Dedicado a yunho kim
JaeJoong era el chico que todos desean ser, atractivo,
popular, bueno en los deportes y con excelentes notas. A menudo era usado como
ejemplo por los padres y profesores acerca de cómo debía ser un hijo o
estudiante modelo. Provenía de una muy numerosa familia de clase media, sus
ocho hermanas mayores habían finalizado el instituto con altos promedios, y,
entrado en las más prestigiosas universidades del país.
Su piel era nívea, su delicada figura, sus ojos de gamo, su
boquita de cereza y su amable carácter, le granjeaban grandes cantidades de
pretendientes. Hombres y mujeres por igual. Sin embargo, el corazón del chico
tenía dueño. Hyun Joong había estado tras él desde hace cinco años, de esa
forma, por su perseverancia, conquistó el corazón que todos deseaban.
La relación duró un año exactamente. Un año que para JaeJoong
fue el más tierno, porque amaba al hombre que a su lado caminaba. Creía que
había llegado de dar el siguiente paso a la relación, entregaría la prueba de
su amor.
Con inmensa dulzura, JaeJoong aguardó a que el día de su
aniversario llegara. Las ventajas de salir con alguien de dinero, era que Hyun
Joong tenía su propio apartamento, del cual, JaeJoong tenía una copia de la
llave. Entró como muchas ocasiones, preparó una deliciosa cena y colocó miles
de velas aromáticas por todo el lugar. Incluso esparció pétalos de rosas rojas
sobre la cama.
Cuando estuvo contento con el resultado, fue a la habitación
de huéspedes, se cambiaría allí. No se le hacía correcto, aún, entrar a la
habitación de su novio. Dejó una nota sobre la mesa, en caso de que Hyun Joong
llegara y él aún no estuviera listo.
«Volveré en un rato»
Con las cosas como estaban, JaeJoong decidió darle un trato
especial a su piel. Deseaba que Hyun Joong le susurrara lo suave que esta era.
Por eso, no escuchó el abrir de la puerta y las voces divertidas que por ella
entraron. Ni tampoco la voz femenina llena de asombro por la decoración del
lugar. Mucho menos, escuchó las risillas maliciosas, ni los gemidos que
comenzaron a llenar la estancia.
JaeJoong tarareaba alegremente una canción, sumido en su nube
de felicidad. Ignorante de la desenfrenada entrega de pasión que se daba en la sala,
donde la ropa había caído al cerrar la puerta. Miró con detenimiento el vestuario
que había escogido para la ocasión, un pantalón negro ajustado y una camisa de
seda blanca, dejaría algunos botones abiertos, para que Hyun Joong apreciara un
poco de su pecho, pero no demasiado como parecer ofrecido.
Voces en la sala llamaron su atención. Quizá Hyun Joong había
llegado ya con algún amigo. JaeJoong frunció el ceño ligeramente. Le había
dicho que hoy sería un día especial. En
venganza decidió tomarse más tiempo, igual y así los invitados no deseados se
marcharían antes. Sin embargo, entre más tiempo pasaba, más extraños los ruidos
se hacían. Finalmente, venciendo la curiosidad salió silenciosamente de la
habitación.
Sus ojos desearon no haber visto nada. Quiso regresar el
tiempo y obligarse a permanecer en la ducha o mínimo dentro de la habitación.
No quería ver esto. No lo anhelaba.
Su corazón se partió en mil pedazos con la escena que se
desarrollaba en el sofá de la sala. Ese sofá que había compartido con él muchas
películas y eternas conversaciones. Ese mismo sofá ahora era cómplice de la
traición. Su novio, Hyun Joong teniendo sexo con una porrista. No cualquier
porrista, no, la capitana del equipo de animadoras.
Con un grito ahogado trató de volver a la habitación, pero ni
sus piernas ni ninguna parte de su cuerpo querían cooperar con él. Así que solo
se dejó caer lentamente en el pasillo. Con lágrimas saliendo silenciosamente de
sus ojos. Ojos que tenían la imagen firmemente grabada. Ella montada sobre su
novio, ambos desnudos, ambos entregándose en el fragor de sus cuerpos.
Después de lo que le pareció una eternidad, un gemido
especialmente largo dio por terminada la sesión. ¿Desde cuándo? JaeJoong se
preguntaba. ¿Dónde? No lo había visto. ¿Por qué? Esa era la que mayor inquietud
le causaba, ¿por qué?
—Tienes que irte —dijo Hyun Joong.
La chica pareció soltar un improperio. —¿Cuándo se lo dirás?
—Creía que te parecía más divertido de esta forma.
—Y lo hace. Pero ya me estoy aburriendo del juego. Además no
tiene mayor diversión si nadie le dice nada. Ni siquiera estoy segura de que
haya escuchado rumores.
—Es porque no los hay. Me aseguré que tanto el equipo como
las animadoras guardaran silencio.
JaeJoong escuchaba. Vagamente recordaba que los jugadores del
equipo donde Hyun Joong era capitán, últimamente lo veían de manera curiosa, a
veces creía ver un atisbo de pena en sus ojos. Sin embargo, estaba muy seguro
que las animadoras se burlaban de él. Ahora entendía por qué.
—No es divertido. ¿Entonces cuando le dirás?
—Estás tan ansiosa.
—Solo quiero decirles a todos que eres mío.
—Bien. Se lo diré hoy. Hoy le diré que mi corazón ha dejado
de quererlo, porque ahora solo te pertenece a ti.
JaeJoong quería gritar, ansiaba jalar a esa bruja de los
cabellos, anhelaba sacudirla por haberse metido entre ellos, deseaba reclamar a
Hyun Joong como suyo. Deseaba tantas cosas, sin embargo, no hizo nada.
Permaneció en silencio, acurrucado entre la pared y el suelo.
—¡JaeJoong! —la sorprendida voz de Hyun Joong lo sacó de su
letargo. —¿Cuánto tiempo llevas ahí?
¿Cuánto? Pues a juzgar que Hyun Joong estaba de pie, con la
ropa desordenada y el silencio en la sala, JaeJoong podía deducir que mucho.
—L-lo suficiente —susurró JaeJoong. No quería hablar, no le apetecía,
porque sabía que su voz se rompería. Como pudo, se levantó de su sitio.
—JaeJoong, no quería que te enteraras de esta forma —comenzó
su disculpa.
—Tomaré mis cosas —dijo en el mismo tono de susurro. En
ningún momento lo miró a los ojos. Temía que fuera a quebrarse si lo hacía. No
deseaba ver la expresión de congoja que el otro le dedicaba. Lo único que quería
era salir de allí.
Y, ahí se fue su grandioso día.
Las semanas que siguieron después del encuentro fueron,
realmente una tortura. El chico que muchos deseaban, el chico “ejemplo a
seguir”, había sido cambiado de la noche a la mañana. Hyun Joong no tuvo
reparos en eso. En cuando JaeJoong dejó su apartamento llamó de nuevo a la
porrista. Ahora se los veía en cada esquina haciendo más que demostraciones
públicas de afecto.
Muchos miraban a JaeJoong compadeciéndolo, otros de forma
sospechosa, como si él fuera el culpable de la situación. Una parte de él, estaba
totalmente de acuerdo con eso, otra renegaba, pero generalmente era acallada
por la parte que estaba acorde.
Pero, a pesar de todo eso, lo único que JaeJoong deseaba era
volver a su bonita relación. JaeJoong quería de regreso a Hyun Joong.
***
—Mira. He encontrado esto —JunSu, amigo muy cercano a
JaeJoong estaba dispuesto a ayudarlo en todo. Habían investigado en internet y
las revistas para chicas, pero hasta ahora no habían conseguido resultado alguno.
Bueno sí, quizá que YunHo, amigo de ambos rodara los ojos cada vez que
intentaban algún nuevo tip leído por ahí.
—¿Qué es? —cuestionó JaeJoong con curiosidad. En su afán por
volver a tener de regreso a su novio, habían terminado en la biblioteca. Para
ser más exactos en el área de esoterismo.
YunHo, quien se preguntaba cómo había dejado que lo
arrastraran con ellos, solamente rodó los ojos. Mientras veía como JunSu y
JaeJoong inclinaban la cabeza hacia un libro especialmente viejo, con
encuadernado de piel y hojas amarillas, YunHo sobaba su nuca ligeramente. A
pesar de sentir una punzada en su corazón por la situación, YunHo haría lo que
fuese necesario para volver a traer la sonrisa y el brillo en los ojos de
JaeJoong.
—¡Oh! ¡Debemos intentarlo! —los ojos de JaeJoong brillaron de
alegría. YunHo sonrió. Sí, haría todo por ese chico, incluido traer a su
pomposo novio de regreso.
