CAPITULO ONCE
Yunho
sostenía otra sonrisa cuando Jaejoong tomó la cintura de su pantalón y le dio
un tirón juguetón. Estaban en el pasillo y la luz no era mejor que en el resto
del lugar, pero Yunho todavía podía distinguir cada una de las atractivas características
de Jaejoong.
La
Pantera caminaba hacia atrás, sus ojos negros brillaban con pasión. Incluso con
su cuerpo ligeramente torcido, Jaejoong se las arregló para caminar con un
dominio sensual que hizo que el corazón de Yunho retumbase.
Temprano
hoy, cuando Jaejoong todavía tenía su uniforme, Yunho había pensado que no
había manera de que el hombre pudiera verse más sexy. Ahora bien, cuando su
mirada lentamente viajó hacia arriba y abajo del cuerpo delgado de Jaejoong,
Yunho tuvo que admitir que se había equivocado. En ese momento, Jaejoong se
veía como sexo empaquetado. Con unos jeans negros ajustados, una camiseta azul
oscuro que parecía como si hubiera sido moldeada a su cuerpo, se las arregló
para verse lindo y caliente al mismo tiempo. Una combinación que a Yunho cada
vez le gustaba más.
Una
sonrisa sexy brilló en Jaejoong y el corazón de Yunho se hinchó de felicidad.
Por primera vez en su triste y jodida vida, se sentía como alguien especial. No
un asesino, o una cáscara sin emociones, pero casi... ¿normal?
Maldita
sea, ¿cuándo había pasado esto? ¿Qué tenía este hombre que hacía a Yunho
experimentar sensaciones y emociones que había pensado que no podrían existir
dentro de él? Hacía que quisiera envolver sus brazos alrededor de Jaejoong y no
dejarlo ir. De alguna manera congelar ese momento para siempre.
Ahora
Yunho entendía por qué Minho y Seungri actuaban como lo hacían con sus
compañeros. Por qué decían que morirían por los hombres que amaban. Porque en
ese momento, Yunho sabía que le cortaría la garganta a quien fuera si era para
proteger a Jaejoong.
Jaejoong
lo llevó a una pequeña habitación. La cama de matrimonio era simple con una
cabecera de metal, pero aun así tomaba casi todo el espacio. Cuando Jaejoong se
detuvo en el borde del colchón, Yunho le dio un empujón suave en el centro de
su pecho.
El otro
hombre aterrizó sobre su espalda y sólo tuvo tiempo para un rebote antes de que
Yunho descendiera sobre él, colocando su boca sobre la suya. Yunho puso todo lo
que sabía que no podía decir en voz alta en el beso, su miedo, su dolor, el
profundo interés que tenía por Jaejoong.
Si era
porque entendió el mensaje o simplemente porque estaba excitado, Jaejoong
empezó a devolverle el beso de verdad. Su cuerpo se arqueó cuando tomó con los
dedos su cabello. Normalmente Yunho odiaba que alguien tocara su cabeza durante
el sexo, pero ahora dejó escapar un zumbido que sonó a satisfacción cuando rozó
su erección en Jaejoong.
Todo el
cuerpo de Yunho se estiró más sobre Jaejoong. Sus pollas se rozaban a la
perfección. Bueno, casi a la perfección. Había demasiada ropa para el gusto de
Yunho.
De
repente, se sentó, riéndose cuando Jaejoong dejó escapar un gemido frustrado.
No queriendo mantener al hombre esperando mucho tiempo, Yunho rápidamente se
despojó de su ropa. Luego dirigió su atención a los pantalones vaqueros y la
camiseta de Jaejoong, sacándolos del cuerpo del hombre en un tiempo récord. Una
vez que estuvieron desnudos, Yunho se deslizó en su lugar, un gemido cayó de
sus labios ante la suave sensación del roce de piel contra piel.
—Tan
bueno —susurró Yunho, líquido pre-seminal se escapaba de su polla y dejaba un
rastro pegajoso sobre la carne de Jaejoong.
Yunho
bajó la cabeza e hizo algo que nunca había hecho antes. Frotó su mejilla y su
mandíbula contra Jaejoong, a propósito, empapando al hombre con su esencia.
Yunho no quería dejar sólo el olor habitual de sí mismo en su amante, quería
cubrir cada pulgada de él. De esta forma cualquier otro hombre que llegara a
tres metros de Jaejoong sabría que pertenecía a Yunho. Era un claro respaldo de
un aléjate-de-mi-propiedad mensaje que tenía toda la intención de hacer
cumplir.
—Mío
—gruñó, sólo para remarcar su pensamiento.
