… zorra.

Me habían volteado un frappe encima. Ni siquiera estaba seguro de conocer a esas chicas, pero no tuve oportunidad de decir siquiera algo insultante, ya que ellas comenzaron a reír escandalosamente y desaparecieron por la puerta, en lo que yo asimilaba todo.

Coraje.

Es lo que sentía. ¿Por qué yo? ¿Qué les he hecho? Me levante de mi lugar y me dirigí a los sanitarios entre sonrisas burlonas de los demás. En el lavabo trataba de limpiar mis ropas y mi cabello que estaba completamente arruinado. Mi cara se encontraba mojada por echarme agua y por las lágrimas de impotencia que comenzaban a brotar. Levante mi camisa para poder tallarla un poco, cuando una mano me tomo por la cintura.

—Hola cosita linda  —susurró en mi oído una voz patosa al tiempo que un gran brazo me tomaba por la cintura. A través del espejo pude ver a un tipo grande, tanto como un oso, con una sonrisa lasciva. —No temas, no te haré nada que no conozcas, zorrita —temblé ante el hecho. Me veía y se lamia los labios. Inhalo el aroma de mi cuello.  —Nos volveremos a ver —aseveró para después morderme una oreja. Me soltó y salió deprisa por la puerta. Lloré, tenía miedo.

Yoochun entro apresurado al baño, me encontró temblando, recargado en una de las esquinas.

—Me dijeron que un tipo de aspecto dudoso estaba aquí y que tú habías venido  —lentamente pasó su brazo sobre mis hombros, dándome una sensación de seguridad, en ese momento, salté a su pecho, siendo acogido por él. Yoochun, mi Yoochun, que sería de mí sin tu amistad.

Cuando me hube calmado, lave mi rostro y fuimos a recoger mis cosas, ya que la clase había terminado. Yoona nos esperaba, con nuestras cosas. No pregunto nada, solo me miró con compasión.

—Se están pasando  —dijo. «Sí, se están pasando». —Esto es mucho para un simple chismerío.

Ninguno dijo nada, solo tome mis cuadernos y al estar limpiándolos por si alguno traía restos del frappe, descubrí otra cosa.

“Zorra” ¿Acaso no saben otra palabra?

“Déjalos en paz”

“No metas tus narices en su relación”

“¿Por qué no vas a abrirle las piernas a alguien más?”

Y así una lista de injurias rayoneadas por todas las hojas. Ese cuaderno no me serviría más. Cuando levante la mirada, Yoona miraba fijamente el cuaderno, afortunadamente Yoochun no lo vio, no pensaba enseñárselo. Ella lo miro primero a él y después a mí, indicado que deberíamos decirle. Yo solo negué con la cabeza. Yoochun ya hacía mucho por mí y más en el estado sentimental en que ambos nos encontrábamos.
Al parecer no tendré otra opción más que asistir a la dichosa fiesta. De una u otra manera será mi perdición, asista o no, no me salvaré de lo que Junsu tenga preparado para mí. Llevare mi caja de pañuelos, me quedaré con Seung Heon y con Yoona, Yoochun no irá, y es mejor así.

* * *

Tenía todo planeado, iría a casa a cambiarme para después asistir al evento que me terminaría por destrozar. Las clases estaban a punto de finalizar, esta era la última hora, cómo aguante todo el día, pues sencillo, no entre a ninguna, fui a casa por un cambio de ropa, y regresé solo a esta ultima ya que el profesor es muy exigente, en especial los viernes, pues la mayoría de sus alumnos suele volarse esta ultima hora, por eso, según él, ha tomado las medidas necesarias. Uno no sabe qué esperarse con profesores como este, por lo que es mejor no tentar la suerte e ir a clase.

Desgraciadamente para mí, esta clase la compartía con Yunho, bueno como casi todas, pero Junsu gustaba de internarse en la clase mientras esperaba a su novio. La materia transcurría aburrida, cuando unos golpes en la puerta nos sacaron de la modorra en la que estábamos sumidos.

—¡Oh! ¡Profesor Choi! ¿Kim Jaejoong está en clase? —dijo la secretaria del director con voz muy alterada. Sí algo caracterizaba a esa mujer, era el hecho de ser para nada discreta. De inmediato 20 pares de ojos me miraron. —¡Ah! ¡Jaejoong! ¡Ven rápido a la oficina del Director! ¡Tu madre ha tenido un accidente en su área de trabajo!

«¿Mamá?»  No lo pensé dos veces, tomé como pude mis cosas y salí desprendido hacía la oficina del director. Me indico el lugar donde se encontraba mi madre y quien había llamado.

Al llegar al hospital pregunto inmediatamente por ella, asustado camino casi corro en dirección de la habitación en la que se encontraba. Al abrir la puerta, mi madre me recibe con una hermosa sonrisa. Me acerco a ella y con los ojos la recorro de arriba abajo para verificar que se encuentre bien.

—¡Yah! Ji-Ji. Estoy perfectamente  —me dice, pero no lo creo, por algo está aquí. —No me ha pasado nada, no tienes porque andar todo agitado.

—Pero mamá…

—Nada. Lo único que sucedió es que me engrape el dedo  —me mostro su dedo índice con una pequeña gasa enredada en él. —Mi jefe padece de hematofobia. Trabajábamos sobre un proyecto y cometí el error de no mirar donde ponía la mano, engrapándome el dedo, lo que obviamente causo que saliera un poco de sangre, pero él se puso un poco agitado y se desmayó después. De hecho estamos aquí por él  —señaló a la cama de al lado, donde se encontraba un hombre de mediana edad recostado, totalmente dormido.

