—¿Qué dices? ¿Podemos
ser amigos?
—C-claro —susurré. Ni
siquiera sabía si en realidad deseaba serlo, solo me deje atrapar por sus ojos
y por la dulce manera de acariciarme. Un beso suave dejo en mis mejilla antes
de irse. Su espalda se alejaba de mí dejándome la sensación de querer envolverla
en mis brazos. Con una seña llamo a su hermana y ambos desaparecieron de mi
vista.
—¡Gatito! —Junsu me
llamaba por el sobrenombre que me había puesto, sorprendiéndome. No supe cuanto
tiempo me quede en ese lugar, mirando hacia el lugar donde habían salido. Mire
a mis amigos y les dedique una sonrisa fingida, una que Yoochun supo descifrar
y que a Junsu tranquilizo. —Nee…nee… Gatito ¿Quién es él? —lo miré confundido,
mire alrededor mío buscando la razón de su pregunta. —Él que estaba contigo
antes, tu compañero de equipo —ahora captaba.
—¿Yunho? —dije
frunciendo el ceño.
—Nm… con que así se
llama —dijo más para él mismo. —¿Y tú y él son algo? —Imagine que preguntaba
por la forma en la que Yunho me acariciaba y el beso en la mejilla que me dio,
ya que durante toda la plática pude sentir los ojos de Junsu, los cuales no
perdían detalle de lo que pasaba.
—¿Amigos? —Podría decir
eso ahora ¿no? Después de todo eso fue lo que me pidió que fuéramos: amigos.
—¿Y ella?
—Como que ya son muchas
preguntas ¿no crees? —interrumpió Yoochun un poco irritado. A lo mejor por el poco tacto que
el chico tiene, pero no es culpa suya no saber mi desalentadora relación con Yunho.
—Es su hermana —dije
tranquilamente. Noté que la curiosidad de Junsu quería ir más allá.
—Ahh ya…
—Aunque si tiene novia.
—Yoochun
lo dijo con un tono tal, que sentenciaba todas nuestras emociones a cadena perpetua.
—Vamos, vamos Delfín
curioso, es hora de ir a casa, si seguimos comiendo así no podremos lucir
nuestros bellos cuerpos en la competencia —dije sonriendo,
esperando destensar el ambiente que se formo después de lo que dijo Yoochun.
Caminábamos
de regreso a casa, hasta cierto punto del camino Yoochun y yo nos
acompañábamos, Su se había tomado una ruta diferente. En estos momentos odiaba
que Yoochun no tuviera auto, y no precisamente porque no supiera manejar o no
contara con una licencia, no, era simplemente por su terquedad, su sentido de
la vida natural y cosas así. Por mi parte, digámoslo de esta manera: soy un
peligro al volante. Así lo dijo la persona encargada de examinarme. ¿Qué clase
de cruel karma estoy condenado a pagar? Cuál sea la razón, estoy destinado a
caminar y tomar el bus todos los días.
Observaba
a Yoochun, quien aún seguía refunfuñando algo, no sabía muy bien porque estaba
así, de todo solo logre captar dos palabras “Junsu” y “Yunho”. Trataba de hilar
los pensamientos de mi amigo, pero me era imposible, al oír el nombre se Yunho
mi mente me trasporto un callejón oscuro, caricias susurradas y besos
apasionados.
—Jae —me dijo de
repente Yoochun, sacándome de mi tortura. Habíamos llegado al entronque que
separa nuestros caminos. Lo notaba nervioso, jugando con sus pulgares, sabía
que le sudaban las manos cuando hacía eso. No me miraba, miraba al cielo
estrellado, espere tranquilamente a que continuara. —Jae, yo… creo que
estoy enamorado.
Su
confesión confirmó lo que ya intuía, mi mejor amigo por fin se había enamorado
de alguien, en sus ojos podía ver el temor y la emoción de sentir eso que los
demás llaman “amor”. Desgraciadamente no estaba en posición de explicarle lo
bello del amor, pero no hacía falta, él seguro ya sentía ese cosquilleo en la
panza que experimentamos todos.
No
me dijo quien era, ni siquiera una pista me dio. Se dio la vuelta feliz y se
fue por su camino, silbando. Sonreí al ver sus cambios de humor, si,
definitivamente estaba enamorado. Ahora tendría que buscar de quien se trataba.
