CAPÍTULO 10
Al día siguiente, a causa de que yo todavía estaba
golpeado y lastimado, viajamos a paso lento y casual. Podía sentir la tensión
en todos los sherpas. Habíamos decidido no mencionar nuestras sospechas acerca
de Siwon al Dr. Kim y a su grupo. Que sospecháramos que la cuerda fue cortada,
era todo lo que ellos necesitaban saber. Yunho estaba convencido que una vez
que dejáramos nuestro grupo, ellos estarían seguros.
Cuando tomamos nuestro primer descanso, cuidadosamente
me quité la mochila, colocándola en el suelo y sentándome en él. Hyun Joong se acercó a mí, extendiéndome un
puñado de flores silvestres. No eran muy abundantes en esta área, así que él
había tenido que alejarse del camino de vez en cuando, cada vez que localizara
alguna.
― Pensé que éstas te podrían hacer sentir mejor ― dijo. Las tomé de sus
manos y las olí.
― Gracias.
― Son de diferentes clases.
― Puedo notarlo.
― Algunas de ellas no fueron fáciles de localizar,
pero estuve buscando.
― Eso fue muy dulce.
― Es contra las políticas del parque recoger flores
silvestres ― comentó Yunho de repente. Como de costumbre, no lo había
escuchado aproximarse, pero estaba parado al lado de nosotros.
― Entonces ponme una multa ― dijo Hyun Joong. ―No
parece que por aquí haya una floristería a la que pueda llamar.
― Sólo son unas pocas ― intercedí. ―No creo que haya
hecho algún daño.
Yunho estrechó sus ojos hacia nosotros. Sin decir
ninguna otra palabra, se alejó.
― Que chico tan romántico ― Hyun Joong dijo entre
dientes.
Yunho era romántico, en verdad, solo que no en el
sentido tradicional. Y tenía razón. Las flores deberían marchitarse y morir por
falta de agua. Pero aún así, apreciaba el esfuerzo de Hyun Joong. Lo que no
aprecié fue ver a Yoona caminar rápidamente hacia Yunho. Ella era
indudablemente muy hermosa. En ese mismo momento quería quitarle las pecas de
la cara.
― Entonces, ¿cómo te estás sintiendo? ― preguntó Hyun Joong, trayendo mi
atención de nuevo hacia él.
― Sólo unos pocos dolores. Nada porque preocuparse.
― Si yo hubiera estado pasando por lo que tuviste que
atravesar, creo que estaría listo para abandonar el viaje.
― Ayer fue, un poquito, como navegar en los rápidos
del río. Hubo algo de emoción en eso ― dije subestimando lo que había ocurrido.
― Probablemente hubiera sido mejor con una balsa, no
lo crees?
― Si ― me reí ahogadamente.
― Entonces, tal vez esta noche podemos hacer la cena a
la luz de las velas. ― Arrugué mi nariz.
― Creo que Yunho va a querer que todo el mundo se
quede cerca del campamento.
― Él, no es nuestro jefe.
― Es el mío.
― Deberías considerar quedarte con nosotros una vez
lleguemos a nuestro destino. Podríamos tener algo de diversión.
― Sé que ellos van a dejar a alguien…
― Ofrécete como voluntario
― Tal vez.
No sabía cómo Yunho se sentiría respecto a esto, pero la idea tenía cierto
atractivo. Eso podría darme una oportunidad para explorar el área, para averiguar
el lugar donde mis padres habían muerto. El problema era que, cuando yo tenía
cinco años, todo el bosque lucía igual para mí, e incluso, si no lo era, habría
cambiado en la docena de años desde que me había ido.
Por los siguientes dos días hicimos estupendos progresos.
Yunho siempre tomaba la delantera. Estábamos viajando hacia donde ningún
campista había ido antes. Tenía un terrible machete que usaba para quitar de en medio los matorrales. Él nos llevaba
a cada uno de nosotros a nuestro límite personal y cuando alcanzábamos eso, nos
empujaba más allá. Cada noche prácticamente nos derrumbábamos una vez que el
campamento estaba armado. Sin coqueteos,
sin diversión.
