Era cerca de la media noche, las luces de toda la casa estaban apagadas. Solo la luz de la calle, que se colaba a través de la ventana era lo poco que alumbraba la habitación. Su torpeza con la oscuridad se incrementaba, pero había desarrollado la habilidad para hacer lo que ahora hacía. Espiar a su vecino y mejor amigo Kim JaeJoong.
Oculto tras la penumbra de su
habitación, observaba al chico en la otra casa. Suerte que sus habitaciones
estuvieran frente a frente, de lo contrario sería muy obvio si lo espiara desde
otro lado de la casa, pero ahora se deleitaba con la piel blanca de su amigo.
Jamás se lo había dicho, y quizá
nunca se lo diría, pero él estaba perdidamente enamorado de su mejor amigo.
Jamás podría olvidar la primera vez que lo vio, ni la primera vez que le habló,
ni mucho menos la vez que le sonrió, creyó haber visto a un verdadero ángel. Y
como no hacerlo si el chiquillo era hermoso, aún lo es, de hecho, YunHo creía
que su belleza se acentuaba con ese aire medio rockero con el que vestía.
YunHo se lamía los labios al ver el
delgado, pero bien formado cuerpo de su amigo. Lo miraba muchas veces, y muy
seguido, pero no siempre tenía la ocasión de babear a gusto como ahora lo
hacía. El tatuaje de la espalda de JaeJoong se vislumbró cuando se dio la
vuelta para quitar sus pantalones. Ese tatuaje que YunHo tan bien conocía, pues
él lo había acompañado cuando el chico insistió en marcar su perfecta piel,
ahora le llamaba para que YunHo pasara la lengua por él, recorriendo toda su
espalda hasta llegar más abajo de ella.
YunHo se estremeció ante sus propios
pensamientos. Y otra parte de él también vibró a la sola idea de saborear la
blanca piel de JaeJoong.
Claro, eso nunca sucedería.
JaeJoong apagó las luces antes de
retirarse toda la ropa, lo más que alcanzó a ver YunHo fue el sexy boxer que su
amigo usaba, ese que se pegaba al cuerpo y se le veía como una piel más, aunque
YunHo realmente lo preferiría desnudo.
Y, con esas ideas, YunHo tuvo que
ocuparse de su problema allí abajo, ayudado de su siempre mano amiga,
imaginando, deseando, anhelando a JaeJoong, porque él bien sabía que sólo eso
podía hacer, imaginar, desear y anhelar a su mejor amigo.
Al despertar, una enorme casa de
campaña se formaba bajo su pijama. No sabía si se debía a sus alocadas hormonas
o a el sueño candente que había tenido con JaeJoong. Imaginó que lo último.
Entró al baño y se duchó, esperando
que el agua fría le bajara el calor del cuerpo, pero cuando eso no sucedió,
tuvo que ayudarse, de nuevo. A este paso creía que a su mano le saldrían,
literalmente, pelos de tanto jalársela.
Suspiró y se llenó de valor para
enfrentar un nuevo día. Salió poniéndose de nuevo esa máscara de mejor amigo. JaeJoong
lo esperaba frente a su casa.
―¡Hey!
―¿Qué hay? ―respondió sin ganas,
fingiendo ser el macho que era.
―¿Sabes lo que la zorra de Sunny me
envió? ―YunHo no respondió. En realidad él no quería saber nada de eso, pero el
otro poco sabía de sus sentimientos. ―Envió a mi casa ropa interior, ¿puedes
creerlo? ¡Ropa interior! ¡Y no cualquier tipo! ¡Envió una maldita tanga! No
sabes la cara que puso mi madre al ver el contenido, porque ni siquiera la envolvió.
El tipo de la paquetería estaba que se partía de risa al ver a mi madre con esa
cosa. ¡Dios! ¡No debí acostarme con ella! ―Sí. Esa era la única cosa en la que
coincida con YunHo, no debió acostarse con ella y con ninguna otra. Es más si
por él fuera, no se acostaría con nadie, solo con él, solo él...
―Eso te pasa por meterte con ella ―le
dijo medio burlón medio en reprimenda.
