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jueves, 28 de noviembre de 2013

ROTTEN LOVE: CAPITULO 4




La fantasía con la que solía jugar cuando era joven está frente a mí
El milagro por el que pedí mientras miraba al cielo

Un pasmado JaeJoong recibió de su amigo lo que nunca quiso de él. Sus labios sobre sus labios y la confesión que cambió todo.

―JaeJoong yo te amo.

JaeJoong quiso golpearle por semejante acción, pero se conformó con gritarle. ―¡Eres un idiota! ¡Degenerado!

―¡Sí! Soy todo eso y más, pero eso no cambiara el hecho de que te amo malditamente demasiado ―dijo acariciando su cabello y cara.

―¡No me toques!

La cólera de YunHo, al haberse descubierto y no correspondido le llenó. ¿Por qué se confesó si iba a ser de esta manera? Lo hizo porque en el fondo, YunHo tenía la estúpida esperanza, esa que nunca se muere, aunque debió ser lo primero en morir para un amor como el suyo.


Tal vez no sabíamos que eras tú
Y nos amábamos (Me completaste)



Con JaeJoong gritándole hasta de lo que se iba a morir, la confusa mente de YunHo, llena de alcohol solo se dejó guiar por sus instintos.

JaeJoong estaba desnudo, apetecible y amarrado. YunHo no estaba para nada en sus cinco sentidos.


El sueño ya no es un sueño


Tomó los labios de JaeJoong que se cerraron al instante. Creía que YunHo había enloquecido, que el alcohol le había afectado de más, pero cuando los besos se hicieron más insistentes y su nombre no dejaba de pronunciarse por esos labios, supo que esto era real.

―¡Basta! ¡YunHo detente!

Pero no había nada ya que pudiera detener la marea de pasión guardada por el moreno.

Una vez probado el fruto prohibido, el deseo lo devoro en busca de más. Los labios cerrados de JaeJoong se negaban a la intrusión de una invasora lengua, pero al final esta perseverante, consiguió su objetivo.

YunHo adentró su lengua en la boquita roja con la que tanto había soñado, y gimió al sentir el dulce sabor que poseía. Sus manos acariciaban todo lo que podían de esa suave y blanca piel. Ojalá fuera un pulpo para palpar más piel al mismo tiempo.


Quise perseguir a mis fantasías, mi fantasía…


Su boca se trasladó a su cuello, el aroma de JaeJoong lo envolvía y lo atraía. Ya no había punto de retorno.

Sus besos fueron bajando poco a poco, disfrutando de cada lugar en que vagaban. Tomó especial atención a las rosadas tetillas de su amigo, lamiéndolas, chupándolas hasta que estas estuvieron bien paraditas y duras, las mordisqueaba suavemente y sus manos seguían su camino, tocando aquí y allá.

―Yun-YunHo ―rogaba JaeJoong para que se detuviera entre suspiros, pero su cuerpo lo estaba traicionando. El calor interior burbujeaba dentro de él, reaccionando ante las caricias de YunHo.

―Tú dices que te deje, pero aquí abajo parece que se está animando algo.

JaeJoong abrió los ojos en demasía, su orgullo masculino estaba siendo herido y eso no podía permitirlo, pero su cuerpo se negaba a cooperar, parecían gustarle las atenciones que el moreno le daba.

―YunHo no lo hagas.


No me gusta que lo haya perseguido


Pero YunHo ya estaba lejos de entender razones. Su boca se desplazó aún más abajo, evadiendo a propósito la zona íntima de JaeJoong, besando, mordisqueando su cintura y cadera alrededor, sintiéndose a JaeJoong arquearse en su sitio. Su boca disfrutando, lamiendo sus níveos muslos, masajeándolos con ambas manos hasta destensarlo, para luego volverlos a tensar con una lamida cada vez más cercana a su despierto miembro.

JaeJoong quería llorar por la impotencia. Se sentía abrumado por todo, el alcohol, la confesión de YunHo y su ardiente aliento sobre su cuerpo, incitando a cada parte de su ser. Con cada beso una nueva sensación, una antes practicada pero diferente. JaeJoong creía que era por ser desagradable. O así engañaba a su mente, pues su cuerpo lo disfrutaba infinitamente.