Cuando el brillo pasó a ser más que un resplandor, y los
cuchicheos entre ambos chicos comenzaron, YunHo sintió miedo. Nada bueno salía
de tener a esos dos secreteándose. Por pura y simple curiosidad, se asomó.
Necesitaba estar preparado para saber el rumbo que tomarían las cosas. Alcanzó
a leer solo un párrafo antes de que cerraran el libro decidiendo llevarlo
consigo.
Hechizo para Recuperar un Amor
Ingredientes:
Un mechón de nostalgia
Un puñado de polvo de melancolía
Algún diente de dragón
3 gotitas de lágrimas de amor
2 o 3 besos no dados
Un poco de sangre de la herida hecha
Varios trocitos de tu corazón hecho pedazos.
YunHo arrugó el entrecejo, mientras seguía a los muchachos a
la salida, quienes llevaban al libro como su máximo tesoro, bien envuelto entre
sus brazos.
Cuando salieron de la biblioteca con nada más que esperanza y
un libro en la mano, no pensaron realmente en nada. Ahora, sentados los tres en
el alfombrado suelo de la habitación de YunHo, se debatían por el significado
oculto de las cosas.
—Debe estar en algún tipo de clave —afirmaba JunSu con
seguridad.
JaeJoong miró de nuevo al libro, abierto por la página que
podía traer de regreso su felicidad. —¿Cómo lo deduciremos?
El triste puchero que JaeJoong hizo, tuvo a YunHo sobre el
libro por segunda vez. Después de todo ¿qué tan difícil podría ser? Arqueó una
ceja cuando releyó el texto. Si, bien, tendrían que encontrar otra forma para
que JaeJoong recuperara el amor de Hyun Joong.
—Yo…
—¿Has podido deducirlo? —la esperanza brillando en los
bonitos ojos negros de JaeJoong, que lo miraban más cerca que nunca. YunHo se
perdió unos instantes en esos ojos negros, su mirada vacilante hacia sus
regordetes labios rojos y de nuevo hacia sus ojos. YunHo se sonrojó.
—Ah… —se apartó un poco. Su cerebro no conectaba ninguna
neurona con JaeJoong tan cerca. —No —dijo al fin. Y, ahí estaba de nuevo, ese
triste pucherito en JaeJoong. —No te preocupes, encontraremos la manera. Estoy
seguro, igual que JunSu, que solo es una metáfora de lo que realmente se
requiere.
Un
mechón de nostalgia.
Por más que lo intentaban, no sabían a qué se refería
exactamente. Habían ido de nuevo a la biblioteca en busca de algo que les
ayudase a resolver el misterio, pero cada que iban, regresaban con más enredos
en la cabeza.
Al final, decidieron recurrir a ayuda profesional. Seguros
como estaban, que el hechizo funcionaría, solo preguntaron por ese ingrediente.
No necesitaban que los llenaran de hechizos para amarre hechos con quien sabe
qué o los miles de amuletos para atraer al amor. Porque, JaeJoong solo
necesitaba un corazón de regreso, y ese era el de Hyun Joong.
«Ahora que se ha
acabado todo, casi antes de comenzar, voy buscando algunas respuestas, pues no
paro de preguntar».
Solo esas simples palabras, dichas con la añoranza de que
Hyun Joong volviera con él, al tiempo que cortaba uno de los mechones de su
cabello.
JaeJoong miró a YunHo a través del espejo del baño. Como
siempre, estaban en casa del más alto. El hecho de que JaeJoong lo mirara para
pedir su apoyo era infinitamente importante para YunHo. Eran amigos desde
niños, jamás había pasado por su mente que esa relación cambiara, sin embargo, con
los sucesos acontecidos, YunHo comenzaba a replantearse la idea. Sí, JunSu
también era su amigo desde niño, pero estando a lado de JaeJoong, sus neuronas
se desconectaban totalmente, algo que no sucedía con el menor.
YunHo le sonrió, tratando de transmitirle la seguridad que
JaeJoong pedía con sus ojos. Y asintió. De esa manera, la sonrisa le fue
devuelta y JaeJoong puso una expresión de total enfoque mientras recitaba los
versos que le fueron dados. Las tijeras cortaron solo un mechón de sus bonitos
cabellos. Mechón que fue guardado rápidamente en un frasco de cristal.
Primer ingrediente ¡listo!
—¿Crees que funcionará? —le preguntó JaeJoong.
—Debemos confiar —respondió YunHo, atrayendo a su amigo en un
gran abrazo. Uno que pareció durar más de lo que un abrazo normal duraba. Y es
que, JaeJoong se sentía tan bien entre los brazos de su amigo, y YunHo, bueno,
YunHo jamás había disfrutado tanto del calor de otro cuerpo. Los cabellos de
JaeJoong le cosquilleaban la nariz, su aroma a frutillas se colaba por sus fosas
nasales. Se sentía tan correcto, que no quería soltarlo.
Un carraspeo detrás de ellos los hizo separarse. JunSu los
miraba de forma curiosa, pero no comentó nada. Tomó el frasco y lo colocó
dentro de una caja de madera.
—Bien. Ahora ¿cuál es el siguiente?
Un
puñado de polvo de melancolía.
YunHo y JaeJoong se miraron una vez más. JaeJoong le dedicó
una hermosa sonrisa y YunHo se derritió. Sí, ahí estaba ese sentimiento de
nuevo, ese que llevaba a su corazón a palpitar más rápido de lo normal.
JaeJoong siguió a JunSu a la habitación de nuevo. YunHo se
quedó divagando en lo hermosa que era la sonrisa de su amigo.
—¿Dónde conseguiremos el polvo de melancolía? —preguntó más
para sí mismo JaeJoong. Puso un dedo en su boca en un gesto de total concentración, haciéndolo ver malditamente
lindo. YunHo se preguntó ¿siempre ha sido así de lindo?
—¿Será droga? —JunSu arrugaba su frente como no gustándole la
idea. —Sí, debe de serlo. Será lo que lo atraiga —dijo convencido. YunHo miró a
JunSu. JunSu también era lindo, lindo e infantil, pero muy diferente de
JaeJoong. Porque el sentimiento que tenía por JunSu era más parecido al de un
hermano mayor, mientras que el que tenía por JaeJoong… JaeJoong le volvió a
sonreír y YunHo perdió el hilo de sus pensamientos.
—¿YunHo? —¿Su nombre siempre había sonado así cada vez que
JaeJoong lo pronunciaba? —YunHo, ¿estás bien? —JaeJoong estaba cerca de él. Le
tomó la mejilla con su mano, acariciándolo solo un poco. —No tienes fiebre
—dijo.
—Ah… yo… estoy bien —articuló al fin. Sacudió un poco su
cabeza. Notó de nuevo esa mirada en JunSu, quien solo se encogió de hombros.
—Como decía, yo creo que es droga —retomó JunSu.
YunHo tuvo que hacer un esfuerzo en centrarse en la
conversación y no en los rosados y abultados labios de JaeJoong, que se movían
como si trataran de hipnotizarlo. Sí, YunHo creía que el hechizo debía contener
algo de droga para hacerlo adicto, aunque, pensándolo mejor, los labios de
JaeJoong parecían tener ese algo que nunca te cansarías de besarlos.
—¿Entonces?
—No creo que sea droga. Lo mejor será preguntarle de nuevo a
Madame —resolvió YunHo al fin. A pesar de no poder pensar en otra cosa que no
fueran los labios de JaeJoong, vagamente había escuchado a JunSu hablar sobre
el amigo de un amigo que conocía a ese otro amigo que tenía contactos con el
bajo mundo, todo para conseguir un poco de polvo blanco.
—Nos va a estafar de nuevo —JunSu torció un poco la boca.
—Para que nos dijera sobre el “mechón de nostalgia” nos trajo ida y vuelta,
puros rodeos daba y nada de nada.
—Sí, pero es más seguro. Ella es la que sabe interpretar
estas cosas.
—Aún sigo pensando que es droga.
«A pesar de que no
estás, te llevo cosido a mi piel. Tú recuerdo se ha instalado en mi vivir».
Hablar con la mujer había resultado más sencillo que la
primera vez. No parecía muy interesada en ellos hoy. Es más, les dijo que había
tenido una visión acerca de su futuro. JunSu, quien en un primer momento estaba
reacio a verla de nuevo, le brillaron los ojos por descubrir su futuro. YunHo y
JaeJoong declinaron amablemente la oferta, pero esperaron a que JunSu saliera.
El lugar olía a incienso, tenía las luces bajas para dar un
aire de misterio, y en su mayoría estaba decorado con almohadones color vino y
flores secas. Con todo eso, YunHo no podía dejar de oler el delicioso aroma que
JaeJoong desprendía. ¿Siempre había olido así o recientemente cambió su
perfume? Sin poder evitarlo, YunHo se acercó a JaeJoong. Se colocó detrás de
él, al tiempo que le sujetaba los hombros, no demasiado cerca, pero tampoco muy
lejos. YunHo solo quería disfrutar un poco más de ese aroma.
