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viernes, 25 de octubre de 2013

EL PESO DEL ALMA: CAPITULO 4







Jaejoong se encontraba de nuevo en el hospital. Nadie dijo nada cuando lo vieron ingresar en la camilla. Esta vez Yunho corría a su lado, desesperado, envuelto en llanto, hasta que al llegar a unas puertas no lo dejaron continuar más a su lado.



Se quedó sentado en el suelo del pasillo, lamentándose. Lamentando su miseria. Lamentando su estupidez. Odiando a Junsu por envenenarle el alma, odiando a Yoochun por haberle hecho creer cosas que no eran y por lo que había hecho, pero sobretodo, odiándose a sí mismo por ser el causante de todo.



Su Jaejoong, porque sí, ese era su Jaejoong, él nunca cambió. El propio Yunho fue quien lo obligó a cambiar, apagado la flama de su vida.



Ahora lo veía todo muy claro. Era él quien había cambiado, quien había arruinado el maravilloso destino que pudieron haber tenido juntos y lo había transformado en un infierno. Él había abandonado el dulce amor que Jaejoong le daba por su lujuria hacia Junsu. Hasta ahora era que notaba cada una de las hermosas cosas que Jaejoong le daba, cada gesto que hacía para verlo sonreía, y ¿qué hacía él en cambio? Le devolvía el amor con golpes, con humillaciones.



Se preguntaba por qué Jaejoong había aguantado tanto. Y se recordaba así mismo cuando le prometía a su tierno esposo que nunca más lo volvería a hacer, cuando llegaba con flores y regalos para pedirle perdón. Lo hacía porque aún le creía. Yunho vagamente recordaba que podía manipular a Jaejoong por medio del chantaje, que Jaejoong creía firmemente que Yunho iba a cambiar, pero no lo hizo.



¿Y, entonces, por qué se quedó? Miedo. Esa era la respuesta. Jaejoong se había quedado a su lado por temor a sus represarías. Había intentado huir, aún sin tener donde ir, había querido escapar de sus garras. Yunho debió entenderlo, pero lo que hizo fue arremeter con más violencia por su desacato.



Se odiaba. Se despreciaba como ser humano. Si no fuera porque Jaejoong se debatía entre la vida y la muerte, él mismo terminaría con su propia vida, porque no podría vivir una vida donde su Jaejoong no estuviera. Porque debajo de todas esas capas de odio y lujuria, aún se encontraba el amor hacia su hermoso esposo.





                                                « ¤ » « ¤ » « ¤ »





Jaejoong estaba consciente. O eso creía. Con los ojos aún entrecerrados, con el pecho doliéndole a mares cada que inhalaba. Se sentía raro. Su cuerpo estaba extrañamente pesado, un molesto pitido constante en sus oídos y algo en su nariz, por lo demás se sentía inexplicablemente libre.



A través de sus pestañas, la familiar blanca habitación lo recibió. Su nariz no percibía ningún aroma. Su garganta estaba seca, pero no tenía ganas ni siquiera de abrir completamente los ojos.



La puerta de la habitación se abrió. La enfermera con su apretado moño en la cabeza lo miró un momento, antes de dedicarle un triste gesto. Suspiró, comprobó algunas máquinas y se marchó nuevamente.



Jaejoong estaba cayendo de nuevo en un sueño profundo cuando la puerta volvió a abrirse. Su conocido médico entraba seguido de Yunho. Al verlo un pavor lo recorrió por completo, aunque su cuerpo no presentó ningún cambio, Jaejoong estaba asustado hasta el alma.



― Tranquilo ― le dijo. Los párpados de Jaejoong seguían siendo demasiado pesados, pero conocía esa voz que sólo él escuchaba. Su amiga la muerte estaba cerca.



Changmin se movió hasta que estuvo frente al campo visual de Jaejoong. Con su mano acarició suavemente sus cabellos, y Jaejoong solo quería llorar.



Una lágrima escapó de sus ojos, resbaló por sus mejillas, y entonces supo que no se detendrían. La extraña calidez de Changmin era como ser tocado por la luz de la luna, ni frío ni caliente.



― ¡Jaejoong! ― la voz de Yunho solo hacía que Jaejoong quisiera correr y esconderse para que nunca más se vuelvan a encontrar. ― Doctor, está llorando. ― Se dirigió al médico y después volvió a centrar su atención en su esposo. ― Despierta cariño.



