CAPITULO TRES
Yunho les escucho salir de la casa, aunque
fueron muy sigilosos, él era un experto en la materia. Tomo sus armas y marcó
un numero. Completaría la misión. No permitiría que ese cambiaformas pantera
siguiera interponiéndose en el camino de Lee Sang.
A su especial manera, Yunho se preocupaba por
sus compañeros, no es que los amara, simplemente le importaba lo que les
sucediera. De manera que en su forma de ver las cosas, lo mejor para Seungri
era regresar con Lee Sang y, aunque habría sin duda un castigo, Yunho podría
ofrecerse para tomar o todo el castigo o la mitad. Por ellos siempre lo haría.
….
…..
Yunho miraba a sus compañeros desde un sitio
alto, escondido bien entre la maleza de los árboles. Esperaba.
—¿Dónde está? —preguntó Seungri.
—Estoy seguro de que
vendrá. Después de tanto tiempo persiguiéndote, no estará dispuesto a dejar
pasar esta oportunidad para hacerlo —contestó Minho mientras revisaba los
grandes árboles que los rodeaban.
—No estamos muy lejos —cortó la voz de
Taeyang.
Desde su lugar preferencial, Yunho pudo
observar a un hombre corpulento, músculos bien marcados y de agradable rostro.
Moviéndose a espaldas de sus compañeros, otro sujeto, más alto que el primero y
con un cuerpo atlético, se acercaba a ellos sin que lo vieran.
—¿Has traído apoyo? —le gritó Seungri a
Taeyang, cuando miró a un hombre alto
colocarse detrás de Minho.
—Sólo Siwon, te lo prometo.
—¿Qué? ¿No confías en mí? Esta vez era diferente —se defendió Seungri.
Taeyang levantó una ceja. —¿En serio? ¿Cómo
es eso?
Seungri dejó escapar gruñido de frustración.
¿Por qué era el único que podía ver el cuadro completo?
—Porque estoy tratando de salvar tu vida,
idiota y terco estúpido.
Siwon se echó a reír. —Creo que me gusta este
hermano, es el mejor de todos.
Seungri miró a Minho antes de volver su
atención a Taeyang. —Tienes que volver a la coalición y esconderte por un
tiempo.
—Odio tener que decírtelo, pero nunca me he
escondido de nada en mi vida.
—Tú nunca has ido en contra de Yunho antes
—Seungri trató de explicar—. Es como Terminator cuando se le da la orden de
asesinar a alguien. Es implacable y no le importará a quién más dañe en el
proceso para llegar hasta ti.
Taeyang se encogió de hombros. —Por lo tanto,
lo buscaré y lo mataré primero.
—¡No! —protestaron tanto Seungri como Minho a
la vez.
—Tampoco quiero que le hagas daño. Mira,
Yunho puede ser cruel, homicida y mezquino, pero lo amo como a un hermano.
—Nos ha protegido y salvado el culo más veces
de las que podemos contar —añadió Minho.
—¡Ah, qué lindo, un
psicópata con un corazón de oro! —arrastró las palabras Siwon.
—Nosotros lo entendemos mejor que nadie —dijo
Seungri—. Puedo ser capaz de convencerlo de que abandone esta misión, pero solo
si tú no interfieres.
Antes de que pudieran continuar, los sonidos
de aleteos llenaron el aire. Mirando hacia arriba, Yunho vio el cielo vivo con
decenas de negros pájaros gigantes.
—Ah, joder, Cuervos —sopló Minho.
—Y si están aquí, sabes quién es probable que
los haya enviado. —Seungri tomó dos armas de fuego y las preparó.
Minho asintió con la
cabeza. —Sí, Yunho y estará muy cabreado.
Yunho no tenía intenciones de hacerles daño a
Seungri y Minho, solo debía deshacerse de los otros felinos y así todo volvería
a la normalidad. Había contratado a un grupo de cuervos para poder estudiar a
sus enemigos. Si bien confiaba en sus habilidades, Seungri era muy bueno en lo
que hacía y le había llevado mucho para escapar del rastreador.
—¿Por qué Yunho hizo equipo con los Cuervos?
—preguntó Taeyang con una buena dosis de sospecha. El mayor enemigo de la
coalición eran los Cuervos, así que miraba con ojo crítico a aquellos que se
asociaban con ellos.
—Debido a que son fáciles de contratar y no
son caros —respondió Seungri mientras miraba hacia arriba—. Sin embargo, no
puedo creer lo rápido que los ha contratado y lanzado detrás de nosotros. Yunho
debe tener su número en su marcación rápida.
—¿Entonces tú también los has utilizado
alguna vez?