Jaejoong
no estaba de acuerdo, pero no lo negó tampoco. En cambio, dejó escapar un
gemido cuando inclinó la cabeza hacia un lado para darle un mejor acceso a
Yunho. Al mismo tiempo, Jaejoong se empujó hacia arriba al cuerpo de Yunho para
que sus penes se rozaran de nuevo.
Yunho
dejó a Jaejoong hacerlo unos minutos antes de tomar el control de nuevo.
Después de darle a la barbilla de Jaejoong una juguetona y amorosa mordida,
Yunho comenzó a moverse más abajo. Frotó su cara por todas partes, en su
cuello, su pecho, su estómago y, finalmente, entre sus muslos. Jaejoong dejó
escapar un suspiro de felicidad cuando sus pies cayeron al colchón, con las
rodillas extendidas en una invitación descarada.
—Realmente
tienes una hermosa polla —elogió Yunho cuando se detuvo un momento para
estudiar la erección de Jaejoong.
Larga y
gruesa, se curvaba hacia arriba, hacia el cuerpo de la pantera. Yunho la cubrió
con su puño, bombeándola un par de veces hasta que se convenció que caía una
gota de líquido pre-seminal. Su boca babeó en anticipación, Yunho lamió la
ofrenda limpiando la cabeza del eje. El sabor salado hizo que su paladar
hormigueara. Dejó escapar un gemido mientras la lamía con su lengua, esta vez
haciendo un camino lento, circular, a través de la cabeza suave. Entreabrió los
labios y sólo aspiró en la punta de la polla de Jaejoong. Fue recompensado con
otro chorro pequeño de líquido pre-seminal, que se apresuró a tragar.
—Tengo
un poco de lubricante en el cajón por allí. —Señaló Jaejoong con la cabeza a la
mesita de noche.
Yunho le
dio un golpe rápido en un lado de su culo. —Voy a llegar a eso eventualmente.
Ahora siéntate y sé paciente. La última vez que hice esto, no me tomé el tiempo
suficiente para jugar contigo.
—Oh,
Dios. Por favor —jadeó Jaejoong, sus ojos oscurecidos con la excitación.
—Lo
siento, pero vas a tener que rogar mucho más para llegar a mi polla.
Otro
gemido pasó por los labios carnosos de Jaejoong. Sus mejillas estaban rojas por
la pasión y el cabello desordenado alrededor. Yunho bebió de esa imagen,
grabándola en la memoria. De esta manera, cuando esta noche hubiera acabado y
tuviera que volver a la pesadilla que era su vida real, podría aferrarse a este
encuentro.
«Si fuera capaz de amar, me gustaría que fuera a él».
Yunho se arrepintió. Hubo muchas veces en el pasado, donde maldijo el
nacer como un Leopardo, pero ninguno más justo que este momento. Habría dado un
brazo por ser capaz de hacer a Jaejoong suyo para siempre.
Empujando
a un lado esos pensamientos de buenos deseos, Yunho bajó la cabeza y chupó el
miembro de Jaejoong lentamente. A pesar de que no era su polla la que estaba
recibiendo el tratamiento especial, el placer aún se disparaba por su espalda.
Sus labios deslizándose por el sensual y caliente eje de Jaejoong era una de
las sensaciones más eróticas que Yunho hubiera experimentado jamás. Su propia
polla tembló de alegría, cuando un gemido retumbó en su garganta.
Yunho
movió su cabeza arriba y abajo, marcando un ritmo rápido haciendo que Jaejoong
balbucease. Incluso entonces Yunho no tuvo piedad con él, moviendo su boca
hacia las bolas de Jaejoong antes de pasar a su culo.
Lamió su
agujero antes de meter su lengua dentro de la estrecha abertura. Jaejoong dejó
escapar un grito, sus manos enredándose en el pelo de Yunho una vez más.
—Por
favor, Yunho. Te lo ruego, jódeme. Golpéame con tanta fuerza que pueda sentirlo
durante una semana entera —balbuceó Jaejoong.
Después
de darle al culo de Jaejoong una última lamida, Yunho se levantó sobre sus
rodillas y extendió su brazo hacia la mesita de noche. Buscando a tientas, a
ciegas, alrededor, sacó un consolador grande, de color púrpura brillante. Lo
sostenía delante de su cara y casi se echa a reír cuando Jaejoong se puso rojo
y se cubrió el rostro con las manos.
—Ups,
esto no es lubricante —Yunho se burló.
Sin
quitar sus manos de su rostro, Jaejoong respondió: —No, no lo es.
—La vida
nunca es aburrida contigo alrededor. Te voy a dar eso. —Yunho lanzó el
consolador de nuevo en el cajón y buscó hasta que sus dedos rozaron una
botella.
Con la
esperanza de que no fuera otra cosa perversa, pero aún curioso en cuanto a cuál
sería el contenido del resto del cajón, Yunho lo sacó. Cuando fue el
lubricante, Jaejoong dejó escapar un suspiro que sonó a alivio.
—¿Qué si
aún quiero saber qué más hay ahí dentro? —Yunho le preguntó al abrir la botella
y servirse una buena cantidad en la palma de su mano. Si recordaba desde su último
encuentro, a Jaejoong le gustaba estar estirado.
—No sé.
—Jaejoong torció los labios en una sonrisa traviesa—. ¿Cómo te sientes acerca
de las abrazaderas para pezones y los floggers?
A pesar
de que no dijo o hizo nada que pudiera mostrar que estaba en shock, esa
pregunta casi hace que dejara caer la botella. Sólo sonrió y negó con la
cabeza.
Una
expresión suave, reflexiva, se estableció en la cara de Jaejoong. —Sonríes
tanto cuando estás conmigo. Si no puedo hacer nada bueno con mi vida, puedo morir
feliz sabiendo que por lo menos soy capaz de hacer eso.
¡Mierda!
Olvidándose de ser un maldito Leopardo en ese momento, Yunho se dio cuenta de
que se había enamorado profundamente de Jaejoong. De alguna manera la seductora
Pantera había logrado romper todas las barreras emocionales relacionadas con el
estigma sobre el corazón de Leopardo de Yunho. Mientras que eso lo asustaba
como la mierda, también le dio una sensación de paz que nunca pensó que sería
capaz de alcanzar.
Ahora
todo lo que tenía que hacer era convencer a Jaejoong de que lo amara. ¿Era eso
posible? De alguna manera Yunho no conocía a alguien tan dulce y compasivo como
Jaejoong, realmente tomaría a un Leopardo como compañero. Las posibilidades de
que eso pasase eran menos que, que los cambiaformas Serpiente pudieran vivir en
paz y armonía con el resto del mundo.
No
queriendo hacer hincapié en sus pensamientos, ya que estaban empezando a
asustarlo, Yunho bajó la cabeza y capturó los labios de Jaejoong en un caliente
y carnal beso húmedo y sucio. Jaejoong lo tomó con todo lo que tenía, un gemido
ahogado escapó de él cuando Yunho deslizó un dedo por su culo. Un dedo se
convirtió en dos. Yunho los metía y sacaba, doblándolos para que las puntas
rozaran el punto dulce de Jaejoong.
Tras lo
que pareció una eternidad de tortura dulce, Yunho retiró los dedos. Agarrando
su polla, ordenó: —Pon tus tobillos sobre mis hombros.
Jaejoong
se apresuró a obedecer, su respiración acelerada. Una vez que estuvo en
posición, Yunho alineó la punta de su polla y poco a poco presionó en el
apretado anillo de músculo.
—Joder,
sí —se quejó Jaejoong cuando el miembro de Yunho lo penetró más allá de la
barrera.
—Mío
—gruñó Yunho de nuevo mientras se deslizaba hasta su casa.
Se quedó
quieto el tiempo suficiente para darle a Jaejoong tiempo para adaptarse. Una
vez que sintió su culo relajarse, Yunho comenzó a entrar y salir a un ritmo
duro. A Jaejoong no parecía importarle la rapidez, incluso se empujó hacia
arriba lo mejor que pudo en su incómoda posición.
Continuó
jodiendo a Jaejoong hasta que los dos estuvieron sudando y en el borde, Yunho
se vio incapaz de apartar la mirada de la Pantera, tomando la imagen de la
pasión de la cara de Jaejoong como si fuera una infusión. Yunho deslizó su mano
entre ellos y agarró el pene del hombre. Dando al eje unos pocos y rápidos
jalones, Yunho llevó a Jaejoong al orgasmo.
Jaejoong
gritó el nombre de Yunho cuando disparó, cintas delgadas de semen cubriendo sus
dedos. Eso, combinado con la sensación del culo apretando su polla, envió a
Yunho al borde. Inclinó la cabeza hacia atrás y dejó escapar un largo y
profundo gemido mientras su pene se sacudía, y llenaba el dulce culo de
Jaejoong.
«Nunca antes había sido tan bueno. Pero eso es porque
ninguno de ellos era mi Pantera». Por
primera vez la idea de ser posesivo cuando se trataba de Jaejoong no molestó a
Yunho. En su lugar, le dio una medida de paz que nunca había experimentado
antes.
Yunho
liberó las piernas de Jaejoong antes de caer sobre el otro hombre. Sus cuerpos
estaban sudorosos y su mano estaba cubierta de esperma, pero a no le importaba
un bledo. Lo único que le importaba era el hecho de que finalmente había sido
capaz de obtener otro sabor de la pasión de Jaejoong.
Un
sentimiento vago se apoderó de Yunho. Podría haberse quedado así para siempre.