¡Oh, no! Lo único que quería Jaejoong era que Yunho le soltara la mano, que se alejara.



― Es una reacción común del cuerpo. Sus ojos han decidido lubricar la retina ― desdeño el médico. ― Como le decía Sr. Jung, su esposo ha sido gravemente herido. Las lesiones que presenta lo han mandado a este estado de sueño indefinido. Su cuerpo, demasiado débil fue brutalmente herido. Hemos podido colocarle el brazo en su lugar, los órganos internos estaban desgarrados, detuvimos el sangrado, sus costillas rotas perforaron uno de sus pulmones y a pesar de que hemos operado, es todo lo que podemos hacer por él. Solo nos queda aguardar a que su cuerpo reaccione.



― ¿Es todo lo que pueden hacer con él? ¿Se salvará?



La mirada del doctor fue ilegible. Yunho bajó la vista al suelo y apretó los puños. Daría cualquier cosa para cambiar la situación. ¿Por qué? ¿Por qué fue tan ciego? ¿Por qué fue tan necio? ¿Por qué confió en los demás antes que en su esposo? ¿Por qué no lo supo cuidar?



Yunho lloró, lloró amargamente en silencio, pero Jaejoong no lo vio, ni tampoco lo escuchó, él seguía llorando su propio dolor, con un Changmin tranquilizándolo.





                                                « ¤ » « ¤ » « ¤ »





Cuando Jaejoong volvió a abrir los ojos, la luz blanca de la habitación lo deslumbró. Volvió a parpadear hasta que sus ojos se acostumbraron a la luz.



Bruma, todo envuelto en una espesa bruma blanca. Reconocía que era la habitación del hospital, pero todo eso era de alguna manera diferente. Quizá el hospital se estuviera incendiando y por eso toda esa niebla, aunque era demasiado blanca y espesa para ser simple humo.



― Jaejoong ― lo llamó.



Changmin se encontraba frente a él con su usual ropa negra, pero en lugar de la gabardina, ahora portaba un manto negro que le cubría de pies a cabeza.



Al verlo Jaejoong sabía que era hora. Las lágrimas salieron involuntariamente de sus ojos y el nudo en la garganta no le dejaba tragar correctamente al ver todas las imágenes de su vida al pasar.



Sus amorosos padres, el sufrimiento de cada uno de ellos para tratar de darle una vida decente a su hijo. Su hermosa madre sonriéndole, su noble padre sonriendo...



Las imágenes cambiaron. Jaejoong revivió cada uno de los insultos que en su pueblo natal le brindaban, solo por ser demasiado andrógino era considerado una aberración...



Su padre llegando a casa totalmente perdido en el alcohol, gastando lo que no tenían. Él y su madre discutiendo. Gritos y más gritos, con un pequeño Jaejoong escondido bajo la mesa...



Sus padres siendo asesinados por los malos negocios de su padre. Él abandonando su ciudad natal para buscar un nuevo destino...



Yunho...



Yunho alto y gallardo con su traje gris plomo en la cabina del ascensor. La sonrisa de Yunho. Sus blancos dientes mostrándose a través de sus sexys labios y ese hermoso y pequeño lunar adornándolos...



La voz seductora de Yunho. Sus ojos castaños y su cabello color chocolate, ligeramente despeinado. Las grandes y cálidas manos de Yunho. Su varonil aroma...



El café donde solían almorzar en sus primeras citas. Las risas tontas acompañadas de sonrojos. Los guiños que Yunho hacía cuando quería hacer reír a Jaejoong o sonrojarlo por algo indebido...



Su primer beso. Los acogedores abrazos de Yunho. Los suaves y almohadillados labios de Yunho, su sabor...



El día que Yunho le propuso matrimonio. Lo felices que se veían. Lo bonito que era su amor...



El día más feliz de su vida: Yunho con su traje negro y el con un smoking blanco. El día de su boda...



Las caricias de Yunho. Los besos voraces de Yunho. Sus cuerpos desnudos. La piel bronceada de Yunho...



Su primera vez. Los largos dedos de Yunho invadiéndolo, preparándolo, mientras su otra mano trabajaba con su miembro sin dejar de besarlo. La unión de sus cuerpos...



La felicidad de despertar todos los días envuelto en los cálidos brazos de Yunho...