―¿Qué iba a saber yo que era una
maldita desvergonzada? Mi madre me dio el sermón de la sexualidad. ¡Dios! ¡Que
vergüenza sentía al escucharla!
YunHo rió ante el comentario. Él
también había sentido pena cuando sus padres intentaron explicarle cómo la
abejita ponía el polen en la florecita y así nacían los niños. No quiso
explicarle a sus padres que eso se lo habían enseñado desde la escuela básica,
y que además él no quería a una florecita, él quería a una abejita.
Al traspasar las puertas de la
escuela, el mentado club de fans de su amigo no se hizo esperar. El hombre era
tan guapo que media escuela suspiraba por él. La otra mitad babeaba por YunHo.
Una chica de cabello corto y rubio se
acercó. Sí no la conociera, YunHo diría que su aspecto era totalmente inocente.
―¿Te gustó el regalo que te envié? ―dijo a JaeJoong. ―Es lo que me pondré para
nuestro próximo encuentro.
JaeJoong la miró con una expresión de
asco en la cara, esa a la que YunHo tanto temía si le confesaba su amor por él.
―Piérdete.
Y así, Sunny había pasado a ser una
más de la lista.
JaeJoong caminaba con arrogancia,
mirando hacía uno y otro lado, despertando suspiros a su paso, sonriendo y
arqueando una ceja cada que le complacía alguna chica, buscando a una nueva
presa.
Dos chicos se besaban profundamente
frente a ellos, y YunHo deseó poder hacer eso con el hombre que a su lado iba. JaeJoong
no era especialmente homofóbico, solo que él no bateaba nada hacia ese lado, ni
por curiosidad.
―Fuera, muévanse. Las abejas van a
hacer su nido aquí como sigan así ―les dijo a la pareja de enamorados que
bloqueaba su camino.
Los chicos hicieron una mueca al
separarse, pero no dijeron nada y se marcharon de ahí. YunHo quería preguntarle
a su amigo qué pensaba acerca del amor entre el mismo género, pero no tenía
caso cuando él ya sabía la respuesta.
Sintió que se le partió el alma
cuando, una vez más JaeJoong miraba a una chica, sonriéndole y animándola a
acercase. YunHo se mordió el labio con fuerza y compuso su rostro antes de que
cualquiera lo notara, o eso creía él.
―Hola ―arrastró JaeJoong en su tomo
más seductor. YunHo entendía como las chicas caían como moscas ante él. Y quién
no lo haría, sí JaeJoong era un dios bajado a la tierra. Unas palabras más y la
chica cedió. JaeJoong paso su brazo por los hombros de la joven le hizo un
ligero gesto a YunHo y se marchó con ella con rumbo desconocido.
No había que ser muy creativo para
saber a dónde y qué cosas iban a hacer. YunHo observó la espalda de su amigo
hasta que él se perdió en la marea de estudiantes. El único consuelo que tenía
es que JaeJoong no tenía a una pareja fija, las veía desfilar una tras otra,
sin que ninguna tocara el preciado corazón de su amigo. YunHo no sabía que
haría cuando eso se presentara. Esperaba con todas sus fuerzas que ese día
jamás llegara, y en sus locos sueños, él se declaraba y JaeJoong lo aceptaba,
formando así una bonita pareja.
Suspiró de nuevo y giró sus pasos en
dirección de la clase. No tenía ganas de escuchar al profesor que escupía cada
que hablaba, pero debía tomar notas, eso le aseguraría a JaeJoong en su
habitación por la noche.
―Si sigues suspirando así, pensaré
que mueres de amor por mí y no por tu mejor amigo ―le dijo una conocida voz a
su lado. HeeChul, su compañero de fechorías se sentó a su lado. Él era el único
que sospechaba de su amor platónico.
―Estás loco ―le dijo, desdeñando el
asunto con un tono medio molesto. Nadie debía enterarse de sus sentimientos,
cualquiera podría decirle a JaeJoong y eso sería el fin de todo.
―Si tú lo dices, pero te recomiendo
que vayas viendo otras opciones, de lo contrario, morirás siendo virgen.