—¿Yo? —Seungri sacudió la cabeza—. No, Yunho
y Lee Sang son los únicos que se asocian con ellos. Personalmente, me parece
que son en su mayoría unos burros, aparte de que ellos huelen…
—Curioso —terminó
Taeyang por él. La mayoría de los felinos no se preocupaban por el olor de los
Cuervos.
—Sí. Una vez tuve que sentarme en un coche
con un par de ellos y estuve a punto de vomitar por todo el lugar.
—Yo habría pagado por ver eso. —Siwon se echó
a reír.
Seungri, seguro y arrogante, casi sonrió hacia
los Cuervos. Bajó la mirada hacia los árboles y gritó: —Yunho, ¿por qué no
llamas a tus esbirros y vienes a hablar con nosotros?
Como lo previo. Seungri tenía tan buenas
habilidades como él. Solían entrenar juntos, por lo que no se sorprendió al ver
que este encontraba su ubicación.
Sonó un solo disparo.
Antes de que Taeyang pudiera incluso
determinar de dónde había venido, un dolor ardiente explotó en su pierna
derecha. Miró hacia abajo y vio un pequeño agujero en el pantalón.
—Oh, no. Te disparó —exclamó Minho.
Taeyang hizo una mueca alrededor del dolor.
—¡Ah! ¿Te parece?
—Eso no fue muy políticamente
correcto, Yunho —le gritó Seungri. No fue
hasta que Seungri puso su cuerpo entre Taeyang y un grupo de árboles, que
Taeyang se dio cuenta de cuál era la posición de Yunho.
Seungri dejó escapar un gruñido agresivo
antes de levantar el arma y disparar un tiro.
Uno de los Cuervos, o era tonto, o muy valiente, porque intentó
acercarse, y aterrizó en una rama gruesa. La bala le dio en el pecho y cayó
duramente. En el momento en el que cayó al suelo, cambió de nuevo a su forma
humana. De pelo oscuro, el hombre pálido yació en el suelo y no se movió más.
—Si disparas a uno de los míos, mato a uno de
los tuyos —gritó Seungri en una voz extrañamente tranquila. Esas palabras
sacaron de Yunho una sonrisa. Seungri seguía siendo él.
—Wow, el pequeño jaguar es un chico duro de
roer—comentó Siwon mientras disparaba a otro Cuervo que había sido tan tonto
como para entrar en su campo de visión.
—Ese es el único lenguaje que Yunho entenderá
—explicó Minho tratando de matar su propio Cuervo.
—Parece un buen tipo. El tipo que desearías
llevar a casa de mamá —bromeó Siwon. —Y, sin embargo, ustedes dos no quieren
dejar atrás al feliz psicótico.
—Él tiene buenas intenciones y se preocupa por
nosotros de su propia y especial manera —explicó Seungri mientras liquidaba a
otro Cuervo.
—Sí, te habrás dado cuenta que no nos ha
disparado ni a Seungri ni a mí —agregó Minho, casi feliz.
—Bueno, mira que somos estúpidos por pensar
que él no os ama. ¿También mata pequeños animales y los deja en su puerta como
símbolo de su amor? —preguntó Siwon.
—Sólo de vez en cuando —dijo Minho.
Yunho sonrió de nuevo. Sí, a veces solía
traer a casa la cabeza de alguna de sus víctimas, en especial de aquellas que
lo molestaban de algún modo en particular o se metían con sus compañeros de
equipo.
Taeyang empezó a disparar tan rápido como
podía al mismo tiempo que luchaba contra el dolor de su pierna. Un rastro
caliente de sangre empezó a gotear hacia abajo. Taeyang gruñó con frustración.
Si los Cuervos estuvieran en tierra y cambiaran, entonces sería capaz de
cambiar a su forma de pantera. No sólo estaría mejor equipado para rasgarles
las gargantas, sino que el cambio también aceleraría la curación de su herida de
bala.
Los Cuervos continuaban con el ataque
circular. De vez en cuando, unos cuantos se zambullían para atacar con sus
garras a los felinos. Uno de ellos agarró a Siwon del pecho, haciéndolo
sangrar, ya que le dejó cuatro surcos profundos. Minho fue herido en la mejilla
por las garras de otro Cuervo, y pronto su camiseta blanca se convirtió en
roja.
Mientras tanto, la plaga, también conocida
como Yunho, siguió disparando a Taeyang y Siwon. Cada ráfaga de disparos era
interrumpida por Seungri gritando —¡No! ¡Yunho malo!