Si hubiera sabido que este amor terminaría así, 
ni siquiera hubiera empezado…


La lengua de YunHo finalmente se detuvo. Miro detenidamente el falo frente a su rostro, de color rosa pálido y bien erecto, con la cabecita de un rosa intenso. Era el más bello que hubiese visto.

De pronto YunHo sintió una oleada de ira, porque muchas zorras habían disfrutado de lo que él apenas estaba conociendo. Sacó su lengua y lo lamió cual caramelo, recorriéndolo desde la base a la punta. Besando la cabeza, recogiendo algún líquido escurridizo. JaeJoong gimió.

YunHo suspiró sobre él, decidido a darle el mejor placer que JaeJoong hubiese tenido nunca. Mojó sus labios y engulló de un solo trago el miembro de JaeJoong.

La cálida boca de YunHo llevaba a JaeJoong al borde de la locura. Succionaba queriéndole extraer la esencia. Raspaba ligeramente con sus dientes su miembro, causando un cosquilleo agradable. Pero lo mejor, YunHo hacía círculos alrededor de su cabeza con la lengua y con ello las sensaciones en su miembro aumentaban.


¿Por qué te apareces frente a mí?


Por un momento JaeJoong olvido quién estaba haciéndole ese increíble trabajo. Trató de tomar su cabeza para incitarle a movimientos aún más rápidos, pero el estar amarrado no lo ayudaba. Quería su liberación, su cuerpo gritaba por hacerlo.

Abrió los ojos, que antes había cerrado con el placer recorriéndolo y observó el cabello oscuro de su amigo. Su agitada respiración le llevó  a abrir ligeramente los labios. YunHo lo miró, en el reflejo de sus ojos, JaeJoong casi podía mirar la erótica imagen que a YunHo daba.

Sintió un estremecimiento que nada tuvo que ver con el hecho de que YunHo tuviera su enorme miembro fuera de los pantalones y se estuviera masturbando al tiempo que le daba la mejor mamada de su vida.

Entonces sucedió.

YunHo gruñó llevando al borde a JaeJoong, quien gimoteó de placer, liberando su esencia dentro de esa cavidad que le brindó los goces de su vida. YunHo se apresuró a tragar glotonamente todo el líquido viscoso que salía de JaeJoong, succionando un poco más para evitar dejar rezagos, lamiendo con ternura para limpiarlo.


Viniste a mí y me diste la bienvenida y desde ese momento
Creí que era un milagro


Cuando YunHo limpiaba a JaeJoong con la lengua, sintió la fría mirada que le daba. Una vez que hubo terminado su tarea, acomodo su propia ropa, para después soltar el primer amarre de los pies.

JaeJoong aún se recuperaba cuando le fueron soltados los pies, de lo contrario con ellos mismos lo hubiera pateado, aunque inmediatamente pensó que no sería buena idea si aún sus manos continuaban amarradas. Lo mirada fijamente. Ese YunHo, ya no era su amigo, ese hombre se había propasado con él, y a pesar de que su cuerpo lo gozó, JaeJoong hervía de furia.

Con mucho cuidado y antes de soltarle los brazos, YunHo subió los pantalones junto a la ropa interior de su amigo. Su amigo, ya no podría decirle así más, porque aunque así empezaron las cosas, para YunHo, JaeJoong era más que su amigo, era el amor de su vida, un amor que no era correspondido.

Con la mirada fija en su trabajo, YunHo soltó la muñeca izquierda. JaeJoong no se movió. Al soltarle la derecha, JaeJoong se levantó tan rápido que YunHo pensó que caería, pero en cambio el que cayó fue él mismo cuando el puño de JaeJoong se  estrelló con gran fuerza en su mandíbula.

La mirada de furia y decepción con que JaeJoong lo veía le hizo presente de su gran atrevimiento.


Si hubiera sabido que este amor terminaría así, 
ni siquiera hubiera empezado…


JaeJoong se marchó, dejándolo solo. Las lágrimas en YunHo se aglomeraron, debía regresar e implorar el perdón de Jae, decirle cualquier mentira, justificarse para que JaeJoong no se alejara de él más de lo que ya ha hecho.

Se levantó del suelo, buscando el camino de regreso al campamento, se arañó con unas cuantas ramas, pero nada de eso era más importante que disculparse con JaeJoong. No podía concebir el hecho de no verlo más en su habitación pidiendo los apuntes, de no tenerlo a su lado caminando, gruñendo de vez en cuando, o rompiéndole el corazón cada tanto cuando se marchaba con alguna chica. Sí, YunHo era masoquista, pero así era su amor por él.