El Dr. Kim parecía complacido con el ritmo que
teníamos. Una vez él llegara a donde quería estar, lo dejaríamos meterse en sus
asuntos, y regresar al final de dos semanas para ayudarlos a transportar sus
cosas de vuelta.
No había ocurrido ningún otro incidente extraño. Pero
igual todavía manteníamos turnándonos la guardia en la noche. Yunho siempre era
mi compañero. Nunca hablábamos. Tomábamos los lados contrarios del campamento.
Lo estaba estudiando hasta que giró su cabeza y me miró, desvié mi atención
lejos y traté de parecer indiferente, esperando que no se diera cuenta de cuánto
tiempo había estado fantaseando con él.
Los pensamientos acerca de él ocupaban mi mente tanto
como los recuerdos del lobo. Lo había oído aullar todas las noches antes de que
me quedara dormido. Continúe esperando que el lobo apareciera mientras estaba
en la guardia. Por alguna razón, no creí que Yunho se alarmaría por verlo
pasearse a través del campamento. Los aullidos nunca sonaban lejos, yo estaba
seguro que él nos estaba siguiendo. Ese conocimiento me dio una sensación de
seguridad que no podría explicar.
Era el final de la tarde del cuarto día desde mi
incidente en el río cuando nos abrimos paso en un bellísimo espacio abierto.
Era lo más extenso que habíamos alcanzado antes. Frente a nosotros estaba un
estrecho riachuelo, el agua balbuceaba cuando viajaba. Eso no era ni parecido
al amenazante río que habíamos cruzado antes. A corta distancia, la tierra se
inclinaba abruptamente y me di cuenta de que estábamos en la base de las
montañas. El valle se extendía ante nosotros. Todo era tan tranquilo.
― Que piensa, Profesor ― pregunto Yunho. Mire atrás para ver a Dr. Kim asentir con la
cabeza.
― Esto va a salir bien, muy bien de hecho.
Cuando nos establecimos en el campamento, sentí una
creciente sensación de éxito en saber que no estaríamos empacando todo de nuevo
la mañana siguiente. Dr. Kim y sus estudiantes estarían aquí cerca de diez
días. Algunos de los sherpa habían ido a
cazar, como era de costumbre, siempre lo hacían de la manera Yo Tarzán-Tu-Jane. Estaban esperando atrapar algunos
conejos. Yo, estaba recogiendo leña en el área rodeada por árboles cuando Hyun
Joong se acercó.
― ¿Has pensado en mi propuesta? ― preguntó. ― En verdad quiero que
te quedes aquí con nosotros. ― Quizó tomar mis manos, parecía
confundido cuando vio que estaban llenas, ocupadas por la leña. Así que en vez
de cogerlas, el deslizo sus manos hasta mi antebrazo y
envolvió sus dedos alrededor de mi codo. ― Me gustas, Jaejoong, mucho. Quiero decir,
demasiado. Me gustaría tener algo de tiempo para… bueno,
para explorar que es lo que estoy sintiendo. Tal vez encuentre esa estrella
fugaz.
Toda mi vida, o al menos desde que mis padres habían
muerto, me gustó cualquier cosa que fuera segura. Había buscado siempre la
seguridad. Yunho no era seguro. Él agitaba cosas en mí que nunca sentí antes.
Cosas que me asustaban. Sentimientos enormes llenaban mi interior cuando él
estaba cerca. Algunas veces sentía como que la chico dentro de mí saldría de mi
piel y me convertiría en alguien totalmente diferente si pasaba demasiado
tiempo con Yunho.
Yunho era el
gran lobo malo y Hyun Joong era el que construiría la casa en la que el lobo no
podría entrar. Hyun Joong era una cobija cálida en una noche de invierno. Yunho
era… en realidad no sabía lo que él era. Pero me asustaba completamente.