Taeyang casi había decidido que deberían
hacer una carrera muy poco varonil, cuando los pájaros finalmente cooperaron y
aterrizaron. Tan pronto como las garras chocaron con el suelo, cada uno de
ellos cambió a su forma humana. Tanto Siwon
como él cambiaron inmediatamente a sus formas animales. Mientras que las balas
y las armas eran eficaces, nada podía compararse con la velocidad sobrenatural
de los cambiaformas felinos y con su fuerza. Cuando Minho y Seungri no los
siguieron, Taeyang sólo se sorprendió ligeramente. Todavía eran jóvenes, ya que
la mayoría de los felinos no cambiaba hasta los 25 años. Además, dudaba que
alguien se hubiera tomado tiempo para enseñarlos cómo hacerlo correctamente.
Cuando los cuervos escucharon los gruñidos
uno de ellos arrojó su arma. —Joder. No nos pagan lo suficiente como para
enfrentarnos a estos gatos. —Se fue, cambiando de nuevo a su forma de ave. El
otro siguió sus pasos y pronto desaparecieron de la vista.
Tanto Siwon como
Taeyang cambiaron de nuevo a sus formas humanas. Observaban fijamente los
matorrales porque todavía tenían a Yunho por ahí y probablemente representara
un riesgo mayor que los Cuervos.
Se acercaron a Minho y
Seungri con cautela. Durante todo ese tiempo, Taeyang había previsto que Yunho
podría tratar de terminar el trabajo, por lo que no se sorprendió cuando
alguien delgado y de aspecto masculino, salió de los árboles.
—Mierda, es sólo un chico —susurró Siwon.
Taeyang asintió. Yunho parecía que apenas
había dejado su adolescencia detrás de él, tal vez se debía a que el felino
tenía un rostro angelical casi adorable.
«Tanto mejor para
esconder a un depredador peligroso. La mayor parte de sus víctimas,
probablemente ni siquiera pensarían que pudiera ser una amenaza hasta que fuera
demasiado tarde».
Luego Taeyang miró a los ojos del chico y su
sangre se heló. La mirada de Yunho parecía tan vacía y sin alma, como la de los
Cuervos. Hasta que miró a Minho y pareció darse cuenta de sus lesiones por
primera vez. Taeyang mantuvo el arma preparada en su mano. Aunque Yunho no
parecía que fuera a hacer ningún movimiento más agresivo, aun así Taeyang no
confiaba en qué sería capaz de hacer si algo lo provocaba. El dolor punzante en
su pierna le sirvió como recordatorio de lo letal que podía ser este chico.
—Estás herido —observó Yunho con una voz
suave.
—Gracias a uno de tus
amigos —disparó Seungri con enojo.
—Nadie te dijo que abandonaras a Lee Sang y
te fueras con el enemigo —atacó Yunho.
—¿Honestamente pensabas que te permitía matar
a Taeyang?
—No, sabía que ibas a tratar de ayudarlo. Te
preocupas por él.
El tono un poco confundido en la voz de
Yunho, hizo que Taeyang se preguntara si Yunho realmente entendía el concepto
de cuidar a otro. Probablemente no, ya que la mayoría de los leopardos parecían
incapaces de cualquier forma de amor o compasión. Una vez había visto a dos
hermanos leopardos batirse en una lucha tan feroz, que ambos terminaron
muriendo de sus heridas. Si viviera para siempre, dudaba de que alguna vez
fuera capaz de entender a esa raza en particular de felinos.
—Sólo déjanos ir. No quiero tener que pelear
—declaró Seungri a Yunho.
—No tengo otra opción. Lee Sang dio la orden
—insistió Yunho.
«¡Maldita sea!». Taeyang
tenía la esperanza de que tal vez cuando Yunho viera la lesión de Minho, el
leopardo estuviera dispuesto a poner su orden de asesinarlos a sus espaldas.
Por la forma en la que Seungri y Minho actuaban, era obvio que cuidaban del
lindo, loco y maníaco homicida. Taeyang no quería tener que molestarlos más por
herir a su amigo, pero no veía manera de evitarlo. Luego vio cómo los dedos de
Yunho se colocaban y hacía una mueca, y supo que el leopardo estaba a punto de
empezar a disparar de nuevo.
—Oh, he tenido suficiente de esto —gruñó
Taeyang.
Con un rápido movimiento, apuntó con su arma
y le disparó a Yunho un tiro que lo golpeó casi en el mismo lugar donde Yunho
le había hecho su lesión.
Yunho dejó escapar un grito de dolor mientras
caía. Taeyang aprovechó la oportunidad para ir y quitarle las armas al hombre.