—Ella me dijo que ¡pronto conoceré al amor! —gritó JunSu más
feliz de lo que lo habían visto en días.
—¿De verdad? —preguntó JaeJoong. JunSu asintió varias veces,
visiblemente emocionado. Entonces, ambos chicos se tomaron de las manos y
comenzaron a dar saltitos cual colegialas enamoradas. YunHo sonrió con ternura.
—Vamos, tenemos que ir a casa. Creo que YunHo no se siente muy bien.
—¿Por qué? ¿Qué tiene? —preocupado JunSu se acercó a él. Examinándolo
de arriba abajo en busca de algún síntoma.
—Me parece que tuvo un ligero mareo porque se sostuvo muy
fuerte de mí. Además no dejaba de respirar esforzadamente, como si estuviera
sofocado.
JunSu paró el examen que le hacía a YunHo al escuchar a JaeJoong.
Ladeó un poco la cabeza, dedicándole esa
mirada que ahora se estaba haciendo muy común para él. YunHo, quiso sostenerle
la mirada, pero no pudo evitar ponerse colorado hasta las orejas.
—Creo que no tiene nada —dijo JunSu.
—Humm, no me lo parece —JaeJoong refutó. Una parte de YunHo
se sentía volar con la preocupación de JaeJoong, pero cuando éste se le acercó,
sus neuronas, de nuevo, dejaron de funcionar. —Mira, ahora parece tener fiebre.
Esta muy colorado.
Y eso en nada ayudaría a que el color normal de YunHo
regresara a su rostro. Así que ignorando los refunfuños de JunSu, volvieron a
casa. JaeJoong se tomó la molestia de cocinar una rica sopa caliente, y YunHo no
tuvo el valor para decir que no estaba enfermo, así que se dejó cuidar por
JaeJoong.
—Encontré nuestro polvo de melancolía —dijo JunSu,
irrumpiendo el momento en el que JaeJoong alimentaba a un recostado YunHo.
Llevaba en la mano un paquete de harina. —Esto, más la frase mágica debe
funcionar.
Y así lo hicieron. JaeJoong tomó un puño de harina entre sus
manos y recitó los versos antes pronunciados por la mujer. Después, al igual
que el mechón, la harina, ahora mágica, fue colocada dentro de un frasco y
guardada en la misma cajita que el mechón.
Segundo ingrediente ¡listo!
Algún diente de Dragón.
El tercer ingrediente parecía ser un poco más complicado. Era
a la vez sencillo de analizar, pero difícil de obtener. ¿Dónde demonios
encontrarían un diente de dragón? Mejor aún ¿los dragones existían?
—Revisé en varios documentos —comentó JunSu, dejando caer
sobre la mesa varios volúmenes. —En muchas culturas aparecían este tipo de
seres, hay gran variedad de ellos. Sin embargo, ahora no existe prueba de que
aún haya alguno, más que los escritos.
—Yo vi un documental donde decían que era imposible que ellos
existieran —dijo YunHo. Lo había visto no hace mucho, le pareció interesante
cómo algunos científicos debatían sobre la existencia de estos seres, si
volaban o si lanzaban fuego por la boca. Pero, en ese momento deseó haber
mantenido su comentario para sí mismo. JaeJoong había vuelto a poner un triste
pucherito en su rostro. —Seguramente se equivocaron. Ya verás que encontraremos
uno. Incluso si tenemos que desenterrarlo para conseguir uno de sus dientes —le
tomó la mano a JaeJoong, sintiendo un calor muy agradable recorrerlo desde ese
punto donde sus pieles se conectaban. JaeJoong le sonrió. YunHo supo que
exhumaría tumbas por esa sonrisa.
Así, se embarcaron en una ardua búsqueda sobre alguna tumba
de dragón. Leyeron miles de historias y documentos donde constaba la aparición
de estos seres alados, de su innegable inteligencia, su magia y poder. Pero
nadie decía dónde hallarlos.
—Estoy muerto —se rindió JunSu. Ahora eran todos unos ratones
de biblioteca con tal de encontrar algo que los llevara hasta un dragón. —Iré
por algo de beber. ¿Quieren algo?
JaeJoong negó con la cabeza. Su semblante se volvía triste a
más tiempo que pasaban sin encontrar rastro. —Agua —pidió YunHo.
Ambos miraron a JunSu salir del lugar. YunHo trató de volver
al texto, pero los suspiros de JaeJoong no se lo permitieron. —¿Crees que lo
encontremos? —le preguntó con un dejo triste.
A veces YunHo deseaba retorcerle el cuello a Hyun Joong por
haber roto el corazón de la persona más hermosa que YunHo conocía, pero luego,
recordaba que eso dañaría a JaeJoong. Así que mejor ayudaría a traerlo de
regreso, aunque para nada le gustara la idea. Empezaba a pensar que JaeJoong
estaría mejor con alguien más, con alguien que lo supiera valorar, con alguien
que lo amara incondicionalmente, que lo protegiera y que lo hiciera reír,
alguien, alguien, como él.
YunHo le tomó de la mano a través de la mesa y le sonrió.
—Seguro.
Esa fue la primera vez que JaeJoong se sonrojó. Hacía mucho
que no le pasaba eso, al menos no con YunHo. Cuando YunHo volvió a bajar su
vista hacia el libro que estaba leyendo, JaeJoong se tomó un tiempo para
admirar a su amigo.
Jamás les había dicho, ni a él ni a JunSu la verdadera razón
por la que nunca aceptó salir con nadie hasta Hyun Joong. JaeJoong siempre
había admirado a YunHo. Él, con su porte galante y caballerosidad conquistaba
el corazón de cualquiera, más importante de eso, era el hermoso ser humano que
es, se preocupaba por sus amigos, familia, desconocidos y animales. JaeJoong
veía en YunHo todas las cualidades de una pareja, pero su amistad siempre fue
más fuerte que todo eso.
Por esa razón, después de cinco años de insistencia, Hyun
Joong había sido el candidato ideal. No porque se pareciera a YunHo, no,
distaban de serlo, si no porque había pensado que realmente lo amaría como
YunHo siempre decía que debía ser el amor. Sin embargo, erró. Hyun Joong no lo
amó lo suficiente, pero, eso estaba por cambiar, lo traería de regreso.
—¡Lo encontré! ¡Por fin! —JunSu gritó desde la entrada.
Varias cabezas se giraron para verlo, mientras la encargada le dirigía unas
palabras acerca del respeto por la lectura y coas así, que en definitiva, JunSu
no escuchó.
Fueron arrastrados por un estruendoso JunSu a las afueras de
la cafetería ubicada cerca de la biblioteca. Miraron alrededor del lugar,
esperando ver alguna oculta entrada a un aún más oculto lugar, tumba de alguna
vieja civilización o simplemente un resguardo de la criatura que ahí moraba.
Por más que miraron el lugar les parecía completamente
normal. Personas caminando por la calle, los mismos muros de siempre, la
cafetería con sus grandes ventanales que dejaban entrever por ellos. Pero,
nada. No hallaron algún rastro que fuera indicio de la entrada a una catacumba
o algo por el estilo. Lo más atemorizante fue quizá, el enorme Rottweiler que
se encontraba encadenado fuera de la cafetería, seguramente esperando por su
amo. Las personas lo evitaban. Sus enormes dientes se mostraban a la menor
señal de invasión a su privacidad.
—No veo nada, JunSu —dijo calmadamente YunHo. Seguramente su
amigo se volvió loco después de tanto libro leído. No estaba seguro de que
JunSu hubiera leído una cantidad de volúmenes en tan corto tiempo, es más, ni
siquiera él lo había hecho. Tal vez sus neuronas se sobrecargaron.
—¡No lo ven! —exclamó escéptico, para él era muy claro que la
respuesta estaba frente a ellos. JaeJoong y YunHo se miraron un momento antes
de negar. —¡Ahí está!
Antes que cualquiera pudiera decir algo más, el enorme perro
ladró. —¡Dragón! —un hombre salió apresuradamente de la cafetería.
—¡Compórtate! —reprendió.
Dragón. Ese era el nombre del perro. Perro que solo ladeó la
cabeza como si le causara curiosidad el porqué su amo lo regañaba. Y, ahí, en
sus fauces, se encontraba lo que ellos tanto anhelaban. Algún diente de Dragón.
JaeJoong y YunHo se miraron espantados. JunSu sonreía por sus
descubrimientos, seguramente pensando que debía dedicarse al esoterismo, tenía
futuro en ello.