Ellos se unieron, sus olores mezclados, y ellos... se abrazaron. Santa mierda,
Yunho nunca había dado tanto con sus otras jodidas y menos un abrazo de
despedida. Por lo general, una vez que terminaba, se iba antes de que su pareja
incluso comenzara a vestirse.
Ahora,
con Jaejoong, Yunho no quería irse. Nunca. Se incorporó lo suficiente para que
poder mirar hacia abajo a la cara de Jaejoong. La Pantera tenía una mirada de
satisfacción total en su rostro. Toda la pena y el dolor que habían estado
persistentemente antes habían desaparecido.
—Eso fue
fantástico —Jaejoong elogió cuando llevó una mano hacia la cara de Yunho para
retirar un mechón de pelo que tapaba sus ojos.
—Estuvo
bien —mintió Yunho—. Creo que tenemos que hacerlo unas cuantas veces más para
asegurarnos de que lo tenemos en la forma correcta sin embargo.
Jaejoong
se rió. —No sabía que mi Leopardo tenía un gran sentido del humor.
«Mi Leopardo». El
corazón de Yunho cantó ante esas palabras. Parecía como si no fuera el único
con una racha de posesividad.
Estirándose,
Jaejoong trazó una línea en las estrellas del tatuaje del costado de Yunho.
Negro con un contorno rojo, subían por ambos lados de su cuerpo.
—Déjame
adivinar, ¿obtienes uno de estos cada vez que matas a alguien? —Jaejoong le
preguntó con una sonrisa.
Yunho
miró a los tatuajes. —No, si ese fuera el caso, entonces tendría mucho más.
Tan
pronto como vio a Jaejoong blanco, Yunho sabía que había dicho algo incorrecto.
¡Maldita sea! ¿Qué pasaba con él? Cuando conseguía estar alrededor de la gente
normal, siempre se las arreglaba para decir algo que les produjera miedo o
asco, nunca fallaba. Lo triste es, que la mitad del tiempo, no tenía idea de lo
que había dicho hasta que sucedía.
Dios,
¿en qué había estado pensando? ¿Qué porque hubieran tenido un poco de sexo
grandioso y había sido lo suficientemente estúpido como para enamorarse de
Jaejoong, la Pantera le devolvería esos sentimientos? Yunho se maldijo por ser
tan mortalmente estúpido como para pensar que Jaejoong realmente quisiera un
compromiso a largo plazo con un Leopardo loco y chalado.
—Lo
siento. Me voy. —Empezó a levantarse, pero Jaejoong envolvió sus brazos
alrededor del cuello de Yunho, sosteniéndolo, impidiendo que se fuera.
—No te
vayas, por favor
Yunho
suspiró. —Los dos sabemos que esto no puede funcionar. Eres demasiado bueno y
agradable para estar pegado a un psicópata.
—¡No
estás loco! —declaró Jaejoong con tal vehemencia que la boca de Yunho se abrió
un poco en estado de shock—. Sólo reaccionas diferente en algunas situaciones.
Eso no significa que no quiera que te quedes el resto de la noche.
—¿Estás
seguro? —presionó, con su corazón martillando con entusiasmo.
Jaejoong
asintió mientras pasaba por la espalda de Yunho la palma de su mano. —Estoy
seguro.
Yunho se
recostó en la cama, tenso al principio, cuando Jaejoong pasó un brazo alrededor
de su pecho y se acurrucó, colocando la mitad de su cuerpo sobre el pecho de
Yunho. Al principio, el Leopardo en Yunho gruñó en protesta rechazando tanto
afecto. Entonces, cuando la respiración de Jaejoong se normalizó a un ritmo
lento y fácil cuando se quedó dormido, Yunho encontró a su propio cuerpo
relajándose también.
Giró su
rostro para poder enterrar su nariz en el rincón del cuello de la Pantera.
Respirando profundamente, Yunho saboreó la forma en que los olores mezclados se
aferraban a la blanca carne de Jaejoong.
Volvió a
pensar en el daño que había visto persistir en los ojos de Jaejoong y soltó un
gruñido. Yunho se prometió que si se enteraba de quién era responsable de ello,
lo degollaría. No lo pensaba en sentido figurado, sino literalmente tomando su
cuchillo de desollar y cortando la cabeza de esa persona o personas.
Presionando
un beso en la frente empapada de sudor de Jaejoong, Yunho cerró los ojos y se
dejó deslizar en el sueño. Su último pensamiento consciente fue cómo su
Leopardo ya no se oponía a la presencia de Jaejoong. En todo caso, parecía
satisfecho, también.
1 comentario:
owwwww YH pobrecito en lo unico que piensa es en matar e,,,,,,e aun asi JJ lo quiere ojala que JJ lo haga cambiar
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