No me lo dirá directamente, tampoco pedirá ayuda hasta estar seguro de lo que
siente, y aunque lo descubra querrá ir experimentado por sí mismo.
Caminaba
tratando de descubrir quién es la enamorada de Yoochun, no me había percatado
que mis agujetas estaban sueltas hasta que mis pies se enredaron con ellas y, yo fui a
parar al suelo. De repente, un claxon y las luces de un auto directamente hacia
mí, sacaron toda idea que no fuera “ser arrollado por un auto” de mi cabeza. El
sonido de las llantas al frenar de golpe me aturdió, tuve miedo. Había caído
a mitad de la avenida, justo cuando un
auto pasaba por ahí.
—¿Estás bien? —Escuchaba una
voz a lo lejos. El conductor había bajado del auto. Los deslumbrantes faros del
carro me impedían ver a mi interlocutor. Temblaba, la adrenalina aún corría por
cuerpo. —¿Estás bien? —volvió a preguntar. Estaba cerca de mí. Al no recibir respuesta de mi
parte me tomo de los hombros y me zarandeó un poco. —Por favor, dime si
estás bien —esta vez suplicó. Mis ojos se encontraron con unos conocidos ojos
marrón.
—Yunho —mi boca seca
pudo pronunciar su nombre. Con sus manos palpo mi cuerpo en busca de alguna
herida. No tenía nada, solo el susto que me había llevado al caer y casi ser
atropellado por segunda ocasión por el mismo auto.
—Vamos —dijo y me
levanto en brazos. Me llevo a su auto y en él. —Mírame —mis ojos
obedecían —no te ha pasado nada ¿cierto?
Me
hallaba sentado del lado del copiloto, con la puerta aún abierta y mis pies en
la calle. Frente a mí, de rodillas Yunho, con una preocupada cara. Sus ojos
marrones escudriñaban mi mirada en busca de alguna señal de lucidez. Su mano
acariciaba mi cabeza, pasaba por mi oreja, terminando en mi mejilla y de nuevo
repetía el movimiento. Si pudiera pasaría una eternidad en esa posición, con
sus ojos mirándome y sus cálidas manos acariciándome. Si pudiera…
—Ah… estoy bien —mi rostro
evito su mirada y con el mismo movimiento también su caricia. No, no estoy
bien, aún estoy asustado, pero… pero tengo también miedo de ti…
—Jaejoong —al oír mi
nombre ser pronunciado por su voz me hizo estremecer. —No me evites… —No te evito…
no lo hago… sí, lo hago. —Dijiste que seríamos amigos. — “Amigos” ¿realmente debemos serlo? —Me agradas Jaejoong,
no quiero perder a un valioso amigo por la locura de unas copas.
¿Locura
de unas copas? Así que eso soy al final… duele… Sus palabras resonando dentro
de mi cabeza pasmaron tanto a mi corazón que este se reflejo en mi cara.
—No me malinterpretes Jaejoong…
—¿qué
no lo malinterprete? ¿Cómo debo interpretar sus palabras entonces? —Tú… —mi mirada
rencorosa debía taladrarlo, pues evito mis ojos unos momentos antes de
continuar. —Tú me agradas Jaejoong —sus ojos de nuevo fijos en los míos. —Para ser más específicos, me gustas…
Aquello
no me lo esperaba. ¡¿Yo le gustaba?! Mi corazón saltaba de alegría, pero mi
razón me mantenía consiente de la situación.
—Tú tienes novia —afirmé aquello
como un veredicto final, dando por terminados aquellos revoloteos que comenzaba
a sentir.
—Sí, esta ella —dijo tristemente.
Su atención fija en mis rodillas, mientras yo lo observaba en espera de
respuestas. Tomo mis piernas, las acomodó correctamente dentro del carro y
cerró la puerta. Lo miré rodear el auto y entrar por la puerta del conductor. —Te llevo a
casa.
Ninguno
de los dos dijo nada durante el trayecto, me dediqué a mirar a través de la
ventana hasta que llegué a la puerta de mi casa. No fue un largo trascurso, ya
que nos encontrábamos a unas cuadras de mi hogar. Al bajar del auto me siguió.
—Ella… —dijo. Sabía
que se refería a su novia. Una inmensa curiosidad surgió en mi interior por
saber. Quería escucharlo hablar de ella. Necesitaba saber más. —Ella trato de
suicidarse…
Mi
mente entro en shock cuando escuche sus palabras, una parte de mí no podía
creerlas y comenzaba a pensar que era una cruel farsa, pero la otra parte,
aquella que veía su triste rostro le creía.