Al llegar, la mayoría de los chicos estaban tirados alrededor de la hoguera, algunos montando una orgía, pero no vio a JaeJoong entre ellos.

Cansado de buscar, pensó en esperarlo en la cabaña que compartían juntos, no muy seguro de que el chico pelo rojizo quisiera compartir la misma habitación con él, pero por lo menos estaba seguro que entraría por sus cosas.


Era la adicción, la luz en la oscuridad.
Todo era falso, y lo falso parecía real…


Se sentó al borde de la cama, mirando hacia la puerta un rato y después a la cama que sería de JaeJoong, donde la luna le daba de lleno. «Hubiera sido hermoso verlo dormir bajo esa luz» pensó YunHo.

Suspiró tristemente. Había metido la pata y hasta el fondo. Solo esperaba que JaeJoong le perdonara. Rogaba que así fuera.

Lo que no esperaba fue aquello.

Con un fuerte golpe, la puerta se abrió estrepitosamente. Las risas exageradas de los borrachos inundó la habitación.

JaeJoong ingresó abrazando a dos chicas por la cintura. Tropezando en la puerta por no poder entrar los tres al mismo tiempo, riendo demasiado, para después entrar de lado, pues se negaban a soltarse.


Tal vez no sabías que eras tú
Yo te amaba, me completabas.


El olor a alcohol inundó la habitación como una pestilencia. YunHo solo se levantó de su lugar, pensando en ayudar a recostar a JaeJoong en la cama y despedir a las chicas una vez hecho esto.

JaeJoong le dio una gélida mirada que le enfrió hasta el alma. Ahí se iban por la borda sus esperanzas de ser perdonado. Y se volvió a sentar, esperando a que las visitantes se marcharan.


El sueño ya no es un sueño…


Pero ante sus ojos ocurrió algo que destrozó su ya de por sí roto corazón. Sí antes creía que sería perdonado, ahora estaba seguro que JaeJoong no deseaba verlo ni en pintura.

Los besos se empezaron a dar. Besos candentes que no le dio a YunHo. Mordiscos en un cuello y otro. Las manos de esas tipas paseándose donde él hacía poco lo hacía, la diferencia es que ellas tenían permiso y él no. Le dolió, quiso apartar la vista de aquel espectáculo.

Las carcajadas eran imposibles de no escucharlas. YunHo deseaba salir, pero ellos aún seguían bloqueando la puerta, obligándole a mirar. Y así lo comprobó cuando JaeJoong lo vio, dándole con esa mirada a entender lo que él era, un hombre, uno verdadero, uno que gustaba de las caricias femeninas.

Y YunHo mordió su labio para evitar llorar.


Quise perseguir a mis fantasías, mi fantasía.
No me gusta que lo haya perseguido…


Se replegó en una esquina mientras veía como las chicas iban desnudando a JaeJoong y como éste quitaba una ropa por aquí y otra por allá, acariciando de manera sugerente a una mientras le metía la lengua a la otra, tratando de encontrarle las amígdalas.

La suave y blanca piel de JaeJoong iluminada por la luz que se colaba por la ventana, contrastaba con la oscura habitación. Las risas infantiles de las chicas le provocaban dolor de cabeza a YunHo, quien solo tenía ojos para JaeJoong.

De vez en cuando JaeJoong alzaba la dura mirada para indicarle que esto es algo que disfrutaba, no como lo que hizo en el bosque. Esta era su verdadera pasión.


Si hubiera sabido que este amor terminaría así, 
ni siquiera hubiera empezado…


Una de ellas se separó y fue con YunHo, caminando insinuantemente, moviendo las caderas a cada paso que daba. Sonriéndole de una manera que no dejaba a dudas qué era lo que deseaba.

¿Se burlaba JaeJoong de él? Le había conseguido una chica para pasar el rato, despreciando sus sentimientos.

Quiso alejarla, pero fue demasiado lento. La chica estaba ya restregándose contra él, cuando un "click" sonó en la habitación.

―JaeJoong dijo que no querías quedarte a divertir, por eso traje esto conmigo ―señalando las esposas con las que, ahora estaba encadenado a un poste de la cama.