Siguieron al perro hasta su hogar, no muy positivos de cómo
obtener el diente de dragón, una tarea que al parecer ninguno de ellos quería
realizar. Primero, intentaron acercarse, pero en seguida supieron que no
obtendrían lo que querían sin unas cuantas mordidas. Así que, ahora la
prioridad era conseguir un equipo de seguridad, de ese lleno de esponjas y
cosas, que utilizan para entrenar canes.
—Y-Yo lo haré —se ofreció un temeroso YunHo. Por muy
acolchonado que fuera, el traje tenía sus limitaciones, por lo que si deseaba
escapar rápido, no sería. Solo deseaba
que las mordeduras no necesitaran más de una puntada.
La mente de JaeJoong volvió a meses atrás, cuando aún
caminaba de la mano con Hyun Joong. Recordaba que su gorra favorita había
caído, y un pequeño ladronzuelo de cuatro patas se la había llevado antes de
que él pudiera recogerla. Lo siguieron un par de cuadras, pero el pequeño era
escurridizo, entonces, Hyun Joong decidió dar por terminada la cacería.
JaeJoong había protestado enérgicamente, argumentando que era su favorita, pero
Hyun Joong solo desdeñó sus esfuerzos con un simple «es solo una gorra». Para
JaeJoong, aquello no era una simple prenda, era un regalo muy valioso. YunHo la
había conseguido para él, después de que su estrella favorita de beisbol la
firmara, y ahora, estaba perdida.
Aquel ni siquiera era un perro grande y fiero, solo era una
criatura traviesa, pero Hyun Joong no quiso arriesgarse a ensuciar sus zapatos
por regresar su gorra. En cambio YunHo, estaba a punto de enfrentarse,
literalmente a un dragón. Se veía asustado, pero también decidido.
—No te preocupes, JaeJoong. Lo conseguiré para ti —le dijo.
YunHo le dio un beso en la frente y el corazón de JaeJoong se disparó a galope.
Algo en sus emociones comenzaba a cambiar…
***
—¡Auch! —se quejó YunHo. —Duele, trátame con cuidado —miró
feo a JunSu que era el que intentaba retirarle todo el equipo de seguridad.
JaeJoong suspiró, al final, después de todo había sido un
fiasco. Dragón persiguió a YunHo por todo el lugar, el jardín de su casa.
Tuvieron suerte de que sus dueños no estuvieran para llamar a la policía.
Aunque no se puede decir lo mismo de YunHo. Cuando parecía que se había librado
de las fauces del feroz animal, Dragón lo tomó por la pierna y lo sacudió con
gran fuerza. Arrastró a YunHo por un buen tramo, hasta que, YunHo, haciendo
acopio de su ingenio y fuerza, introdujo una rama dentro de su hocico y con
ella hizo palanca para liberar su dolorido miembro. Lo que funcionó a medias.
Si bien, Dragón lo soltó, en unos instantes estuvo de nuevo sobre él, solo que
en esta ocasión fue el brazo izquierdo.
A JaeJoong casi se le va el alma cuando aquel perrazo se
abalanzaba sobre YunHo, se sintió especialmente culpable, ya que su amigo
estaba haciendo todo esto solo por él. JunSu a su lado no ayudaba nada con su
griterío.
Al final, YunHo pudo soltar las amarras del protector de ese
brazo, entreteniendo al perro el tiempo suficiente para escapar. Pero, a pesar
de todo el esfuerzo, no pudieron obtener algún diente de Dragón.
JaeJoong volvió a suspirar. Tanto esfuerzo insubstancial.
—¿Qué sucede? —le preguntó YunHo. JaeJoong estaba arrodillado
a su altura. YunHo llevó su mano derecha le había tomado su mejilla y JaeJoong
se recargó en ese toque.
—Es que fue en vano. Además… —miró la mano herida de YunHo.
—Además te hiciste daño y… —sus ojos se comenzaron a llenar de agua.
—¡Hey! No llores, hermoso —le susurró con gran cariño en su
voz. Depositó un beso en su frente y dijo: —Esto no es nada, son solo algunos
rasguños. —JaeJoong miró de nuevo los feos moretones que tenía, además de
raspones que JunSu estaba curando. Su pierna, afortunadamente ilesa, tenía solo
una pequeña cortada sangrante e infinidad de cardenales. —Son mis heridas de
batalla —YunHo dijo con un tono de orgullo, sacándole una sonrisa a JaeJoong.
—¿Y quién dice que fue en vano? —la sonrisa de YunHo se amplió cuando la
expresión de JaeJoong cambió a una perpleja. De su bolsillo sacó un largo
colmillo. —Se le cayó cuando mordió mi brazo, al parecer esas cosas —señaló las
protecciones —están hechas de algo más duro porque ahí se atoró el colmillo.
Así que antes de que soltara la agarradera, lo tomé.
Sorpresivamente, JaeJoong lo abrazó por el cuello. —¡YunHo!
—le llamó. YunHo solo alcanzó a sonreír y corresponder el abrazo con su mano
derecha.
Sí, JaeJoong se sentía cálido, perfecto entre sus brazos,
como si perteneciera ahí. Con un poco de recelo, YunHo tuvo que soltarlo cuando
JunSu intentó apartarlos para continuar poniendo ungüento a los moretones que
YunHo tenía.
Y, de nuevo, ahí estaba ese sentimiento. Solo que ahora
parecía desbordarse a través de los ojos del otro, como si le correspondiera.
—¡Auuh! —gritó YunHo cuando JunSu le apretó la venda más de
lo normal.
—Ups. Lo siento —respondió JunSu, aunque claramente se veía
en su rostro que no. —Bien —dijo cuando terminó con su labor. —Ahora que
tenemos el diente de dragón, ¿cuál es el siguiente paso?
YunHo y JaeJoong se miraron, sonrieron ante la efusividad del
menor. Colocaron al diente de Dragón en un frasco y lo guardaron en la misma
cajita de madera en la que iban poniendo todos los ingredientes.
Tercer ingrediente ¡Listo!
3 Gotitas de Lágrimas de Amor.
Los tres chicos miraban la lista con las cabezas juntas.
—Eso es lo más sencillo hasta ahora —comentó YunHo.
—No lo sé. Siento que debe haber algún truco o algo, no creo
que sea así de sencillo —comentó JunSu.
—No puede haber mayor truco en esto. JaeJoong tienen que
poner tres lágrimas de amor —insistió YunHo. —Este es sencillo porque es lo que
más ha derramado JaeJoong.
A JaeJoong le pareció que eso último lo decía con un poco de
resentimiento, no estaba seguro de si era porque eran amigos o por algo más.
—Pues entonces ¿qué estamos esperando? —dijo un alegre JunSu.
YunHo miró a JaeJoong como diciendo que JunSu no tenía
remedio.
A JaeJoong siempre le habían gustado los ojos marrones de
YunHo, a veces sentía que el mundo se podía ver a través de ellos, porque
JaeJoong sentía que ese color reflejaba la vida. Cualquiera podía asimilar a la
vida con el color verde o azul, pero no JaeJoong, JaeJoong siempre lo asimilaba
con el color de los ojos de YunHo, un color parecido a los troncos de los
árboles de avellana cuando se humedecían. Eso también le recordaba el amaderado
aroma YunHo.
—¿Y bien? —cuestionó JunSu.
—Bien ¿qué? —increpó JaeJoong. Se había perdido en los ojos
del más alto unos segundos, segundos los cuales aprovechó JunSu para traer un
frasquito, que ahora JunSu sacudía frente a JaeJoong. —Pero, no tengo ganas de
llorar ahora.
—¿Debo pegarte o algo?
JaeJoong miró a YunHo en busca de ayuda. —Si JaeJoong llora y
suelta las tres lágrimas, no serán de amor, serán porque tú le has pegado.
Entonces eso significa que no son las que necesitamos.
—De acuerdo —cedió JunSu. —Entonces ¿Cuándo vas a llorar por
amor?
JaeJoong no tenía una repuesta para eso. Hace algún tiempo
había dejado de llorar por Hyun Joong. Sinceramente pensaba que era porque se
estaba centrando en traerlo de nuevo a su lado, pero a veces simplemente no
sabía.
YunHo se acercó, acomodó su cabello detrás de la oreja. —No
te inquietes, no tienes que hacerlo frente a nosotros.
YunHo lo miraba de una forma que Hyun Joong jamás lo miró.
Los ojos de YunHo transmitían una calidez infinita, seguridad y si a JaeJoong
no le fallaba, diría que amor, aunque bien podría ser cariño. Con todo, distaba
de ser la mirada de lasciva y vanidosa de Hyun Joong. Haciendo memoria, pocas
veces Hyun Joong lo miró de forma tan cálida como YunHo, parecía más querer
lucirlo como un objeto que tratarlo como novio.