― No sé cómo es que deciden quién se queda ― le dije
honestamente.
― Ofrécete como voluntario.
Me imaginé escuchar a Yoona hablando sin cesar todas
las noches acerca de lo sensual que era Yunho. Pensé que podría volverme loco,
pero por otro lado podría hablar con Hyun Joong. Además, no podría pensar en
una mejor manera de enfrentar mi pasado que pasar unos días aquí, solo
quedándome, en vez de ir de excursión hasta que estuviera demasiado agotado en
la noche como para que no me importara nada.
― Voy a pedírselo a Yunho.
― No estoy tan seguro de que sea una buena idea ― dijo
Yunho, tenía sus brazos cruzados sobre su pecho mirando con el ceño
fruncido en su expresión Yo-soy-el-líder-no-me-
molestes, arruinando las perfectas líneas de su cara.
― ¿Por qué? ― pregunté.
― Eres un principiante.
― He acampado toda mi vida. Admito que no estoy tan
familiarizada con estos bosques como tú, pero es un simple bosque
como todos los otros. El campamento está instalado. Ellos van a hacer un día de
caminata y van a investigar alrededor. No veo cual es el gran problema. Además,
tienes que soltarme algún día.
― ¿Por qué quieres quedarte? ― exigió.
― Para adquirir experiencia. Para afrontar mí
pasado…
― ¿Por qué?
― Porque el Dr. Kim es muy interesante con
todas sus teorías salvajes y podría ser divertido…
― ¿Por qué?
Apreté mis dientes. ¿Por qué él era tan difícil?
― Porque me gusta Hyun Joong, ¿Bien? Quiero
pasar algún tiempo con él, llegar a conocerlo. Me siento cómodo a su alrededor.
― Y en
cambio, no siempre me siento cómodo contigo.
― Bien. Quédate.
Sus palabras eran bruscas. Ásperas. Llenas de rabia.
No sabía porque me sentí defraudado cuando se dio la vuelta y se alejó dando
pasos largos. Yo había conseguido lo que quería. Más tiempo con Hyun Joong. Más
tiempo donde todo era seguro.
¿Por qué me sentía como si hubiera perdido algo que
era más importante?
Esa noche cuando fui a la cama, por primera vez,
esperaba con impaciencia mi cambio de turno. Hyun Joong había sido un poco
excesivo con su entusiasmo de que me quedara con el grupo. Se había pegado a mí
como el pegamento al papel. Era tan obvio que estaba increíblemente feliz de
que iba a estar a su alrededor. Eso debería hacerme sentir alegre.
Pero Yunho se mostraba tan sombrío como Hyun Joong feliz. Mantuvo la distancia. Él y Yoochun
habían tenido muchas conversaciones privadas al otro lado del campamento. Una
vez, parecía como si estuvieran discutiendo. La cara de Yunho tomo una
expresión tempestuosa y finalmente se alejó.
― Hombre, pensé que lo iba a golpear ― susurró Hyun Joong a mi
lado y me di cuenta que no era la única que había estado mirando como
transcurría el pequeño drama.
Tenía una furtiva sospecha de que ellos habían estado
discutiendo sobre mí y mi insistencia en quedarme. ¿Pero, por qué se
preocuparía Yoochun? ¿En realidad, por qué lo haría Yunho? No es que tuviéramos
una conexión o algo.
Cuando Junsu finalmente volvió a la tienda y me dio un
codazo con un cansado "Tu turno" estaba más que listo para salir.
Quería hablar con Yunho, tratar de explicarle…
¿Qué exactamente?
No estaba seguro. Sólo sabía que no quería que se
marchara en la mañana, todavía molesto conmigo. Pero él había sido el que había
dicho que tenía cosas más importantes que hacer que preocuparse por mí. Hyun
Joong me hacía sentir como si yo fuera lo más importante.
Yo necesitaba eso.
Pero cuando di un paso fuera de la tienda, no era Yunho
el que me esperaba. Era Changmin.