Los susurros mal intencionados. El hostigamiento. La desesperación por mostrar lo contrario. La decisión de salvaguardar su feliz matrimonio a su trabajo...





Entre pétalos de rosas
Busqué su amor
Y encontré violencia
En lo que antes era una flor.






La mirada de culpa de Yunho. El dolor en su pecho al saber que Yunho ya no confiaba en él. La evasiva mirada de Yunho...



La sonrisa fingida de Yunho. Las mentiras constantes. La desesperanza al saber que lo estaba perdiendo...



Los esfuerzos por agradarle de nuevo a su marido. Los nervios por verse bien cada que Yunho llegaba del trabajo. Las miradas de desaprobación de Yunho...



Los insultos. Las humillaciones. La angustia. El llanto...





Le entregué mi cuerpo,
Él compró mi juventud
A cambio de
Partirme el alma en dos.






El desprecio. Los gritos. Los golpes...



El dolor. El sufrimiento. La desesperación...



El miedo. El horror. La furia. La ira. Más dolor...



La resignación. La muerte...





Dejé de esperar
Que el perfume de su voz
No destilara odio y alcohol,
Que sus golpes no dolieran.


                                                                                          



― Jaejoong ― lo llamó de nuevo. ― Es hora.



Jaejoong le sonrió. ― Gracias.



Ese sentimiento desconocido de nuevo lo embargo. Como cada que veía a Jaejoong, ese algo en su interior que le hizo desafiar todas las reglas y quedarse a su lado hasta el final.



Y Changmin lloró.



Lloró por la pobre alma que debía llevar. Jaejoong aún era muy joven y le había tocado una vida de mierda. Changmin había visto junto con él sus memorias. Había sonreído cuando él sonreía y apretaba los labios cuando él lloraba.





Dime por qué no he tenido
Alguien que cuidará de mí
Y ahora que mi vida echó a dormir
Siento que apenas viví.






Changmin sentía compasión por esta pobre alma a la que a base de golpes y humillaciones le habían mermado las fuerzas y la voluntad de vivir.



― Lo siento tanto Jaejoong. Lo lamento de verdad ― sollozó. Jamás había sentido remordimiento al llevarse a alguien, incluso cuando veía a toda la familia entera llorar. Cuando les llegaba la hora les llegaba la hora. Así había sido siempre. Pero al lado de Jaejoong se sentía impotente por apagar de tajo la flama de su vida.



― ¿Por qué Changmin? ¿Por qué me tocó esta vida?



Changmin no contestó. Él no tenía la respuesta a eso. Ni siquiera sabía que había al otro lado de la luz. Su trabajo solo consiste en llevar a las almas para que crucen al otro lado. Sabía que había un creador, pero al igual que los humanos, solo había escuchado hablar de él.



¿Por qué le había tocado vivir lo que vivió? Él también se lo preguntaba.



― ¿Acaso en mi otra vida fui tan malvado que decidieron castigarme en esta?



No. El alma de Jaejoong era blanca, pura. Si hubiera sido de esa manera su alma no sería de ese color, ni tendría su forma perfectamente circular, aunque ahora pareciera una esfera de cristal quebrado. Jaejoong en todas sus vidas pasadas había sido una buena persona.





Ven, toma mi mano y duerme.
Yo soy la voz
De la vida
Y de la muerte,
Un hola y un adiós.






― ¿Por qué Changmin? ¿Por qué?



Sus lágrimas cayendo. ¿Qué podía decirle a esta buena alma acerca de su destino? Nada, porque él nada sabía. ― Ven conmigo.



― ¿A dónde iremos?



― A la luz.





Soñarás caricias sobre
Un lecho de cala y de Luz
Y perfumaré tu alma
Con gotas de paz y de amor.






― ¿Seré feliz en la luz?



Sonrió antes de responder. ― Serás feliz.



Con sus propias lágrimas cayendo lo deseo fervientemente. Deseó que Jaejoong viviera feliz.





Deja de llorar.
Abrázame, ya todo terminó.
Hoy la ternura
Peinará tu piel.
Sobre el arco iris hay
Alguien que te espera.






― ¿Alguien me amará ahí?



― Todos te amarán ahí.



― ¿Estarás conmigo ahí?



Changmin negó suavemente con la cabeza. ― Te llevaré hasta la entrada. El lugar a donde vas, no es para mí.