JaeJoong arrugó el entrecejo por el rumbo de sus
pensamientos.
—Bien, entonces nos marcharemos —anunció JunSu. —Estaremos
viendo televisión en lo que tú encuentras un lugar cómodo para soltar esas
lágrimas.
YunHo negó con la cabeza al ver salir a JunSu. Ese chiquillo
aparentaba ser infantil, pero algunas ocasiones decía las cosas de forma
demasiado brusca.
—No hay porqué apresurarse —le dijo con suavidad a JaeJoong.
—Tómate tu tiempo —besó su mejilla y se retiró. A JaeJoong le temblaron las
piernas. Se sentía como Bambi recién nacido con el solo sentir los labios de
YunHo sobre su piel.
Dio vueltas por la habitación varias veces. Pensando y
pensando. Incluso llegó a evocar el asunto de la traición, pero en lugar de
llorar, solo sintió coraje. Una furia ciega. No, nada de eso serviría.
Finalmente, harto de dar vueltas sobre su eje, decidió lo más
sensato. Se preparó mentalmente, mordió una toalla y respiró profundo. Lazó su
pie hacia una de las esquinas de un mueble. Y ¡por Dios! Si no le salieron
lágrimas.
La toalla acalló su grito de dolor, pero JaeJoong se apresuró
a recoger las lágrimas que estaba derramando. Fungirían igual, ¿no? Bueno eso
esperaba. Con sumo cuidado de no derramarlas, porque eso significaría repetir
el proceso, JaeJoong las colocó junto a los demás ingredientes.
Cuarto ingrediente ¡listo!
2 o 3 besos no dados.
Se encontraban en un nuevo dilema. ¿Cómo diablos iban a
encapsular besos?
—Debe haber un ritual —comentó JunSu seguro. —Debemos ir con
Madame, eso sería lo más prudente.
Tanto JaeJoong como YunHo sabían que la verdadera intención
de JunSu al ir con la Madame no era precisamente el cómo encapsular besos, sino
saber sobre su futuro. Más exactamente, saber sobre su futuro amor.
Al llegar al lugar la mujer los miró con curiosidad. No
estaban ahí para que ella les leyera las cartas, o la mano, incluso el té.
Tampoco venían por algún hechizo de protección ni amarre. No, ellos venían en
busca de ingredientes. ¿Para qué? Ella no lo sabía.
—Besos no dados —repitió la mujer. —¿Para qué quieren saber
todo esto? —la curiosidad la había vencido.
—Dah. Para un ritual —respondió JunSu.
La mujer mayor lo miró un segundo, deliberando si debía pasar
por alto el ofensivo tono de JunSu o no. —¿Qué clase de ritual? Lo que
mencionan me parece un hechizo de amor. Saben bien que puedo hacer un amarre al
corazón de la persona que deseen, y él o ella quedarán prendados de ustedes,
¿verdad?
—No es para amarrar el corazón de alguien —contestó
suavemente JaeJoong. —Además he escuchado hablar acerca de esa clase de
embrujos. Los deja, como idiotizados y hay que hacer el conjuro constantemente.
—Yo no diría idiotizados, quizá solo un poco bobos. Y sí, el
conjuro tiene que hacerse seguido para que mantenga su efecto —contestó la
mujer.
—Bien. Nuestro hechizo no es para nada como esos. Es para
recuperar el amor.
La mujer arqueó una ceja, pero no les dijo que el amor no es
algo que se pueda crear a través de un conjuro, y si el amor ha dejado ese
corazón, difícilmente volverá. —¿Por qué no me muestran los ingredientes que
faltan?
Los chicos se miraron, después de todo, estaban próximos a la
luna llena, que era cuando se tenía que hacer el ritual. Si no conseguían todos
los ingredientes a tiempo, entonces tendrían que esperar hasta el siguiente
mes.
«Aunque nunca volverás,
busco en el trastero de mí, ese beso
abandonado que nunca te di».
Ahora, el dilema no era cómo o con qué palabras encapsular
los besos, sino que al ser besos no dados al ser amado, debían ser dados a otra
persona.
—¿Y bien? ¿Qué esperan? —increpó JunSu.
YunHo y JaeJoong se miraban nerviosos. Uno frente al otro,
sin saber muy bien cómo comenzar. Ansioso de que el contrario diera el primer
paso.
—¡Oh, vamos! No es como si nunca se hubieran besado. Si mal
no recuerdo el primer beso de ambos fue con ustedes mismos.
Y así era. Claramente podían recordar aquel juego en el que
los encerraban en el armario hasta que se besaran. JunSu fue, precisamente el
causante de eso. Por aquellos días, JaeJoong tenía problemas con los lugares
pequeños y cerrados, se asustaba con facilidad, por lo que YunHo tomó las
riendas del asunto y besó los bonitos labios de JaeJoong. Acallando con eso dos
cosas, los sollozos que comenzaban a brotar de JaeJoong por el miedo y sus
propios pensamientos. JaeJoong solo recordaba lo cálidos y húmedos que estaban
los labios de YunHo.
Ambos chicos se sonrojaron, sin duda pensando en lo mismo. De
aquello habían pasado ya más de 6 años. Jamás volvieron a tocar el tema, hasta
hoy.
—Me haré viejo si sigo esperando —apuraba JunSu.
Inspirando para darse valor, YunHo se acercó. Consciente de
cómo JaeJoong lamía su labio inferior. Inconsciente de que un leve gruñido
había salido de su garganta como respuesta al acto de JaeJoong. Lo demás solo
fue sensaciones.
Podían escuchar a JunSu recitar la frase que encapsularía ese
beso, pero por Dios si ellos podían parar.
En aquella ocasión no fueron totalmente conscientes de las
sensaciones que ahora se disparaban. YunHo no podría recordar con detalle si
sintió lo que ahora sentía. Los labios de JaeJoong eran suaves, perfectamente
amoldables a su boca y sabían a fresas.
JaeJoong sentía cosas que no debía sentir, cosas que jamás
despertaron a lado de Hyun Joong. YunHo hacía emerger en él algo, como una
bestia que se alimentaba solo del aliento de YunHo, del cándido aliento de
YunHo.
Solo se separaron cuando el aire les hizo falta. Tampoco
fueron conscientes del momento en que YunHo atrapó a JaeJoong por la cintura, o
de cuando JaeJoong apresó el cuello de YunHo con sus brazos para atraerlo más
cerca.
—Ahhh —JunSu solo observó divertido. —Bien, nos falta uno
más.
Las mejillas de JaeJoong estaban sonrojadas. YunHo trataba de
recuperar el aliento, pero no podía quitar la vista a esos labios color cereza.
Con una mano firmemente en su cintura, la otra atrajo la cabeza de JaeJoong
hacia él. Buscando sus labios, disfrutando del sabor, mordisqueándolos,
sintiendo como JaeJoong respondía a su toque al tirarle de los cabellos.
—Solo por si las dudas, guardaremos otro más —oyeron que
JunSu decía.
La verdad, estaban más ocupados conociendo la boca de ambos.
Lentamente YunHo pidió permiso con su lengua para entrar en la boca ajena.
Permiso que le fue concedido sin dudar. JaeJoong se dejó llevar por la fuerte
imposición de YunHo, quien a pesar de que se imponía, lo hacía de una forma
sensual y dulce, no dejando a JaeJoong otra opción. Nada que ver con los
exigentes y controladores besos de Hyun Joong.
Al recordar a su exnovio, JaeJoong dio un paso atrás para
finalizar ese beso. Por muy exquisito que fuera, ¿no se suponía que él quería
de regreso a Hyun Joong?
JaeJoong bajó la mirada apenado. El sabor de YunHo seguía en
su boca, difícilmente olvidaría un beso como aquel.
JunSu había recitado los versos mientras mantenía el
frasquito en dirección de ellos. Supuestamente, ahora el aire ahí guardado,
contenía los besos no dados al antiguo amor.
Quinto ingrediente ¡Listo!
Un poco de Sangre de la Herida
Hecha
Habían pasado un solo incómodo día desde que consiguieron el
quinto ingrediente. Pero ni JaeJoong, ni YunHo dejaban de pensar en los besos
del otro, sus labios, su piel, su aroma, todo.
Desgraciadamente, hoy fue precisamente el día que Hyun Joong
escogió para pasearse en todo lugar donde él se encontraba. No sabía si fue
para martirizarlo, pero sin duda alguna, consiguieron sacar de su mente a
YunHo.
Claro, solo fueron cinco minutos los que YunHo estuvo fuera,
porque en cuanto llegó, Hyun Joong y la porrista se esfumaron de su cerebro,
incluso de su vista a pesar de que estaban frente a él.
—Creo que es el momento perfecto —le susurró. JaeJoong ni
siquiera carburó lo que YunHo trataba de decirle, estaba demasiado entretenido
viendo el coqueto lunar sobre sus labios. Es lunar que rogaba ser acariciado
con sus labios.
—¿Eh? —fue lo único que logró articular. El rostro de YunHo
estaba demasiado cerca de él. Deseaba que la distancia se acortara y pudieran
disfrutar de nuevo de esa sensación de sus bocas unidas.
JaeJoong comenzaba a sentirse acalorado. Sin embargo, un
pinchazo en el dedo anular izquierdo lo sacó por completo de las sensaciones
que lo embargaban con YunHo cerca.
—¡Auch! —soltó, pero, cuando quiso llevarse el dedo a la
boca, una mano firme lo detuvo. JunSu, quien aparentemente había hecho la
herida, apretaba su dedo fuertemente para que las gotas de roja sangre cayeran
dentro de un frasquito.
JaeJoong comenzó a preguntarse de dónde sacaba tantos frasquitos
JunSu, pero el chico estaba tan emocionado por hacer un ritual de magia que
hacía sonreír a JaeJoong. Además, YunHo había pasado su brazo por su espalda,
tratando de tranquilizarlo, logrando que se olvidara de todo lo demás excepto
YunHo.
—¿No sería mejor si hubiésemos esperado hasta el anochecer?
—preguntó YunHo. JaeJoong estaba de acuerdo con ello. La sangre estaría más
fresca de esa manera.
—No lo creo —respondió JunSu con seguridad, aún apretando el
dedo de JaeJoong para drenarle un poco más de sangre. —Ahora justamente la
herida se ha vuelto a abrir, es el momento ideal.
JaeJoong frunció un poco el ceño, pero luego echar un vistazo
en dirección donde YunHo para ver que Hyun Joong y la porrista daban un
acaramelado espectáculo.
—¡Consíganse un hotel! —les gritó JunSu.
Varios de los que por ahí pasaban rieron sin disimular. Al
parecer, JunSu no era el único que pensaba que la pareja necesitaba
urgentemente un lugar íntimo.
—Vamos —dijo YunHo, tomando la mano de JaeJoong al
levantarse, y sin soltarla durante todo el camino.
Sin poderlo evitar, la mente de JaeJoong hizo otra
comparación. A JaeJoong le gustaba caminar por las tardes tomado de la mano de
su pareja, lamentablemente Hyun Joong no era de la idea de ir de manita sudada.
Así que rara vez lo tomaba de la mano en público. Sin embargo, YunHo lo
sujetaba fuertemente, entrelazando sus dedos con los de él. Le sonreía, y su
sonrisa no solo abarcaba sus labios, sus ojos también lo hacían. Y JaeJoong, le
sonrió de vuelta, de la misma manera.
Tum-Tum resonaron sus corazones. Tum-Tum llamándose.
Sexto ingrediente ¡listo!
Varios trocitos de tu corazón
hecho pedazos.
JaeJoong comenzaba a cuestionarse sí realmente quería
continuar con el ritual. Porque, desde hace algún tiempo, había notado que las
cosas estaban cambiando con sus sentimientos.
Alentado por JunSu, JaeJoong dibujó un corazón sobre una
cartulina roja. Con dedicación la recortó y la puso junto a la cajita de madera
que contenía el resto de los ingredientes.
La noche había caído, y como de costumbre, estaban en la
habitación de YunHo. Hoy era luna llena, el día propicio que el ritual marcaba.
«Ahora que vivo en el
olvido. Ahora que vivo en el ayer. Ahora que mi corazón se ha partido en miles
de trocitos de ti».
Rezó JaeJoong, al tiempo que rasgaba el corazón, que con
tanto ahínco había hecho, en pequeños trozos.
Séptimo ingrediente ¡listo!
Ritual:
Aprovechando
la última noche en que la luna este llena, visitar el lugar donde le regalaste
su primer beso. En un recipiente de barro (sin barnizar) echar el mechón de
nostalgia, el diente de dragón y sofreírlo con lágrimas de amor. Añadir el
polvo de melancolía y dejarlo reposar por 15 min.
Añadir
dos o tres besos no dados y remover en sentido contrario a las agujas del
reloj, vierte la sangre de tu herida y sigue removiendo para que ligue bien.
Finalmente
añade los trocitos de tu corazón hecho pedazos, déjalo reposar a fuego medio
por 20 min.
Los tres chicos se miraron antes de empezar. Tomaron los
trocitos del corazón y los echaron en un sobre, que metieron dentro de la
cajita de madera.
Visitar el lugar donde le
regalaste su primer beso.
—¿Y bien? ¿Dónde fue tu primer beso? —preguntó JunSu.
JaeJoong miró a YunHo. Su primer beso fue en el diván que se encontraba en esta
misma casa en la planta baja. JunSu miró a YunHo. YunHo se encogió de hombros.
Si bien el propio JunSu fue quien los encerró juntos, nunca tuvo la seguridad
de que en realidad se habían besado, hasta ahora. —Bien. Ese primer beso no. El
que te dio Hyun Joong.
—Ah… creo que fue en su apartamento —respondió JaeJoong. —No,
espera. —Cuando JaeJoong visitó por primera vez el apartamento de Hyun Joong
llevaban casi tres meses de relación. Así que ese no fue el lugar, si mal no
recordaba, había sido una noche en que Hyun Joong le robo un beso después de
una salida al cine. —Fue en el jardín de mi casa.
JaeJoong pensaba que esto estaba mal si no podía recordar el
primer beso que se dieron, pero por alguna razón no paró.
Se trasladaron a casa de JaeJoong. Dijeron a sus padres que
harían una fogata y quemarían bombones para simular un campamento.
Recipiente de Barro sin
barnizar.
Bueno eso realmente no tuvo problemas. JaeJoong no sabía, ni
se quería enterar de cómo JunSu lo había obtenido, sin que él lo notara. Había
llegado simplemente por la mañana diciendo que tenía el caldero de bruja que
necesitaban.
La pequeña hoguera que estaban encendiendo tardó un poco en
arder. El gélido viento enfriaba sus mejillas, mientras veían el crepitar del
fuego. YunHo colocó en las manos de JaeJoong una taza humeante de café. Sus
frías manos comenzaron a calentarse, al igual que el corazón de JaeJoong por
cada una de las atenciones de YunHo.
—¡Yah! ¿Y yo qué? —exclamó JunSu. YunHo le sonrió a JaeJoong
negando con la cabeza, al parecer su joven amigo era un caso perdido.
Cuando el fuego alcanzó su buen tamaño, comenzaron a quemar
bombones, disfrutando especialmente de la compañía. Incluso olvidaron el
ritual. YunHo doraba los bombones perfectos y se los entregaba a JaeJoong,
quien los comía gustosos, entre cómplices sonrisas. JunSu, bueno, él,
literalmente quemaba los bombones.
Como si la luna quisiera recordarles el porqué de su estadía
ahí, brilló llamando su atención. Grande y plateada se alzaba en el oscuro
cielo con todo su esplendor.
—Es hora —dijo YunHo serio.
Colocaron el recipiente de barro al centro de la hoguera,
previamente YunHo había instalado un armazón para que se sostuviera el pequeño
caldero.
Se miraron unos a otros para comenzar. JaeJoong una vez más
quiso decir que no deseaba continuar, pero la mirada anhelante de JunSu por
verlo hacer un ritual, se lo negó. YunHo lo veía, pero JaeJoong no podía
descifrar su mirada.
Con un suspiro, JaeJoong avanzó con la cajita de madera que
contenía los ingredientes. La colocó a sus pies y leyó una vez más las instrucciones.
Echar el mechón de nostalgia,
el diente de dragón y sofreírlo con lágrimas de amor.
Con cuidado sacó los frasquitos correspondientes a los
ingredientes. El caldero estaba caliento, o eso creía JaeJoong porque no se
atrevió a tocarlo. Destapó primero el envase que contenía el mechón de su
cabello, dejándolo caer al centro del recipiente de barro. Se escuchó un
chasquido muy leve, mientras veía como las puntas de los cabellos del mechón
comenzaban a enrollarse. Añadió el diente de dragón, que tanto trabajo había
costado a YunHo. Después, vació la botellita donde estaban envasadas sus
lágrimas. No dijo, ni a YunHo, mucho menos a JunSu, que realmente eran lágrimas
causadas por un dolor físico, no por amor. Con una pala, de las que usaba en la
cocina, comenzó a menear los ingredientes.
El cabello parecía hacerse bolita y sus lágrimas evaporarse.
El diente seguía ahí sin ningún cambio.
Añadir el polvo de melancolía
y dejarlo reposar.
Así lo hizo, esparció la blanca harina dentro del recipiente.
Mezclándola bien con los húmedos cabellos chamuscados y el diente intacto.