Las risas no se hicieron esperar. JaeJoong era cruel, eso es lo que pensaba YunHo.


No puedes arrebatar mi sueño con una fantasía que no vale la pena…


La chica seguía restregándose contra él, tratando de incitarlo, de despertar la lujuria en él. Pero YunHo, solo estaba concentrado en los gemidos que de la boca de JaeJoong salían cuando esa tipa se empaló en su miembro, comenzando a dar brinquitos y chillones gemidos.

―¿Te gusta mirar, eh? ―le dijo cuando notó, que por más que le tocaba, esa parte de abajo no despertaba, estaba flácida y sus ojos no se despegaban de los dos que en la cama se revolcaban.


¿Por qué te apareces frente a mí?


La chica sobre JaeJoong gemía como una verdadera puta, mientras él, apoyando sus plantas la embestía fuertemente.

Los gemidos sensuales que siempre imaginó escuchar de JaeJoong, ahora eran unos reales gemidos roncos que se escapaban cada que arremetía contra ella, le resultaban grotescos, nada tenían que ver con la verdadera esencia del chico.

Pero, quizá esa era la faceta desconocida de JaeJoong para YunHo. No, a quién iba a mentirle, JaeJoong siempre fue lo que su padre llamaría "Muy hombre", yendo entre una y otra chica, usando su cuerpo sin realmente sentir amor.

YunHo, quien siempre había sobrellevado el asunto de las chicas de JaeJoong, comprendía ahora que él no cambiaría, que éste era la verdadera hombría del hombre y que muy a su pesar, su tonto corazón debía entender que JaeJoong jamás le correspondería como YunHo lo deseaba.

―Sí te gusta mirar, mira entonces, pequeño voyerista ―dijo la chica, dirigiéndose de la misma sensual forma a JaeJoong y su compañera. Uniéndose a la fiesta que armaban, entrelazando su lengua con uno, mientras se hacía un espacio entre ellos, tocando a ambos, gozando con la misma intensidad.

Y, el corazón de YunHo ya roto y hecho polvo, envió sus cenizas con el primer soplo de viento que la noche le trajera.


Si hubiera sabido que este amor terminaría así, ni siquiera hubiera empezado
¿Por qué te apareces frente a mí?
Viniste a mí y me diste la bienvenida y desde ese momento
Creí que era un milagro…


Se quedó ahí, atado física y mentalmente, viendo el cuadro que el trío presentaba. JaeJoong gozando de una y de otra, riendo desenfrenadamente, dejándose llevar por la arrebatadora pasión que tenían. De vez en cuando JaeJoong le daba una mirada, como diciendo "esto es lo que me gusta y tú no estás en ello".

Las lágrimas no pudieron ser más retenidas, corrían una tras otra por las mejillas del más alto, pero como hipnotizado, no podía apartar sus ojos de aquella imagen.

Su corazón ahora entendía que lo que veía jamás tendría.

«Hasta aquí. Basta ya

La estúpida esposa que lo retenía era frágil, o quizá no tanto, pero a YunHo no le importó cuando la forzó para liberarse, y salir de ahí, de ese lugar que le había acabado de matar el alma, alejarse de ese hombre que lo destruía como el viento a un castillo de naipes.

«No más.»

Y con ese pensamiento abandonó la cabaña que compartía con JaeJoong. YunHo había entendido que lo mejor para ambos era seguir caminos separados, que su amor por JaeJoong no se vería retribuido como él lo había esperado. Que los dulces labios de JaeJoong no serían suyos y su suave piel no sería tocada por sus manos, que nunca más se aparecería en su habitación, ni caminaría junto a él con ese aire agresivo que le gusta tanto. Nada, de JaeJoong ni siquiera una sonrisa volvería a obtener. Solo odio, pero esperaba que eso fuera mucho mejor a la ignorancia. Pero cualquiera que de los dos solo le echará más tierra a la tumba del amor que YunHo un día tuvo.


« ¤ » « ¤ » « ¤ »


Cuando la puerta se abrió y cerró con un gran golpe, JaeJoong supo que YunHo se había marchado. Una parte de él, la que aún lo apreciaba sentía un poco de remordimiento al ver su rostro bañado en lágrimas y los suaves sollozos que el griterío de las chicas cubría.