Jaejoong lo miraba. Sus enormes ojos derramaban lágrimas, pero no había temor, solo resignación a lo que debía pasar. Y en contra de todo de nuevo, Changmin sintió la necesidad de abrazar a aquella alma perdida en su sufrimiento.





Deja que mimen tu boca
Los labios del amanecer
Que el susurro del dolor se irá
Y que arda en olvido, el ayer.





Ahí, envuelto entre los brazos de la muerte, Jaejoong dejó salir su último llanto, su dolor, su desesperación y sufrimiento, dejo que todo aquello se fuera entre los brazos de aquel hombre. Y, confió en él, en sus palabras, en la promesa de una nueva vida.





Que el placer duerma en tu pecho
Y con besos anude tu ser
Que la amargura hoy eche a volar.
Te espera otra flor, sígueme.





― Toma mi mano y sígueme. Donde vamos no hay lugar para el dolor y el sufrimiento. No puedes ir con arrepentimiento en tu alma, porque ahí todo es luz, es el sol, es la luna, son las estrellas, es paz, es tranquilidad, es amor.



Jaejoong tomo su mano. Miró a su alrededor, sentía pena por dejar su vida, pero realmente no tenía una que valiera la pena vivirla. Se lamentaba no haber hecho amigos, no haber sonreído más, no haber amado con suficiente fuerza, pero sobre todo se lamentaba el hecho de dejarlo todo porque ya no era capaz de resistir o enfrentar lo dura que era su vida.





Despídete ya,
Se acaba el tiempo,
Ven hacia la luz.
No tengas miedo,
Él no volverá.
La eterna angustia será
Su Condena.






― Este momento es cuando les pido a las almas que se despidan. ¿Quieres despedirte de alguien?



Changmin sabía que Jaejoong estaba solo, totalmente solo, pero quizá quisiera despedirse de alguien, Yunho por ejemplo. El maldito cabrón no lo merecía, pero él no era quien para decidir eso.



Jaejoong lo miro como si no supiera de qué hablaba. Así que le dijo dulcemente: ― ¿Quieres decirle adiós a Yunho?



La reacción de Jaejoong fue instantánea. El chico tembló cuál hoja al viento a la mención de su nombre, pero sus ojos parecían decididos. Recobró la compostura un rato después.



― Yunho ― dijo con voz trémula. ― ¿Qué será de él?



― No lo sé ― respondió con sinceridad.



Realmente quería decirle que el cabrón se pudriría por todo lo que le ha hecho, pero Changmin sabe que Jaejoong, a pesar de todo, no le desea ningún mal.



― Deseo verlo una última vez.



El alma de Jaejoong se desprendió de su cuerpo. El chico miró su demacrado y herido cuerpo, totalmente entubado y conectado a miles de maquinas, que comenzaron a pitar de manera estrepitosa.





Deja que mimen tu boca
Los labios del amanecer
Que el susurro del dolor se irá
Y que arda en olvido, el ayer.






Varias enfermeras y doctores vestidos de blanco se precipitaron a la habitación. Jaejoong solo los miraba, intentando traerlo de regreso, después miraba a su cuerpo. Sentía sobre su pecho el cosquilleo que los choques eléctricos que le daban.



Miró su mano, entrelazada con la de Changmin. Y le sonrió. Él le devolvió la sonrisa. Y caminaron fuera de la habitación, hacia el pasillo.



Yunho se encontraba fuera, acuclillado en el suelo, como un niño pequeño, con el rostro bañado en lágrimas y desesperación. Por primera vez desde que estuvo en el hospital, Yunho se veía completamente destrozado.



Jaejoong soltó la mano de Changmin y se acuclillo frente a Yunho.



― Yunho ― lo llamó. Este parecía sentir su presciencia, pues se había quedado muy atento. Le pasó una mano por el cabello, después le acarició la mejilla. Yunho lo sentía porque había inclinado su rostro hacia donde la mano de Jaejoong lo acunaba. ― Yunho, quiero que sepas que yo te perdono. ― Yunho soltó más lágrimas que la mano de Jaejoong no podía retener, y Jaejoong lloró con él. Supo que su esposo estaba verdaderamente arrepentido, pero ya no había vuelta atrás, Jaejoong debía continuar. ― Yunho, te perdono. Yunho yo siempre te amé.