―¿Y quién te ha dicho que yo sigo
siendo virgen?
―Tu mano no cuenta como perder la
virginidad ―le dijo, ganándose un zape por parte del otro y varias carcajadas
que soltaron.
―No soy virgen ―respondió. Y era la
verdad, a veces solía ir al otro lado de la ciudad a conocer chicos con los
cuales pasar el rato, pero al llegar a casa y ver a JaeJoong desnudarse para
dormir, llenaban de manera inesperada su falo, poniéndolo más duro de lo que
con los chicos pudo estar.
―Sí, sí, sí. Te creeré.
El día transcurría con normalidad. JaeJoong
no se había presentado a ninguna clase. En su pecho dolía que su amor no fuera
correspondido. Pero era lo suficientemente cobarde como para no declarar sus
sentimientos, quedándose siempre como su mejor amigo. Creía firmemente que era
mejor tenerlo cerca y de esa manera a que no tenerlo de ninguna forma.
« ¤ » « ¤ » « ¤ »
En los vestidores, YunHo disfrutaba
de la vista, miraba disimuladamente de un lado al otro, aunque algunas cosas
era mejor no verlas. Se encontraba mirado a la enorme masa de grasa que se
paseaba en su traje de Adán por el lugar. Muchos, al igual que YunHo ponían la
misma cara de horror al verlo.
Estaba a punto de vomitar cuando la
vista dio un giro de 360 grados. JaeJoong apareció frente a él, con su torso
desnudo y en pantaloncillos cortos. Su piel blanca mostrándose a todos los
presentes, llenando de lujuria el lugar. YunHo sintió que un hambre voraz le
creía dentro, y algo despertó en él. ¡Rayos! Afortunadamente su maletín se
encontraba sobre su regazo, cubriendo cualquier evidencia de estímulo por la
visión.
―¿Tienes una camiseta? No traje
ninguna.
―¿Por qué estás aquí? ―preguntó.
―¡Dah! Vine a clase.
―No, sí. Me refiero a ¿por qué
decidiste aparecerte en esta clase precisamente?
―El odioso del profesor llamó a mis
padres diciéndoles que si no me presentaba en sus clases haría que retuvieran
mis calificaciones de todo el ciclo escolar. En fin, les dio un choro mareador
acerca del porqué es bueno ejercitarse y bla, bla, bla. El punto es que dijo
que me reprobaría si volvía a faltar. Y, o sea, reprobar Educación Física es de
tontos.
YunHo veía de reojo las miradas que
le lanzaban a su amigo. Molesto le
tendió la primer camiseta limpia que halló. No dejaría que nadie más disfrutara
de lo que solo algunas y él podían ver. Además de esa manera el problema en sus
pantalones se aplacaría con un JaeJoong vestido. Acababa de pensar en eso
cuando su amigo se apareció de nuevo con su playera puesta, le quedaba grande,
tanto que nadaba en ella, se escurría dejando al descubierto su hombro derecho,
y su largo le llegaba a media pierna. ¿Cuántas veces no soñó YunHo con verlo
así? Con su camiseta puesta, solo con esa prenda.
―YunHo ―se quejó. ―Me diste la más
grande que tienes.
Sí, eso era cierto. YunHo para jugar
usaba ropa holgada y esa era una de sus prendas más grandes. Le sonrió al ver
el puchero que su amigo hacía y le dio otra más ajustada.
Lo vio marcharse hacia las cachas y YunHo
se preguntaba si alguna vez sería capaz de confesarle todo lo que por él
sentía.
En la práctica se olvidó por completo
de eso. El día de hoy jugaban futbol. Él se consideraba especialmente bueno en los deportes, pero en
este en particular, los chicos tendían a desquitar un poco los traumas que tenían,
por ello debía ser cuidadoso y evadir la mayor cantidad de faltas que querían
cometerle.
JaeJoong era un verdadero asco en
eso, los deportes no eran lo suyo. Lo suyo era conducir su motocicleta a alta
velocidad, salir con las chicas y jugar manitas calientes con ellas. El maestro
apenas lo vio correr supo que sería hombre muerto, lo dejó en la banca, por lo
menos estaba complacido con que el chico se haya presentado.