― ¿Dónde está Yunho? ― pregunté.
― Durmiendo, supongo. Tomaré ese lado. ― dijo y empezó a alejarse.
― ¿Changmin?
Se detuvo y miró hacia mí. No llevaba su habitual
sonrisa burlona. Me hubiera gustado que fuera porque estaba cansado, pero sabía
que también él estaba molesto conmigo.
― No entiendo por qué el que me quede es una
gran cosa. ― Él suspiró antes de contestar.
― Lo sé. Y esa es la razón del porque es un
gran problema.
― Entonces ¿por qué alguien no me explica eso?
― le di una mirada airada.
― No me corresponde. ― Que excusa tan poco convincente.
― Lo que sea. Solo son diez días. ¡Caray! Están
actuando como si los estuviera traicionando o algo así.
― Solamente no esperamos que tú fueras quien
se quedara. Esto es todo.
¿Solo porque era el novato? Si Yunho realmente
estuviera preocupado por eso, él podría haber insistido para que me marchara.
Las cosas eran tan confusas. Estaba agradecido que tendría unos días sin que Yunho
bombardeara mis pensamientos.
Changmin se alejó como si ya hubiera respondido todas
mis preguntas. Sólo que yo tenía más preguntas. Pero él no iba a responderlas.
Pensé en despertar Yunho, pero no quería molestarlo. Sobre todo, cuando duerme tan poco como lo
estaba haciendo.
Pero si era capaz de dormir, ¿Cuánto podría
incomodarle realmente el que me quede aquí? No mucho.
Caminé por el perímetro y cuando llegué a la
corriente, me quedé de pie allí, mirando la luz de la luna que bailaba sobre el
agua.
Fue entonces que me di cuenta que no había oído al
lobo como las demás noches. Me preguntaba si había viajado fuera de este
territorio. Si lo hubiéramos dejado atrás. Me entristeció pensarlo, casi me
hizo considerar regresar mañana, sólo para tenerlo cerca de nuevo. Pero era una
idea tonta. Probablemente fue todo una coincidencia, que el aullara cada noche justo cuando yo iba a la
cama.
Los sherpas se marcharon al amanecer. Mientras estuve
al borde del campo y los miré marcharse, yo vi que Junsu era el único que miró
hacia atrás. Este sentido de abandono era ridículo. No era como si nosotros
nunca nos veríamos la una a la otra vez.
Como la atmósfera de traición, que era aún más tonta.
No estaba exactamente seguro por qué había pensado que
sería apasionante quedarse. El Doctor Kim era un profesor, y no de los
didácticos, si él enseñaba con tanto entusiasmo como planificó actividades en
el hábitat natural, nunca quisiera estar en una de sus clases. Pensé que todos
dormían en ella.
Durante dos días, nos quedamos tan cerca del
campamento que dudé en llamar senderismo a lo que estábamos haciendo. Estábamos
cerca de las montañas. Había senderos vírgenes para explorar, habilidades para
ser probadas. Pero el Dr. Kim constantemente comprobaba los equipos, un poco
tarde para esto, ya que no era como si una tienda que estuviera cercana; hacía
notaciones en su cuaderno, y mirando a lo lejos.
Después del almuerzo durante el tercer día, me acerqué
a Hyun Joong y dije:
― Tenemos que hacer un descanso de él. ― Sonrió.
― Sí, mi papá es un poco controlador y puede
ser algo carente de imaginación. ¿Qué has pensado?
― Exploración de las montañas.
― Vamos a hacerlo.
Eran las primeras horas de la tarde y, a pesar de que
nosotros no iríamos demasiado lejos, agarré mi mochila. Los paseos con Hyun Joong eran diferentes de
la excursión con Yunho. Me dije que era porque no tenía ningún objetivo
concreto que alcanzar, mientras que Yunho siempre ha tenido una meta. Pero Hyun
Joong no condujo. En cambio solo anduvimos al lado del otro.