Y le beso en los labios.



De la garganta de Yunho salió un grito de dolor. En la habitación los doctores, con cara compungida, anotaban la hora del deceso.




 Que el placer duerma en tu pecho
Y con besos anude tu ser
Que la amargura hoy eche a volar.
Te espera otra flor, sígueme.
Te espera otra flor, sígueme.






Jaejoong sonrió. Una verdadera sonrisa. Changmin supo que Jaejoong estaba listo, que había dejado todo su dolor y sufrimiento detrás, que no dejaba nada pendiente. Y entonces, Changmin pudo observar lo que alguna vez fue el brillo del alma de Jaejoong.



Su sedoso cabello negro, su blanca piel de porcelana, sus enormes ojos negros, su nariz, sus labios rojos como las fresas. Jaejoong era hermoso. Changmin estaba seguro que Jaejoong estaba destinado a ser un ángel y seguramente uno de los más bellos.



― ¿Estás listo?



Con un asentimiento de su cabeza Jaejoong estaba listo para iniciar un viaje sin retorno. Changmin lo atrajo hacia su cuerpo y lo acunó entre sus brazos, cubriéndolos a ambos con su manto.



El manto negro de Changmin se transformó en un par de alas negras, que se desplegaron en todo su esplendor, para después levantar el vuelo hacia la luz.



Te espera otra flor, sígueme...









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N/A: Nada, absolutamente nada, justifica la violencia. Originalmente sería un shot basado en la canción del mismo nombre que he plasmado aquí. Le agregaré un epílogo. Espero esta historia haya sido de su agrado. A todos muchas gracias por sus comentarios.

15 comentarios:

♥Inexys♥ dijo...

QwQ

Dios... estoy chillando como niña chiquita, ¿sabes?, leí los primeros dos capítulos de esta historia y ya no quise continuar porque soy demasiado cobarde y todo lo que pasó Jae me caló, odié a Yunho, Junsu y Yoochun, estaba segura que no seguiría leyendo, simplemente no podía soportar la idea de que Jae pudiera perdonar a Yunho pese a todo, sin embargo aquí estoy, continué con la lectura y pese a que el final es triste, creo que es el más adecuado, después de todo lo que hizo Yunho la relación no podría ser la misma jamás.
Ahora Jae ya descansa, lejos de las injurias, las humillaciones, los malos tratos y el vacío que sientes en el alma cuando la persona que te dice amar y a quien amas con la vida te pone la mano encima con intenciones distintas a una caricia...
Yunho, se queda solo, como debe estar, arrepintiéndose por todo y sufriendo solo una parte del dolor que le hizo pasar al hombre que tanto lo amó.
De Junsu y Yoochun, mejor me callo, también son responsables, pero quien tenía el compromiso y debía ser fiel, además de creer en su marido era Yunho, en fin, es triste, pero estas cosas suelen pasar más seguido de lo que nos gustaría.
Misuzu, escribes muy bien, me has hecho pasar por mil emociones con esta historia, espero poder seguir leyéndote. Me seguiré paseando por tu blog a ver que más encuentro.
Nos seguimos leyendo y gracias por compartir ese FF =)

Unknown dijo...

Eso si me dolió que Jae muriera que esos hijos de puta no pagaran esperare el epilogo o si no me dará un infarto lastima que Yunho se dio cuenta tarde del gran error cometido estoy muy dolida en verdad se sintió demasiado real que ya no hallo que comentar gracias amiga por compartir esperare ansiosa el epilogo

JoJo Lim~♥ dijo...

yo también chillo como niña chiquita la verdad que yunho ese junsu y ese yoochun se dieron mucha garra! hijos de **** yo hubiese querido que jaejoong no pasara por eso que fuera una pesadilla y que yunho le reconfortara cuando se despertara pero le toco vivir todo eso como si pagara un karma u_u -se va otra vez al rincon a llorar- me gusto tu histora eres muy buena y esperaré con ansias el epilogo y leeré esos caps que me faltan! gracias de verdad! u_u -sigue llorando- ninguna persona debe ser ultrajada bajo ninguna circunstancia ni de alguna manera!! Y.Y gracias por compartir el fic de nuevo

JoJo Lim~♥ dijo...