—Yo… yo… —le costaba
trabajo terminar la oración. —Yo he intentado dejarla en repetidas ocasiones… —Miraba al
suelo, podía ver como su cara hacía muecas de angustia. —Nosotros no tenemos
una buena relación desde hace mucho tiempo —una vez que comenzó
las palabras fluían más rápidamente —de hecho creo que solo estaba con ella para no
sentirme solo. Al principio fue un noviazgo normal, enamoramiento, pero eso
solo duró los primeros meses, después todo se transformo en costumbre, y la
costumbre en posesión. —Parecía que se estaba liberando de una gran carga, lo mire expectante
animándolo a continuar, pero él no me miraba. —La conocí hace 3 años,
me parecía una chica linda, agradable y lo era… lo era, pero sus celos
enfermizos dañaron la relación hasta hacerla imposible. No me di cuenta de
cuando el amor se terminó, no, de hecho, sinceramente yo no la amaba, la
quiero, siempre la quise, pero nunca la ame. Lo que al principio nos junto
pronto se volvió hábito, nos hacíamos compañía, nada más. Conforme el tiempo
fue pasando, no podía dedicarle el mismo tiempo, los deberes, las prácticas y
mis demás ocupaciones ocupaban más de mi tiempo. Los celos son normales en una
relación, pero los de ella se volvieron enfermizos: quería controlar todo lo
que sucedía a mí alrededor… Decidí dar por terminada la relación… la primera
vez se aferró a mí como no tienes idea, me prometió que cambiaría, no lo hizo…
la segunda, dijo a sus padres que se había entregado a mí y estaba embarazada.
Su padre me exigió cumplirle, pero ella no estaba embarazada, ni siquiera era
virgen cuando comenzamos nuestra relación.
No
sabía que decirle, se veía bastante acongojado por lo que le pasaba, no podía
hacer nada por él más que escucharle. Quería seguir oyéndolo. Quiero ser el
hombro en el que se apoye.
—La tercera, trató de
suicidarse… ella tomó todo un frasco de pastillas para dormir… —me miró por
primera vez desde que comenzó a hablar. Lentamente me acerqué y lo rodee con
mis brazos. Quería infundirle fuerza, valor y confianza. Correspondió a mi
abrazo. —Tenía dos semanas que había terminado con ella definitivamente, esta
vez no estaba dispuesto a caer de nuevo en sus chantajes. Me llamaba día y
noche. Hablaba a mi casa. Me iba a buscar hasta allá, pero no conseguía nada.
Sus padres incluso dejaron de creerle cuando dijo por segunda ocasión lo del
embarazo. Yo no la he vuelto a tocar desde la quise dejar por primera vez. Así
que… —me abrazó con más fuerza —así que
utilizó su último recurso. Ese día en el que casi te atropello, ese fue el día…
su madre me había marcado
desesperadamente, ella estaba muy grave en el hospital…
Se
abrazó a mí como si fuera lo único que lo calmara. Yo acariciaba su cabello,
tratando de reconfortarlo. Sin aún saber que decir. Él no continúo, los dos
sabemos dónde termina la historia. Cuánto tiempo permanecimos abrazados bajo
ese manto estrellado, no lo sé, sólo nos separamos cuando su celular comenzó a
sonar. Sus brazos se tensaron a mí alrededor al escucharlo. Se separó
lentamente de mí cuando la música dejó de sonar.
Sus
ojos, mis ojos en los de él. Me beso la frente suavemente aspirando el aroma de
mi cabello.
—Me gustas, pero yo no
soy bueno para ti. Por eso seamos amigos. Por favor se mi amigo.
« ¤ » « ¤ » « ¤ »
No
lo pude dejar, a pesar de que se me fue advertido, no lo pude evitar. Fui
cayendo más y más en esa insondable necesidad de verlo aunque sea una vez al
día, de escucharle, de tener su compañía bajo cualquier excusa… Esas no me
faltaban, al llegar a la Escuela de Artes, lo primero que hacía era buscarlo,
de entre todos los estudiantes yo podía distinguirlo a una milla, a veces sus
ojos marrones me sorprendían en el acto, generando en él una sonrisa de esas
engreídas que siempre me gustaron y un gran sonrojo de mi parte, para después
saludarme a lo lejos con la mano.