Pero, la otra parte estaba satisfecha por haberle hecho entender que él no giraría hacia ese lado. Esos pensamientos apagaron su pasión poco  a poco. Veía a las chicas con el morder sus labios, acariciarse entre ellas, provocándolo, y lo hubieran hecho, pero inexplicablemente sentía un vacío.

Su caliente cuerpo siguió sin mucho ánimo de estar con ellas, sus manos dejaron de tocarlas, cayendo extendidas por la cama. Sentía placer y a la vez no, era un sentimiento confuso que JaeJoong nunca había experimentado.


Su cuerpo llegó al climax, vaciando sobre el condón su semilla, y al igual, su alma se sentía vacía. 


12 comentarios:

Ángela dijo...

qué triste y desgarrador fue para Yunho todo lo que tuvo que ver.
Jae no fue un buen amigo, nunca intentó entender a Yunho y lo que sintió por él.
creo que ahora se viene lo más emocionante. Jae sufrirá porque se dará cuenta ,tarde, que también amaba a Yunho.
gracias por la actu. besos

Paradise YunJae fanfics dijo...

TT TT Yunho
Lo bueno aqui es que el se ha rendido y vio la realidad ,pues jaejoong no le correspondera y no hay manera s hacerle cambiar.

Imagino que pues si. Caminos separados jaejoong con si vida y el con la suya.


TnT y el maldito jaejoong todavia lo veia de manera retadora con esas zorras.

Vamos Yunho tu podras seguir adelante

jaqueline yunjae dijo...

jaejoong quiera o no, sintio bien que yunho le hiciera esa felacion, pero que feo lo q le hizo a yunho, sabiendo de sus sentimientos lo hizo con dos tipas delante de el :'( el imaginar la escena y ver a jae con ellas y yunnie llorando me puso triste.

Anónimo dijo...

Sé que debió ser un shock para JaeJoong lo que Yunho le hizo, obligarlo de esa manera no es la forma de demostrar sus sentimientos, pero supongo que es todo el dolor y el deseo reprimido, sin embargo la venganza de JaeJoong fue bastante cruel!
Yunho ha sufrido demasiado por JaeJoong, merece su revancha!! xD

yunhokim dijo...

o pobre yunho que situación tan fea le ha tocado vivir y jae se paso de malo con el. total si ya lo había rechazado no tenia por que tener que restregarle que estaba con esas tipas me sentí triste por yunho

JadeJung dijo...

No mas Joongie para ti.

Jae eres un idiota.

Laura Campos García dijo...

Pobre Yunho el haber presenciado a Jae teniendo relaciones con esas chicas fue doloroso, destrozó su corazón, y aunque Jae no lo reconozca para el también...
Gracias

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

no mmz¡¡ :O OMGsun¡¡ por un leve moemento senti lastima de jaejoong y el hecho de que yunho no pudiera controlarse, pero despues de ver lo que hizo creo que yunho lo amaba demasiado como para poder seguir conteniendose y el maldito pirujo de Jaejoong se fue y se revolco con las primeras putas que encontro¡¡ que malo¡¡ :p pobre de yunnie y su corazoncito destrozado... espero que JJ vaya y le pida perdón de rodillas... si de rodillas¡¡ xD seguiré leyendo para ver que pasara.... tssss gracias por el cap :)

moran dijo...

Aun no se como llegue ak final de esa Descripción tan mortal.. ...me bañe con mis lágrimas.. ...¡como fue capaz de hacerle eso a Yunho!se que lo que Yunho hizo lo lastimo en su hombria. ...pero le dijo que lo amaba.. ..no solo es lujuria.. ...es amor.. ..y hacer que viera eso.. ..¡Dios ! Cuanta crueldad.. .yunho no merece eso. .....

Unknown dijo...

Como Yun, el no merecia tan horrible respuesta. Con solo decirle que no iba a ser gay bastaba. Ahora quiero que Yun le de una lección, por primera vez quiero que este con heechul. Aunque me hubiera gustado que le respondiera a la chica y ver como era la reacción de Jae, hubiera sido interesante.
Gracias por compartir.

Poleht ^o^ dijo...

Francamente me siento muy mal por Yunnie, Jae en verdad es una hijo de pu....
Tan poco cariño le tenia a Yunho que lo lastima de esta manera?? Si, lo que hizo esta mañ pero no era la forma de desquitarde