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sábado, 12 de octubre de 2013

CRISTAL: CAPITULO 1




“De nuevo estaba observando a través de la ventana, tenía poco que nos mudamos a este tranquilo lugar. Siempre me ha gustado mirar a las personas pasar, riendo, hablando, jugando e incluso discutiendo, me gusta todo aquello, aunque hoy es diferente, hoy espero a alguien en especial… ¡ah! ¡Ahí viene!”

Por la calle caminaban dos atractivos y bulliciosos chicos, uno más alto que otro con una mirada profunda, el más bajo de una piel bronceada y linda sonrisa. Iban jugando y riendo escandalosamente mientras se dirigían a la escuela; “whaaa... se ven llenos de vida” pensó Jiyong, quien los acechaba desde la ventana del segundo piso donde se ubicaba su recamara.  Él y su madre aun arreglaban las cosas de la mudanza, bueno, más bien la madre de éste, ya que Jiyong se cansaba fácilmente debido a su frágil corazón. “En unos días entrare a la escuela, espero poder ir con ellos y ser su amigo J.

Era lunes por la mañana cuando Seunghyun y  Youngbae se dirigían a la escuela por su ruta usual, cuando alguien en el camino llamo su atención. Un chico castaño de delicadas facciones, delgado y de blanca piel se encontraba a mitad de la calle; cuando los vio sonrió nerviosamente.

−Ahumm… hola… uhmm  me llamo Jiyong – dijo levemente sonrojado – soy nuevo por aquí, les importa si los sigo hasta la escuela, no conozco bien la zona y no quisiera perderme y llegar tarde mi primer día de clases – ahora estaba tan sonrojando que aunque mirara al suelo sus orejas eran del color del tomate.

“Demasiado lindo para ser chico, incluso su voz es dulce” pensó Seunghyun y de inmediato se sacudió la cabeza por pensar eso, él diciendo que un chico es lindo “puag”, mientas Youngbae miraba anonadado al castaño su mente había quedado en blanco, creía haber encontrado a un ángel. Jiyong pasó su mirada del moreno al mayor en espera de una respuesta.

− ahumm claro que puedes acompañarnos – reaccionó – soy Seunghyun, pero todos me dicen Top, y él es Youngbae – dijo mientras palmeaba la espalda de este, sacándolo así de su trance.

− ¡Si, por supuesto! – dijo el aludido mirando hacia enfrente – bien vayamos de lo contrario llegaremos tarde y no quiero pasar otro día en detención por eso.

Comenzaron a caminar, mientras Jiyong los seguía de cerca, mirando a uno primero y luego al otro, gustoso de por fin entablar una conversación con aquellos a quien había visto toda la semana.

− Por cierto, ¿en qué grupo entrarás? – preguntaba un curioso Youngbae.

− mmm creo q es el grupo A – respondió Jiyong.

− ¡en serio, serás mi compañero! – dijo visiblemente emocionado – Top va en un curso avanzado, pero siempre vamos juntos a la escuela porque somos muy amigos desde pequeños.

−eso es porque somos vecinos, pero pronto seré una famosa estrella y me iré de este lugar – decía un Top no muy contento del lugar donde vivía y su rutinaria vida. Ji sonreía, le gustaban también los sueños de los demás.

Platicando sobre cosas sin importancia llegaron a la escuela, Seunghyun se despidió de ellos con la mano y se dirigió a su aula, mientras que los otros dos se encaminaron en sentido contrario para ir a la suya. Ji estaba muy feliz porque Youngbae lo traía de un lado al otro, primero a la sala de música, luego a la cafetería, después al salón de danza, aparte de darle el habitual recorrido por la escuela, eso incluía las canchas en donde Top entrenaba junto con el equipo de futbol; Ji a quien en el pasado le costaba trabajo hacer amigos por su delicada condición, ahora reía hasta que le dolía la panza con las ocurrencias de su amigo. Youngbae era muy celoso con respecto a su nuevo amigo, por un lado quería mostrarlo a todo el mundo, pero cuando los demás comenzaban a acercarse lo alejaba de ahí, se molestaba con facilidad si alguien trataba de tocarlo, para él, Ji se había convertido en su ángel. Desde que lo vio aquella mañana a mitad de la calle, cuando les hablo, desde ese día había quedado claro que Jiyong no era cualquier amigo, era alguien especial.

Efectivamente, todos en la escuela creía que Jiyong era alguien especial, la mayoría de los chicos se sentía atraído por ese ser delicado de níveas facciones y cálida sonrisa, aprovechaban cualquier oportunidad que tenían para charlar con él, he ahí el porqué Youngbae se molestaba tan rápido. Incluso había algunas chicas del otro instituto, porque el de ellos era solo para varones, que ahora le tenían recelo a Ji y lo fastidiaban, en especial las admiradoras del capitán del equipo de futbol, Top. Ji no le daba importancia al asunto, después de todo solo lo asediaban de camino a casa, ya que regresaba solo, puesto que Top se queda entrenando y Bae practicando en la sala de danza.