No
tenemos una relación, solo somos compañeros de clase, no quizá más que eso, ¿amigos?
He notado que me trata de manera diferente a los demás, acaricia mi rostro y
muchas tantas veces mi cabello, creo que le gusta mi cabello. Por mi lado creo
que he desarrollado cierta adicción a estas simples caricias, a sus ojos y a
ese lunar que adorna sus labios, que me atrae cada que él habla.
Sus
ojos… como puedo explicar lo profundo que son sus ojos. Quizá suene cursi, pero
siento que podría encontrar el universo dentro de ellos, debería decir mi
universo.
Con
cualquier pretexto me acerco a él, discretamente miro sus facciones, el color
de su piel, sus largas pestañas, su nariz, sus labios… Ahora me está ayudando
con una materia, es muy buen estudiante, pero un malísimo profesor. No me importa,
mientras esté con él.
—¡Aaggrr! —Yoochun jalaba
sus cabellos de la exasperación. Ni él, ni yo captamos una palabra de lo que Yunho
dice. Solo sonrío, la verdad aunque quiera no logro concentrarme con el tema,
soy feliz con Yunho a mi lado.
—¿Entendiste? —Yunho me
interrogó al tiempo que yo hacía un puchero nervioso. ¿Cuántas veces ha
intentado explicarme lo mismo? —Vamos, no te pierdas —dijo mientras
despeinaba mi cabeza. —No me mires con ojos de cachorrito porque eso no te va a salvar del
examen.
No
sé si lo miraba con ojos de cachorrito, pero comencé a imitar a uno, ganándome
así la sonrisa más linda que he visto en él hasta ahora, un fuerte abrazo y un
beso en la frente. No esa sonrisa medio engreída que siempre da, no, esta parece
más sincera, más dulce, quizá hasta cierto punto más inocente. Me está
mostrando un lado que desconocía de él: su lado infantil. Sí, a pesar de todo
es un niño grande, gusta de hacer muchas bromas y comer dulces.
Aunque
guste de los dulces debo decir que cuida mucho su físico. En un principio
pensaba que algo estaba mal con él, pues podía contar las calorías de lo que
iba a ingerir rápidamente. A mí, la verdad, jamás se me había pasado por la
cabeza tal cosa, comía lo que se me antojaba, siempre fui menudo y nunca tuve
que preocuparme por tal cosa como estar gordito. Pero no es lo mismo para Yunho,
según me ha comentado no le gustaba el aspecto redondo de su cara, por lo que bajo
de peso durante la escuela media y de ahí se ha mantenido cuidando su dieta y
sus muchas horas en el gimnasio le han valido la pena dotándolo de un físico
envidiable.
—¡Hey! —dijo
golpeándome suavemente en la cabeza. —No estás poniendo atención —me mordí el labio con
culpa. Yunho trataba de ayudarme y yo simplemente me perdía en mis
pensamientos.
—Ya no puedo más. Iré a
despejar mi mente un rato. —Yoochun se levanto y se marchaba en dirección de
la puerta, a través de las largas mesas llenas de estudiantes.
Lo
mirábamos sin saber que decir o hacer, una parte de mí quería salir de ese
lugar a jugar con Yoochun, pero la otra insistía en quedarse ahí con Yunho,
quien en ese momento no miraba a ningún sitio. De un golpe rápido cerró el
libro y se desparramo en la silla, recargando su cabeza en el respaldo de la
misma, con los ojos cerrados. En esa posición me permitía observarlo más
libremente, su acompasada respiración hacía latir mi corazón con más fuerza,
poco a poco me fui acercando, quería tocar sus labios… un poco más…
—Ella… —a la mención
de esa mujer retrocedí todo lo que había avanzado. Después de aquella charla,
él no la mencionó de nuevo y yo seguí su ejemplo. —Ella fue internada…
Eso
no me lo esperaba, el rostro de Yunho no mostraba cambio alguno, sus ojos se
mantenían cerrados mientras hablaba.