Aguardaron por 15 minutos.
Añadir los besos no dados y
remover en sentido contrario a las agujas del reloj. Vierte la sangre de tu
herida y sigue removiendo para que ligue bien.
Cuando abrió el frasco vacío, que supuestamente contenía los
besos no dados, JaeJoong se sintió tonto. A decir verdad, desde que comenzó a
hacer el ritual se sentía de esa manera, sin embargo, continuó. Movió la masa
en sentido contrario a las manecillas del reloj, vertiendo la sangre que JunSu
le había exprimido.
Una mirada fugaz se le escapó hacia YunHo. YunHo parecía
pensar lo mismo que JaeJoong, tenía una mirada burlona en sus ojos y una
sonrisa tratando de ocultar.
JaeJoong estaba haciendo el ridículo.
Añade los trocitos de tu
corazón hecho pedazos, déjalo reposar a fuego medio.
Finalmente, con un último suspiro, abrió el sobre con los
trocitos de papel. Los aventó junto a todo lo demás, movió ligeramente y
suspiro. Eso era todo. Como no tenían forma de regular la temperatura de la
hoguera lo dejaron así.
—¿Eso es todo? —preguntó JunSu al cabo de 20 minutos.
—Eso es todo —respondió JaeJoong, tratando de retirar el
caldero del fuego.
La mezcla dentro de él era… bueno era una masa color rosado a
la que claramente se le veían cabellos de punta enroscada y cenizas de papel, y
al centro, como decorándola, el enorme colmillo.
A este punto, YunHo reía a carcajada abierta.
—¿No nos falta decir algunas palabras o algo?
JaeJoong miró el libro para comprobar. —No.
—¿Se lo tenemos que dar a beber?
¡Dios! YunHo no deseaba ser Hyun Joong en ese momento, no
cuando JunSu planeaba hacerle tragar esa masa rosada con pelos.
—En teoría no. Solo debemos esperar a que suceda.
—¿Y cómo sabrá el hechizo a quien traer de regreso? Quizá
debemos quemar una fotografía de Hyun Joong también.
YunHo se tomó de las costillas, le dolía la panza de tanto
reír. Pero, estaba a favor de quemar todas las fotos que JaeJoong tuviera de
Hyun Joong.
—Imagino que debe ser, porque la mayoría de los ingredientes
son conseguidos cuando piensas en él.
YunHo dejó de reír. A pesar del tonto ritual, JaeJoong seguía
pensando en Hyun Joong, y eso, carcomía su alma.
***
JaeJoong fruncía el ceño. Algo había salido mal, porque
evidentemente Hyun Joong no estaba a su lado. Seguía dando espectáculos de beso
francés por doquier. Había pasado más de una semana y no se veían resultados.
—Quizá, algo hicimos mal —dijo JaeJoong haciendo un puchero.
YunHo lo tomó por el mentón, lo miró a los ojos, muy cerca de
su rostro, tal vez demasiado, y, JaeJoong dejó de respirar. —Deberíamos volver
a revisar las notas. —Besó su frente. A JaeJoong se le subieron los colores al
rostro. —Posiblemente es mejor que la Madame haga el hechizo.
JaeJoong levemente asintió. Pero se dejó conducir de la mano
de YunHo a donde él quisiera llevarlo.
Sí. JaeJoong lo sabía. El hechizo no funcionaría porque en
algún momento dejó de pensar en Hyun Joong. A lo mejor realmente nunca lo amó.
Sí el hechizo no esto no da
resultado, visita el club de stripteese más cercano o contrata un servicio de
scorts.
YunHo rodó los ojos.
JunSu abrió la boca.
JaeJoong solo suspiró.
Algún farsante escribió eso dentro del libro. Quién sabe,
puede que todo el libro fuese una burla a algo. O tal vez no lo interpretaron
de la forma correcta…
Recomendaciones
Un mechón de nostalgia. Arréglate para salir. Viste lo
mejor para deslumbrar y ve a un bar.
Un puñado de polvo de melancolía. Baila, canta y ríe. Busca
a un buen candidato con buenos labios.
Algún diente de Dragón. Bebe. Funciona cualquier alcohol.
Emborráchate, si eso te da valor para olvidar.
3 gotitas de lágrimas de amor. Ebrio, seguro recordarás.
Llora, es bueno, deja que se laven tus penas.
2 o 3 besos no dados. ¿Recuerdas al candidato de buenos
labios? Bien, es momento de ahogarte en ellos.
Un poco de sangre de la herida hecha. Dolerá. Nadie dijo
que no, pero lo superarás.
Varios trocitos de tu corazón hecho pedazos. Así es como
quedó tu corazón después de aquel amor. Es momento de levantarlos, pegarlos y
seguir adelante.
Nota: Sí
aquel amor fue tan imbécil para dejarte ir, entonces no merecía tu corazón.
Sonríe, porque el verdadero amor está más cerca de lo que imaginas. Además, ¿quién
prescribe pócimas de amor? Así que, deja de llorar y levántate con una sonrisa.
YunHo reía.
JunSu bailaba.
JaeJoong reía con YunHo.
Sí, el amor está más cerca de lo que creía. YunHo siempre
había estado a su lado. YunHo siempre fue su ideal. YunHo nunca dudó de tomar
su mano. Y, a pesar de que no lo dijo en palabras, YunHo lo amaba tanto como
JaeJoong a él.
Hyun Joong solo fue una piedra en el camino, un bache para
que finalmente tanto YunHo como JaeJoong descubrieran sus verdaderos
sentimientos.
Llegaron a ese bar siguiendo las recomendaciones que se
encontraban a la vuelta de la hoja donde el hechizo residía. Nada que un buen
par de copas no arreglen. JaeJoong se había dado cuenta hace mucho que la
punzada de dolor por Hyun Joong había desaparecido, pero creía que solo con él
encontraría el mágico y bello amor.
Agradecido estaba con los cielos por sacarlo de su error.
Frente a él, riendo, compartiendo y cuidándolo estaba su verdadero amor, YunHo.
De repente, todas las voces de las personas en ese bar se
apagaron. Ningún sonido se escuchaba más que sus entrecortadas respiraciones.
Cerca, cada vez más cerca el uno del otro.
No supieron quién fue el que dio el primer paso. Quizá fueron
ambos, sus labios se fundían en un beso sin igual. Sus cuerpos deseaban
mantenerse lo más cerca posible queriendo sentir el calor y la piel del otro.
Lenguas danzando en un antiguo ritual, saboreándose. Manos recorriendo cada
parte de piel desnuda que encontraban. Porque se llamaban, sus corazones se
habían llamado desde hace mucho y ellos no los escuchaban. Ahora se reconocían,
uno pertenecía al otro y viceversa.
—Ya era hora —escucharon a un divertido JunSu reír cuando se
separaron a tomar aire.
Si, ya era hora. Volvieron a lo que estaban hace tan solo un
segundo. No había nada más importarte que seguir besándose, porque la boca del
otro tenía ese algo que era adictivo.
***
Después de aquella salida al bar, YunHo y JaeJoong iniciaron
una relación formal. Caminaban de la mano a todos lados, se daban sonrisas
cómplices y robaban besos cada dos por tres.
JaeJoong era feliz, muy feliz. Su relación con YunHo no tenía
punto de comparación con su primer novio. YunHo era perfecto, así
sencillamente. Procuraba el bienestar de JaeJoong y su felicidad, lo hacía
sonreír, lo consentía, era detallista, en fin, todo lo que JaeJoong siempre
soñó, eso era YunHo.
A unos meses de su relación. Ahora fue JaeJoong quien se
sorprendió al hacer un viaje a un lugar especial, una cabaña en las montañas,
donde YunHo encendió la chimenea, con nieve cayendo afuera, pero dentro el frío
no se sentía, porque sus cuerpos se fundían en el calor de la pasión.
No hubo velas aromáticas ni pétalos de rosas esparcidos. Lo
que hubo fue amor, amor del bueno. Amor que fue entregado en cuerpo y alma.
Así que, sí algún día el amor te abandona ya sabes que hacer.
¡Visita el club de stripteese más cercano!
*******************************************************
N/A: El Hechizo es un extracto tomado del disco "Hechizos, Pósimas y Brujería" de Mago de Oz. Las palabras mágicas (letras en negritas), pertenecen a la canción Xanandra del mismo disco. Las recomendaciones son totalmente mías :)
Este es un oneshot dedicado a yunho kim. Lo prometido es deuda! Espero te haya gustado!! Gracias por apoyarme :)
24 comentarios:
Primera!!
Wow un shot maravilloso y junsu con cada ocurrencia que salia
Me encnto cuando enfrascaron los besos buenisimo jjejejesje
Bellisima historia
Ahhh! Me encantó, tus historias son siempre las mejores.