Las sombras habían comenzado a alargarse. Me
sorprendió cuanto habíamos progresado. Estábamos lejos de todo y todos, excepto
del páramo.
― Probablemente deberíamos volver ― sugerí.
― No aún ― dijo él. Metió la mano en uno de
los bolsillos de sus pantalones y sacó una vela gruesa blanca. ― Te prometí la cena a la
luz de las velas.
― Pero si la tenemos aquí y ahora, nos
arriesgaremos la perder la luz y nuestro camino de regreso al campamento. No es
realmente sabio.
― Sabio. Entonces no haremos la cena, pero al
menos tomemos un bocado a la luz de las velas.
Sonaba mucho más romántico de lo que pensé sería,
¿pero qué diablos? Era más romance del que Yunho había dado. Además, estaba irritado
de que tres días más tarde, todavía estaba pensando en él.
Hyun Joong y yo nos quitamos nuestras mochilas. Se
sentía muy bien no tener el peso en mis hombros. Me estiré un poco mientras Hyun
Joong lograba equilibrar la vela sobre una lata vacía. Volvió a su mochila
tratando de sacar algo.
― Adelante, siéntate. Solo tengo un par de cosas
más por hacer.
Me senté con las piernas cruzadas sobre la tierra.
― Sabes, no sé si la iluminación de la vela
sea realmente una buena idea. No es exactamente estable, y lamentaría aparecer
en las noticias nacionales como la pareja romántica que por casualidad quemó
cinco millones de hectáreas de tierra forestal. ― Traté de inclinarme
alrededor de él para ver qué era lo que hacía.
― ¿Qué haces?
Él se balanceó hacia atrás y se sentó a mi lado.
― Nada.
― Me alegra de que me pidieras quedarme
alrededor ― le dije.
― Para mí significa mucho, él que tú te
quedaras ― dijo tocó mi mejilla. ― Yo nunca te hubiera
hecho daño.
― Eso es algo extraño para decir.
― Cierto, sí. Realmente me gustas, Jaejoong.
Entonces él se inclinó y me besó. Pero no era apacible
o dulce. Era tan poco propio de Hyun Joong, como un bruto, casi desesperado, que
lo empujé. Pero él me devolvió el empujón y con fuerza. Me caí al suelo y se
montó a horcajadas sobre mí.
― Lo siento ― susurró en voz baja.
Comenzó a besarme de nuevo. Más bruscamente que antes.
El pánico se apoderó de mí. ¿Qué estaba haciendo? ¿Por qué lo hace? Hasta ese
momento había sido tan agradable. Empecé a pegarle. Me agarró las muñecas con
una mano por encima de mi cabeza. Bajó su boca cerca de mi oído.
― Tu solamente
acéptalo ― dijo en voz
baja.
― ¡No! ¡Fuera!
Sacudí la cabeza de lado a lado, tratando de
liberarme, pero él apretó con su mano libre mi mandíbula y trató de besarme de
nuevo. Luché para esquivarlo. Mi corazón latía locamente. Nunca había estado
tan aterrorizado, nunca me había sentido tan impotente.
Entonces lo oí. Un bajo gruñido de advertencia. Hyun
Joong estaba completamente inmóvil, sus labios a sólo una pulgada de los míos.
De una manera extraña, vi satisfacción en su rostro. Dirigí mi mirada hacia un
lado.
Y estaba mi lobo. Él descubrió sus dientes en
un gruñido amenazador. Hyun Joong se levantó de mí. Se apartó.
De repente, hubo un estallido sordo. El lobo lanzó un
gruñido y se tambaleó. Miré alrededor, Hyun Joong estaba con una pistola,
apuntándola hacia el lobo.
― ¡No! ― grité. Me lancé sobre
él… demasiado tarde.
El lobo saltó. Hyun Joong volvió a disparar y el lobo
cayó.
1 comentario:
oh por diosssss
espero que no lo hayan matado..
perdón por no comentar en los anteriores los leí por el cel y pues es chafa..
gracias pro el capitulo.
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