—Sus padres creen que
necesita ayuda profesional. Después de que tratara de suicidarse, consideraron
la idea, aunque ella la descartó totalmente. Pero… el fin de semana tuvo una
reunión familiar. Conozco a su familia desde hace tiempo. Su prima solía ser mi
compañera en la escuela media. De hecho fue quien nos presento. Jamás creí que
fuera ser capaz de hacer algo así… —Lo miraba sin decir nada, esperando que
continuara. Sus ojos cerrados me indicaban ahora que recordaba la escena,
tratando de explicarme. —Sucedió cuando nos dejo a su prima y a
mí en la mesa. Platicábamos normalmente, rememorando nuestro tiempo como
amigos, las aventuras vividas y cosas así. Entre una cosa y otra, los viejos chistes
aún nos causaban gracia, reí como en mucho tiempo no lo hacía con alguien más
que no fueras tú o Changmin. —¡Solo su amigo y yo! aquello me emociono, solo,
pero él no lo noto, seguía inmiscuido en sus pensamientos. —Pero… pero
ella perdió el control… ni siquiera notamos cuando se acerco por detrás
nuestro. Tomó por los cabellos a su prima y la arrastró por el lugar. Su
familia no supo cómo reaccionar. Trate de separarlas, pero en cuando se vio
despojada de su presa, tomo un cuchillo de la mesa, y se fue contra ella de
nuevo…
Lo
demás no fue necesario que me lo dijera, pude imaginarla tratando de herir a su
prima y a Yunho intentando que nadie saliera herido. Ahora sé que la herida que
trae Yunho en el brazo no se la hizo con los aparatos haciendo ejercicio como
dijo a los demás, sino fue ayudando a que las cosas no fueran más graves de lo
que ya eran.
—La mía solo es un
rasguño —dijo. Había abierto los ojos y notado como mi mirada estaba clavada en
el pequeño vendaje de su brazo. —Ella logró clavarle el cuchillo cerca del
estomago. Afortunadamente no toco ningún órgano vital y su prima se encuentra
fuera de peligro.
—¿Y ella? —pregunté
tímidamente por el destino de su novia. Yunho me miró.
—Ella, ella está en un
hospital psiquiátrico. Su familia acordó que era lo mejor. Y yo, yo… yo por fin
soy libre…
No
supe cómo interpretar sus palabras. No sabía si las decía con la felicidad de
haberse librado de aquella tormentosa relación o con la intención de decirme
algo más.
Al
final Yoochun dijo que se marchaba a entrenar con Junsu, se acercaba el final de
semestre y con él la competencia de baile. Yunho nos acompaño, dijo que quería
vernos “en acción”. Eso me sonrojo, sí, la verdad es que lo hacía para lucirme
frente a Yunho, pero que él fuera a verme antes de tiempo me emocionaba más
aún. Quizá solo sea mi imaginación pero creo que él quiere acercarse a mí de
manera diferente a la de un amigo, o eso espero.
Al
llegar, encontramos a Junsu platicando con una bella chica, si mal no recuerdo
es su amiga Boa. Se ven muy bien juntos, me pregunto si algún día serán pareja.
Saludamos con la mano, yo me quede un poco rezagado puesto que Yunho se había
detenido a comprar un caramelo para disfrutarlo mientras nosotros ensayamos.
—¡Oh! ¡Es él! ¡Es él! —escucho que
susurra emocionado Su. Boa nada discreta voltea la cabeza hacia mí, no, no
exactamente hacia mí, sino un poco detrás de mí. Yunho venía alegremente con
sus dulces en la mano, dispuesto a pasar su tiempo viéndonos ensayar y reír
cada vez que me equivoque.
Un
sentimiento poco agradable recorrió mi ser, es como si hubieras tragado un
jarabe de amargo sabor, no me agrada. Junsu de vez en cuando preguntaba por Yunho,
pensé que solo lo hacía por cortesía, pero ahora creo que es algo más… por
favor, por favor que no sea así.
—Ten. —Yunho
introdujo un gran dulce en mi boca, mientras lo hacía sonreía como un niño complacido.
—Yuudggo —recriminé con
el gran caramelo. —Njo puejo comegg ducees. Meg pongre gogdo —dije como pude con la
boca llena. Logrando que Yunho soltara la carcajada.
—Aunque comas miles de
dulces no te pondrás gordo. Además te ves lindo así —me sonroje, sentía
como el calor se agolpaba en mi cara. Ante esto los fuertes brazos de Yunho me
envolvieron y me dio un beso en la cabeza. —Te noté un poco pálido
por eso lo compre. Te estás presionando demasiado.