Jae si que andaba perdido, teniendo al hombre perfecto a su lado y después de lo que HyunJoong le hizo todavia buscaba la manera de regresar con él.
Me dió mucha risa las ocurrencias que tenían para completar los ingredientes, menos mal que fue un fiasco, así Jae pudo encontrar su verdadero amor que no ero otro que su amigo que siempre estuvo a su lado.
Awn, amé el shot, estuvo hermoso, gracias por compartir!!!
pero claro que me encanto esta Bellisimo desbordante de amor asía esa hermosa pareja que amo con todo mi ser UN MILLÓN DE GRACIAS de verdad te quedo muy muy hermoso
después de tanto sufrir jae por el rompimiento con HyunJoong
se que do con el hombre mas perfecto sobre la fas de la tierra y ese no podría ser nadie mas que yunho
el fue siempre el indicado nomas que jae no se a vía dado cuenta de ello pero yunho si sabia bien lo que quería y eso era que jae fuera feliz aun no fuera con el pero todo este tiempo que estuvieron juntos le sirvió a jae darse cuenta de el hombre maravilloso que tenia a su lado y que bueno que se dio cuenta de ello así pudieron estar juntos y amarse como se merecían los dos
con mucho amor ,ternura, cariño, y sobretodo respeto
pues HyunJoong no lo respeto ni lo valoro como persona y el se lo perdió pero el ganador de esa persona especial fue yunho pues el otro fuera el estuvo ahí para recuperar a jae y hacerlo feliz como ningún otro lo aria
GRACIAS por esta bella historia y aquí estaré esperando por las siguientes que son hermosas y me fascinan hasta pronto cuídate mucho y de verdad GRACIAS se te quiere BYE
Me parecio super divertido el hechizo, je je je pobre dragon se quedo sin un colmillo ja jaj aj aj a, que bueno que ese par se dio cuenta de cuanto se aman, gracias por el shot, muy bello y tierno.
bye besos
ahhh me encantó el one shott... fue muy divertido y romantico a la vez.... me alegró que jj finalmnete se diese cuenta que tenia un gran amor muy cerca de él..y sobretodo q le diese la oportunidad que se merecia a yunho.
muy bello en verdad muy bello hay veces que tienen que pasar cosas para ue te des cuenta que el amor de tu vida esta mas cerca de lo que crees lastima que lo haya lastimado de esa manera pero valio cada lagrima derramada xq consiguio el amor verdadero me hubiese gustado que a Hyun Joong le diera rabia la felicidad de Jae x haber dejado perder algo valioso pero bueno te felicito buen regalo gracias x compartir
Hermosooo, que buen consejo ese de si te rompen el corazón visita un club de strepers jajajaja
Jajajajajajajajajajajajajajaja no puedo con las locuras de estos chicos, enserio que se me hacen unos tontitos tan tiernos♥ Que bueno que Joongie se entero de la traición de hyng joong a tiempo, de lo contrario le hubiese entregado su tesorito.
Y el amor verdadero estaba en sus narices, Yunho!. el que estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por hacer que Jae sonria♥, se dejo morder por Dragon solo para que Joongie sonria al tener el cilmillo :) y seguia en las lucras de los chicos, la cara de embobado cada miraba a Jae ahhhhhhhhh es que Yunho era su alma gemela!
Junsu Junsu Junsu era un mate de risa, como diablos conseguia todo!, hasta el caldero de bruja?.......y sus interpretaciones de los ingredientes estuvieron graciosismas, cuando leia que descifraban los ingredientes no podia hacer mas que reirme histericamente.
Cosos♥ , El Yunjae fue feliz, y lo que hicieron en esa cabaña la imaginare yo a detalle. xD
Estuvo estupenda, es bellísimo leer la forma tan inocente y tierna de esos tres, con Junsu me moría de risa cuando tenía las cosas a la mano e interpretaba las cosas, de Yunho todo un caballero queriendo que su amado sonriera y fuera feliz aunque no fuera con el. Jaejoon es muy tierno e inocente ante la maldad de otros, e ingenuo al hacer cosas para que este su exnovio con el.
Pero gano el verdadero amor el YunJae es el mejor.
Gracias por este hermosa historia.
Que bello fic. El amor de Yunho si que era incondicional, mira que querer ayudarlo a que regresara con el idiota ese, dice mucho.
Me alegro que al final todo saliera como debio ser desde un inicio ^_^
xD jajajajjaja me encantó.....
ese trio con sus locuras tan lindusss ^^...
El shot te quedo genial ;) esta para releerlo muchas veces gracias por compartir :)
fue precioso.. me encantó el amor incondicional que sentía Yunho desde siempre por Jae y su dulzura y resignación en ayudarlo igual a Jae, a costa de que el hechizo funcionara y así perderlo para siempre.
y Jae a medida que reunían ingredientes se enamoraba más y más de Yunho, su amigo.
qué decir del loquillo de Junsu, él se prendía en todas y cada cual más disparatadas.
pero al final ,él sabía lo que había entre el yunjae...
lo amé.
gracias por compartirlo. tienes una imaginación y una creatividad increíbles.
XD JAJA muero,me encanto mucho,es una genialidad este oneshot, fue tan lindo y no se puede evitar reír con todas las cosas que pasaron para conseguir los ingredientes para el ritual,es que junsu era todo un caso,y que bueno que yunho y jae abrieron los ojos y se dieron cuenta que ambos debian estar juntos porque jae con hyunjoong para nada, desde antes debio reaccionar y ver qhe realmente el verdadero amor estaba mas cerca de lo que jae imaginaba; al final cuando leyeron lo que en realidad significaba el ritual fue inevitable no reir como yunho xD,en serio,me encanto mucho este oneshot,gracias por compartirlo!
Me encanto esta pequeña historia tan hermosa bueno al comienzo queria patear a Hyun Joong bueno hasta el final ... Pero que bueno que se dieron cuanta de su amorr kyyaa Yunho era para ti Jaejoong tan romanticoos tan tiernos ... Y Junsu que queria hacer el ritual jejeje ...
Gracias por compartirlo ^o^ siempre hermosas historias
jajaja me encanto! estuvo divertido! me mate de risa en la parte que dice: si el hechizo no da resultado, que visitaran un club de stripteese más cercano xDD! que buen consejo.! cuando tenga el corazón roto voy a seguir las instrucciones de ese libro :3. Al final si dio resultado por que Jaejoong encontró a su verdadero amor ... Yunho <3 <3.
Gracias ;)
ohh me alegra haber comenzado con este One Shot....Lo ame ^^ "Hechizo para recuperar un amor" Pareciese que es Hyun Joong pero de hecho se recupero el verdadero amor, el de Yunho *w* Que Linda historia...y es que Jae se dio cuenta de que Hyun Joong era un tarado que no lo apreciaba por lo que era su novio...cuantos lo quisieron y ese Babo lo deja....perfecto asi Jae estuvo con quien si era su destino....
Me gusto que en cada recoleccion Yunho siempre salia por Jae...tan protector y amable...quisiera un novio asi...bueno a Yunho [Si en mis sueños solamente ¬¬]
Gracias por compartirlo...
Me gusto , YH siempre apoyando en todo a jae ..poniendo su felicidad ante todo… puro amor… y si el amor esta mas cerca de lo que creemos √
Me gusto mucho como Yunho apoyaba a las locuras de Jae y Junsu y para que al final de tanto sufrimiento el Yunjae termine feliz
Copio textualmente, el párrafo que más me gustó:
"A JaeJoong siempre le habían gustado los ojos marrones de YunHo, a veces sentía que el mundo se podía ver a través de ellos, porque JaeJoong sentía que ese color reflejaba la vida. Cualquiera podía asimilar a la vida con el color verde o azul, pero no JaeJoong, JaeJoong siempre lo asimilaba con el color de los ojos de YunHo, un color parecido a los troncos de los árboles de avellana cuando se humedecían. Eso también le recordaba el amaderado aroma YunHo."
Esta historia me hizo reír y además me pareció tierna...
Awwww que tierna historia (?) xDDD
todo el procedimiento y el ritual mismo fue gracioso pero sirvio para que Jaejoong abriera los ojos, para que ya no siguiera perdiendo el tiempo llorando o lamentandose por el engaño de hyunjoong ...
Y yo recien leo tan bonita historia. Hyun no era su otra mitad no hubiese llegado a conocer la verdadera felicidad a a su lado jae.buscando que realizar este hechizo les sirvió para entender sus verdaderos sentimientos. Me dio risa lo del perro valla que Dragón le dio batalla a yunho antes de dejarle su diente XD ne encanto. Súper bueno. Gracias por compartir ^^
Woha me encanto!porfin esos dos estan juntos! Junsu me hizo reir mucho jaja
Muy hermoso... Gracias
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