Era un día como los demás, Ji regresaba a casa un poco más tarde de lo usual para así evitar a sus agresoras, realmente algunos de esos insultos le dolían, aunque no lo demostrara, las palabras de esa chica se le habían atormentado, por eso ahora volvía mas tarde. “Top nunca te querrá, solo eres un maldito niño pretendiendo ser una chica y aunque te comportes como una eres realmente desagradable, me das asco…” y así siguió una letanía de insultos pero solo esa parte se había grabado en su mente. Para Ji, Seunghyun era un gran amigo como Bae, si, creía que Top era bastante atractivo, además de esa sexy voz que derretía a cualquiera, eso sin contar con su sensual mirada, si, pero de ahí a que él se comportara como niña cuando estaba alrededor de Top era muy diferente; después de todo no era su culpa ser un chico de frágil apariencia. Caminaba distraídamente por las calles aledañas a la escuela cuando sintió un golpe, algo rompiendo y después como se empapaba de un líquido viscoso. Volteo a su alrededor y ahí estaban sus agresoras con varios huevos que empezaron a lanzarle en cuanto las vio, se cubrió con las manos y trato de correr, pero ellas eran muchas y más rápidas, lo rodearon. Le lanzaban los huevos, Ji solo atino en agacharse para así poder cubrirse mejor, cuando se terminaron los huevos le vaciaron una bolsa de harina, una de ellas lo tomo por los cabellos de manera brusca para levantar su cara, mientras otra sacaba su celular para tomarle una foto, cuando alguien le arrebató el aparato.

−¡Ya basta! – gritó Seunghyun - ¡Largo de aquí!

Todas echaron a correr dejando ahí a un desmoronado Jiyong, a quien le dolía la humillación. Seunghyun había decidido no ir a entrenar, así que solo había ido a avisar y dar unas cuantas instrucciones al club, cuando iba de regreso a casa se encontró con un grupo de chicas atacando a lo que pensó sería otra chica. Una vez que las atacantes se perdieron de vista, volteo a ver a la chica que atacaban, se llevo una sorpresa al ver a la frágil criatura que reconoció como su amigo. Sintió una opresión en el pecho y un odio general por las chicas que le había humillado. Tomó a Jiyong en sus brazos y lo levantó, fue en ese momento, al sentirse fuera del suelo cuando Ji levantó la mirada para ver a su defensor. Dio un respingo al darse cuenta que quien lo llevaba en brazos.

−¿Qué fue lo que ocurrió?

−… − Ji no sabía cómo explicarle la situación, después de todo él mismo no la tenía muy claro.

−¿Cuántas veces ha ocurrido esto?

−Hoy es la primera vez que usan algo más que palabras – dijo Ji nostálgicamente.

Al escuchar esto, Seunghyun se tensó, respiró profundamente contando mentalmente hasta diez para disimular el enojo que sentía en ese momento. Ji, al sentir el tenso abrazo de su hyung, lo miró, su corazón latió a mil por hora al notar lo cercanos que estaban sus rostros en ese momento, bajo la mirada sonrojado, lentamente recargo su cabeza en el pecho del otro. Podía oler el aroma de Seunghyun, abrumador y adictivo. Podría decir que ese era su mejor momento, pero no, recordó que estaba empapado de huevo y harina, había sido humillado por un grupo de chicas que ni conocía, y que después de esto, seguramente el número de agresores aumentaría.

− bájame – dijo Jiyon tímidamente – puedo ir a casa desde aquí.− Se detuvieron y Seunghyun bajo lentamente a Ji, como si temiera romper el cristal que traía en sus manos. Caminaron sin decir nada hasta la casa del menor.

− Ji –dijo tomándolo de la mano− Desde mañana me esperarás, regresaremos a casa juntos – no fue una petición, fue una orden.

− Pero tus entrenamientos son largos.

− me esperarás y punto. Puedes unirte al cualquier club, o puedes hacer la tarea en la biblioteca o yo que sé, solo no se te ocurra salir de la escuela. –dijo recordando lo ocurrido – Iremos y regresaremos juntos.

−hmm – asintió levemente con la cabeza, tratando de olvidar su aspecto en ese momento.

Por la noche, recostado en su cama y limpio Jiyong meditaba los hechos. “Haber, hagamos memoria, ¿cuando yo me he acercado demasiado a Seunghyun para que sus admiradoras me traten así?...mmm… Bae también tiene muchas seguidoras, entendería si fueran ellas las atacantes, dado que paso la mayor parte del tiempo con él, y entonces ¿Por qué?” Su mente seguía cavilando, y entonces pensó en Seunghyun, sus brazos fuertes, su piel bronceada, su embriagante aroma, su nariz recta, su negro cabello que le caía armoniosamente sobre la cara, su profunda mirada, sus labios que invitaban a besarlos. Se sonrojo. Si, lo había notado desde la primera vez que lo vio, se sentía atraído por Seunghyun, aunque él creía que lo ocultaba bastante bien, después de todo solo conversaban de camino a clases y en algunas ocasiones cuando se encontraban por los pasillos, por lo que Ji pensaba que era una atracción pasajera por la vitalidad que mostraba Top. “Aunque ahora que lo pienso Bae también tiene mucha energía”. Youngbae practicaba todos los días después de clases en el salón de danza, quería ser un gran bailarín. “Además tiene una hermosa voz” lo escuchó una vez cuando lo encontró en el salón de música por casualidad. Pero, aún así no sentía el mismo palpitar en su corazón cuando se encontraba con Seunghyun por los pasillos; cuando caminaban juntos secretamente lo miraba y sonreía.
 
 

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