Yo
no lo llamaría presión, creo que solamente es insomnio, y mi insomnio tiene
nombre: Jung Yunho.
El
ensayo transcurría entre una que otra risa de Yunho cada vez que me equivocaba,
estaba muy nervioso con él ahí, mirándome
como si fuera el jurado del evento. Pero no solo yo cometía errores, Su
inesperadamente también, no porque se equivocara en los pasos como yo, sino más
bien los exageraba, poniendo poses que pasaban de lo sensual a lo sexual,
atrayendo la atención de nuestro público.
Ese
sabor agrio de nuevo en mi boca cuando veo a Yunho mirando a Su… «Mírame, no lo mires a él, yo también puedo
ser sensual».
Un
golpe en mi trasero me indicó que yo no podía ser sensual, había caído sobre
mis sentaderas en mi intento por ser sexy. Me siento tan tonto, no quiero que Yunho
me vea… no me mires… no te acerques… yo… yo… yo trataba de ser algo que no soy…
Con
una mano cubría mis ojos, vergüenza es lo que siento, celos por ver a Su bailar
y llamar la atención de Yunho, y yo, tratando de igualarlo ¡qué ridículo!
—Ven . —Unos cálidos
brazos me levantaron. —Te dije que te estabas sobrepasando. —Yunho me miraba de
nuevo, preocupado por mi estado de salud ¿De verdad me veo tan mal? No importa,
no se ha dado cuenta de mi torpe intento por seducirlo.
Si
las miradas mataran… la de Su seguramente me habría enterrado mil veces, no sabría
decir el porqué, pero a Junsu definitivamente le gusta Yunho.
8 comentarios:
mi madre, qué loca la novia de Yunho
y Jae tan enamorado que no ve nada más que Yunho..
ahora sale Junsu encaprichado con Yunho????
presiento que Yoochum está loquito por Junsu
gracias por la actu, veremos cómo sigue esta historia.
Jae haciendo algo que no es para llamar la atencion de Yunho, yo no quiero que Jae sufra por el amor de Yunho....aaaaaaaaaaaaaaaaaa
Omg la ex loca enferma psicopata novia de yunho estaba fuera de si,que bueno q ya la metieron al loqero q se qede de por vida ahi.
Y esta no me la esperaba junsu tragado por yunho?, y jaejoong sintiendo las cuchillas de junsu en su espalda
Oh good
Yunho ya qedate con jaejoongie
Oh mai gawddddddd~~ al Junsu traserudo le gusta Yunho??? akshdhsjdvf y de seguro al Chunnie le gusta él ;3; ahora entiendo lo del triangulo amoroso ;;0;; no quiero odiar a SuSu!!! >< y BoA no me da buena espina.... igual y estoy loca por sospechar de ella!!
Ah!!! Y que loca la ex de Yunho... so freak!!
mugre loca lastimo ha el pobre de yunnie y ha su prima lo mejor de todo este lió que esta de vacaciones espero permanentes en el hotel de la risa haaaaaaaaaaaaaa y entonces junsu se acerco ha jae para sacar información de yunho y no por su amistad pues que maldito este y el pobre de yoochun que esta enamorado de el. este bueno eso creo ja
Ohh~~ imagine de todo pero no pense que la novia de Yunho fuera una loca psicópata >. < pero que bueno que ya la metieron en un manicomio :)
Jae esta ran enamorado de Yunho ♥♥ espero que Yunho también este muy enamorado de joongie ♥♥
Noo lo del enamoramiento de Su por Yunho pss esi si no me lo esperaba o.o bueno si un poco ... bueno creo que hasta ahí llego su amistad con jae???
aww~~ me voy al siguiente cap :D
Que situación tan complicada vivió Yunho con la novia loca, ahora al fin se libró de ella, que seguirá ahora?
Ya me imaginaba que a Junsu le gustaba Yunho, después de tantas preguntas sobre el, ahora como será la amistad entre el y Jae?, A seguir leyendo.
Gracias
Feliz por que la obsesionada dejo via libre a Yunho y Jae.. .. Confundida por que creo que Junsu no gustaba de Yunho.. .y triste por Yoochun estoy segura que le gusta Su. ....
Tal vez Junsu se molesto por que quiere a Yunho para Boa? Podria ser? Ojalá, no quiero Hosu ..
De verdad quiero seguir leyendo pero apenas voy a dormir 4 horas. ...maldición. ....
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