no eres cobarde a mi el primer cap me hizo llorar de ternura y los otros me desgarraron profundamente es como sentir un poquito del dolor de él! realmente misuzu escribe muy bien casi lo siento real!! yunho debió serle fiel a jae y hacerle bebés a él y jno a junsu Y.Y ni yoochun envidiar lo que no le pertenecía!! :'(

Ángela dijo...

muero junto a Jae de dolor y angustia, qué triste final. tan puro que era Jae y tanta maldad que tuvieron con él y no fueron debidamente castigados. el único que verdaderamente sufrirá un castigo será Yunho y será de por vida, vivirá con el recuerdo de su hermoso marido muerto a manos propias.
Junsu y Yoochun se salieron con la suya, uno tuvo de amante a Yunho y el otro ultrajó el cuerpo puro de Jae.
me habría gustado realmente leer una continuación para saber de las miserables vidas de estos tres personajes malvados.
Jae pagó con su vida la poca felicidad que tuvo cuando estaba en la tierra, fue feliz cuando se enamoró y cuando se casó, después solo fueron palizas tras palizas y dolor tras dolor.
quiero un final feliz para Jae,más allá que se convertirá en ángel, quiero que lo amen como él se lo mereció cuando estaba vivo.
realmente un fic muy emotivo y me dejó una sensación de impotencia.
muchas gracias por compartirlo. realmente lo viví intensamente, reí, me ilusioné y sufrí de instintos asesinos al leer la maldad humana contra un ser inocente.
un abrazo y nos seguimos leyendo.

Yuko13 dijo...

No es justo que Jae muriera, el merecía una vida diferente, por dios que me duele mucho, y como dices nada, pero nada justifica la violencia hacia una persona, hacia un ser vivo. Me duele que Jae muriera, pero sobre todo me duele el eterno sufrimiento que el alma de Yunho tendra, por sus acciones hacia Jae.. Gracias

Anónimo dijo...

Sin palabras, en verdad en una historia realista, dramática y conmovedora.
Quiero decir tantas cosas pero al final únicamente me dan ganas de llorar, parece que cada que leo algo tuyo existe una gran posibilidad de que termine llorando...

Ahora a la historia, el personaje de JaeJoong es un mártir, es terrible pensar que una persona puede sufrir de esa manera, sin haberle hecho mal a nadie, cuando lo único que él deseaba era un poco de amor y felicidad en su vida, me habría gustado que al menos pudiera haber experimentado un poco de plena felicidad en su corta vida.

Yunho no es inocente, lo sé, es el villano y su pecado es mayor que el de Junsu y Yoochun por dañar intencionalmente a la persona que supuestamente amaba, pero aún así mi mente viaja y trato de imaginar la forma en que vivirá con el remordimiento, el dolor, el arrepentimiento y el asesinato de su esposo en su consciencia. Me intriga y da un poco de miedo lo que podré encontrar en el epilogo, sé que lo que hizo Yunho no sé puede quedar impune, coincido contigo, este grado de violencia es injustificable.

Yo tengo tan idealizada esta pareja y me causa demasiada tristeza que las cosas se terminen así, un amor tan bello y tan puro destruido por el egoísmo, la lujuria y la ambición, pero no pudo ser de otra manera, no había otra forma en que esto podría terminar, el daño ya estaba hecho, al menos JaeJoong pudo dejar atrás todo el sufrimiento que Yunho le causo, ya que en su vida en la tierra no pudo ser realmente feliz espero que en la otra vida lo sea.

Eres una escritora increíble, plasmas las emociones, y las trasmites perfectamente, espero que nos regales pronto otra de tus historias YunJae, aunque si no es mucho pedir algo con final feliz, que me has dejado emo para todo el mes, no, broma, sigue así, nos leemos pronto y gracias por compartir tus historias! :)

★ MolLy ★ dijo...

Lloro! TT______________TT no sé si esto es lo mejor para JJ o no ;_; el merecía ser feliz, Yunho debió haberlo hecho feliz para siempre T___T no era justo que viviera todo ese dolor, él tendría que haber sonreído siempre~

Su vida siempre empezaba con sonrisas para luego terminar en llanto~ Ese pobre de Yunho solo fue victima de la intriga y malos sentimientos~
odie al YooSu en esta historia~ ellos se merecen todo el sufrimiento que pasó JJ~ ToT

Este es uno de los mejores fics que he leído en español~ en verdad! es uno de los MEJORES! mis felicidades niña Misuzu~ escribes muy bien~

Gracias por compartir la historia, esperaré el epílogo con ansias~ ^^

Paradise YunJae fanfics dijo...

