CAPÍTULO 9
Junsu tuvo razón. Mi guardia de la noche fue con Yunho.
― Si no te encuentras con fuerza para hacerlo, puedo vigilar yo solo ― dijo
cuando me reuní con él en el centro del campo, cuando Junsu me dio un codazo
para despertarme avisando que había terminado su turno.
― No, estoy bien. ― Él me dio una mirada mordaz.
― Okey, no estoy bien, pero yo soy capaz de vigilar
sin forzarme a mí mismo.
Me dio esa pequeña contracción de los labios que se
parecía a una sonrisa.
― ¿Necesitas una sacudida de cafeína antes de empezar?
Yo tengo un poco de café por aquí.
― Oh, eso sería fantástico.
Nos sentamos sobre un tronco cerca del fuego y él me
dio una taza de café. Era una noche fría, y el calor del fuego se sintió
maravilloso. Yunho se inclinaba adelante, sus codos sobre sus muslos, ambas
manos alrededor de su taza, sus ojos en el café. Su perfil hacia mí. Sus rasgos
eran duros y hermosos.
―Yo te asusto ¿verdad? ― preguntó en voz baja. Si yo hubiese tomado
un sorbo de café, habría vomitado o bien atragantado con él.
―Es que eres muy serio ― admití. Soltó una oscura carcajada.
― Si. Yo me tomo muy en serio la protección de esta
extensión de tierra salvaje, y cuando las personas como el profesor y su
grupo entran en ella, no estoy seguro de que ellos lo respetan como deberían. ― Él me echó un vistazo por encima
de su hombro. ― Yo crecí aquí. ¡Me encanta! ¿No sientes lo mismo por tu ciudad?
― Yo nunca he sentido que pertenezco a ese lugar ― confesé.
―Siempre me he sentido más en casa en el bosque.
―Así que tenemos eso en común. ― Era extraño pensar
que podríamos tener algo en común.
―Entonces, ¿De qué te vas a graduar?
―Ciencias Políticas. ― Arqueé una ceja.
― ¿Qué? ¿Vas a entrar a la política?
Él me dio una sonrisa irónica. ―Trato de mejorar mis
habilidades de comunicación.
Tuve que admitir que él no era para una charla, aunque
yo no pensaba que él tuviera algún problema de comunicación. Como en cuestión
de hechos, me encontré fascinada de que siempre que nosotros entablábamos una
conversación, era obvio que cuando él se preocupaba por algo, se preocupaba
profundamente.
― Junsu dijo que tu padre es importante en la
comunidad.
― Si, ha servido como alcalde de Jeollanam-do y estaba
en el consejo escolar, entonces adivino que mi interés en la política viene
naturalmente. Él siempre tenía altas expectativas.
― ¿Supo acerca de que le diste una paliza a ese chico Siwon?
― Sí. No estaba contento con eso ― sacudió su cabeza. ―Padres.
Algunas veces, no importa lo que hagas, no se puede
complacerlos.
―Dímelo a mí.
Nos sentamos un minuto en silencio, cada uno tomando
su café.
― Tus ojos me recuerdan a los de un cervato, grandes e
inocentes ― dijo él en voz baja.
― Gracias. Creo. Era un cumplido, ¿Verdad?
― Si. Definitivamente ― dijo riéndose entre dientes.
― Nunca he visto a uno en su hábitat natural.
― Tal vez te mostraré uno antes de que el verano
termine.
― Eso estaría bien.
Eso era mejor que una cena a la luz de las velas donde la entrada
principal era una lata de frijoles. A pesar de que me lo imaginaba, me sentí
culpable pensando eso de la luz y el intento de romance de Hyun Joong. Lo
curioso fue, que dada la elección entre ir penosamente por el bosque en busca
de un cervato y una cena con velas en el
restaurante más elegante, yo escogería al cervato. Yunho me entiende, él es
único, pensé, pero en vez
de decirlo, tragué saliva y decidí cambiar de tema, porque tenía la sensación
de que cuando se trata de relaciones, Yunho no perdía el tiempo. Se mostraría
tan serio con el amor como con todo el resto de las cosas. Y yo seguía
arrastrando demasiado equipaje psicológico como para salir en serio con
alguien.