—Hicieron un gran alboroto —dije.

—¡Oh! Ji-Ji ¿qué tan malo puede ser?

—Me asuste mucho cuando me llamaron a la oficina del director —realmente estaba muy aterrado cuando la secretaria me dijo aquello.

—Ellos preguntaron a quien debían llamar en caso de emergencia. Y como estar en un hospital es una emergencia, lo hice —me explico del modo más sencillo. —Además ¿qué hay de malo en que una madre quiera un poco de los mimos de su hijo? —Solo reí levemente, meneando la cabeza de un lado al otro. —¿Qué dices si vamos de compras? —me sugirió, haciendo que mi sonrisa se expandiera.

A pesar del susto que me llevé, estaba totalmente agradecido con mi madre, ella no lo sabía, ni siquiera lo imaginaba, pero me acababa de salvar.


Quizá, y solo quizá, esta vez crea que las cosas pasan por alguna razón.

10 comentarios:

Unknown dijo...

Aparto(?) si no me ganan el primer coment!

Unknown dijo...

Presiento que es Junsu quien está esparciendo los rumores contra Jae, es una bitcha!! me encanta xD
A ver si Yunho ya se va dando cuenta de la clase de novio que tiene y por fin regresa a los brazos de Jae(?) y bueno, al menos Jae ya se libró de ir a esa bendita fiesta, pero es terrible el bullyng que está recibiendo en la escuela espero que eso no pase a mayores, no me gustaría que le hicieran nada malo al pobre JaeJoong :-:
Me pregunto que sucederá ahora y cómo Jae y Yunho retomarán lo que dejaron inconcluso, por favor actualiza pronto!!!

Ángela dijo...

Dios mío, cuánta gente mala en el mundo.
a Jae le están haciendo bullying y todo es por Junsu y el inexistente de Yunho, que pareciera un fantasma porque no opina nada, no se da cuenta de nada, no aporta nada. y para agravar la situación va y lo abraza muy emocionado cuando el profesor elige a Jae para se su compañero de equipo. a cuento de qué hace eso??? dónde está cuando le hacen acoso a Jae??. en fin...
veremos cómo sigue este lío.

me encanta cómo escribes ,todo tan detallado que me imagino cada situación.
muchas gracias
sigo sin poder entender

yunhokim dijo...

yo se que todos los chismes y rumores mal intencionados que hablan muy mal de jae salen de la boca y mente de junsu
claro como se ha de sentir menos ante los ojos de yunho
hace todo lo posible para que yunho lo vea a el como el novio perfecto y deja a jae como una muy fea persona
pero yunho lo conoce y sabe que jae es tierno y dulce
no se por que yunho no desmiente nada si yoochun y el son los que conocen los verdaderos sentimientos de jae y el mejor que nadie sabe que son calumnias por que jae no es lo que se dice de el
ya es hora de que alguien pare a junsu de estar haciéndose la victima y atacar a la menor provocación a jae

KimJae dijo...

Me da algo con esta historia en serio,no soporto a junsu es un hipocrita de lo peor se hace a la victima en cuanto no lo es no dudo igual que sea quien haya esparcido el chisme y por eso traten mal a jae y se pasan con la forma de tratarlo, se van al extremo en cuanto jae no ha hecho nada T__T a yunho me dan ganas de golpearlo cuando ve a jae esta que se muere por el pero no hace nada y sigur junto a junsu me enojan todos jae no merece tales cosas ahora solo yoona y yoochun y seung ho son quienes estan con el, que bueno igual que el accidente de su madre no fue nada grave, y pienso igual, que las cosas pasan por algo, ah esperar y ver como aiguen las cosas. Gracias por actualizar en serio esta historia me tiene mal y me encanta espero con ansias para la siguiente actualizacion, grackas! ^^

YunJae Vincit Omnia dijo...

malditas brujas esas que molestan a mi bello Jae son las únicas zorras, cada vez que leo un cap mas ganas me da de matar a Junsu, je je, gracias por el cap esperare el siguiente
bye

Yuko13 dijo...

la verdad la verdad yo no creo que sea Junsu....mmmmmm yo sospecho de alguien más..... gracias por el capitulo.....

Unknown dijo...

Aishhhhh pobre de mi Jae ;0;
Malditos hijos de perra y malditas zorras las que me lo maltratan ¬.¬
Espero actualizacion pronto ;0;

Laura Campos García dijo...

Crueles y malos son todos los de su grupo. Exceptuando a Yoochun, Yoona y tal vez Yunho... Pero todo todo lo malo se regresa ya verán...

Gracias

moran dijo...

Malditas personas que se inmiscuyen en los asuntos de los demas.. ..no tendrán nada mejor que hacer que burlarse y meter las narices en asuntos ajenos.. ..eso es lo que siempre odie en la escuela.. .insultos, maltrato...como si se sintieran mas por humillar a los demás.. ..jamas lo entendí y creo jamas lo haré.. ..
Su omma, su dulce madre lo ha salvado.. .no debe de ir a ese infierno llamado fiesta.. . Solo acabaría por destrozarlo. ....que no vaya por favor.. ...
Creo en la ciencia y estoy segura que las acciones se regresan...solo espero que Jae este presente para cuando eso le pase a Junsu.. ..