YunHo se movía como un profesional, a
JaeJoong le admiraba eso. Sabía que su amigo era bueno, pero jamás se había
tomado la molestia de verlo, jugaba bien. A lo mejor tendría una beca deportiva
para la universidad. Se preguntó ¿cómo alguien tan diferente a él podría ser su
mejor amigo? Luego recordó que eran amigos desde niños y eso porque eran
vecinos.
―¡Corre YunHo! ¡Corre! ―gritó JaeJoong
animándolo. Se había metido tanto en el juego que ahora era imprescindible que
el equipo de YunHo ganara.
El moreno al escucharlo perdió la
concentración, provocando que el defensor que tantas ganas le traía, barriera
el balón a sus pies, llevándose en el proceso la pierna de YunHo. Dolió. Dolió
como el infierno, el maldito había llegado con toda la intención de romperle la
pierna.
Los ánimos en la banca se calentaron.
JaeJoong al ver a su amigo en el suelo, quejándose del dolor, saltó de su lugar
y fue en busca del tipo, que ahora fanfarroneaba había logrado tumbar al gran
Jung YunHo. Y, JaeJoong hizo otra de las cosas que mejor sabía hacer, golpeó al
tipo en la mejilla, a puño cerrado, enviando al desgraciado al suelo y con la
nariz sangrante.
Pronto aquello armó una batalla
campal. Las viejas rencillas se hicieron notar, que tú esto, que tú
aquello. Las palabras altisonantes
resonaban por todo el lugar, y luego los empujones para, según, apaciguar el
ambiente, solo lograron calentar más los humos. Los empujones se hicieron más
fuertes hasta que rápidamente pasaron a golpes y patadas.
JaeJoong sonrió, sí, aquello era con
lo que estaba relacionado. Soltó uno que otro golpe y recibió unos cuantos más.
Al final el profesor casi lo expulsa permanentemente de su clase, pero se
contuvo, cuando él mismo lo había obligado a asistir, así que lo relegó en el
papel de "manager" del equipo.
Una de las funciones de su nuevo puesto
era, por supuesto, ayudar a los lesionados, que en este caso eran bastantes.
Arrugó la nariz, pero encontrándose bajo la mirada vigilante de su profesor, no
se negó a obedecer.
Pasaba aventando toallas limpias y
alguna que otra compresa fría. Algunos lo recibían con gusto y otros de mala
forma, JaeJoong sabía que lo que lo recibían de mala manera eran los perdedores
del equipo contrario. «¡Ja! Eso les pasa
por dañar a mi amigo» pensó.
Al llegar con el mencionado, JaeJoong
se extraño, frunció el ceño al ver a un chico bonito curar con sumo cuidado la
herida de su amigo. Bufó. ―¡Hey! Ándate a tus asuntos ―lo corrió. No confiaba
en él, el chico pertenecía al otro bando quizá le estaba administrado droga a YunHo
o algo así. Además ahora era su responsabilidad el bienestar físico del equipo,
bueno de medio equipo para ser más precisos.
Con torpeza comenzó a limpiar la
herida en la pantorrilla de su amigo. Tomó el alcohol y lo vació casi en su
totalidad sobre su lesión. YunHo vociferó unas cuantas maldiciones en
respuesta. Luego aún más torpemente vendó la herida. Al terminar parecía que YunHo
tenía una pata de elefante en lugar de pierna.
YunHo usualmente no se quejaba
con las lesiones recibidas en la cancha.
Sabía que algunos chicos le tenían envidia, y se maldijo por descuidarse, pero
es que le fue malditamente imposible seguir con su juego cuando JaeJoong
gritaba su nombre desde la banca, brincoteando en el acto, apoyándolo. Sintió
que uno de sus sueños se había hecho realidad, aunque de manera diferente a
como lo esperaba, pero bueno, algo es algo.