Omg
Fue muy triste esta historia
Pero q jaejoong sigiera para segir sufriendo
Fue mejor. Q muriera
Junsu yoochun y yunho jamas tendran tranqilidad su consciencia no los dejara vivir en paz, yunho fue un asco un maldito y no entiendo como jaejoong tan bueno sufrio tanto
Porque??

yunhokim dijo...

es muy triste que ha jae le aya tocado vivir una vida tan difícil y llena de sufrimiento pero fue mejor que se fuera ha un lugar donde pueda estar tranquilo y sin sufrimiento el nació para ser un ángel bueno no un mártir por la envidia de terceros que no se conforman con la felicidad ajena y asen hasta lo imposible por que sufran como ellos tienen vidas vacías no toleran la alegría de los de mas espero y yoochun junsu y yunho reciban un poco de dolor de el que le provocaron ha jae en vida ya que el ahora esta disfrutando de su alegría y paz en donde quiera que se encuentre

Yuyii dijo...

estoi llorando, me da tanta pena Jaejoong ,tan ueno q al final perdono a Yunho. Cuando algien empieza a violentar a otra es dificl q cambie, Jaejoong debio haber tenido una vida mejor al ser bueno y noble tnt
Siento la venganza en mi , grrr kiero q la pagen Junsu y yoochun por hdp !!
Yunho tambien se merece un castigo sus actos fueron de mal en peor y en vez de remediarlos los empeoro u....u
gracias por compartir este fik n.n !!

Poleht ^o^ dijo...

Que historia tan triste u.u en verdad que me dejo un mal sabor a boca ;__; y pensar que hasta su ultimo aliento apesar de miedo y de todo Jae amo a Yunho.
El YooSu es lo peor de lo peor. Mira que causar tanto dolor solo por ambición.

Al menos Jae ya descanza en paz, ya su alma puede recobrar el brillo que alguna vez tubo. Ahora el que tiene que vivir con la culpa y el dolor por lo mal que actuo es Yunho.

Anónimo dijo...

sigo llorando... TT_TT la vez anterior intente comentar todo el fic de una sola vez pero no pude, después perdi tu blog y hasta ahora que gracias al destino (?) lo eh vuelto a encontrar :3 y bueno esta es una de las historias que más me ha hecho llorar y de las que más eh amado sin duda alguna me eh convertido en una fan tuya y eso que solo eh leido dos historias tuyas :3 por supuesto leeré las demas que estan en tu blog gracias por compartir tan grandioso talento con nosotros¡¡


sobre el capitulo... me ha encanto el papel de changmin :3 tan sexy y comprensiva muerte... será que... puede que se haya enamorado de JJ??? pobresito de jj el no se merecia la vida que llevo y el infierno que vivio al lado de yunho... y aunque este destrozado en este momento nada puede borrar todo lo que hizo en el pasado y lo mucho que lastimó a jaejoong... y aunque jj murio creo que fue lo mejor asi es en realidad la vida... a veces ni siquiera te da la oportunidad de poder pedir perdon o arrepentirte... hermosa hermosa historia :3

Laura Campos García dijo...

Triste, muy triste, y llorando me recordó una triste vida pasada, gracias

Unknown dijo...

Me lo abvirtieron pero igual quise leerlo ahhh y Dios! termine hecha lagrimas ;-; ... Jae no merecia una vida así, aveces la enviada, la ambición, el rencor, la ira y los celos de alguien puede traer muy grabes consecuencias. Junsu solo por ambición del dinero de Yunho, no solo detrozo un bello amor, sino también una vida. Yoochun por su invidia y bajos deseos destrozo lo poco de vida que le quedaba a Jae, aun en su condición no lo penso ni un momento en violarlo. Esos dos merecen su castigo. Aun así Yunho no tiene justificación, por aparte de engañar a Jae, lo matrataba y termino matandolo por su idiotes, ira y celos. En parte es la consecuencia que merece por ser tan malditamente tonto. Pero Jae no merecia un final así, él merece una oportunidad de ser feliz.
Gracias por compartir, fue una bonita historia aún si me hizo llorar como una niña de 3 años.