—Ahora estamos a mano. Tú me disparaste y yo
te he disparado a ti —declaró Taeyang dando un paso atrás. A continuación, sacó
un conjunto de esposas y se las colocó.
En cuanto a Seungri, Taeyang le dio la vuelta
y le puso rápidamente las esposas, las manos del jaguar detrás de él. Aunque
había esperado tener más tiempo para hablar las cosas con facilidad y que
Seungri se rindiera, Taeyang no quiso arriesgarse más de lo necesario. Incluso herido,
Yunho seguía siendo una amenaza, y Taeyang no quería tener que pegarle otro
tiro y matarlo.
—¿Qué estás haciendo?
—exigió Seungri con el rostro cada vez más rojo por la ira.
—¿Qué? ¿Pensaste que sólo porque habíamos
luchado juntos contra algunos Cuervos iba a dejarte ir? Al igual que Yunho,
tengo un trabajo que hacer, por lo tanto, en nombre de la coalición, te pongo
bajo arresto.
Taeyang no desperdició
otra mirada hacia Yunho. Se llevó a Seungri de nuevo al coche. A mitad de
camino, Seungri comenzó a resistirse un poco, pero sin sus armas, no tenía
ninguna posibilidad contra la fuerza de Taeyang.
—No podemos dejar a Yunho tirado, indefenso y
herido —sostuvo Seungri.
—Confía en mí, Yunho no está indefenso en
absoluto. Puede ocuparse de conseguir tratamiento para su herida por su cuenta,
y se lo merece por tratar de matarme. ¿Puedes cambiar?
—Lo he hecho solamente una vez. Después de
eso, Lee Sang me prohibió volver a hacerlo. Dijo que no era natural ni
saludable desarrollar mi lado animal —admitió Seungri, avergonzado.
—Maldita sea, realmente les tiró mucha mierda
encima.
Seungri se encogió de hombros, pero por
primera vez, no salió en defensa de Lee Sang.
Minho
sangraba copiosamente de las heridas que había recibido. Pero él sabía
que las heridas en la cabeza siempre parece que sangran más. No era médico,
pero tenía un entrenamiento como tal. Lee Sang le ordenó que tomara clases, así
habría alguien que podría atender las heridas que recibieran en el trabajo.
—Gracias —dijo Seungri, una vez que
estuvieron solos otra vez.
—¿Por qué?
—Por no esposar también a Minho.
—No es gran cosa. —Taeyang se encogió de
hombros—. Tengo la sensación de que si tuviera que perseguirlo, no sería tan
difícil de atrapar como tú.
—Sí es una gran cosa —pulsó Seungri—. Minho
se asusta cada vez que sus manos están atadas. Si lo hubieras esposado, se
habría perdido. Ya está lo suficientemente asustado con esto.
—Supongo que no ha visto mucha acción física.
—Él era el cerebro de la operación. Yo, el
músculo.
—¿Y cuál es el papel de Yunho? —preguntó,
aunque ya tenía un indicio de la respuesta.
—Yunho era el verdugo.
…
….
Les tomó una hora y
media regresar a la sede de la coalición. Seungri mantuvo todo el tiempo la
cabeza baja y la boca cerrada. Levantó los ojos unos centímetros y vio una gran
fábrica de autos destartalada. El lugar parecía como si pudiera ser cualquier cosa
menos cuarteles militares de alta seguridad. A pesar de que tenía una cerca
alrededor del perímetro, se veía como una de esas vallas baratas y ni siquiera
parecía que estuviera electrificada. Sólo había una caseta de seguridad
individual y en el interior iluminado podía verse a un solo hombre de
vigilancia.
Sin embargo, Seungri
sabía que eso podía ser engañoso, solo una pantalla para los que lo vieran por
primera vez. Había por lo menos ocho francotiradores que cubren los tejados.
Dado que Eric está aliado con los Halcones, suponían que son ellos. De esa
manera serían capaces de volar rápidamente si fuera necesario. El
estacionamiento poco iluminado a propósito contaba con varios felinos
protegiendo las diferentes áreas del parking y el perímetro. Los seres humanos
y muchas razas de cambiaformas no serían capaces de verlos porque están
escondidos en las sombras.
—Tenemos que entrar —Taeyang empujó
suavemente.
Seungri asintió con la cabeza para mostrar
que entendía antes de hacer una última pregunta. —Ahora vas a ir detrás de
Yunho, ¿no?
—No tengo otra opción.