Cojeando y con ayuda de Karam había
ingresado a los vestidores, el chico siempre había estado colgado de él, pero YunHo
jamás le había dado motivos para que pensara que tenía una oportunidad con
él. Con sumo cuidado, Karam limpiaba la
herida de YunHo, casi reverenciado al hombre que tenía enfrente. YunHo se
preguntó si de esa manera miraba a JaeJoong.
En ese momento, JaeJoong hizo algo
que jamás había hecho, algo que llevó al corazón de YunHo a una alocada
carrera. Su mente cambiando de panorama
cada dos por tres, explorando las posibilidades de una nueva opción. Sin
embargo, se quedó perdido entre las facciones de su amigo.
Su cabello rojizo caía libremente
sobre su frente, tapando elegantemente uno de sus delineados ojos negros. JaeJoong,
de por sí, tenía los ojos grandes, pero el delineado los hacía enormes,
llamativos y sensuales. YunHo esperaba no babear teniéndolo de frente y tan
cerca.
Después, abrió los ojos en demasía al
ver a JaeJoong arrodillarse frente a él. !Woow! Otro de sus sueños cumplidos,
lástima que igual que el anterior, no era la forma en la que lo quería ver. Sí,
estaba entre sus piernas, arrodillado, pero no precisamente haciendo lo que él
deseaba.
JaeJoong observaba la herida de YunHo,
mientras YunHo lo observaba a él. Las cejas de JaeJoong se fruncieron solo un
poco, sus regordetes labios se abrieron para que luego les pasara la lengua. YunHo
casi tuvo un orgasmo al ver eso. Concentrado como estaba JaeJoong no notaba la
mirada llena de hambre que su amigo le lanzaba.
YunHo estaba agradecido de estar sentado y con las piernas recogidas, de
esa manera podía ocultar la enorme erección que tenía. JaeJoong pasaba las
manos temblorosamente sobre la piel herido y, YunHo sabía que las descargas
eléctricas que sentía eran producto del roce de las yemas de los de dos de su
amigo y no la lesión de su pierna.
JaeJoong no lo sabía, pero cada que
sus dedos recorrían la piel de YunHo, enviaba pulsaciones hacia el miembro del
moreno, que crecía y se endurecía hasta el punto de doler.
Sin que YunHo lo esperara, JaeJoong
le vertió media botella de alcohol sobre la herida. Aquello fue un punto de
quiebre. El miembro de YunHo se desinfló como globo al sentir el ardor en su
pierna. YunHo dejó escupir unas cuantas maldiciones, mientras JaeJoong sonreía
complacientemente, orgulloso de haber limpiado la herida.
JaeJoong vendó y vendó la herida de YunHo,
que seguía gimoteando por el ardor.
Cuando terminó estaba orgulloso de su trabajo. Creía haberlo hecho bien, aunque
hasta para él era obvio que no era así. Pero YunHo le sonrió de manera extraña.
Por alguna razón se sintió incómodo cuando le sonrió de esa manera, eso y estar
aún arrodillado a sus pies no eran su mejor lugar. Se levantó y salió en busca
de la chica de la mañana.
YunHo no observó todo el proceso,
había cerrado momentáneamente los ojos por el dolor, cuando los volvió a abrir,
JaeJoong llevaba como 5 cm de grosor en el vendaje. Iba a decir algo, pero el
ver a su amigo tan concentrado en ayudarle le llenó el corazón de la sensación
más cálida que sólo JaeJoong producía en él.
«Si tan solo
pudieras corresponderme».
Los ojos de YunHo lo miraban con un
amor más allá de amigos, con un anhelo que jamás se haría realidad y aún así, YunHo
no podía detener más sus sentimientos. Lo amaba, lo amaba tan malditamente
tanto que se sentía desfallecer con solo una palabra.
Cuando terminó, fue porque la enorme
venda se había acabado, dejando la perna de YunHo más envuelta que un tamal,
pero aún así, YunHo se sentía dichoso porque habían sido las manos de JaeJoong
quienes lo habían vendado.
JaeJoong lo miró un poco apenado al
ver el resultado, y YunHo, sabiendo que estaba dejando ver su verdadero amor,
le sonrió.
Acto seguido, JaeJoong frunció
ligeramente el ceño, como suele hacerlo cuando está confundido, después se
levantó, huyendo del lugar, y YunHo supo, que había mostrado más de lo debido.
15 comentarios:
qué buena está esta historia, Yunho tremendamente enamorado de su mejor amigo. y el muy pabo de Jae no se da cuenta, o no se quiere dar cuenta.
pobrecito Yunho cuánto sufre y se excita viendo a su Dios Jae semidesnudo. qué tortura.
me mata la curiosidad por saber cómo seguirá ésto.
está Karam de por medio, ojalá Yunho le despierte celos a Jae al verlo con su eterno rival Karam.
gracias por el fic, me ha gustado muchísimo
no tardes en volver a actualizarlo porfa.
waaa la amé muchas gracias!! Dorian es la niña que está en el grupo de fanfics yunjae? si así es por ahi he visto sus publicaciones pero yo reviso blogs especificos LOL como este! y amé está historia y te agradezco y quiero más y espero nada tenga que ver con la cancion ;___; plzzzzzzzzz traenos massssssssssss y muchas gracias ♥
>< awww esta genial el comienzo
Eres unabandida mujer desalmada public todo me como las.uñas de los pies y todo.
Me gusto que jaejoong sea tan mujeriego xD sera desalmado como platicamos?? xD
Y yunho tan lindo y fiel a su amor platonico
Abuuuuu amo rotten love
Me gusto ♥
me gusto muchooooo, jaejoong es un chico popular y jugador XD me gusta q sea dificil para yunho ya quiero leer como es q jae cae ante el sexy yunnie
Pobre de Yunho tan enamorado y Jae de aqui para alla con esas zorritas ja ja me encanta
ouch pobre de yunnie esta perdido de amor por jae to tal que se le declare el también es un bon bon de hombre ni modo que no lo vea lo guapo que es yunnie también chance y le diga que si
Joongie, res un indeciso un mujeriego del mal ;0;
Lastimas a Yunho, más de lo qe suherida en la pierna TT
Esos celos qe te causo Karam...bien!
Para que te des cueta e.e
Jae es un mujeriego de primera, pobre Yunho sufre cada vez que ve que se va con alguna chica, pero yo creo que al último después de vendarle la pierna a Yunho sintió algo diferente por el al notar la mirada confusa hacia su amigo y huir al instante buscando la siguiente chica.... Gracias
Oww mi lindo y amado Yunho :3 amo a este tipo de yunho en los fics aunque se que es cuando más sufre pero verlo asi todo lindo amando a JJ es hermoso, lástima que JJ sea un pirujo inconsciente y no valore el amor de su mejor amigo, unaunque se ve que si siente algo por yunnie sólo que no se ha dado cuenta! :3 gracias por el cap unnie!
Sumamente genial! Un amor no correspondido? Bueno al menos por el momento. ....pero acaso no fueron celos los de Jae? Me pregunto si Karam jugara un papel importante?
Jaejoongtan bello. ...media escuela a el y la otra a Jae.. ...jajajja no importa si eres mujer o hombre.. ..¿Como no caer ante esos Adonis?
La mano de Yunho.. ...su compañera.. .o espero que pronto sea renplazada.. ...^^
Normalmente leo historia donde Jae es el bobo enamorado,muy pocas hay donde es alreves. Pero me encanta ver como Yun se desvela por el otro. Me gusta como va el contexto de la historia, se lee interesante. Jae como el play boy y Yun como el enamorado no correspondido jajaja me gusta.
Al menos con la lección hubo un pequeño proceso, Jae tuvo que sentir algo minimo por Yun, por eso se fue a defogarse jajaja
Gracias por compartir.
Un Yunho enamorado y perdido por completo, espero que Jae no lo haga sufrir mucho
Waaa pobre Yunho con su amor unilateral, y al parecer Jae ni enterado
Me encanta leer que esta vez el mujeriego es mi bello ,Yunho va a sufrir un poco......pero todo llega mi bello moreno espera y veras❤
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