― ¿Entonces
piensas que de verdad ese chico Siwon fue quien cortó la cuerda? ― pregunte. Si el cambio de tema en la conversación le
sorprendió, no lo demostró.
― Es lo único que tiene sentido ― dijo.
― Esto para mí no tiene ningún sentido. Él fue
despedido, y entonces sigue adelante con su vida.
― Él no va a seguir adelante, no hasta que vuelva.
Desde que estoy en la escuela ha tenido
que esperar. En este lugar, en estos bosques es donde él querrá tomar su
venganza.
― ¿Venganza? ¿Sólo porque le pateaste el trasero?
Parece un poco extremo.
Él soltó una estridente carcajada.
― ¿Extremo? Así es Siwon. En cierto modo creo que está
al límite de lo psicótico.
― ¿Pero qué logró él cortando la cuerda, excepto
asustarnos?
― Para él, eso es motivo suficiente. Crear el caos.
― ¿Piensas que el Dr. Kim y sus estudiantes estarán
seguros
cuándo los dejemos?
― Si. Siwon quiere desacreditarme. Él no les hará daño.
― Suenas como que lo conoces bastante bien.
Volvió su mirada color chocolate hacia mí.
― No te quepa duda. Él es mi hermano.
Me sentí como si hubiera recibido un golpe en el
pecho. Mi shock debía ser muy fuerte, ya que él se levantó, tiró su café en el
fuego, y se alejó. Pensé que iba a desaparecer en el bosque, pero él se paró en
el punto donde yo había visto a Yoochun y a Key en su puesto de vigías.
Entonces él había luchado con su hermano y había
conseguido despedirlo, ocasionando una conducta impropia. Dejé mi taza al lado,
me levanté, y me acerqué a él. Toqué su brazo.
― Debe haber sido difícil, no dejarte otro camino. ― Él
dio una sacudida rápida a su cabeza.
― Era como si se hubiese transformado en Anakin
Skywalker y se fue al lado oscuro o algo así. Estaba haciendo todo tipo de
cosas locas. Se sabe estos bosques tan bien como yo. Él podría esconderse,
sobrevivir en ellos, sin que nadie sepa que está aquí.
― Su mal comportamiento no es tu responsabilidad.
― Me enfrenté a él. Lo humillé. ― Él tocó mi mejilla. Sus dedos estaban
calientes sobre mi piel. Sus ojos se habían oscurecido a la
sombra de estaño. ― Realmente quiero mostrarte aquel cervato, pero ahora mismo mi
trabajo es llevar al profesor a su destino, luego tengo que encontrar a Siwon y
tratar con él. Tengo que concentrarme en eso.
Dejo caer la mano a su lado. Parecía incómodo, como si
hubiera mucho más que quería decir, algo que podría ser demasiado pronto para
saberlo.
― Tu probablemente deberías asumir tu puesto de guarda
allá ― dijo, indicando la esquina opuesta del campamento.
― Si, seguro, buena idea.
La decepción por su despedida me golpeaba con fuerza.
Cuando ya había cruzado el campo, decidí que lo que sentía por Yunho era algo
pasajero. Yo tenía la atención de Hyun Joong. Siempre he sido chico de solo un
tipo. Hyun Joong era eso. Hyun Joong era seguro. Yunho tenía demonios para
luchar. Tal vez cuando se reconciliara con su hermano, él tendría tiempo para
mí.
O tal vez esta extraña atracción que sentía por él se
rompería, como la cuerda sobre el río. Tal vez podría ser cortada
limpiamente.
Si, claro, Kim Jaejoong, me dije yo. El Dr. Cho estaba equivocado. No es necesario hacer
frente a tus miedos. Desde que tus padres murieron, me había negado a admitir
cualquier tipo de sentimientos. Yunho me asustaba, porque, con él, volvía a
sentir.
Y cuando sientes, puedes ser
dañado.
No quería ser herido nuevamente. Hyun Joong no me
haría daño.
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