No sólo nos atacó, si no que está trabajando con los Cuervos. Ambos son delitos
en nuestra sociedad. La única razón por la que no lo arresté inmediatamente
después de la pelea, es porque estoy esperando que nos lleve hasta Lee Sang. De
alguna manera no creo que ni Minho ni tú, nos dirán la ubicación de la casa de
seguridad. Sin embargo a Yunho intentaré capturarlo solamente. No lo mataré a
menos que sea absolutamente necesario. Dado que su especie lo convierte en lo
que es, siempre ha sido la política de Eric tratar de reformarlos en lugar de
eliminarlos.
—Pero Yunho ni
siquiera es parte de la coalición —protestó Seungri, la desesperación arañando
su garganta. Si intentaban cazarlo y Yunho se sentía acorralado, Seungri sabía
que el leopardo terminaría haciendo algo estúpido o suicida.
—Es un felino que vive en el territorio de
Eric. Eso hace que tenga que rendir cuentas ante nuestras leyes —explicó
Taeyang en un tono de ser razonable.
—¿No lo entiendes? Para Yunho, no hay más ley
que lo que Lee Sang le dice. No creía estar haciendo nada malo.
Dentro de las
instalaciones todo fuera alta
tecnología. El interior de la fábrica se había convertido en una operación
altamente eficiente, profesional. Las filas de ordenadores y monitores estaban
alineadas en uno de los lados del edificio y en el otro había oficinas
separadas. Incluso había monitores de mayor tamaño colgados en la parte
superior de las paredes, cada una de las pantallas mostraba algo diferente.
—Así que te voy a llevar a prisión sólo por
cumplir órdenes —suspiró Taeyang.
Seungri frunció el
ceño preocupado por su amigo. Mientras que Minho no tenía el mismo temor a ser
enjaulado que Yunho y él, todavía no le gustaba estar confinado. —Espero que
Eric lo perdone. Sólo lo hizo porque Lee Sang se lo ordenó.
Taeyang miró hacia él, sus ojos tan
inquisitivos que Seungri casi tuvo que apartar la mirada. —¿Qué pasaba si
desobedecías a Lee Sang?
—¿No tienes que llevarme a mi celda?
—preguntó Seungri, cambiando de tema.
Mientras que estaba
casi temblando del terror ante la idea de ser enjaulado tras barras de acero,
todavía le daba más miedo confesarle su pasado a Taeyang. Bajaron por una
empinada escalera hasta lo que apareció un sótano, y se hizo más difícil
ocultar su ansiedad en esta parte del edificio. Apretó los dedos de las manos
esposadas y un sudor frío y pegajoso estalló sobre su cuerpo.
….
…..
……
Rastrearon a Yunho a través de un dispositivo
de seguimiento, que se encontraba en la bala que le pegó.
—Tengo una mala noticia para Minho y para ti
—anunció Eric sombrío—. Acabo de enterarme por Taeyang. Encontraron la casa en
la que habéis estado viviendo, pero no fue todo bien.
—¿Quieres decir que ha muerto Yunho?
—preguntó Seungri con la voz quebrada cuando las lágrimas brotaron de sus ojos.
—No, el psicótico ha
sobrevivido. Fue Lee Sang. Cuando llegaron a la casa, lo encontraron ya muerto.
Creen que murió mientras dormía.
—Yunho va a estar bien, ¿verdad? —Seungri
presionó.
—Sí, lo dos lo recuperarán —le aseguró Eric
con paciencia.
—Siempre nos dijo que
nuestras familias nos habían vendió a él —explicó Seungri. Eric dejó escapar un
gruñido de rabia. Seungri no se inmutó, porque sabía que no iba dirigido a él.
—Entonces, ¿qué nos pasará a Minho y a mí
ahora?
Eric sonrió. —Puesto que arriesgasteis
vuestras vidas para advertir a Taeyang, he decidido perdonaros a los dos.
Seungri hizo una cruz en su corazón con el
dedo. —¿Qué pasa con Yunho?
—Yunho es un problema completamente diferente
—suspiró Eric—. Los cambiaformas Leopardos son siempre difíciles de tratar, y
ahora tenemos uno que es una máquina de matar altamente capacitada. Lo
enviaremos a vivir con mudo y asno —Seungri frunció el ceño en confusión. —Es
un apodo para una pareja de panteras —dijo Eric—. Sus nombres reales son Minwoo
y Dongwon. Se acaban de comprar una gran cantidad de tierras de cultivo un poco
al sur de Seúl, por lo que su lugar sería perfecto. Ellos tienen además un
montón de paciencia, por lo que serían los más adecuados para enseñar a Yunho a
controlar sus impulsos. Puesto que no hay Leopardos en la zona, Yunho no
debería sentirse territorial. Tal vez ahora que no está bajo la influencia de
Lee Sang, el niño aprenderá a suavizarse.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario